Relato 33- Memorias de África (cap.1)

Todo comenzó en África, por motivos de trabajo, aunque el primer polvazo nos lo dimos en China, quiero pensar que la invitación al viaje, aparte de consejo también quería otra cosa y así fue.

Estimados lectores:

Después de una larga temporada de trabajo, me apetece compartir con vosotros una experiencia magnifica que pude disfrutar durante mis estancias en África.

Todo comenzó en Marzo de 2018, cuando me invitaron a una reunión con un importante empresario español, que quería ampliar las instalaciones de su factoría en un país de África. Don Manuel es un hombre de 75 años, bregado de muchos días de trabajo duro y con gran experiencia en las inversiones fuera de España.

Es un hombre alto y fuerte, de 1.85, gran volumen debe pesar sobre los 140 kilos, con unas manos que si te suelta el remo eres hombre muerto, ja ja ja. Este señor viudo desde hace 5 años, tiene dos hijas que llevan la empresa, se intercambian cada 6 meses para hacer más llevadera su vida entre África y España.

Las conocí en una reunión de negocios a la que asistimos tres compañeros y yo, para hacernos cargo de la dirección del proyecto. Carmen es la mayor, como 50 o 52 años y Rosa como 48 a 50 años, me sorprendió su altura y su físico, son dos mujeres elegantes, con formas muy bonitas y exuberantes, una morena y otra con cabello castaño, pero ambas muy parecidas.

Carmen, divorciada, tiene dos hijas gemelas de unos 26/27 años, licenciadas las dos y recién incorporadas al proyecto, las conocí pasados unos meses, son preciosas. Rosa, esta viuda su esposo falleció en un accidente de tráfico era un gran apasionado de las motos.

La salida para África fue inminente y los primeros meses muy atareados por todas las dificultades que supone trabajar con medios precarios y la falta de material técnico que ha de ser importado todo.

Cuando llegué a África, le correspondía estar allí a Rosa, muy trabajadora y de fuerte carácter, vivía en una casa dentro del propio complejo de la empresa y a 100 metros de nuestros apartamentos, también de la empresa, para directivos y expatriados.

Todas las mañanas con mi rutina salía a correr y cuando volvía, la veía fumando un cigarrillo en la terracita trasera de la casa, un espacio íntimo pero visible desde el camino que bordea la finca.

Me encargue del proyecto desde el principio y eso exigía mi presencia allí, eso me permitió tener múltiples reuniones con Rosa y sobre todo conocerla un poco más, ya que en el trabajo era muy exigente.

Varias veces compartimos comidas con otros compañeros y directivos de la empresa, siempre muy profesionales, nada de bromas ni paridas.

Pero en una ocasión me pidió que la llevase al aeropuerto para recoger a su sobrina Noemí, que volaba desde España y se quedaría unos meses para ayudarla.

La distancia al aeropuerto son 160 km de África, un trayecto de hora y media, necesitamos tres, pero eso me permitió sentarme con ella a comer y disfrutar de manera diferente de la velada.

Fue una tarde magnifica y me propuso que la acompañase a cerrar un acuerdo con unos fabricantes de maquinaria chinos.

No quiero extenderme más en este relato, porque os iré contando los detalles en la serie de tres más que van a relatar “”mis memorias de África””….

El vuelo a Pekín en compañía de Rosa fue magnifico, pudimos hablar muchas horas y compartir muchas intimidades. Llegamos sobre las 12.00 del mediodía y nos estaba esperando un chofer de la fábrica para llevarnos al hotel.

Una vez instalados en nuestras habitaciones, bajamos al restaurante-buffet y disfrutamos de una buena comida. Terminada la comida, salimos a dar un paseo por zonas próximas al hotel para conocer un poco la zona, la verdad que ajetreo total de coches en un caos circulatorio.

Sobre las 18.00 horas, nos fuimos a descansar  para poner en orden el cuerpo y poder trabajar al día siguiente, que comenzó muy temprano.

Nos recogieron en el hotel, fuimos en un viaje de dos horas hasta la fábrica y tratamos todos los cambios que eran necesarios en las líneas de producción que estaban construyendo. Nos invitaron a comer sobre las 13.00 horas y a media tarde estábamos en el hotel.

Rosa me dijo que sería importante mantener una reunión para pensar bien si debíamos realizar algún cambio más, porque esos cinco días de estancia allí temíamos que aprovechar para dejar todo listo, con lo cual quedamos a las 19.00 en el hall del hotel, para aprovechar un espacio de negocios que tienen con mesas de reuniones y ordenadores.

Me puse vaqueros y una camiseta ceñida  y baje a la hora en punto, cuando miro, veo a Rosa, vestida con falda de tubo, medias negras, blusa blanca con escote y con su melena recogida. Si bien siempre puede ver sus formas de mujer voluptuosa, nunca me fije en ella como una hembra para enrollarme, de hecho, nunca mezclo trabajo y placer.

Una vez terminada la reunión, aclarados los cambios a proponer el día siguiente, cenamos algo rápido y nos fuimos a dar un paseo.

Fue un paseo distinto, me sujeto del brazo y bromeamos muchas veces.

Rosa menos mal que estamos en China si nos ven así en España estamos listos. Le dije.

Jajajaja, sería la monda, pero sabes una cosa, yo estoy viuda y tu soltero, ¿Cuál sería el problema? Salvo que soy mayor que tu….contestó.

No sería nada de eso, solo que imagino tu familia….jajaja. Respondí.

Vaya mi familia está a lo suyo y bastante trabajo sin diversión y llevo cinco años de luto absoluto centrada solo en complacer a la familia y en especial a mi padre…Dijo.

Es verdad, no sé cómo es que no estas acompañada? Pregunté.

Mira Juan, no me van los rollos y menos en la situación actual que hay mucho vividor y chulo de barra que busca quien lo mantenga. Respondió.

Pues eres una mujer muy guapa y con un cuerpo espectacular, cualquier hombre estaría a tus pies.  Lancé un órdago para ver como salía la jugada.

Vaya me voy a poner colorada, me sobran unos kilos y ya no soy una niña, pero en líneas generales me siento bien conmigo misma, y por cierto… que curioso ese piropo, sutil y con bien dirigido, jajaja. Comentó.

Se había dado cuenta de mi intento, pero continúe sin cortarme.

Rosa, eres una mujer muy apetecible para cualquier hombre pero lo que más me gusta de ti es tu inteligencia y tu capacidad de trabajo, es increíble como gestionas las cosas. Dije.

Juan, gracias por el cumplido, tu si eres un lince y siempre que me surge una duda, pienso .¿cómo resolvería esto Juan?  Me pregunto.

Gracias por tu comentario, pero soy una persona normal, eso si, entregado a lo que hago, me gusta y disfruto. Respondí.

En ese momento se paró sujeto fuerte mi mano se giró y me planto un beso.

Llevo dos meses pensando en ser valiente y hacer esto, estamos solos muchas horas con el personal de fábrica y me encanta saber que estás ahí y me proteges de cualquier incidente. Dijo.

Voy a confesarte una cosa, me encantas y muchas noches pienso en cómo puedes estar seis meses sola en fabrica con esa carga de trabajo, eres una tigresa y eso me pone a cien. Mi órdago iba en aumento.

Vaya no lo sabía…No continuó.

Nos fundimos en un beso magnifico, entrelazamos nuestras lenguas y nos apretamos muy fuerte el uno al otro, mi paquete respondió al minuto, lo notó pero no hizo nada por separarse.

No tardamos en entrar en su habitación del hotel, sin dejar de morrearnos en el ascensor y en el pasillo, estábamos muy calientes los dos, echábamos humo, el deseo nos invadía y se notaba que ella llevaba tiempo sin sentirse en ese estado de lujuria.

Nada mas traspasar la puerta de la habitación la apreté contra la pared, como puede le saque su falda y meti la mano directamente en su entrepierna sin dejar de besarnos, cuando alcance el coño estaba empapada, era inmenso, con un poco de vello púbico arreglado, metí los dedos en la cueva y estaba mojadísima, entraron dos, tres y me aplique a meter y sacar mientras nos morreábamos como locos.

No tardo en jadear como hembra en celo a echar hacia atrás su cabeza, mientras le sacaba la blusa y mi mano no dejaba de taladrar el enorme coño de Rosa.

Solo jadeaba, ahhh, ahí, sigue, ahhhh, me encanta, ahhhhhh, ahiiii, sigue, siiiii, siii, mientras mi mano aceleraba las embestidas y cada vez se notaba más humedad en su enorme coño, mi mano entraba y sabia a velocidad y sabía que tardaría en correrse la humedad aumentaba y seguía mi mete y saca mientras con la otra mano le baje las cazoletas del sostén y salieron aquellos enormes pechos con unos pezones grandes y duros que no tarde en lamer y hacer míos.

Los jadeos eran cada vez más intensos, no paraba de gozar y los flujos aumentaban, hasta que note que arrastrando su espalda por la pared bajo su culo, separo las piernas más y pude entrar más mi mano, seguí bombeando y lamiendo los tetones de Rosa, mi polla explotaba pero era el momento de satisfacer la calentura de una hembra monumental que llevaba tiempo sin gozar.

Lamiendo las tetas y bombeando, sus gemidos se intensificaron y no tardo en soltar un squirt que empapo el suelo, mi mano y salía a chorro, como en las pelis, una pasada de corrida que acompañaba con gritos profundos y aullidos:

Aggggg, Uhhhhh, Agggggg. Aggggg, me corro, me corro, aggggg, aggggg, ahhhhh asiiii, dios me corrooooooo….agggg, aggggg, agggg.

Se arqueba, se mojaba como una perra y no dejaba de gemir, tardo un rato en tranquilizarse, saque los dedos del coño y nos fundimos en un beso intenso y de agradecimiento mutuo.

-Me encanto, vaya gozada, fue una corrida como las que no recuerdo, impresionante…voy al baño, desnúdate que ahora me toca a mí hacerte gozar. Dijo mientras se iba al baño.

Me desnude, me tumbé sobre la cama y podéis imaginaros como estaban mis 23 cmts. de polla, empalmado como un caballo y con ganas de profanar el coño inmenso de Rosa y llenarlo de leche.

Salió con el batín y se dirigió al armario, cogió unas cosas y volvió al baño, tardo como 15 minutos en salir, pero la espera valió la pena.

Me quede impresionado ante una hembra poderosa, con botas de tacón, medias negras, con ligueros, un corsé negro con detalles rojo inglés y un antifaz, con su melena suelta, en la mano llevaba un consolador de tamaño grande, juro que no se lo vi coger antes, Sus 178 de altura, caderas de 120, pecho 110 y cintura 85, dejan a las claras lo buenorra que esta es una milf en toda regla.

Quiero tragar esa polla ahora mismo. Dijo mirándome a través del antifaz negro.

Toda tuya y puedes tragarla toda si deseas. Respondí.

No tardo en estar lamiendo mi glande por todas partes, hasta que se lo trago, eche mano a su cabeza y empuje mientras gemía de placer, de seguir así me correría como un toro.

Estaba estirado en la cama y le pedí hacer un 69, no tardo en poner su enorme coño en mi cara y comencé a lamer, jamás vi un coño más grande, enorme y un clítoris de unos 2 ctms. que podía lamer y chupar a placer.

Meteme el consolador, mientras me comes, me encanta. ¿a ti te gusta la mamada?

Preguntó.

Me encanta y quiero follarte ese coño enorme para que te vuelvas a correr. Respondí.

No tarde en tener el consolador metido completo dentro del coño de Rosa, que acompañaba mis lamidas y embestidas a ritmo, mientras tenía la mitad de mi polla en su boca, comiendo como una loba. Es un espectáculo ver unas patas como torres de hércules a cada lado de tu cara, reflejándose en el espejo del armario, ufff me ponía a cien.

Los gemidos y lamidas se confundían y estuvimos en esta postura como quince minutos que fue el tiempo que tardo en correrse de nuevo, con gruñidos y espasmos que casi me ahogan además del flujo que inundaba mi cara.

Agggg, aggggg. Ahhhhh, asiii, me corrroooooo, agggg, aggggg, ahhhhh. Diosssss, ahhhh, siiiiii. Rosa no paraba de gemir y de correrse.

Estaba desconocida, gozando es otra mujer, una superhembra caliente y voluptuosa para estar follando todo el día.

Menos mal que no me corrí en ese momento, aunque confieso que casi me dejo llevar por la situación, pero aguante, el primer polvo con una mujer quiero que ella goce mucho y sienta el poder y la longitud de mi polla llenando su coño, eso fue lo que me contuvo.

Rosa se dejo caer hacia su lado derecho, se dio la vuelta y me dio un morreo monumental.

Me encantó fue otro orgasmo diferente al anterior, largo y placentero, ufff me encanta. Comentó Rosa.

Me alegro, siento no tener condones porque me encantaría que gozases de mi polla y disfrutases más rato. Dije.

No te preocupes, quiero que me folles y me llenes, no puedo tener familia, por mucho que lo intentamos fue imposible. Respondió.

Me levante fui al baño, me di una ducha y me relaje un poco, pero la polla seguía dura y los huevos cargaditos de amor y con ganas de llenar la cueva de Rosa.

Cuando salí del baño, estaba abierta de piernas, pasando el consolador por su coño, me quede frente a ella, me mando un beso y puso cara de fóllame.

Sin decir palabra, tire de ella para la esquina de la cama, levante y abrí bien sus piernas para dejar su coño a placer, taladrarlo y hacerla gozar. No os podéis imaginar lo potente que es esta mujer y a los que nos gustan las tías rollizas, esta para mojar y los tetones son una delicia, me ponen a cien.

Te voy a clavar la polla hasta el fondo, sin contemplaciones. Dije.

Siiiii, la quiero toda, que me llenes de leche, todaaaa, siiiiiiii..Respondio.

Mi polla entro en aquella cueva húmeda, profunda y grande como un paso militar, pero la temperatura del coño era terrible, un horno, que gozada,

Estuve bombeando su coño, mientras veía las tetas sacudirse, la clavaba toda, casi llegaba a entrar toda la polla dentro, espectacular la profundidad del coño de Rosa y como apretaba para ordeñarme.

Despues de magrear sus tetas y clavar bien su coño, le dije:

Ponte a cuatro patas, venga que te voy a clavar bien.

Si, me encanta…Mientras se colocaba.

Me puse de pie sobre la cama, abrí mis piernas y desde arriba empecé a meter la polla, dios, entraba toda, mis huevos llegaron a tocar su pelito cada vez que bombeaba, que pasada. Estaba mirando el espejo y veía los tetones de Rosa saltando a cada embestida, menuda hembra me estaba follando, en ese momento me imagine a Carmen su hermana en la misma posición, era un reto nuevo.

Volví a concentrarme en Rosa, porque ella gemía, pedía más y quería mi corrida, otros 15 minutos de darle caña y decidí una cosa.

Salí, le dije, cambiamos de posición, quiero que veas esto..

Como me pongo? Preguntó.

Así, agarra las piernas. Respondí mientras la colocaba de nuevo en la esquina con el culo en la esquina y las piernas hacia su cara. El coño quedaba libre para clavarlo hasta el fondo, estaba húmedo y rosadito.

Me puse de espaldas a ella, sujete mi polla, enfoque el coño y como si me estuviese sentando metí la polla hasta el fondo del coño, era espectacular para ella la visión que tenia de mis huevos y de la polla, entrando desde arriba como un taladro que quería llenarla enterita.

Dios, que polla tienes y los huevos están que explotan. Dijo mientras gemía.

Quiero que goces y te corras conmigo otra vez. Comenté.

Mientras subía y bajaba, podía notar que todo mi peso perforaba hasta el fondo a Rosa y eso las pone a cien…no iba a tardar mucho en correrme, pensé.

Rosa voy a correrme …..Dije.

Sigue…sigue…que me corro contigo…sigue, lléname el coño, lléname el coño de leche…ahhh. Ahhh, siii. Era su respuesta.

Me corro, me corro, aggggg, aggg, mis gemidos la ponían a cien mientras frotaba mis huevos sobre su monte de venus y mi polla descargaba en las profundidades del coño de Rosa.

Agggggggggggggg, agggggggggg, me corrooooooo, ahhh, ahhhh, ahhhhh siiiii, Diossss.

Rosa se volvía a correr y salía un squirt caliente y abundante que empapaba la cama, pero que no quise ni pensar de lo bien que estaba corriéndose aquella hembra clavada por mi polla hasta el fondo.

Después de sacar la polla, me lamio los jugos, me dio un beso y me dijo:

Mañana dejamos tu habitación y estos cinco días que faltan dormimos juntos.

Le metí un morro y de dije:

Me encanto poder meter toda mi polla dentro, no sabes el placer que da poder llegar hasta el fondo y gozarlo.

Pues no te imaginas lo que supone esta polla para mí, jamás disfrute tanto de un polvo, porque como ves soy una mujer grande con todo enorme incluso el coño. Dijo.

Nos reímos los dos, fuimos a ducharnos y dormimos juntos las 5 horas que faltaban para levantarnos.

Al día siguiente actuamos con profesionalidad, pero nada más llegar al hotel, me tomo de la mano y me dijo:

Quiero repetir lo de ayer, pero más tiempo y que me folles toda la noche, ya no recuerdo eso.

A tus órdenes. Respondí.

PD.-

Rosa es una de mis amigas favoritas, llevamos 18 meses disfrutando y sin que nadie sospeche nada. Es magnifico contar con su amistad.

Os contare, como me folle a carmen y a sus hijas en esta serie de cuatro capitulos,