Relato 16-Tres coños, dos culos, una noche.

Cuando no tengo plan frecuento club de intercambio, los sabados, tienen que invitarte los gerentes porque esta limitado el numero de chicos, pero una vez que paso, alguna pareja me invita y sino, me voy al glory hole y rapido me ordeñan y/o me piden que pase.

Especialmente dedicado a “AMOPERVERTIDO”. Aclaro que todo lo que relatos son experiencias reales, trato de reflejar lo sucedido, no me invento ni exagero nada, a veces me quedo corto.

…………………..

Tuve muchas relaciones sexuales a lo largo delos últimos 22 años, viví en varios lugares del mundo y gracias a mi físico, no me fue difícil relacionarme con las mujeres, es más, también fueron los hombres los que me eligieron para formar parte de su intimidad, sobre todo por mi dotación. Paso a contaros una noche muy especial.

Volvía del aeródromo de Braga en Portugal y decidí realizar una visita a mi amigo Antonio en su restaurante A Fortaleza, de Valença do Minho , me apetecía tomar unos camarões grelhados, está buenísimos. Cené tranquilamente y como era temprano, comencé a pensar en organizar algo para aquella noche de sábado. Busque opciones, nada interesante, pensé en ir a tomar unas copas a Santiago, pero era mucho tute. En mi pensamiento apareció la posibilidad de visitar un nuevo club de intercambio que abrieron en una ciudad del sur de Galicia (hoy cerrado). Como siempre y no trato de engañar a nadie, fui al coche y tomé Sdnfl 0,25 mg. lo hago siempre, me da esa potencia extra que necesito para poder disfrutar de una noche larga dando placer.

A las 0,20 am del domingo entre en el club, me recibió una señora muy atractiva, pagué, pasé a la barra y me invitaron a consumir. Una vez instalado, volvió la señora y me acompañó a ver las instalaciones, me explico que los chicos solos tendrían que ser invitados para pasar a la zona de parejas, algo que sabía por frecuentar otros locales. Todavía era temprano, unas siete u ocho parejas estaban sentadas en la zona de copas, a su bola, sin nada de especial mención. Pasamos a la zona de yacuzzi, muy bonita y amplia, con una cama larga, a continuación me indicó una sala más discreta que era un poco más privada y se podía bailar. Solo había una pareja en esa zona, no aprecie su físico, puesto que al estar solo, no tenía esperanza de tener éxito hasta que fuese más tarde. Agradecí el tours y volví a la barra, era el único chico hasta el momento, estaba un poco solitario aquello y disfrute un trago de coca-cola y escuche música un rato. Entraron dos parejas más al local durante ese rato, dos señores como de 45 años y dos mujeres en torno a los 40, la verdad que elegantes y muy exuberantes, pecho, caderas, una rubia y otra morena. La recepcionista habló con ellos y les invitó a pasar y conocer el local. Estaba mirando a las parejas y se acercó un hombre por detrás, me dijo:

  • Perdona, si te apetece tomar una copa con nosotros te invito a pasar.

  • Si claro, dije un poco sorprendido.

  • Mi nombre es Alex, encantado. Dijo mientras extendía su mano.

  • Soy Juan, un placer conocerte. Respondí.

  • Si te apetece, pasamos. Ordenó.

  • Por supuesto, te sigo. Dije, mientras caminaba detrás del caballero de unos 36/38 años, de traje pero sin corbata, de complexión media y moreno de cabello.

Le seguí hasta la sala más discreta donde sonaba música latina, nos acercamos a la mesa que ocupaba su esposa y dijo:

  • Vane, cariño, este chico es Juan.

  • Encantado Vane, un placer y gracias por invitarme a pasar. Respondí.

  • El placer es nuestro Juan. Dijo dándome dos besos.

Nos sentamos y comenzamos a charlar del local, era su primera vez en Galicia, habían estado en Madrid en uno conocido, pero ella no se había atrevido a dar el paso. Comentaron que habían asistido a una boda al Parador de Bayona y no tenían ningún plan para la noche, por eso salieron buscando un poco de aventura, antes de irse a casa. Les explique que no conocía este local pero si había estado en otros locales, en varios lugares de España.

Vane observaba cada gesto y analizaba cada frase. Me detuve a observar su físico, normal de cara, con ojos oscuros, unos labios gruesos, más o menos 1,60 mts de altura, como 64/65 kg. pesaria, se notaba un buen pecho, porque su vestido elegante, dejaba ver un canalillo muy apetecible.

Estuvimos unos 20 minutos hablando de cosas varias, hasta que Alex dijo:

  • Cariño, ¿te apetece que pasemos a un reservado?

  • ¿tú que dices? No lo sé, bueno, tú decides…Respondió Vane.

  • ¿Juan te apetece estar un rato con nosotros? Queremos irnos pronto, mañana tengo faena y no quiero ir tarde. Dijo Alex.

  • Por supuesto, pero que decida Vane, ella es la protagonista. Respondí.

  • Bueno, vamos y haber que sale de esto, estoy muy nerviosa. Dijo Vane.

  • Vamos cariño, Respondió Alex, mientras tomaba su mano. Les seguí.

Entramos al reservado, cerramos la puerta y ellos comenzaron a besarse, mientras observaba y analizaba la chica que estaría desnuda dentro de un rato para que le diese placer. Estaba muy bien, maciza, fuerte, buen culo, a pesar de que el vestido tan elegante no marcaba en exceso sus formas.

Dejé un rato para ellos, que se quitaban la ropa entre besos y abrazos, hasta que llegó el momento de bajar la cremallera del vestido de Vanesa, ayude y aproveche para besar su cuello a indicación de su marido. No fue difícil continuar la faena, en un rato, estábamos los tres sobre la cama redonda, los chicos con boxer y Vane con un conjunto de lencería blando, muy elegante y provocativo.

  • ¿Me quito esto? Preguntó Vane señalando la ropa interior.

  • No cariño, así estás más sexy, sabes que me pone. Respondió Alex, y preguntó:

  • Juan, tú también opinas, jajaja.

  • Me encanta, está preciosa. Respondí.

  • Esta buenísima, ¿verdad? Le encanta follar, disfrutamos mucho, pero ya sabes llevamos mucho tiempo juntos y hay que poner un poco de picante. Dijo Alex. Acariciando a Vane y sacando el slip.

  • Desde luego está preciosa. Respondí.

  • Ven cariño. Dijo Alex, mientras besaba a Vane.

Nos dejamos caer sobre la cama, ellos de frente y yo por la espalda de ella, besaba su cuello, su espalda y acariciaba sus piernas, sin pasar a la acción todavía, quería que Alex llevase el peso de la situación. Al rato la mano de Vane se posó sobre mi slip, apretó, en ese momento, agarré su mano, baje mi bóxer y le entregué en la mano la polla, ya empalmada a tope por la excitación de tener aquel cuerpo a tiro. Se quedó quieta y dijo:

  • Diossss, que es esto, ufff, es enorme. Estaba observando mi polla, con los ojos fuera de las orbitas.

  • Vaya eso es lo que ves, joder que mango te calzas chaval, vaya polla, eso es una gozada. Dijo Alex, mientras observaba mi dotación y yo la suya, unos 12/14 cmt y delgada, eso sí muy oscura. Por el contrario, la mia esta depilada total, es clara y muy venosa, así se ve más potente.

  • Pues es para que la disfrute toda tu mujer, si ella quiere. Dije.

  • Si todita, me encantan los pollones grandes, me encantan. Dijo Vane, mientras agarraba mi polla y se la metía por detrás entre las piernas.

  • Pues toda para ti, además con permiso de Alex, te dire que estas buenísima y me apetece que goces mucho. Respondí.

No hubo más palabras, Alex besaba la boca de s esposa, mientras yo frotaba el coño con mi polla puesto por detrás, ella comenzaba a gemir con mis roces.

Agarré sus tetas, ffff, enormes y duras, muy poco caídas. Así agarrada, empecé un mete-saca solo entre ss piernas rozando el coño, ella aportaba su movimiento poniendo el culo en pompa para que rozase mejor. En ese momento, Alex cortó:

  • Cariño, estoy muy caliente, si sigo así me corro enseguida, prefiero follarte y luego seguís vosotros, ¿te parece?

  • Si Por favor, métela, me apetece. Dijo Vane, poniéndose hacia arriba.

  • Voy. Respondió Alex mientras se montaba para hacerle un misionero.

Le metió la polla mientras yo acariciaba las tetas de Vane, entonces ella dijo:

  • Dame la polla, métela en mi boca.

  • Va, disfrútala. Me incorporé y le entregue el capullo para que lo lamiese.

Alex estaba dando caña, apretaba las tetas, empujaba y ella comenzó a gemir ya con cierto tono, increíble, lamia mi polla y gemía:

-Aohhh, aoohhhh, agggg, ummmm, ahhh, siiiii, agggg.

Estuvo un rato empujando Alex, hasta que dijo:

  • Cariño, no aguanto nada, me corrooooooo, agggggg, ahhhhh, ahhhhh jadeaba entre convulsiones.

  • Me vooooyyyy, siiii, me voy ….agggg, ahhhh, ahhhh, ahhhh…era la corrida de Vane, que al sentir en sus entrañas la leche de su marido no aguanto más calentura y se corrió, eso sí con gritos, fuera por fuerza estarían escuchando. Me encanta una mujer que goce sin cortapisas.

  • Uffff, como me corriiii, dijo Alex, pasó a besarla y levantarse.

  • Juan ahora te toca, está caliente, entre las copillas y lo cachonda que se pone, es maravilla, veras cuando empiece. Yo tardo un rato en empinarme de nuevo, pero quiero que la empotres todita….

  • Tranquilo, vamos a ir poco a poco. Dije.

  • No, Juan quiero que me folles a cuatro patas, estoy aun con espasmos de la corrida y me encanta así seguir. Pidió Vane , dándome el culo.

  • Vale, espera me pongo el condón y va. Fui mas rápido que Usain Bolt.

  • Métela, métela.. Pidió Vane.

  • Va, Respondí empujando, entró el capullo por la lubricación de la corrida de Alex y empecé a meter tranca para llegar al fondo.

Que profundo era, increíble, metí casi toda la polla, estaba ardiendo, ella no paraba de gemir, PERO GEMIR COM MAYUSCULAS, era escandalosa, empecé a bombear y ya fue el acabose, en nada comenzó a correrse a grandes aullidos una y otra vez, no entendía aquella calentura de hembra, había tenido muchas relaciones sexuales, pero un escando así jamás, se corría seguido una y otra vez, mientras Alex le frotaba el clítoris y le daba tremendos cachetes que la ponían a mil, no parábamos, pedía más:

  • Masss, masss, massss…Siiii, sigue, sigue, mira como estoy, ffff, me corro de nuevo, dios, dios,….siiiii ahhhhh, agggg, ahhhh, agggg. Siiii, sigue, no pares, me gusta-pasaban unos minutos y otra vez- Ahhhhh, agggg, ahhhh, agggg.

  • Me encanta como goza esta perra. Dijo Alex.

  • Si gozo, cariño, después quiero las dos. Dijo Vane, empujando su culo en mi polla, para no perderse nada.

La agarré por los hombros y comencé a bombear como un animal, los golpes de mi cuerpo sobre sus nalgas, eran brutales, ruidosos, había empujado hasta el fondo y la lubricación de Alex, me ayudaba. No os imagináis el griterío de Vane, espectacular (os contaré el resultado, jajaj ), jadeaba, gemía y a cada corrida como si le diésemos una paliza, increíble. Después de múltiples corridas de Vane, Alex, dijo que iba a por copas, si nos apetecían, preguntó.

  • Si me traes coca cola, si no os importa me doy una ducha y vuelvo. Dije.

  • Vale, perfecto así descansa Vane, es la una y dentro de media hora o así nos tenemos que ir. Pero por favor, córrete, Juan, que estas empalmado como un toro, ¿no te duele?

  • No, para nada, aguanto bastante. Respondí.

  • Vaya si aguantas cabrón, me destrozaste el coño. Pero quiero más, venga. Dijo Vane, dándome un cachete en mi culo.

Salí desnudo hacia la ducha, las toallas, están en las taquillas de la entrada, pensé buscando la llave que tenía atada a mi muñeca. Al salir, pase por delante de la única mesa, que estaba ocupada al lado del reservado. Las dos mujeres estaban de espaldas y los maridos de frente. Un gesto de un codo de un señor a otro les alertó. Miraban los dos mi polla erecta. Pasé tan rápido que no dio tiempo a nada, sé que quedaron hablando y nada más. Me duche, tranquilo y trate de que bajase mi excitación. Mientras me duchaba pensé, no voy a volver a la barra, cuando se vayan, me quedo en el jacuzzi, y vemos cómo va el tema, que pena que tengan que irse tan pronto, pensé. Me sequé tranquilamente y pensé, jo, mejor salgo desnudo y no uso la otra toalla, la dejo para después. Cerré la taquilla y solo con chanclas y como mi madre me trajo al mundo, ya más tranquilo me dirigí al reservado. En esa dirección las señoras tenían la visión perfecta, estaban sentadas de frente y la verdad que no apure, dejé que las dos mirasen tranquilas. Al pasar al lado de la mesa, dije.

  • Buenas noches, disfruten.

  • Disfrutar disfruta la que está dentro, jajajaja, dijo uno de los señores.

  • Es normal, a eso se viene aquí, cada cual aprovecha como le apetece. Dije con una sonrisa. Mientras miraba las caras de ellas, que estaban observando mi polla.

  • No me extraña, con ese aparato goza cualquiera, dijo la más morena.

  • Y que lo digas, eterna juventud. Dijo el otro señor.

  • Bueno si no tardáis mucho nosotros quisiéramos entrar al reservado, porque los otros dos tienen fiesta multitudinaria. Hablo el primer señor.

  • No se preocupe en media hora o así se van y queda libre. Perdonen de verdad. Dije.

  • Nada hombre a lo vuestro que aún es temprano. Y dale caña…Respondió.

  • Gracias, hasta luego…Respondí andando hacia la puerta del reservado, venia Alex con las copas y cogí un vaso. Entramos.

Volvimos a la carga al rato y follamos a Vane los dos, le clavó su marido el culo mientras yo follaba su coño, siguió con el griterío total, Alex se corrió en la retaguardia y yo quería terminar para dejarles marchar.

Nada más terminar Alex, agarré las piernas de Vanesa, la acerque a la esqina de la cama y de un golpe clavé el rabo dentro, empecé a bombear como n animal, rápido, rapidísimo, sé que eso me hace correr.

Estuve como cinco minutos a ese ritmo (sin gym, imposible) ella seguía con su escandolo, gemia:

-ahhhhh, agggg, ahhhhh, ass, aoooohhh, siiii, me corroooo, siigueeee, sigueee, agggg, agggg. Era puro griterío, no sé cuántos orgasmos tuvo, no lo sé, era constante…De repente, mi polla empezaba a dar muestras de descarga, me concentre en mirar los ojos de Vane, antes eran las tetas, saltando lo que me motivaba. Ella miró fijamente a mis ojos y no aguante:

  • Me corrroooo, me corrrroooo. Dije.

-No pares, cariño, no paresss, me corró contigo…..Dijo Vane, mientras alex masajeaba sus tetas.

-Agggggggggg, ahhhhhhhhh, ahhhhh, siiii, ahhhh, ahhhh.. Mis jadeos quedaron ocultos por los chillidos de Vane. Increíble.

Descansamos un rato, les di mi número de móvil, me hizo una perdida Alex, y me despedí, mientras se vestían. Pasando de nuevo a la ducha, mi polla iba relajada, pero morcillona. Esta vez me miraron los cuatro. Me duche y tenía intención de ir al jacuzzi como había programado antes. Cuando voy a salir de la zona de baño, me encuentro de frente con uno de los señores que antes me hablaron.

-Perdona, soy Víctor ¿puedo preguntarte una cosa? Dijo el señor extendiendo su mano. Correspondí.

-Mi nombre es Juan, encantado, pregunte sin problema. Respondí.

-Somos dos parejas, que llevamos en este tema unos 9 años, la verdad que nunca estuvimos con nadie más, solo los cuatro, hay una gran amistad y confianza y no queremos ser carne de cañón. Pero hoy quedamos impresionados por tu físico y nos gustaría que estuvieses con nosotros, aunque sé, que nuestras mujeres puede que no te gusten, hay chicas más jóvenes, si no quieres lo entiendo. Fue su sermón, estaba nervioso.

-La edad no es importante, si ellas quieren, entro con Uds y luego decidimos sin compromiso, ¿le parece?. Pregunté-

  • Claro por favor, es que ellas, se ven un poco gordas, ya sabes cómo son las mujeres. Dijo, mientras andábamos hacia el reservado, que antes usé con Vane y Alex.

Pasamos estaban todavía vestidos, ellas sentadas en el sofá y el otro señor en la esquina de la cama con su espalda apoyada en la pared.

  • Este chico es Juan, os presento. Marisa, Begoña y Manuel. Dijo.

  • Encantado, un placer conocerlos. Respondí, mientras daba la mano. Todo un poco sub-realista, ellos vestidos y yo en bolas con una toalla en la mano.

  • Encantados, respondieron los tres.

  • Que trabajador eres, impresionante como gozó esa muchacha, va a gatas, pero no me extraña, con ese aparato, ufffff. Dijo Manuel.

  • Ya ves a nuestras mujeres, tienen cuarenta años, pero están muy buenas, nosotros tenemos la barriga cervecera pero aun respondemos. Dijo Víctor, nos reímos los cinco.

  • Juan, nosotros siempre estuvimos los cuatro solos, nunca hicimos nada por fuera con otras parejas, estamos bien así y la verdad que hoy nos picó el gusanillo al verte, pero las mujeres se cortan un poco, te ven más joven y nos decían qe te sobraran chicas, como para estar con nosotros.

Dijo Manuel.

  • Por favor, esto no va por edades, para mí lo importante es que estén a gusto y que disfruten, por mi parte no hay problema, si lo tenéis claro me quedo. Respondí.

  • Pues muchas gracias hombre, aun son las dos de la mañana, esto cierra a las seis, nosotros no tenemos prisa, como somos de fuera, nos vamos a dormir a un motel luego, por lo tanto si te apetece, te traigo algo de beber y que digan las chicas.

  • Perfecto, tomo coca cola. Gracias.

Paso a describir a los varones, de unos 46/50 años, más o menos 1.70 mts, morenos los dos, fuertes, velludos y con barriga no excesiva, muy agradables ambos y de buen carácter.

Las esposas, sobre los 40/43 años y no muy altas ambas, pero físicamente distintas. Marisa, atractiva, morena con melena larga, algo de sobrepeso, mucho pecho, buenas caderas y piernas potentes. Llevaba puesto un vestido negro, medias y zapatos de tacón. Es la esposa de Manuel.

Begoña, muy guapa, pelo castaño, con melena rizada sobre los hombros, con un culazo imponente, con dos nalgonas preciosas, cadera y buenas piernas, estrecha de arriba con pecho tirando a pequeño, me gustó. Vestía pantalón negro, una blusa azul y zapatos de medio tacón.

Hablamos de lo que habían escuchado cuando la pareja y yo follábamos, nos reímos, esperando a que Víctor llegase. Manuel estaba muy nervioso, era todo muy nuevo para ellos.

  • Pero aun estáis así. Dijo Víctor- venga que es para hoy. Jajajaja.

  • Tranquilo no hay prisa. Respondí. Ellas estaban cortadísimas, pero miraban mi polla morcillona.

  • Bueno ¿Cómo hacemos? Preguntó Manuel.

  • Manuel, lo mejor es que dejemos a los tres aquí, que empiecen y mientras nosotros tomamos algo en la mesa, luego entramos, así no se cortan tanto. Ordenó Víctor.

  • ¿Qué decís chicas? Hablar algo...Preguntó Manuel.

  • Tranquilo hombre no presionar, ellas deciden. Respondí.

  • Ya os estáis largando. Dijo Marisa, un poco más lanzada.

  • Chao, vamos. Dijo Víctor, empujando a Manuel hacia fuera.

Me senté en el borde de la cama y les pregunté qué era lo que más les apetecía, estaba dispuesto a complacerlas.

  • Nos gusta de todo, pero no tenemos más experiencia que la de nuestros maridos y nada más, las dos somos fieles en el matrimonio y este juego es un escape y lo hacemos tres o cuatro veces al año. Dijo Marisa.

  • La verdad que estoy un poco cortada, no sé. Dijo Bego.

  • Os aparece que empecemos primero una y luego la otra, os voy desnudando y cuando queráis llamo a ellos. Respondí.

  • Vale –Dijo Marisa.

  • Empezamos ¿te parece? me dirigí a Begoña, la más indecisa.

No contestó, me acerque a su boca, la besé, al principio cortada, luego se soltó más, mientras tome la mano de Marisa, para colocarla en mi cipote. Lo acarició con delicadeza.

Arrancaba el tema, le pedí a Marisa que me ayudase a desnudar a Bego, ambas se sonrieron, pero siguieron mis instrucciones, en nada estaba desnuda, solo con un tanga y un sujetador para sus tetitas de 80 o 90 de talla. La besé y luego al oído le dije, ahora le toca a Marisa, fuimos a por ella, comencé a besarla y con la ayuda de Bego la dejamos con tacones, ropa interior muy sexy, ligueros, tanga y sostén negro, aquí si que había pero mucho, entre 110 y 120, un par de tetones inmensos, un poco colgados pero increíbles. Se notaban las estrías de la maternidad en su barriguita.

Ya estábamos los tres en condiciones, metía mano a las dos, coño y tetas, mientras ellas una a un lado y otra la otro besaban mi boca, genial el comienzo pensé. Pensé en comerle el coño primero a Bego, pero preferí preguntar:

-¿Bueno debéis decirme si hay alguna limitación, si hay algo que no os gusta?

-A mí me gusta todo. Respondió Marisa.

  • ¿y a ti Bego? Pregunté.

-La verdad que si…respondió, estaba caliente pero cortada.

-Por mi parte podéis pedir lo que queráis, incluso anal. Dije.

-Nos encanta, nos lo hacen nuestros maridos e incluso doble, lo disfrutamos. Dijo Marisa.

-Pues genial, por mi parte tranquilas. Respondí.

-Pero eso es enorme para el culo. Dijo Bego, mirando a Marisa.

-Tranquilas, poco a poco y si no queréis no pasa nada. Dije.

-Yo quiero probarla, tanto en el coño como en el culo, me apetece, es inmensa. Dijo Marisa, besándome.

Nos dejamos caer sobre la cama, yo estaba boca arriba y ellas a ambos lados, nos besábamos apretaba las tetas de Marisa, tocaba la entre pierna de Bego, hasta que decidí ordenar.

  • Bueno como sois dos contra uno, ahora mando yo. Chupármela.

  • A sus órdenes jefe, dijo Marisa, nos reímos mucho los tres.

Sentí las dos lenguas en mi polla, Bego lamia desde los huevos hacia arriba, mientras Marisa acoplaba s boca para tragar el capullo, lo mojaba, lamia una gozada, las dos bocas para mí, me pusieron palote en un minuto. Las dejé hacer un rato y sujeté a Bego, la acerque a mi cara, la besé en la boca y le dije, ponte encima que te como el coño. No tardó en colocarse después de sacar el tanga, comencé una lamida monumental en aquel chocho depilado y jugoso de la esposa de Víctor. Estaba muy excitada, Bego, de repente, noto la mano de Marisa como pajea mi polla, me coloca un condón y se subió encima, frotando la polla en su coño. No tarde en sentir entrar el cabezón en el coño húmedo de aquella hembra (ahora le encanta decir que es la SEÑORA de Manuel y mi puta, cuando estamos juntos, fueron muchas veces).

Comenzó a galopar, mientras comía el coño de Bego, estaban de frente, saque la boca y les dije:

  • Venga daros un morreo y comeros las tetas.

  • Jajajaja, no me atrevo no lo hicimos nunca. Dijo Bego.

  • Pues hoy es la primera vez, venga Marisa cómele la boca. Ordené.

  • Bego, ya sabes ordenes son ordenes…jajaja. Respondió Marisa, inclinándose y buscando la boca de su amiga íntima.

  • Así me gusta, mando y ordeno. Dije. Mientras daba unas cachetadas en el culo de Marisa. No podía ver nada, el culazo de Bego me tapaba toda la cara. Al rato Marisa aceleró el ritmo y subió y bajo más rápido, yo no abandonaba mi labor de comer el coño de Bego, busque de meter dedos, lo logré. Ambas se acariciaban y se besaban. De repente, escucho las voces de Victor y Manuel.

  • Como disfrutáis cabronas, gozar que os folle duro, os hace falta.

  • Jajajaj, se reían ellas, las tetas de Marisa saltaban a cada envestida.

  • ¿Os estabais morreando? Preguntó Manuel.

  • Siiiiii, -respondió su esposa- a mí me encantó.

  • Y a mí me excita muchísimo y no sabes cómo me come este tío. Dijo Bego.

  • Qué bueno, lo que nosotros no conseguimos en nueve años, lo consigue un joven en diez minutos, bendita juventud, dijo Víctor.

  • Ya ves, la edad no perdona. Respondió Manuel.

En ese momento, se cortó cualquier conversación, Marisa, comenzó a jadear más fuerte y note como Víctor se ponía por detrás y apretaba sus tetas. Manuel se subió a la cama y colocó la polla en la boca de Bego, que también gemía mucho.

Marisa galopando encima de la polla, apretado sus tetones, que saltaban una y otra vez a cada clavada, reventó en una corrida monumental, como ella dice de dos huevos y un rabo, es una caliente de verdad, le encanta follar.

-ahhhhhh, agggg, me corro Manu, me corro, uffff, que pollón tiene este crio, joderrr, me arde el coño, me corrrooo, agggg, ahhhh, ahhhh, ahhhh.

Se quedó quieta, cuando terminó de convulsionarse y dijo:

  • Bego, fóllate este pollón , verás que gustazo.

  • Venga Bego, súbete, ordenó su marido Victor.

  • Voy, tranquilidad.

Al salir, respiré, tomé unas bocanadas de aire, el culazo me ahogaba. No tardó mucho en aparecer la boca de Marisa, darnos un morreo intenso y mirándome a los ojos, dijo:

  • Gracias por aceptar estar con nosotros, sé que nos encantará tener tu amistad, lo presiento.

  • Gracias a vosotros. Dije, mientras notaba los galopes de Bego sobre mi polla, comenzaba a balbucear, las pollas de Manuel y Víctor se alternaban en su boca, no tardó en jadear y chillar.

  • Agggggggggg, ahhhhhh, me corroooo, cariño, me corroooo, aggggg, aohhh, ahhh, como me corroooo, ahhhh, aggggg. Fue larguísima la corrida,de repente, se quedó quieta, ensartada, sintiendo la polla..

  • Córrete, córrete, goza, ¿te gusta este pollón? Goza…Dijo Víctor.

  • Non e unha picha, esto e un verdadeiro carallón, diría miña aboa. (Traduzco: No es una polla, este es un verdadero pollón, diría mi abuela)

Nos reímos todos, es una cachonda y una caliente de verdad. Sin más dice:

-Mirar chicos vuestras pollas las tenemos muy vistas, hoy queremos esta y yo quiero que me folles el culo Juan. Se dirigía a ellos.

-Que viciosa, voy a tener que llevar a Juan para casa. Dijo su marido Manuel.

-No sé si lo llevas o no, pero te digo que esta polla me va a follar muchas veces, quieras tú o no quieras, jajajaja, Dijo Marisa. Es una cachonda.

Nos reímos todos. Bego, se salió de la polla, me levanté la besé intensamente, mientras su marido, la abrazaba por detrás y besaba su cuello.

Marisa, tomó la mano de Manuel, lo llevó al sofá, se puso de rodillas, mirando hacia el reposa/espalda, le dijo:

-Cariño, fóllame el culo y después me comes el coño mientras me lo folla Juan.

No le hizo falta dos órdenes, Manuel, empalmado, se colocó detrás, se la metió en el coño un rato para lubricarla, salió y busco el esfínter, metía despacio.

Froté su coño, mientras su marido le abría el culo para mi polla, era un espectáculo, las tetas como dos campanas, arriba y abajo a cada embestida, las agarré sin dejar de frotar el clítoris. Miré a mi derecha y Víctor estaba follando a su mujer a cuatro patas sobre la cama. Estaban gozando las dos mujeres. Me apetecía follarles el culo a las dos, no son muchas las mujeres que les gusta un cipote más largo y tan ancho como un vaso de tubo en su culo.

Salió Manuel, cambié el condón, lo lubriqué y ocupé su lugar. Tomó mi polla con su mano, abrió las nalgas de su mujer y empecé a meter el capullo lentamente. Una vez que entró un poco, Manuel dijo:

-Fóllale el culo a esta perra, le encanta, yo voy a ayudar a Víctor con Bego que la tenemos abandonada.

-Tranquilo, se la meto toda. Estuve empujando despacio hasta que miré y vi a Víctor y Manuel haciéndole una doble penetración a Bego, que disfrutaba de las estocadas.

Metí mis manos, por debajo de la cintura de Marisa, apreté y aun entraron como tres centímetros más, estaba ya la mitad dentro. Ella chillaba a cada empujón, mientras daba un empujón le daba cachetadas, gemía y se quejaba en el mismo instante. Imaginaros el espectáculo, mi polla entraba en Marisa, sus tetas colgaban, miraba su culo abierto, aquellas nalgas potentes, la cintura estrecha y su melena negra cayendo por los lados de la cara. Mientras por el rabillo del ojo, veía la clavada que le daban a Bego, un señor polvazo, las hembras estaban calientes, pero los maridos salidísimos.

Puse más lubricante sobre el condón, y empuje de nuevo, ella con las dos manos abría el culo, agarré su melena y tirando de ella, comencé a meter y sacar sin atender sus quejas, le hablaba:

-Te gusta cómo te follo el culo, ehh, ábrelo que te la meto hasta los huevos, te voy a reventar, asíiii, asiiii, asiiii, goza, te gusta goza…

  • Si follae el clo, me encanta, me arde, esta enorme, reviento…aggg, ayyyy, ayyy, agggg, si me gusta, me gusta como me follas el culo, siiii, siiii, dile a mi marido que soy tu putita, siiiii, dile , dile qe me encanta tu pollón, que quiero follar contigo…siiiii. Respondía Marisa, estaba desbocada.

-Si te voy a hacer correr como una loba, te voy a llenar toda. En ese instante mi polla estaba dentro, reventando el culo de una hembra salida con ganas de marcha. Entraba y salía, agarrado a su pelo y con otra mano, busque su coño, quería correrme y que se corriese conmigo. Mi polla entraba cada vez más profunda, el esfínter estaba dilatado, pero me gustaban los apretones que ella daba sobre mi polla. Le explique:

-Marisa, aprieta y suelta la pelvis, como si me ordeñases.

-Así….Preguntó, mientras apretaba.

-Si así, así me gusta, si sigues me corro…Respindí.

Seguí clavando su culo una y otra vez, acelere mis envestidas, mi estómago ya golpeaba sus nalgas, que gozada tener toda la polla dentro, genial, ella seguía apretando, mis huevos golpeaban su perineo a cada clavada, mientras mi mano frotaba su clítoris. La tenia a cien, estaba clavada y llevando caña, sabía que no iba a tardar en correrme. Quería su orgasmo. Ella no dejaba de gemir y jadear, estaba disfrutando la mejor clavada de culo de su vida, con frotación de coño al mismo tiempo. Le dije:

-Marisa, me voy a correr, estoy a punto, me encanta follarte el culo…

-Sigue, sigue, no pares, me voy contigo, asiiii, asiii. Respondia ella mientras yo seguía acelerando, me deje caer un poco sobre su espalda para frotar mejor el clítoris, de repente.

-Me coorroooo, dios, me coooooroooo, agggg, ahhhh, ahhhh, ajjjjj , ahhhhh, me estoy meandooooo, ahhhh, me corrooo, siiiiii. Jadeaba y gritaba Marisa.

-Si correte que me voy ahora contigo. Dije , mientras notaba unos chorreones de su squirt, que empaparon mis pies y el sofá, pero continuos, mis huevos reventaban, pero no paraba de frotar clítoris ni de clavar el culo. Sin más, mis huevos estallaron:

-Ahhhhh, me corrooo, aggg, ahhhh, me encanta, me encanta tu culo, asíiii, asiiii, asiiii, uffff. Era una corrida de campeonato, como ordeñó mi polla la tía.

Cuando volvimos en sí, estaban Manuel, Víctor y Bego mirando como estábamos enganchados como una pareja de perros después del polvo. No me movía, estaba sobre su espalda y ella apoyada en el respaldo del sofá. Genial.

-Me mee, todita, vaya corrida, diferente a todas…Dijo Marisa. Nos reimos.

Más relajados, Víctor me dijo:

  • Cuando estés de nuevo bien, os folláis a Bego, tú el culo y Manu el coño, y luego si quieres volvemos con Marisa.

  • Perfecto, me dejáis un minuto voy a la ducha. Antes de irme Marisa me dio un morreo y las gracias.

Pasó como media hora, después de charlar y reírnos, dijo Marisa:

-Venga rómpele el culo a esta, que le hace falta una buena clavada trasera, jajajaja, Manuel tu aplícate, venga estira sobre la cama.

Bego, besó a Víctor su marido y se subió en la polla de Manuel, más gordita que la de Víctor, las dos como de 14/15 cmt, oscuras con grandes huevos.

-Venir, pollas a la boca. Dijo Marisa, a Víctor y a mí.

.Ahí van, dijo Víctor.

Comenzó a mamar la polla de Víctor mientras masajeaba mis huevos, luego pegó los dos capullos y los lamia una y otra vez. El cuerpo de Víctor y el mi estaban pegados y me dijo:

-Clava a Bego, está empezando a jadear, quiero verla meándose, no te preocupes que tiene el culo dilatado que le meto un juguete grande le encanta.

Puse un condón, lo lubrique bien, acaricie el culo de Bego y metí un dedo. Era verdad, estaba abierto, mojé dos dedos en lubricante y se los metí. Dio un resoplido. Ellos estaban sobre la cama, Manuel debajo y ella sobre el con la polla enterrada, empuje para delante su espalda y de pie por detrás apunté mi polla al agujero del culo. Empuje, se quejó un poco pero de repente comenzó a jadear. Venga ya, entraba sin problema…que bueno, si el culo de Marisa me encantó este no iba a ser menos. Manuel besaba a Bego, metía y sacaba polla sin moverse mucho, pero yo recorría el culo con mis 23 cmt. de polla gorda entrando y saliendo. Le explique qué apretase la pelvis, para que gozase más.

Manuel aguanta lo suyo y entre los dos sin salirnos debimos conseguir que se corriese tres veces Bego, sin sacar las pollas, hasta que el estallo en una señora corrida, al mismo tiempo que ella.

-Me coooorroo, aggg, ahhhh, siii, asiiii, asiiii, Se confundían los gemidosy jadeos de los dos.

Yo seguía sin dar tregua y follando el culo de Bego, desde arriba, según Marisa y Victor un espectáculo, que la provocó. Mientras metia toda la polla en el culo de Bego, Marisa comenzó a lamer mis huevos y a manosearlos, era una sensación indescriptible, estaba a punto de correrme, cuando Bego, dijo:

-Por dios no puedo más, necesito para un poco, me matas.

-Tranquila. Dije, me salí muy despacio, la polla de Manuel ya estaba flácida y fuera. Víctor se había corrido en una follada misionera en Marisa y faltaba mi descarga final.

Bajé de la cama, saque el condón, mi polla estaba mirando al cielo como un poste eléctrico, duro, venoso y cargado. Entonces Víctor dijo:

-Chicas a este hombre no se le puede dejar así. Venga mamarlo entero.

Obedecieron y dos pollas de nuevo comían mi rabo. Empecé a pajearme a mi ritmo, sin contemplaciones y unos minutos después mis huevos pedían descarga. Les avisé:

-Me voy a correr como un toro.

-En las bocas, tranquilo, Dijo Bego, mientras Marisa lameteaba el capullo.

-Agggg, ahhhh, ahhh, asiiiii, siiii, ahhhh, ahhhh. Una descarga de leche, salía por los aires, llenaba las bocas, las caras e incluso regué los tetones de Marisa que se separó un poco, dios menuda corrida….

Me fui al motel con ellos, compartimos una suite para los cinco, comimos allí y no salimos hasta las siete de la tarde. La verdad que necesite dormir, ahora nos vemos muchas veces e incluso vienen a Madrid de vez en cuando. Son maravillosos, Marisa es la diablesa y yo el diablo, ya os contare en otro relato.

Espero que os haya gustado, aquella noche, tres coños y dos culos, ahora sigo disfrutándolos de vez en cuando. Podéis opinar o escribir por privado.

Gracias a tod@s por leerme.