Relaciones Universitarias
Cada vez que estudiabamos juntos suspendía!.
Con quién menos lo esperaba llegué a mantener una de las mejores relaciones que he tenido nunca. El era un amigo de la Universidad, el típico chico futbolista de hobbie, con el cuerpo fabuloso y no de cuidarse, sino de hacer deporte por afición, moreno más o menos de mi estatura, era muy corriente pero tenía algo especial, que le hacía triunfar entre las mujeres, era su carácter, amistoso, afable, cómico, acompañado de un rostro precioso, con un lunar justo en la mandíbula debajo de la patilla, siempre con esa media barba de afeitarse solo para salir de fiesta, el pelo que le salía era rubio, castaño, quizás lo vea así porque estaba enamorado, pero además era una persona como pocas que he conocido. Ambos hemos nacido en la misma ciudad y estudiamos en la única universidad que dispone la zona, nos conocimos en clase por una amiga común, el tiene coche y siempre iba y venía de la universidad con él, aunque hicimos muchos amigos y la pandilla era grande el y yo teníamos una amistad más íntima, quizás por conocernos el primer día de clase y por ser yo amigo de su novia.
Tras año y medio de la carrera estábamos en la cantina una tarde, tomando café después de clase de Macroeconomía, yo estaba un poco de bajón pq acababa de ver la nota de un examen que me había salido genial, esperaba conseguir buena nota y conseguí un suspenso, el estaba animándome, "venga que no es para tanto!! en junio vuelves a probar seguro que te la sacarás a la próxima, venga que mañana nos vamos de desfase y se te pasará el mal rollo", esa tarde entre risas y cervezas se me olvidó bastante el mal rollo. Esa tarde decidimos entre siete amigos de clase irnos a una discoteca de la playa, necesitábamos coches y conducirían Jesús, que es mi amigo, y Roberto, otro chico de clase.
Quedamos a las once en el parking de la disco, nos repartimos en los coches y acudimos allí, esa noche fue genial, bebimos, bailamos y tonteamos con niñas hasta las cinco y media. cuándo nos fuimos yo me fui con Jesús por vivir los dos cerca y el resto se fueron con Roberto ya que iban a la misma zona y así evitar viajes tontos con el coche. Estando en el coche Jesús me preguntó si pensaba todo lo que había dicho, yo no sabía de que me hablaba y me explicó que allá a las tres de la mañana cuándo estaba yo devolviendo en el cuarto de baño y el me sujetaba para no caerme encima de la taza (esa noche me pase un poco) le había dicho que era feliz de tenerle como amigo y que si me hiciera gay lo haría solo por el, cuándo me lo contó lo recordé y me quedé blanco.
La conversación se cortó porque de repente el coche pegó un ligero bote por una piedra o a saber que y continuamos hablando de otra cosa, camino a casa me contó que había dejado a su novia, porque ya no sentía nada por ella, esto me alegró porque así podría pasar más tiempo con él. En esto llegamos a mi casa y aparcó el coche en frente del portón principal del residencial dónde vivo, la verja estaba cerrada y no podía entrar con el coche así que subiría andando la cuesta, cuándo fuí a bajarme me ofreció un cigarro y conversación así que me quedé, tras 5 minutos de estar hablando me acerqué a quitarle un cigarro que tenía sobre la oreja, ya que no me lo había dado y me apetecía fumar, en ese momento el no quiso dármelo y empezamos a forcejear de tal forma ke acabó encima mío yo estaba aplastado por el, con los brazos agarrados por sus manos y sin querer nos dimos un beso, nos apartamos bruscamente, pero yo me quedé de por vida con aquella imagen, su sonrisa, sus ojos, sus labios suaves rozando los míos.
En ese momento nos quedamos los dos congelados, de piedra, y el empezó a sonreír y yo también, soltó mis brazos y lentamente empezó a acariciarme el pelo, fué acercando su cara más a la mía y me dió un beso en el labio inferior, en el acto se lo devolví con uno en el suyo superior, comenzamos a besarnos, lentamente, eran besos cálidos, me encantó notar sus labios, su lengua jugando conmigo, estábamos un poco incómodos (en los asiento delanteros de un coche) pero nos daba igual, allí estuvimos besándonos, tocándonos, lentamente nos desnudamos, y todo siguió como había sido hasta ese momento, cariñosos, caliente, con cada caricia me estremecía, al notar sus labios se me erizaba toda la piel, notaba su respiración junto a mi oído y me deshacía. Cambiamos de posición y ahora estaba yo sentado con el asiento totalmente reclinado y el sentado encima mío me chupé un dedo y empecé a acariciarle por debajo de los huevos, hasta llegar a su culo, empecé a acariciarle el agujero y se estremeció, me pidió que no lo le hiciera daño, y suavemente pasé mi dedo, lo metí un poco y despacio siguió el dedo entero, el se movía queriendo más, luego le metí otro y empezó a gemir.
Bajó besando mi pecho, mi estómago, hasta llegar al vello, me estremecí de sentir su aliento, siguió besando hasta llegar a la cabeza dónde dio un lento lametón, esto me puso a mil y poco a poco la fue chupando y metiéndosela en la boca, notaba mi verga en el séptimo cielo, rodeada de carne calienta, con cada subida y bajada me daba un escalofrío, me retorcía de placer y me volvía loco.
Le aparté y me decidí a hacerle disfrutar tanto como el me estaba haciendo a mi, así que bajé lentamente y empecé a lamerle los huevos, luego subí y poco a poco me la puse toda dentro, casi no podía, su polla es enorme, la cabeza estaba completamente morada, se notaba el liquido de la excitación , la encajé en la boca y empecé a chupar, lamer y apretarle con los labios, solo oía su respiración entrecortada, cuándo le miraba le veía mordiéndose los labios, gimiendo, noté como se tensionó todo y me dio toda sus esencia, no podía con toda y me empezó a chorrear por las comisuras dela boca, me levanté y le besé, nuestro beso se fundió en un abrazo, nuestros cuerpos juntos, eran uno, allí brazados surgió uno de mis grandes amores y pasiones,.......