Relación con mi tío
Mi primera historia, espero que os guste. Como mi tío me enseña alguna lecciones sobre el sexo. Mi sueño hecho realidad.
Mi primera historia que os voy a contar la protagoniza mi tío, el hermano menor de mi padre. A mi desde pequeño siempre me llamaron la atención los hombres y en especial los hombres de mi familia aunque nadie lo sabe.
La relación con mi tío siempre fue buena, él me lleva 16 años y por eso siempre hemos estado algo más unidos que con el resto de mis tíos que son más mayores.
Él es un hombre de 43 años de 1.82 metros de altura, es rubio y lleva el pelo muy corto y ojos color marrón, pesa sobre unos 92 kg. pero es puro musculo. No es que tenga un cuerpo marcado con “tableta de chocolate” sino que más bien tiene barriguilla… pero no fofo. Tiene unos bíceps de escándalo por su trabajo y sus manos son grandes y fuertes. Y sus labios son carnosos.
Yo tengo 27 años, mido 1.84, soy rubio de media melena y ojos verdes castaños, peso unos 70 kg. y soy delgado y fibrado. Me comentan que mi mejor zona del cuerpo es mi culo, “lo tengo redondito como un melocón” o eso es lo que me dicen. De dotación estoy en la media 18’5cm.
Por suerte en mi familia no somos peludos y tanto mi tío como yo casi no tenemos pelo por el cuerpo.
Todo empezó un día el cual estaba trabajando con él (ese año tenía 24 y me quedé sin poder estudiar porque no me admitieron en el centro que solicité y mi padre me ofreció ir a trabajar con él y mi tío) y empezamos a hablar sobre un video que le pasaron por el WhatsApp (mi tío por sus amigos siempre está recibiendo fotos y videos de esos). El video trataba de una despedida de soltera y donde estaba un chico musculado bailando completamente desnudo y en la escena siguiente empezó a follar con una de las chicas. El video lo vimos dos veces pues estábamos hablando de que el stripper la follaba sin condón.
Tío : ¿A qué es bueno el video? Lo mejor es como la folla sin condón.
Yo : Si bueno y que se la chupe todo el mundo tampoco se queda atrás.
Tío : Ya – hace una pausa – no estaría mal que te la chupen.
Yo : ¿Y eso? ¿nunca te la han comido?
Tío : Que va, la tía es muy tradicional y solo estuve con ella. ¿Y a ti?
Hay vi una oportunidad única y decidí hacerme el inocente y el poco entendido en el tema (también decir que en mi familia todos se piensan que soy virgen y que nunca estuve con nadie, pues no se me conoce pareja formar y obviamente a mi no me gusta proclamar mi vida).
Yo : Que va y no estaría mal que alguien te la comiera – me toque la polla por encima del pantalón – ¿te puedo hacer una pregunta?
Tío : Claro – me vio con cara de curiosidad.
Yo : ¿Como aprendes a besar?, pues nunca besé a nadie y no sé si sabré cuando llegue el momento – miro para él – ¿eso de la lengua como va?
Él se echa a reír por la pregunta que le acabo de hacer, se pone a pensar y me dice: pues a ver como te lo explico… Yo empecé a divagar y a decir lo primero que se me venia a la cabeza para justificar mi pregunta. Estaba viendo para el suelo mientras hablaba y de repente siento un brazo rodeando, mi tío juntó mi cuerpo con el suyo y me pego un buen morreo. Él me iba guiando con sus labios y su lengua. Estuvimos un rato así y cuando nos separamos:
Tío : No sabía cómo explicártelo y decidí mostrártelo – me guiño un ojo – hay confianza para eso ¿no?
Yo : Me parece bien pero no me lo esperaba – sonreí – ¿bueno y que tal me has visto?
Tío : Pues para no saber no ha estado mal, aunque hay que seguir practicando – se acerca a mí y me vuelve a besar – le vas cogiendo el truco sobrino.
Yo : Gracias – le lanzo una sonrisa – bueno ya que estamos ¿podemos practicar otras cosas?
Tío : ¿Qué otras cosas? – me mira raro
Me desabrocho el pantalón y me agarro mi polla ya empalmada marcando su figura con el bóxer.
Tío : No sé por dónde vas, pero te recuerdo que soy tu tío y hetero.
Yo : Lo sé, pero ya que estamos me gustaría que me enseñaras más cosas.
Tío : No lo sé sobrino, una cosa es un morreo inocente y otra cosa es llegar más lejos.
Yo : Venga hazlo por mi – me acerco y le doy varios picos – quiero aprender cosas y se que tu me las vas a enseñar.
Mi tío se lo pensó a conciencia pues suponía algo raro para él, es un hombre casado, hetero y mi familia de sangre. Me vio y movió la cabeza con un gesto de afirmación.
Yo : Gracias tío no te vas a arrepentir – a lo cual agarré su pantalón y se lo baje hasta las rodillas – veo que no soy el único empalmado aquí, ¿Cuánto te mide?
Tío : Bueno que quieres uno de piedra no es, aunque la situación no es la mejor - se rasca la cabeza – pues no se nunca me la he medido.
Yo : ¿No? Bueno eso tiene solución – busco un metro que había por el taller, vuelvo a junto de él y le bajo su bóxer – vamos a ver cuánto… no está mal son unos 20 cm y aun por encima la tienes ancha.
Él no dijo nada pues se notaba que aun no estaba muy cómodo con la situación. Yo estaba encantado de por fin poder observar su polla en todo su esplendor. Se la había visto en dos ocasiones mientras se duchaba, pero la tenía flácida.
Yo : Bueno para compensarte y espero que te parezca bien – le veo a los ojos – seré el primero en comértela,
Tío : Sobrino ¿eres gay? – me mira con cara de asombro, bueno más que de asombro como el emoticono del WhatsApp ( ).
Yo : ¡Que dices! sólo quiero devolverte el favor, además leí en algún lado que esto entre hombres en un momento dado es normal – sin más explicaciones metí su polla en mi boca.
Empecé a pasar mi lengua por todo el tronco de su majestuosa polla, acariciándola de arriba abajo y cogiendo todo el sabor. Después me pasé a sus huevos metiéndome uno y luego el otro, lo que no conseguí fue meterme los dos de los grandes y gordos que los tiene. Él gemía del placer que le estaba dando y dado a lo que escuchaba le estaba encantando.
Tío: Dios lo que me estaba perdiendo – suspiró hondo del gusto – que bien lo haces, ¿seguro que es la primera que comes?
No le conteste y seguí a lo mío. Dejé sus deliciosos huevos y volví a pasar mi lengua por el troco hasta llegar a su capullo. Pasé mi lengua por él como si fuera un chupachups e incluso se lo mordisqué un poco con los dientes. Metí su polla en mi boca lo más adentro posible, pero me costó meterla toda de lo gorda que la tiene, no era capaz de abrir más la boca. Mientas la tenía dentro empecé a mover la lengua en círculos. Mi tío no podía dejar de gemir y no conseguía emitir una palabra. Yo estaba disfrutándolo como nunca, estaba cumpliendo un sueño de hace tiempo.
Yo : ¿Qué tal tío? ¿Te esta gustando? – se la empecé a pajear – nunca había probado una polla y no esta nada mal… espero que lo esté haciendo bien.
Tío : Es lo mejor que he sentido en mi vida. Nunca me imaginé este placer – paso su mano por mi cara – gracias por esto.
Yo : De nada, gracias a ti por darme experiencia en el tema del sexo – me puse en pie y agarré su camiseta y se la quité – que tal si probamos otra cosa.
Mi tío ya no pensaba en nada, debía de estar bastante excitado que ya no pensaba nada más. Me quitó mi camiseta y nos acabamos de desnudar, nos acercamos el uno al otro quedando nuestros cuerpos desnudos pegados y apretando nuestras pollas la una contra la otras. Volvimos a besarnos y él bajo sus manos a mi culo, sobándolo y apretándolo con ganas.
Tío : No deberíamos de estar haciendo esto, pero ya que hemos empezado.
Yo : Por mi parte no tengo ningún problema, me gusta estar haciendo esto contigo. Y podemos pasar a otro nivel si quieres.
Entendió perfectamente a lo que me refería, me acercó a una mesa que teníamos y me tumbo en ella. Se llevó los dedos a la boca lo lleno de saliva y lo pasó por mi agujero. Jugo un buen rato con mi ano e iba metiendo los dedos en él. Hay que decir que mi tío tiene unas manos y dedos grandes. Yo me estaba sintiendo en la gloria pero necesitaba ya algo más. Le hice un gesto para decirle me la metiera ya. Él me entendió y fue a buscar un tubo de vaselina (suelen usar vaselina en su trabajo para empalmar los tubos con los terminales) se la untó en su polla y la acercó a mi ano introduciéndome sólo la punta.
Tío : ¿Estás seguro de eso?
Yo : Si, quiero probar que se siente, además es una experiencia para la vida.
Dicho esto, mi tío agarrándome por la cintura, empezó a hacer presión para introducir toda su polla en mi interior, al principio me estaba doliendo un poco debido a su grosor y el tiempo que hacía que no follaba. Una vez que acabó de meterla toda me sentí completamente lleno. Él se no se movió para que me acostumbrará y se inclinó hacia adelante y pude sentir su peso sobre mí, lo que me excito mucho. Estaba presionando mi polla con su cuerpo. Creí que me moría del placer.
Una vez que paso un rato de incorporó y comenzó a sacarla suavemente hasta dejar sólo la punta dentro y llegado hasta ese punto la volvió a meter, ese movimiento lo hizo varias veces hasta que noto que mi culo estaba más relajado. Llegado a ese punto empezó un movimiento más continuo, el mete-saca me estaba dando un placer tremendo y el cada vez iba acelerando el ritmo. Los dos gemíamos de puro placer, lo estábamos disfrutando al máximo y como dije al principio no era mi primera vez, aunque lo estaba disfrutando y gozando como nunca lo había hecho. Después de un rato en la sacó de mi interior y sentí un vacío, la quería dentro… mejor dicho, la necesitaba dentro. Busco una manta la extendió en el suelo y se tumbo en ella boca arriba. Agarró su polla y la puso recta viendo para el techo. ¿Mi tío quería que le cabalgará?
Me acerque a él, me senté encima de su barriga y me incline para besarlo. Empezó a frotarme la espalda y a sobar mi cuerpo. Mientras lo besaba me eché un poco para atrás y noté como su polla se apoyaba en mi culo. Era un placer sentir nuestros cuerpos desnudos y su polla dura.
Sin dejar de verlo agarre su polla con la mano y la lleve a mi agujero, me levante un poco y la introduje nuevamente dentro de mí. Esta vez entró a la primera y sólo pude dar un gemido de placer. Me detuve un momento para sentirla dentro de mi y empecé a cabalgar a mi tío. En esta posición llevaba yo el control de las envestidas y era un placer. Él llevo sus manos detrás de la nuca y pude ver sus axilas. Empecé a tocar su pecho con mis manos, su barriga, sus pezones, sus pectorales y sus axilas y brazos.
Estuvimos como 30 minutos en esa posición, gimiendo y suspirando del placer que estábamos sintiendo. Hasta que sin necesidad de tocarme comencé a córreme, disparando tres potentes chorros de lefa por el pecho de mi tío. Había llegado al orgasmo sintiendo su polla contra mi próstata. Al correrme mi ano hacia contracciones lo cual apretaba la polla a mi tío en cada movimiento y al poco rato el se corrió dentro de mí. Me llenó el culo de su leche caliente y abundante, los dos gritamos del gusto que hemos sentido. Notaba como la polla de mi tío palpitaba dentro de mi culo.
Del cansancio acabé desplomándome encima de mi tío, estábamos los dos exhaustos sentía como su corazón palpitaba fuerte, con la respiración agitada y su polla encogiéndose dentro de mí. Después de un rato y cuando conseguimos recuperar fuerzas nos miramos y sonreímos.
Tío : Nunca me hubiese imaginado que haría algo así – apoyo su mano en mi cabeza – ha estado muy bien sobrino, me alegro haber sido tu profesor
Yo : Gracias tío, ha estado muy bien la experiencia y que fuera contigo – le sonrío – he aprendido mucho.
Tío : Me alegro y venga vamos a la ducha para lavarnos y vestirnos, que tenemos que seguir trabajando.
Nos levantamos y nos fuimos desnudos a la ducha, nos enjabónanos el uno al otro y nos besábamos de vez en cuando… aunque eso es otra historia.
Espero que disfrutéis de la historia y me gustaría que me dierais vuestra opinión y que habéis sentido al leerla. Me gustaría que os sirviera para pasar un buen rato leyéndola y os excitará.
Un saludo