Rehaciendo mi vida 2 - La Dama de las Nieves

Un sueño salido de mi infancia me visita en una cabaña aislada en la montaña..... Menudo inicio para mi nueva vida.

REHACIENDO MI VIDA

  1. LA DAMA DE LAS NIEVES

Cuando hice mis maletas, mejor dicho, cuando metí toda mi ropa en las maletas, menos mal que el coche es un ranchera que si no…. y las metí en el coche para partir rumbo a la cabaña que había alquilado en lo alto de las montañas no pude evitar mirar con nostalgia hacia las ventanas del piso en el que había vivido los últimos tres años con la que creí que sería la mujer de mi vida, moví la cabeza con tristeza pensando que por lo menos lo había descubierto todo a tiempo de poder empezar de nuevo sin ser muy mayor. Al día siguiente irían los de la mudanza para dejar el piso vacío y desde este momento la agencia se encargaría de todo lo referente a él para su venta, ya había firmado el finiquito y me lo habían ingresado en el banco por adelantado gracias a que dejaba unas excelentes relaciones detrás y porque no decirlo, también influyo que cuando mi jefe se entero de lo de mi novia entendió que quisiera alejarme de allí. Una vez que arrancara el coche dejaría en el pasado todo lo que yo había conocido hasta hoy para intentar comenzar de nuevo, comenzar prácticamente de cero.

Salí de la ciudad rumbo a las montañas, rumbo a la cabaña, rumbo a mi soledad. Cuando llegue a ella me encontré con una maravilla de cabaña, un salón amplio, cocina, servicio y una habitación en el piso de arriba, en medio de todo esto una enorme chimenea de piedra muy capaz ella sola de calentar toda la cabaña. Adosado a la cabaña un garaje para un coche. Delante de la chimenea había una enorme alfombra de pelo largo, cómoda, mullida y con pinta de ser muy calentita, vamos una gozada para lo que yo quería.

Esa misma mañana baje al pueblo a por provisiones para los casi diez días que estaría allí, cuando estaba comprando la señora que llevaba la tienda me pregunto dónde estaba alojado, cuando se lo comente me aconsejo que intentara cambiarla por otra más cerca del pueblo, que había varias vacías ya que en esa había muchísimas probabilidades de que me quedara aislado por la nevada que se acercaba, que aunque estos primeros días no hubiera problemas para el viernes seguro que el puerto se quedaría aislado por la nevada, no pude disimular mi alegría ante la extrañeza de la buena señora. Viendo que no haría caso me aconsejo que me llevara suficientes provisiones para todos estos días sin tener que bajar a por nada, no fuera que se bloqueara antes y además porque según ella cuando nevaba en el puerto las quitanieves posiblemente hasta el domingo o el lunes no irían a subir a limpiarlo, ya que era lo último que hacían dado que era un puerto muy secundario ya que a donde se iba por él se podía acceder por otra carretera que estaba mejor y con menos peligro. Decidí seguir sus sabios consejos y empecé a "cargar" de compras el carrito, cuando llegue a la caja la señora se echo a reír y me comento que me había pasado tres pueblos, que me llevaba comida y bebida para aguantar todo el invierno cómodamente dos personas. Me guiño un ojo y me dijo que era un pillín, que ahora entendía porque me alegre cuando me dijo lo de quedar aislado, supuse que pensaba que estaba en la cabaña con una chica, pero no sé porque no quise sacarla de su error, pensé que eso era menos llamativo que un tío que se quiere meter solo en la montaña para quedarse aislado…. Joder, hasta a mi me sonaba raro.

Ya era viernes, en esas fechas a las seis de la tarde ya era de noche y mas con la nevada que llevaba cayendo desde por la mañana, por fin lo había conseguido, me iba a quedar aislado en esa cabaña que tan perfecta me estaba pareciendo. Esa tarde sobre las ocho estaba leyendo un libro bajo la luz de una lamparita de pie que daba una luz muy tenue como el resto de días anteriores, aunque más que suficiente para leer sin problemas, sentado en la alfombra al calor de la chimenea con la espalda apoyada en el sofá mientras daba sorbitos de vez en cuando a una copa de vino tinto que tenia sobre una mesita baja junto al sofá, la misma en la que estaba la lámpara situada, cuando llamaron al timbre de la verja exterior de la cabaña. No os penséis que me levante muy contento, porque a ver quien narices podía ser el que venía a dar el coñazo con la que estaba cayendo y a estas horas, pensé que lo mismo era la guardia civil por si quería salir para no quedarme aislado allí arriba, en fin cuando te da por pensar tonterías lo haces a lo grande.

Cuando abrí la puerta pude ver en la verja de pie la estampa más asombrosa que nunca ni en mis más profundos sueños creí poder ver, por un momento aquella estampa me retrotraía a mi infancia, cuando mi madre me contaba cuentos para dormirme, concretamente a mi favorito, era un cuento sobre una dama de largos cabellos negros, blanco y fino rostro de labios rojos como la sangre vestida con un largo abrigo blanco de pieles sobre un trineo tirado por una larga fila de lobos de color negro y blanco que se aparecía en noches nevadas en las montañas a los jóvenes que tenían el corazón roto para darles una nueva oportunidad de encontrar el amor verdadero, mi madre siempre me decía que esa Dama de blanco era "La Dama de las Nieves" y cuando le preguntaba que si la conocería algún día ella me decía que no me preocupara que yo estaba destinado a encontrarla, tras lo cual siempre me quedaba frito más feliz que unas pascuas. Podéis imaginar la cara que debí de poner recordando eso mientras veía a quien estaba en la puerta…..

Pues bien, ante mi enorme boca abierta y ojos más abiertos todavía se encontraba una preciosa mujer con un enorme y largo abrigo de color blanco, cuya cabeza estaba envuelta por una enorme capucha de la que salían hebras de un muy probable largo cabello negro como alas de cuervo, su tez era pálida (supongo que porque hacia un frio del carajo) y sus labios pintados con un carmín rojo intenso destacaban sobre ese níveo rostro. Afortunadamente para mi cordura no se veía ni el trineo ni los lobos por ningún sitio, si los llego a ver me muero allí mismo, creo que por eso fui capaz de reaccionar, por no verlos. Bueno por eso y porque la mujer de la puerta era la tercera vez que me decía eso de "¡¡¡señor, señor!!!" con voz cada vez mas alarmada.

Me rehíce saliendo de mi estupor y baje hasta la verja a preguntarla que deseaba, resulto que su 4x4 había patinado pero afortunadamente para ella solo había sido un susto, en vez de irse por el barranco solo se cruzo en la carretera, había logrado dejarlo aparcado en un pequeño mirador que había unos 700 metros mas abajo de mi cabaña y como la había visto cuando pasaba había venido para ver si podía ayudarla, en mi modesta opinión no se le ocurriría ni al más tonto intentar pasar ese puerto con la que estaba cayendo y sin cadenas, pero en fin, de todo hay en la viña del señor. La hice pasar a casa, cerrando la puerta detrás de ella.

  • Y: Lo siento pero no tengo teléfono y no hay cobertura de móvil aquí, y con la que esta cayendo creo que tendrá que ser mi invitada hasta que pasen las quitanieves y pueda seguir su camino.
  • E: No se preocupe por mí, puedo esperar en el coche hasta que vengan…..

Levante la mano cortando en seco lo que trataba de decirme.

  • Y: Ni se moleste, según la gente del pueblo hasta el lunes como pronto no creo que pase ninguna quitanieves por este puerto y como comprenderá si pretende quedarse desde hoy viernes hasta el lunes en su coche moriría de frio, así que temo que tendrá que ser mi invitada forzosa este fin de semana.
  • E: No quiero molestar, me apañare en cualquier sitio
  • Y: Mire, lo primero es que se quite esa ropa que lleva porque va empapada, le daré alguna mía para que se la ponga, mientras se da una ducha para entrar en calor le preparo la ropa.
  • E: No hace falta, estoy bien así, no….. –La corte en seco otra vez.
  • Y: Mire vamos a ser claros, si se queda este fin de semana será una invitada tan incómoda como usted se siente ahora mismo por la situación, pero si además se pone mala por cabezona y quedarse con la ropa mojada encima de incomoda será una invitada coñazo, así que por favor……. Solo sea incomoda, ¿si?.....

Como sabía perfectamente que muchas veces la mejor forma de romper el hielo es haciendo alguna broma estúpida, esa ultima observación se la hice poniendo cara niño que está a punto de hacer pucheros, y por lo que vi funciono, porque ella no pudo evitar echarse a reír y preguntarme que donde dejaba la ropa para poder secarla.

La di una camiseta mía, un jersey de lana, un pantalón de chándal con cintura elástica un cordón para ajustárselo, con lo que pese a no ser de su talla lo podría usar perfectamente y además le preste unos calcetines míos de lana sin estrenar y algo que hizo que cuando se lo ofrecí se pusiera colorada como un tomate, unos bóxer míos sin estrenar, dado que su ropa interior también estaba empapada, por lo visto mientras llegaba a la cabaña se había estampado contra el suelo por los patinazos más de tres y cuatro veces, y como no había podido evitar el llevarse el bolsazo que llevaba pues este había contribuido también a su falta de estabilidad. Como colofón tuvo suerte de que al estar de mudanza me llevara en el coche toda mi ropa y enseres personales, incluidos dos pares de cómodas zapatillas de felpa la mar de calentitas, así que el par nuevo se lo preste a ella también.

Como os describiría yo a "Mi Dama de las Nieves", lo intentare. Altura sobre 1’74 aproximadamente, piel clara, ojos verdes, labios carnosos de un intenso color rosado, pelo de color negro intenso que le llega hasta media espalda, la talla de sostén debe de ser al menos una 90 sino mas, unas nalgas firmes y portentosas, dado que llevaba falda tableteada cuando entro pude ver dos firmes columnas marmóreas finamente torneadas por piernas, más que Dama de las Nieves podría llamarla Diosa de la Nieve, que pedazo de mujer. Lamentablemente debo de confesar que si en condiciones normales hubiera prestado muchísima más atención a todo esto dado todo lo que había pasado en estos días con mi novia, etc….. Me fije, tome nota de cómo estaba la Dama pero nada más, no tenía ni el cuerpo ni el alma para estas cosas en esos momentos. El palo había sido durísimo, más aun, ahora en frio las sensaciones se habían recrudecido mucho mas una vez pasado el calor de la furia.

Prepare cena para los dos, durante la misma nos presentamos dado que por lo visto a ninguno se nos ocurrió hacerlo antes, mi Dama se llamaba Ainoa. Después de cenar nos sentamos ambos en la alfombra apoyados cada uno la espalda en un lado del sofá, leyendo con la luz que nos daban ambas lámparas de pie situadas cada una a un lado del sofá también. Estábamos leyendo cuando Ainoa supongo que para romper el hielo hizo la típica pregunta para romper el hielo

  • A: Tu novia no ha podido llegar a tiempo para disfrutar contigo de este ambiente, ¿no?, supongo que le ha pillado la nevada.

Me di cuenta que esa era la típica pregunta para romper el hielo e intentar hablar de algo, vamos que Ainoa todavía se encontraba incomoda por la situación, y sinceramente podía entenderla perfectamente, pero si queríamos tener la fiesta en paz lo mejor era no tocar ese tema así que decidí darle una pequeña explicación para evitar problemas mayores.

  • Y: Ainoa no te lo tomes a mal lo que te voy a decir, vale, pero acabas de mentar la soga en casa del ahorcado, rompí con mí novia hace unos quince días porque me los estaba poniendo con mi mejor amigo, así que…….
  • A: Lo siento Gabriel, no pretendía….. joder que patinazo…. Yo….

Levante la mano para tranquilizarla y la dije que no se preocupara que entendía que su pregunta era para romper el hielo y entablar alguna conversación, que no sabía nada y era sin malicia, forzando una sonrisa la mire y la dije que lo único es que había hecho una pregunta de las de "tierra trágame". Más relajada se rio de mi pequeña broma.

Dejamos de leer, apagamos ambas lámparas y nos sentamos de forma que nos quedamos mirándonos de frente con el brazo apoyado en el sofá y la cabeza recostada sobre la mano mientras hablábamos a la luz del fuego de la chimenea. Nos estuvimos riendo de chistes, hablando de libros, de películas, de… en fin de todo. Parecía que cogíamos cada vez más confianza, debido a esto y a que me confié debido a lo a gusto que me sentía con ella se me escapo una pregunta que nunca debí de haberla hecho….

  • Y: ¿Cuando hace que te separaste?
  • A: ¿Por qué me preguntas eso?

Me incorpore y le cogí su mano con la mía con toda delicadeza, sujetándola el dedo anular le pregunte….

  • Y: Por este dedo, llevas todo el rato girando con tu dedo pulgar un anillo imaginario que se debería de encontrar en el. A eso se le llama creo recordar que "memoria muscular" y no desaparece hasta pasados unos dos meses. Por esto me he figurado que llevabas hasta hace poco un anillo en el, ¿Hace mucho que te lo has quitado?

Me di cuenta de que la estaba poniendo en la misma situación en la que ella me había puesto a mí, y no era justo, así que antes de que pudiera hablar continúe

  • Y: Perdona, no me había dado cuenta, esto es como tu pregunta pero yo si se que algo ha pasado, lo siento no hace falta que digas nada la pregunta es totalmente impropia.
  • A: No pasa nada, tienes razón, hace unos días que me lo quite y si, sigo con la costumbre de girármelo pese a que no le llevo como muy bien has observado. –esto lo dijo mostrándome el dorso de la mano con los dedos libres de anillos.

Pasamos por encima del tema y retomamos los otros menos escabrosos como libros, cine, humor, etc… poco a poco el ambiente nos fue envolviendo, el sonido del viento fuera, al crepitar de la chimenea, la luz tenue de fuego, poco a poco nuestras cabezas se fueron aproximando y terminamos dándonos un suave beso en los labios, nos separamos ambos un poco sorprendidos para volver a juntarnos otra vez y esta vez darnos un beso apasionado…… Apenas un minuto después parece que ambos recobramos la cordura y nos separamos.

Un poco cortados ambos nos dispusimos a prepararnos para irnos a dormir, ella quería quedarse en el sofá pero la convencí de irse ella a la cama diciéndola que ella decidía, o dormía ella en la cama y yo en el sofá, o los dos juntos en la cama, pero que la cama era de ella. Se echo a reír y me dijo que el sofá para mi entonces y nos despedimos hasta el día siguiente. Esa noche al igual que las anteriores todos mis pensamientos estaban concentrados en una mujer pero a diferencia de días anteriores que todos eran amargos, esta noche fueron cálidos y en vez de aparecer Sandra aparecía Ainoa, ¿Cómo era posible que me hubiera llegado tanto en tan poco tiempo?, todo esto en solo unas horas….. mi ultimo pensamiento consciente fue algo así como…. "Trae el amor verdadero para un corazón roto.. La Dama de la Nieve, ¿eh? ..." me dormí con una sonrisa en los labios.

A la mañana siguiente nos levantamos y seguimos como si la noche anterior nada hubiese pasado. Desayunamos, fuimos al coche de Ainoa a por cosas que se dejo allí, preparamos leña para por la noche no tener que salir, limpiamos la chimenea y la cabaña… etc. En fin que pienso que procuramos estar todo el día liados haciendo cosas para no pensar en lo del beso de la noche anterior, se podría decir que nos portamos como colegiales ya que cuando nos rozábamos aunque solo fueran las manos nos poníamos bastante nerviosos… ver para creer.

Pero después de la luz del día llega la oscuridad y quietud de la noche. Esta magia volvió a envolvernos otra vez, después de cenar volvimos a nuestras posiciones de la noche anterior, sentados pero esta vez sin libros a la vista, hablándonos con voz suave pero cada vez mas ronca, mirándonos a los ojos cada vez más intensamente, entreabriendo nuestros ya temblorosos labios para humedecérnoslos cada poco tiempo, el fuego crepitando en la chimenea con su tenue luz por toda iluminación, el viento sonando fuera, otra vez la tenue calidez del vino en nuestra sangre, esa cada vez mayor proximidad de nuestras cabezas mientras hablamos cada vez más suave como si pretendiéramos obligar al otro a acercarse más para escucharnos…..

Al final paso lo que tenía que pasar, nuestros labios se volvieron a encontrar de nuevo por segunda noche consecutiva, pero esta vez ninguno de los dos estábamos dispuestos a dar un paso atrás o a recuperar nuestra cordura, de forma que nos entregamos mutuamente a nuestras caricias, nuestros besos, nuestra mutua pasión…… nos desnudamos el uno al otro aprovechando para saborear cada centímetro de piel de nuestra pareja que quedaba al descubierto….. mi cuello, su cuello…. Mi pecho, sus pechos…. Mi estomago, su estomago… mis manos, sus manos… mis muslos, sus muslos y al final terminamos en un maravillosos 69, mi sexo y su sexo

Mientras ella encima mío engullía mi pene, yo con mi cabeza alzada jugueteaba con mi lengua sobre su rajita, introduciéndola dentro suyo con golpecitos rápidos y profundos. Intentaba por todos los medios evitar abandonarme al placer que me estaba proporcionando la boca de Ainoa al engullir y lamer detenidamente mi pene, para seguir proporcionándola a ella el mismo placer que me ofrecía a mí. Cuando sentí que estaba a punto de correrme en su boca me separe un poco de su coñito y se lo avise para que se apartara si quería mientras con mis dos manos me aferraba a su cintura con fuerza para levantar mi cabeza y con mi lengua y labios martillearla el clítoris intentando llevarla a un orgasmo antes de que el mío me hiciera desplomarme y abandonarla sin que hubiera tenido su propio placer. Creo que ella pensó lo mismo exactamente porque en vez de retirarse empezó a aumentar sus maniobras sobre mi polla….. al final nos corrimos en la boca del otro casi a la misma vez, como pude mientras me corría me mantuve a pulso con la boca adosada a su coñito mientras bebía todos sus jugos mientras sentía como ella intentaba seguir exprimiendo mi polla que empezaba a dar muestras de perder su dureza tras el orgasmo. Cuando entendí que no conseguiría mas néctar me incorpore haciéndola abandonar su glotonería con mi pene para besarla en la boca, mezclando en el beso nuestros mutuos sabores…..

Continuamos tendidos sobre la alfombra besándonos al calor de la chimenea, pronto mi soldadito volvía a estar en pie de guerra así que besándola de una forma que solo podría describir como apasionada me fui situando lentamente encima de ella, por si acaso prefería otra posición no agobiarla y darla tiempo para decírmelo, pero ella se movió para acelerar mi colocación y que la penetrase. Cuando me situé sentí como una de sus manos abandonaba mi espalda para ir al encuentro de mi pene, sentí como lo cogía y lo guiaba a la entrada de su gruta que estaba completamente empapada pese a que anteriormente la hubiese dejado seca con mi ansiosa lengua. Empecé a empujar despacio, su entrada estaba muy estrechita, se adaptaba a mí como un guante según entraba en ella, me dijo entre gemidos que por favor fuera despacio que quería sentirme lentamente….. algo que yo evidentemente hice.

Una vez estuve dentro por completo empecé a moverme intentando acompasarme al ritmo que me marcaban sus jadeos y gemidos para intentar que gozara al máximo posible. Mientras me movía podía sentir sus manos sujetándose con fuerza en mis hombros, prácticamente clavándome las uñas en ellos, como alzaba su pelvis cuando yo iniciaba otra vez mi entrada para intentar empalarse lo más profundo posible, como cada vez más que besarme en la boca prácticamente me mordía a medida que avanzaba en su placer. Sus jadeos y gemidos eran cada vez más intensos, más fuertes, más salvajes…. Debido a esto mis envestidas eran cada vez más profundas, más duras, más veloces….. Al final sentí las contracciones de su vagina apretándome el pene, mientras la besaba emitió ahogándolo con mi boca un largo y escandaloso gemido de pacer, empezó a agitarse debajo de mi alcanzando un orgasmo intensísimo, note como se derramaban sus jugos de su vagina saliendo alrededor de mi pene que todavía estaba duro como una piedra introducido en su interior. Cuando termino su orgasmo me retire de su interior para que se recuperara, pero en ningún momento deje de besarla en los labios, esos labios que me volvían loco.

Cuando se recupero me empujo hacia el suelo dejándome tumbado y subiéndose encima mío, como la vez anterior sujeto mi erecto pene y lo dirigió a la entrada de su gruta, se lo fue introduciendo lentamente entre gemidos y jadeos de placer hasta quedar completamente empalada en el. Sentada sobre mi y con sus manos acariciando mi pecho empezó a moverse lentamente mientras mis manos acudían a sus pechos, amasándolos, acariciando con ternura sus pezones, pellizcándoselos con suavidad….. disfrutando con un niño al ver como Ainoa gemía y jadeaba de placer, del placer que yo le estaba proporcionando. Tan solo dos o tres minutos después de haber empezado para mi sorpresa vi como Ainoa me quitaba las manos de sus pechos me las abría y se inclinaba para abrazarse a mis hombros otra vez liberando mis manos pidiéndome entre jadeos que por favor la abrazara, cosa que hice pasando mis brazos por su cintura y apretándola contra mí a la vez que mis dedos acariciaban su espalda. Ella movía lentamente su pelvis manejando el ritmo dado que en mi situación no tenía muchas opciones para hacer nada. Ainoa seguía moviéndose encima mío sin por eso dejar de besarme y permanecer abrazada a mi completamente tumbada, sus pechos en contacto con mi pecho, su lengua con mi lengua. Sentí perfectamente cuando la llego el orgasmo, un orgasmo dulce y muy suave, la sentí agitarse, gemir, jadear y abandonarse por completo al placer.

Al quedarse floja encima mío por fin pude empezar yo a mover mis caderas para embestirla estando bajo ella, inicie un rápido mete-saca mientras la sujetaba como un pulpo para evitar que pudiera moverse y volver a bloquearme, pero en vez de eso me abrazo con más fuerza que antes besándome como una posesa. Hice intención de incorporarla un poco para que pudiera cabalgarme si quería pero me pido por favor que no la hiciera abandonar mis brazos, al final mis embestidas eran cada vez más fuertes y rápidas, afortunadamente llegamos pronto al orgasmo ambos porque no se cuanto más hubiera aguantado el ritmo, cuando noto que hacia intención de separarme de ella para correrme fuera se abrazo a mi todavía más fuerte y en medio de sus gemidos y jadeos me pidió que por favor me vaciara en su interior, que quería sentir mi leche golpeando sus entrañas. Nos corrimos los dos de forma bastante aparatosa para quedar tumbados abrazados, incapaces de movernos.

Cuando nos recuperamos nos echamos por encima una manta finita que yo había usado la noche anterior para dormir y nos quedamos abrazados en la alfombra dándonos besitos. Estábamos hablando de todo un poco abrazados cuando Ainoa me pregunto por mi gesto cuando llamo a la puerta, la había chocado. Le conté el cuento que mi madre me contaba de "La Dama de las Nieves" y le di la descripción que me dio de ella mi madre, Ainoa se echo a reír al darse cuenta que coincidía con la de ella. Entonces se subió encima mío, jugueteo con mi pene hasta ponerlo duro, se lo introdujo y me dijo con una miradita traviesa que estaba de suerte, que esta noche podría dormir dentro de "La Dama de las Nieves"….. No pude menos que echarme a reír, intente empezar a moverme pero me paro pidiéndome que por favor quería dormirse así, conmigo dentro. Me dijo algo que me llego

  • A: Sabes, es la primera vez que hago esto, que me pasa algo así, siempre que me he acostado con alguien he intentado dominar la situación, siempre he sido la que ha cabalgado a mi pareja. Les he hecho hacérmelo de pie o apoyada en algo.
  • Y: Bueno tampoco es para tanto, lo que hemos hecho es bastante normalito, no ha sido ninguna posición extraordinaria.
  • A: De eso se trata, que contigo no me apetecía sentirme lejos, quería sentir mi piel todo lo pegada a la tuya que pudiera, la máxima cantidad de piel. Por eso la posición del misionero, por eso no he aguantado cabalgándote ni dos minutos, lo que quería era sentirte contra mí, sentir tu corazón palpitando… no follar, no sé si me explico.
  • Y: Vamos que querías hacer el amor, sentir a la persona que estaba contigo, no solamente dominarla teniendo sexo por el sexo….
  • A: Si, creo que sí y eso me da miedo, mucho miedo…….. –murmuro.

Levanto su cabeza me dio un beso en los labios, me fije que le brillaban mucho los ojos como si estuviera a punto de llorar, pensé que debía ser un efecto óptico provocado por la cada vez más tenue luz del fuego. Me dijo en un susurro que casi no oí un lánguido "te quiero", se acurruco contra mi pecho y se quedo dormida encima mío. Poco después yo también me quede dormido mientras pensaba que me estaba enamorando sin remedio de Ainoa

Cuando me levante al día siguiente Ainoa no estaba, salí fuera por si había ido a su coche y pude fijarme en que la carretera ya estaba limpia, la quitanieves debía de haber pasado esa noche. Cuando llegue donde había dejado su 4x4 este ya no se encontraba allí, Ainoa se había ido igual que como llego….. en la noche por sorpresa, aun así me di esperanzas a mi mismo pensando que quizá había ido al pueblo a por algo de desayuno o a llamar por teléfono…..

Cuando llegue a la cabaña me fije en una hoja escrita que había encima de la mesa, me acerque y vi que era de Ainoa, solo eran unas pocas letras de despedida…. Mi esperanza se desvaneció por completo, Ainoa se había ido definitivamente y sin despedirse de mi….. Empecé a sentir una opresión en el pecho a un antes de leer su nota.

Querido Gabriel:

Debo de alejarme de ti así, en la noche, con sigilo, a traición, porque me ha bastado este corto espacio de tiempo para darme cuenta de que me estoy enamorando perdidamente de ti, se que si esperara a que despertaras me pedirías volver a vernos y probablemente sería incapaz de negártelo, debo de poner espacio de por medio ahora que todavía estoy a tiempo. Sé que es cobarde por mi parte pero es lo mejor, que esto solo sea un dulce sueño de fin de semana, un dulce recuerdo para ambos….

Espero no haberte causado dolor, por razones que no te puedo explicar es mejor que todo termine aquí y ahora….

Te quiere,

TU DAMA DE LAS NIEVES

Note como los ojos se llenaban de lagrimas que pugnaban por salir, las aguante porque pensé que era lo mejor, intentar tener un recuerdo alegre de las horas pasadas con Ainoa, pero se quedo en eso en intento….. Mis lágrimas se derramaron por mis mejillas dándome cuenta entonces que posiblemente me habían bastado esas pocas horas para pasar página con Sandra y para mi desgracia puede que yo ya me hubiera enamorado perdidamente de esa mujer que ahora se me escapaba de entre los dedos.

Mientras lloraba pensé que menuda forma de empezar a Rehacer mi vida de nuevo, conocer un nuevo amor en unas horas para perderlo poco después entre los dedos

CONTINUARA