Rehabilitacion de Nenas Feministas (3)
Siguen las atrocidades en contra de una pobre chica feminista.
Un rato después, volví a escuchar ruidos atrás de la puerta y me puse tensa pensando que pasaría esta vez. Escuchaba hombres riendose pero tambien escuchaba quejidos masculinos. Cuando abrieron la puerta, entraron los 4 hombres musculosos y Pedro, y traían a otro hombre atado verticalmente a una especie de carrito. El hombre estaba parado, pero sus manos atadas a la espalda, desnudo y amordazado y sus piernas atadas firmemente alrededor del carrito. Estaba totalmente inmovil en posición vertical.
Pedro me dijo: "Este es Agustín. Era parte de nuestro club pero cambió de idea el idiota. Le pareció demasiado lo que estabamos haciéndoles a las chicas. Así que ahora, va a tener que probarlo él mismo y darse cuenta que es necesario"
Mientras decía esto, Agustín me miraba con cara de preocupación y como intentando disculparse. Yo no entendía nada.
Los hombres posicionaron el carrito que traía a Agustin justo atras mio. Me sonrojé al pensar que tenía la mejor vista de mi femineidad que pudiera haber deseado. Pero aparentemente Agustín no era así. Estaba en contra de estas prácticas y por eso lo tenían amordazado y atado. Pedro se acerco a la mesa y se puso entre Agustín y yo. Se puso guantes de latex, separó mis nalgas que ya estaban bien separadas, y presentó mi clitoris a Agustín. No podía evitar mojarme de la excitación. Sabía que Agustín estaba mirando y eso me calentaba sin querer. Despues de jugar un rato con mi clitoris, posicionó su dedo sobre mi ano y empezo a hacer circulos sobre él. Pedro empezó a burlarse de los intentos vanos de Agustín por no tener una erección. Era imposible no tenerla con la vista en primer plano que tenía en frente.
De repente, y sin aviso, Pedro me mete el dedo en el ano un poco bruscamente, y me hace pegar un chillido. Fue lo último que el pobre Agustín necesitaba para conseguir una erección completa. Entonces Pedro anunció:
"Ahora que estás bien durito, vamos a meter esa espada tuya en este hermoso culito". Y entre los cuatro hombres y pedro, pusieron su miembro bien erecto en la entrada de mi ano y empezaron a empujar. Me dolía un poco y sentía como si algo gigantesco me estuviera partiendo en dos. Yo trataba de mover la cadera para librarme, pero era inutil y peor, Agustín tambien forcejeaba para evitarlo y eso me molestaba mas. Al final, nos dimos cuenta que era mejor no forcejear y dejarlos que terminen.
Cuando por fin terminaron su odisea, se aseguraron que el carrito de Agustín estuviera bien pegado a mi. Podia sentir el calor de su cuerpo pegado al mio. Y estabamos enganchados, el adentro mio y yo tumbada sobre la mesa sin poder moverme.
Pedro nos miró con orgullo y dijo: "Espero que pasen una buena noche chicos, porque van a estar así hasta mañana a la mañana. Cuando se te pase la erección, Agustin, te recomiendo que no te muevas mucho porque va a ser muy incomodo para ella. Y espero que todo el liquido que tomaste antes, no tenga necesidad de salir. Jajaja!"
Cuando dijo esto, la preocupación en nuestras caras fue instantanea, y causó una gran satisfacción a Pedro. Se fue con sus cuatro guardianes y cerró la puerta. Agustin y yo nos quedamos solos en esa incomoda situación.
Al cabo de un rato sentí como su erección iba flaqueando y su miembro se hacía mas pesado dentro mio. No podía evitar mover la cola tratando de encontrar un poco de alivio a la incomodidad. Me daba verguenza saber que quiera o no, Agustín estaba viendo todos mis movimientos pero no podia evitar la necesidad de moverme.
Después de otro rato largo, sentí que Agustín se movía incomodamente, y tuve miedo de lo peor. Seguramente tendría necesidad de ir al baño y no sabía cuanto tiempo iba a aguantar. Los movimientos eran cada vez mas rapidos y mas desesperados, y cada vez que Agustín se movía, yo movía mi cadera tambíen. Unos minutos después, sin poder creerlo, escuché su voz:
"AH, por fin pude quitarme la mordaza... No sé como pedirte perdón por lo que me hicieron hacerte. Espero no estar lastimandote". Yo apenas podía mover la cabeza lo sufiente para negar. No estaba lastimandome, era solamente muy incomodo, y vergonzoso. Traté de moverme un poco, para ver si podía darme un poco de alivio, pero sentí como si un globo se hinchara dentro de mi.
"Por favor no te muevas!" me dijo Agustín "La verdad es que pese a lo terrible de la situación, es muy erótico para mi verte así y si te mueves, no puedo evitar tener una erección"
Yo estaba mortificada. No podia ser una situacion mas degradante. Estaba sobre una mesa, atada, con las piernas bien separadas y siendo violada analmente por un hombre en similares condiciones que, pese a todo, tenía erecciones por verme en ese estado. Mi cara estaba tan roja de la verguenza, que hasta Agustín se dió cuenta.
"Por favor no tengas verguenza. Es que tienes un cuerpo muy hermoso y una cola tan perfecta, que es dificil que un hombre no reaccione. Y verte asi, tan expuesta, es totalmente erótico" Mi cara era puro fuego ahora y no podía decir nada porque mi gag estaba bien asegurado. Solo podia babear y hacer ruiditos estúpidos de desaprobacion. Agustín se dio cuenta y me dijo "Perdon, no quise hacer la situación mas dificil.... mejor no hablo mas"
Pasaron un par de horas mas y llegó Pedro con su habitual sonrisa estúpida y sus cuatro monos. Empezo a charlar con nosotros como si estuvieramos tomando un café todos juntos y no en la situación que estábamos. Despues de un rato, hizo una seña a dos de los hombres, que se pusieron atras de Agustín y empezaron a retroceder el carrito. Pedro dijo: "Bueno, toda una noche de estiramiento... Agustín, no tienes curiosidad por ver de que tamaño quedó este culito?"
A mi se me caían las lágrimas de verguenza. No quería ni imaginarme el tamaño que iba a tener mi ano cuando por fin me sacaran a Agustin de adentro.
Despacito, Pedro agarró el miembro de Agustin y fue sacandolo de a poco. Cuando lo sacó todo, exclamó "Dios mio, nunca había visto un agujero así! Parece de un elefante" Y todos empezaron a reirse. Todos menos Agustín, claro. "Muchachos hay que limpiar el miembro del caballero aca, que está bastante marroncito... Bebita, cuanto hace que no vas de cuerpo?"
"Vamos a dejarlos unas cuantas horas para que descansen y para que los culitos grandes vuelvan a un tamaño normal. Volvemos en unas horas...."