Regresa a mi, Natalia. (III)

Natalia cada vez serà mas incapaz de controlar sus impulsos e ira cayendo el la red de Felipe que desea emputecerla cada vez mas, aunque no estará solo.

Esta es la tercera parte del relato, indispensable leer las dos primeras para entender la historia.

Capitulo 3

Castillo de naipes.

Me desperté a las 8 de la mañana, en mi mente había una mezcla de turbación y como no excitación como iba siendo costumbre en mí desde hacia unos días. Turbación por que esas palabras que había escuchado en mi sueño, se quedaban en mi cabeza como un eco lejano…Natalia regresa a mi, Natalia regresa a mi, a decir verdad la voz me era muy familiar, pero no sabría decir de quien era o quizá, que me sonara, era producto de mi imaginación, esa frase me acompaño los primeros minutos de la mañana, solo hasta que me metí en la ducha y pensé en Felipe. No podía creer lo que había hecho, me había dejado arrastrar por el placer como una puta. Y que soy sino? Esa pregunta apareció sola en mi cabeza. Creo que mi mente se había dividido en dos, una era la parte racional, la que me decía que eso era una locura, la que me decía que Carlos era el hombre de mi vida y que había cometido un terrible error, que debía enviarle un mensaje a Felipe y dar por zanjado el tema, de todas maneras el me dijo que no me iba a chantajear, quedaría todo en un desliz tonto y podría volver a mi vida cotidiana de antes, en la que trabajaba solo por las mañanas hasta que encontrara otro trabajo que ocupara mis tardes y follaba con Carlos haciendo el misionero y corriendose en mis tetas o en mi boca, sin ni siquiera llamarme perra o zorra y sin azotarme el culo.

La otra parte estaba empezando a poseerme en determinados momentos, y puede verlo al hablar con Felipe la noche anterior. Esa parte solo se movía por impulsos, quería placer, pero no ese placer que te pueden dar follandote de una manera normal, comiéndote el coño o al follar con tu novio en la cama de una manera romántica, trascendía a algo mas, quería algo sucio, prohibido y sobre todo esa parte conseguía el mayor placer obedeciendo. Todo era muy nuevo para mí, pero de algo estaba segura. Que no sabia sí podría controlarla.

Vino a mi mente la cara de Felipe, sus ojos mirándome, lo pequeña que me sentía enfrente de él y como se ponía mi coño cada vez que me hablaba, no importaba que estuviera al otro lado de la pantalla. Eso sí, delante de mí me imponía sobremanera. Sin darme cuenta empece a calentarme y volví a pajearme con mis dedos de una manera un tanto violenta, mas que acariciarme el coño, diría que lo castigué, rozaba fuerte y rápido mi botoncito de arriba abajo, en círculos, el agua caía sobre mi cuerpo haciendo que me calentara mas y mas. Subí una mano a mis tetas, pellizque mis pezones con fuerza, los estiraba y me dolía, pero era ese dolor mezcla de placer que me encantaba, estiraba de una manera salvaje, los retorcía, me mordía el labio con fuerza, estaba fuera de mi y en ese momento acabe corriendome como la zorra que estaba empezando a ser.

Cuando salí de la ducha ya mas tranquila me dije que iba a acabar con eso, pero no lo haría por teléfono, tenia que decírselo a la cara y que comprobara por si mismo que no me tenia tan dominada como el creía, y sobre todo quería demostrarme a mi misma que tampoco me tenia dominada. Así que cuando acabara de trabajar acudiría a la cita y se lo diría. Le diría que todo se había acabado y que no podía dejarme llevar por esa espiral de placer y sumisión en la que me intentaba meter.

Cuando acabe mi ducha fui a mi habitación me puse un tanga rojo de encaje, mi falda de tubo negra con su americana a juego,  mi camisa blanca y mis zapatos de tacón. Ya estaba lista.

Cuando llegue a la oficina note algo raro, mis compañeros me miraban mas de lo normal, incluso Pablo le veía muy sonriente y me hizo ir a su despacho dos veces para no se que de unos papeles cuando ya me lo había dicho días atrás, hasta que caí en la cuenta de lo que pasaba, no me había puesto sujetador. Me di cuenta cuando fui al baño, me mire y note mis dos pezones perfectamente marcados en la camisa. En la oficina teníamos calefacción y se estaba muy bien así que cuando llegue decidí quitare la americana y trabajar sin ella. Como se me había olvidado ponerme el sujetador? Eso en una chica era un error incomprensible o al menos en mí lo era, mis tetas están bastante firmes y mis pezones si notan demasiado, menos mal que la tela era más gorda y no se transparentaba nada.

-Mañana vienes sin sujetador eh- se me abrieron los ojos mientras me miraba. Había obedecido sin querer a Felipe? Había inoculado en mi interior una orden que sin querer había llevado a cabo por inercia? Este asunto estaba tomando un cariz que no me gustaba. O si?

La mañana paso entre miradas y cuchicheos de mis compañeros, que sobre todo eran hombres.

Conmigo también trabajaba otra chica, Marta, era una chica mas rellenita que yo, de 28 años,  una cara finita y guapa y unos labios muy carnosos con unas tetas muy grandes y un generoso culo que también hacia que los chicos se giraran a mirarlo sobre todo cuando se agachaba a recoger algo o pasaba para ir a la fotocopiadora. Se acerco a mi y me dijo

-No veas Natalia vas a sacarle un ojo a alguien con eso jajaja

Calla no te rías es que tenia todos los sujetadores para lavar y hoy no me he podido poner ninguno- mentí-

Bueno no te preocupes, tienes unas tetas preciosas, sin sujetador se ven firmes y eso a los tíos los pone cachondos y luego se ponen a babear

Ese comentario me sacó una sonrisa

y menos mal que no eres como yo

Por que?- Le dije extrañada

Por que yo tengo un piercing en mí pezon derecho, si me pasara como a ti aun se pondrían más babosos- nos empezamos a reír las dos.

Eres una caja de sorpresas- le dije-

Algún día te contare las sorpresas que tengo escondidas jajajaj

A la 13 salí de trabajar y me fui directa al bar. No quería perder tiempo así que aunque era antes de la hora que me había dicho, iría al bar y acabaría con todo esto de una vez.

Llegue a los alrededores, encontré un aparcamiento y pare el coche. El corazón me iba a mil, agarre fuertemente el volante y me dije en voz alta- De verdad quieres hacer esto?- Yo misma me respondí- Si debo hacerlo por Carlos, le quiero -dije mirándome por el espejo retrovisor. Pero la imagen que me devolvía no parecía convencida del todo. Inspire aire fuertemente y dije, - que coño, allá voy- y me baje del coche.

La calle estaba prácticamente desierta y mis tacones se escuchaban repicando en el asfalto mientras iba acercándome a la puerta.

El bar parecía estar cerrado. Tenia delante de la puerta una verja de color negro de estas correderas. -Mierda, aun no han llegado.- pensé-

Agarre la verja sin convencimiento y cedió. Se abrió un poco. Después de todo quizá sí que estaban ahí. La eche hacia un lado, abrí la puerta, y volví a cerrar la verja tras de mí. Al entrar dentro todo estaba en silencio pero algo me sobresalto, parecía el sonido de un golpe. En ese momento pensé en gritar que había llegado, o preguntar si había alguien, pero no lo hice. Me acerque un poco mas y lo volví a oir. Venia del despacho de Felipe. Me acerque lo más sigilosamente que pude sin que mis tacones pudieran delatarme. La puerta estaba un poco entreabierta. Mire a través de la rendija y lo que vi me dejo helada.

Adriana estaba de pie, desnuda totalmente, solo la veía de perfil pero tenia sus manos atadas con cuerdas que a su vez se sujetaban en una especie de aro metálico grande que colgaba en el techo. También tenia los tobillos atados pero no con cuerdas sino con unos grilletes negros, estaba ligeramente inclinada hacia delante y pude ver que tenia una mordaza en la boca que se la mantenía abierta mientras sus babas caían lentamente al suelo. Volvió a sonar ese golpe que hizo que ella se moviera hacia delante y gimiera. Entonces oi a Felipe.

-Muy bien perra. Te gusta verdad?- se puso delante de ella y la agarro del pelo con su cara a un palmo de la suya. No podía hablar y solo pudo sacar un leve - Aha…- moviendo la cabeza en tono afirmativo.

En su mano tenia una especia de varita fina y supuse que con eso le estaba dando en el culo.

ponte derecha zorra- ella lo hizo sin dudar y empezó a darle con esa varita en las tetas, en los pezones, ella no paraba de gemir, sus tetas empezaban a llenarse de la saliva que le iba cayendo de la boca. No le daba especialmente fuerte , pero sí de manera continuada, hasta que empezaron a ponerse rojas. Se acerco al armario que tenia a la derecha, no pude ver que hacia pero cuando volvió lo que vi me impresiono. Era un dildo bastante grande y gordo de color negro con una ventosa en su base. Empezó a restregarlo por las tetas, haciendo que se llenara de saliva.

Necesito que este mas lubricado- se acerco a ella y le escupió dentro de su boca- las babas de ambos salían de la boca de ella de manera que lubricaba aquel enorme falo de plástico. La volvió a coger del pelo y esta vez le escupió en la cara.

Quieres más?- volvió a preguntar- Ella confirmó con la cabeza y le volvió a escupir dentro de la boca.

Esa escena me tenia terriblemente cachonda. No lo podía evitar y deseaba ser yo la que estuviera colgada de ese aro, siendo flagelada y humillada mientras me escupían dentro de la boca o dónde quisiera.

Mi mano se fue a mi entrepierna, me sorprendí cuando note que estaba encharcada literalmente. Creo que nunca había estado así.

Y empece a tocarme por encima del tanga mi coño que en esos momentos parecía las cataratas del niagara.

El la dio la vuelta mientras ella iba dando saltitos de manera que su culo volviera a quedar de cara a él - saca tu culo para afuera. - obedeció y volvió a inclinarse hacia delante dejando su culo expuesto frente a él. Puso la punta de esa falsa verga negra y venosa pero sumamente apetecible en la entrada de su coño y empezó a frotar levemente con su clítoris, ella empezaba a gemir, apretó un poco mas hacia dentro y ella volvió a gemir esta vez más fuerte . La saco un poco, Adriana echo la cabeza hacia abajo y soltó un otro gemido pero como de decepción.- ahora voy a follarte con esto, tendrás polla de verdad, pero hoy no, la otra perrita no tardara en venir, y haremos mas grande la manada. Te apetece tener una hermana perra?- ella se giro con los ojos entreabiertos y asintió, en ese momento su mirada se cruzo con la mía y yo me aparte como un rayo de la puerta.

Me habrá visto? madre mía que vergüenza sí me ha visto, creo que debería irme de aquí y volver en media hora que es cuando hemos quedado. Escuche un gemido ahogado, mire otra vez, ella empezaba a gemir mas fuerte, puesto que tenia ese tremendo pollón ya si metido entero en su coño.

Creo que ya he visto suficiente, deje de tocarme y salí como una exhalación de aquel lugar.

Cuando me senté en el asiento de mi coche mi respiración era tremendamente agitada, el coño babeando y los pezones querían rasgar la camisa, que coño era eso? Así quería tratarme él a mí? Hablo sobre que si ella quería una hermana perra, claramente se estaba refiriendo a mí. Después de todo eso que iba a hacer, la imagen lejos de escandalizarme me puso mas cachonda, quería salir de eso? O quería comprobar hasta dónde podía llegar ? Y Carlos? Los 30 minutos pasaron en un abrir y cerrar de ojos entre pensamientos y preguntas, pero decidí no dejarlo, esa imagen cambio mi percepción y quería saber que era lo que sentía Adriana, quería que acabara contándome como había caído en las redes de Felipe y como era su vida, era tremendamente excitante me daba curiosidad, pero a la vez me daba miedo a donde podía llega todo eso. Me baje del coche y me volví a dirigir hacia el bar. Cuando llegue a la puerta, la verja estaba abierta. Ahora sí se puede entrar pensé. Accedí al interior del local y dije

-Hola, Soy Natalia.

-Pasa Natalia estoy en la cocina- sonó la voz de Adriana-

Me dirigí hacia la cocina que quedaba detrás de la barra y no pude evitar mirar al despacho de Felipe, que en esos momentos se encontraba con la puerta cerrada. Estará ahí ahora? Un escalofrío repaso mi espalda y acabo dándome una punzada en el coño. Abrí la puerta de la cocina y ahí estaba Adriana. Con una coleta alta como de costumbre, su sonrisa perfecta, pero eso sí, en la cara se le adivinaban aun una leve marca de la mordaza. Llevaba unos leggins negros bastante subidos que hacían que sus labios vaginales se le notaran descaradamente señalando que no llevaba nada debajo y una camiseta de licra de color rojo que parecía que se oscurecía en la parte del pecho por que estaba mojada también sin ropa interior puesto que se marcaban dos enormes pezones.

-Vienes muy guapa- me dijo

-Gracias, es la ropa que utilizo para ir a la gestaría normalmente.

-Pues estas preciosa, déjame que te mire bien- agarro mi mano y me dio una vuelta, sus ojos se clavaban en mi cuerpo de arriba abajo. -Veo que has venido sin sujetador.

Si, los tenia todos sucios y he tenido que ir así hoy- volví a mentir-

No hace falta que me mientas, sé por que no lo llevas.

Esa afirmación me dejo helada.

-Como que sabes el por que no lo llevo?- me hice la tonta.

-se que no lo llevas por que ahora estas empezando tu adiestramiento, como un día empece yo, sé lo que quiere el amo hacer contigo y la verdad es que me gusta que seas tú. Siento que puedes ser una buena perra para el amo. Y tú también lo sientes.

Era la primera vez que oía que se refería a Felipe como amo. Que era todo esto, donde me estaba metiendo? Y por que estaba tan mojada?

-Amo?- dije sorprendida-

Si, el es mi amo, la persona mas importante de mi vida. El controla todo de mí, como debo vestir, que debo hacer, con quien tengo que follar, controla mis orgasmos y mi modo de vida. Aunque de vez en cuando me deja cierta libertad, aunque para mí la libertad es poder elegir estar con el y servirle en lo que el quiera.

Por que me explicas todo esto? - dije-

Antes te he visto mirar por la puerta y en ese momento aun me he puesto mas cachonda. Y ahora se que si te hubieras escandalizado o si no te hubiera gustado no habrías venido. Pero aquí estas.- me dijo con una sonrisa en la boca. Mis mejillas se pusieron rojas de la vergüenza, entonces si, si que me había visto.

Lo siento mucho Adriana, yo no quería, vine a decirle a Felipe que no quería seguir con esto, que necesito alejarme de este mundo en el que quiere que entre. - dije con una voz casi suplicante.

Pregúntate una cosa- dijo ella- por que has vuelto? Seguro que no es por que dentro de ti no hay un vacío? Algo que no sabes porque pero desde siempre te ha faltado?

No supe que responderle y baje la mirada. Ella subió mi cara tocando mi mentón con sus suaves manos y me dijo.

Dime que sientes cuando follas con tu novio?- Sus ojos estaban clavados en los míos.

Porque quieres saber eso?- dije apartando mi cara y liberándome de esas manos, la situación me estaba empezando a excitar demasiado. Pero como puede ser? No me gustan las mujeres.

Por que quiero que seas sincera, pero no conmigo, sino contigo misma. En ese momento se acercó más a mí, estaba muy cerca y pude ver como sus pezones estaban aun mas marcados en esa camiseta, su respiración empezaba a ser más rápida. Estaba cachonda y por que negarlo, yo también.

Pues cuando folló con el siento que me gusta…

Pero?- dijo ella-

Pero necesito más, me voy a sincerar contigo. No sé por que pero llevo ya varios días en los que no paran de venirme a la mente situaciones en las que me excita sentirme humillada i vejada, y me suelo tocar en el baño.

Y se lo has dicho a tu novio?

No, no. creo que si se enterara de eso pensaría que estoy loca

Se acerco aun mas a mi, casi me estaba tocando, su cara estaba a como a dos palmos de la mía.

estas segura que esto te pasa hace poco?- seguía escudriñandome con la mirada.

Bueno la verdad es que, siempre he sentido que me falta algo en mi vida sexual, a veces tengo que decirle a mi novio que me azote o me diga guarra o puta, me excita mucho, pero la verdad es que a él no le gusta demasiado. No quiere insultarme ni hacerme daño al azotarme

Mira, te voy a contar un poco que es lo que me paso a mí, y así ayudarte a ver si en realidad tenemos mas en común de lo que piensas. Todo empezó desde que casi tengo uso de razón. De pequeña era siempre muy movida y no paraba quieta, mis padres me regañaban mucho y no sabían que hacer conmigo, así que cuando hacia una trastada me ganaba unas buenas reprimendas y unos azotes en el culo. Lejos de apaciguarme empece sin saber porque a buscar esos azotes por parte de mis padres por que me gustaba sentir ese dolor. Llego un momento en que mis padres pensando que tenia algún problema o déficit en mi comportamiento me llevaron a un psicólogo infantil. Pero él llego a la conclusión que lo que quería era llamar la atención, hablo conmigo y me hizo entender que estaba mal lo que hacia y quiso saber el porque, yo le decía que no lo sabia. Y era cierto con esa edad 8 o 9 años, no entendía el por que. Los años fueron pasando y llegue a la pubertad, con 13 años perdí mi virginidad con un chico mas mayor que yo, hijo de unos amigos de mi padre, el en esos momentos tenia 20 años, pero me excitaba muchísimo, era un chico bastante conflictivo, agresivo y eso causaba fascinación en mi. Así que un día que el vino a casa a traer algo para mis padres de parte de los suyos y me folló por primera vez aprovechando que ellos no estaban. Debo decir que no fue muy delicado, me desvirgo mis dos agujeros, el coño y el culo, el tenia más experiencia que yo así que simplemente me deje hacer y obedecí todo lo que él me pedía y a su vez me obsequiaba con placer. Estuvimos un tiempo quedando a escondidas, en ese tiempo me ataba, me pegaba, y me hacia llevar plugs anales para que mí anito quedara dilatado y no le costara follarme el culo siempre que quería. Encontré a alguien que me llenaba, aunque por la diferencia de edad teníamos que mantener en secreto, pero un día, al cabo de 2 años de empezar, el encontró a otra chica y me dijo que ya no podía ser, que tendría que seguir con mi vida. Lo pase muy mal por que él en ese momento era mi vida y me empece a sentir vacía por dentro.

A partir de ahí empece a necesitar que alguien me tratara igual que Martin, que así se llamaba el chico, pero no conseguía encontrar a nadie que lo hiciera, los chicos de mi edad aun estaban en Babia y no entendían nada, estuve con un par de 17 años pero no daban la talla, les encantaba que fuera tan guarra, con 15 años no era lo normal que una chica ya hiciera todo lo que yo hacia, otros se asustaban cuando les pedía que me pegaran y escupieran. Con 16 años me metí en paginas de citas en las que quedaba con hombres mas mayores, de 30 o 40 años que me follaban y me hacían llegar al orgasmo en muchas ocasiones, pero yo no buscaba eso. Así que durante tiempo estuve quedando con hombres mas mayores que aunque me hacían las cosas que me gustaban no llegaban a entrar en mi mente, sino solo en mis tres agujeros. Cuando ya me hice un pco mas mayor a los 18 años decidí que no iba a follar con nadie hasta que no me encontrara al que me pillara el punto mentalmente. Decidí irme de casa y vivir con una amiga que tenia un piso y necesitaba a alguien con quien vivir para compartir gastos, busque durante tiempo un trabajo y por fin lo encontré. Vine aquí a hacer mi entrevista  y me encontré con mi amo. Desde el primer momento sentí que con él tenia una conexión especial y así fue, me fue adiestrando y de eso hace ya 3 años.

Toda aquella historia me tenia tremendamente excitada, notaba mi tanga empapadísimo, al acabar ella y yo nos miramos fijamente, en silencio, sus ojos se clavaban con los míos, como preguntándome ¨que piensas hacer ahora?¨, no se como pasó pero nos empezamos a acercar cada vez mas, y terminamos besándonos, al principio tiernamente, con piquitos cortos, sintiendo nuestros labios uno con el otro, pero después nuestra excitación fue en aumento y ya nuestras lenguas sin pedir permiso entraban en nuestras bocas con desesperación, sus manos amasaban mi culo con ganas y hacia que mis glúteos se movieran de manera que mi coño notara ese movimiento y mis labios vaginales se movieran. Yo por mi parte también amasaba su culo, estaba duro, pero blandito y me excitaba muchísimo. Mientras nos besábamos las dos íbamos gimiendo, primero un poco pero a medida que nos tocábamos mas y mas los gemidos iban en aumento, jugamos con las lenguas fuera de la boca y cuando se separaban un hilito de salvia las unía, yo en ese momento ya estaba fuera de control, ella por su parte me quito la americana que cayó al suelo empezó a desabrochar la camisa y empezó a comerme las tetas, amasarlas, lamerlas, me mordía los pezones yo no podía hacer otra cosa que gemir y de pronto se separó de mi y me dio una bofetada, yo me quede descolocada, pero no me dio tiempo a reaccionar por que volvió a bajar a comerme las tetas y subiendo mi falda metió su mano por debajo de ella y empezó a sobarme e coño.

Madre mía estas empapada, eres una buena perrita- me dijo con una voz de lo mas sensual.

Seguía trabajándome el coño con maestría, mientras me comía las tetas, estaba segura que no era la primera vez que se lo montaba con una chica, pero en cambio yo no solo era la primera vez con una chica, sino que era la segunda persona que había conseguido tocarme de esa manera. Subió mi falda del todo, me giro y me empotro contra la pared,

Saca el culo perra- dijo- vamos a ver como es este coñito.

Lo saque y quede con el culo expuesto a ella. Tenia la camisa desabrochada, con mis pecho totalmente al aire y llenos de saliva, mi culo expuesto y la falda subida. Note como en esos momentos me bajaba el tanga hasta los tobillos y me hizo separar las piernas. Estaba tremendamente cachonda, nunca había vivido una situación parecida y menos que podría pasarme con una mujer, en esos momentos y sin compasión alguna empezó a azotarme con la mano, me castigaba mis nalgas, pero sentía un placer y dolor que no sabría describir en este momento. Se agacho detrás de mí y separando mis nalgas dando un lametón en mi ano.

-Ahora vas a saber que es que te coman bien el coño, lo quieres?

-Si…-dije con un hilito de voz

-No te he oido perra, quieres?- volvió a repetir

-Si por favor cómeme el coño- dije

Grítalo- y me azotó en el culo

Cómeme el coño por favor- grite, y al segundo empece a notar como abría mis nalgas y metía su lengua en mi culo, jugaba con mi agujero haciendo círculos y se lo follaba metiendo la lengua todo lo que podía poniendola dura, luego bajo hasta mi coño y puso una mano en cada labio vaginal lo abrió y dejo mi coño totalmente abierto empezando a lamer mi clítoris con ganas, lo metió en su boca, succionaba, me gire para mirar y podía ver como mientras me comía mi chochito, tenia metida su otra mano en su coño y se tocaba,  yo no podía parar de gemir, notaba que mi orgasmo estaba cerca, se incorporo y me metió sus dedos en mi boca, tenían un sabor a coño pero no era al mío, era su sabor que aun me puso mas cachonda. Los retiro y note como algo intentaba entrar dentro de mi y eran sus dedos, no se cuantos metió pero estaba en el paraíso, metía y sacaba sus dedos de mi interior rápido y lento, en ese momento note como puso un dedo en la entrada de mi culo y lo metió, ahí ya que no pude resistirlo mas y acabe por correrme copiosamente en su mano y en todo el suelo mientras tenia sus dedos metidos en mis dos agujeros. Fue un orgasmo intenso y muy placentero que me dejo recostada con la cara pegada a la pared.

-No te muevas.- escuche una voz que venia detrás de mi. Me gire y ahí estaba Felipe, apoyado en el marco de la puerta de entrada de la cocina. Había olvidado completamente que él podía estar ahí. Cuanto tiempo llevaba ahi? Me pregunte, pero aun así, no me moví y seguí apoyada contra la pared y expuesta.

-Has hecho un buen trabajo perra- dijo refiriéndose a Adriana.

-Se que antes has visto lo que estábamos haciendo, así que creí justo que yo propiciara que esto pasara para poder tener esta visión en primer plano.

Quería decir eso que todo había sido planeado por él?que no lo había hecho Adriana por que quería? Un poco de decepción se hizo visible en mi cara.

-Antes le he dicho a Adriana, que quería que te sedujera y empezaras a ver por ti misma lo que significa ser sumisa y veo que lo ha echo estupendamente. Llevo tiempo buscando a una perrita para que sea compañera de juegos de ella, y siempre he querido que aun sea más sumisa, para que ella también la pudiera dominar y yo a las dos. Y ahora ya te hemos encontrado.

Mientras me decía esto, mi coño no paraba de segregar flujos, estaba muy cachonda, primero por que me habían utilizado, segundo por que me habían hecho correrme  como nunca y por ultimo porque me sentía la muñequita de ellos dos. Una muñequita que podían usar a su antojo.

Ves a buscar tu jueguetito para dar lo que se merece a esta puta.

El se puso detrás de mi y empezó a tocar la rajita de mi coño de arriba abajo, haciendo que vibrara de placer, entonces me empece a mover delante y atrás buscando que algún dedo se introdujera en mi hambrienta vulva

Acaso te he dicho que podías moverte zorra? -Negué con la cabeza

Entonces no lo vuelvas a hacer.- le mire con pena en mi cara y asentí.

Adriana volvió y lo que llevaba me dejo alucinada. Era un cinturón con una polla enorme, y que luego por dentro tenia otra más pequeña. Se quito los zapatos, calcetines y los leggins. Paso sus piernas por as aberturas del cinturón metiendo la polla más pequeña dentro de su coño dejando salir un leve suspiro y lo abrocho con fuerza.

Sabes lo que va a pasar ahora zorra?- dijo Felipe

Si- dije

Lo deseas?

Mucho- dije con los ojos brillantes por las excitación, no sabia cómo, pero quería que lo que fuera se metiera en mi coño, que me follaran, mi libido estaba totalmente por las nubes.

Pues pídelo bien perrita.- dijo Felipe con una voz autoritaria, yo empezaba a saber cómo quería que hablara y respondiera así que le quería hacer saber que estaba empezando a aprender.

Por favor Adriana, follame el coño, estoy muy cachonda y necesito una polla dentro.

Muy bien- dijo Felipe con una pequeño aplauso- Vamos perra, no hagas esperar a tu hermanita

Adriana se puso detrás de mí, coloco la entrada de ese falo en mi coño y empezó a meterlo lentamente, yo estaba en éxtasis, pero sin moverme, cerraba los ojos, me mordía los labios, mi cuerpo se estremecía hasta que la note toda dentro.

Grite de placer, estaba literalmente ensartada  por una polla de unos 23 centímetros y bastante gorda. Empezó a bombear, cada vez más fuerte, entraba y salía de mi dilatada vulva sin ninguna dificultad, agarrándose fuertemente de las caderas, mis tetas ante las embestidas botaban sin orden ni concierto y yo no dejaba de gemir, casi chillar. Pero no era solo yo, Adriana también gemía ya que la polla que ella misma tenia dentro también le estaba dando un placer enorme. Al cabo de unas cuantos pollazos mas, dije que me iba a correr, ella también dijo que quería correrse, acelero mas el ritmo y acabamos corriéndonos las dos a la vez de forma prácticamente sincronizada y yo volviendo a dejar el suelo aún mas mojado de lo que estaba, parecía una fuente.

Sacó aquella polla de mi interior y pude notar como mi vagina estaba completamente abierta, mis muslos mojados y al mover mis piernas notaba el chapoteo de mi corrida en el suelo.

Excelente perritas sois las mejores, tengo que decir que estoy muy cachondo.- dijo Felipe.- Perra ya sabes lo que tienes que hacer- dijo refiriéndose a Adriana. - Y tu quítate el tanga y ponte de rodillas con tu cara pegada en el suelo.

Pero me la voy a manchar- dije- Acaso ves que me importe? Hazlo.

Me puse de rodillas me agache y puse mi mejilla contra el suelo mojado de mi propia corrida.

Adriana, se quito aquella enorme polla y pude ver que llevaba algo metido en el culo, con un brillante que quedaba en la parte de fuera. Se puso de rodillas y empezó a desabrochar el pantalón. Primero el botón luego la cremallera y tiro de los pantalones y bóxers hacia abajo. Ante ella, liberada de toda presión, apareció una polla igual de grande con la que me había follado ella hacia unos instantes.

-Mira bien zorrita- me dijo- Que cuando te lo merezcas te va a tocar a ti hacerlo. Aun estas muy verde para esta polla pero todo llegara.

Adriana se quito la camiseta y quedo totalmente desnuda, de rodillas y empezó a chupar esa enorme verga. Empezó a chupar la punta, lamiendo después todo el tronco y volviendo subir a la punta. Empezó con un vaivén, tenia con una mano agarrada esa polla mientras la chupaba y con la otra le acariciaba los huevos, estuvo asi un rato hasta que empezó a meterse mas y mas polla dentro de la boca, soltaba algunas arcadas, pero ella seguía intentando meterse todo aquel falo, las lagrimas le caían por las mejillas adquiriendo un tono negro debido a que se le estaba corriendo el rímel, pero no cesaba en su empeño hasta que por fin consiguió meterla toda dentro, el agarraba su cabeza con la mano y se la mantenía pegada. Yo en su lugar ya hubiera vomitado. La saco y volvió a hacer la misma operación mientras la pajeaba.

Me voy a correr- dijo. Ella con cara de felicidad separo la boca y saco la lengua mientras esperaba su premio que no tardó en llegar, dos grandes chorros de esperma cayeron dentro de la boca, pero ella no la cerraba, todo lo contrario aun intentaba abrirla mas, y luego otros chorros le siguieron a los primeros, no podía creer que ese hombre tuviera tanto dentro. Una vez acabo dijo-

Ya sabes lo que hacen los buenos hermanos verdad?ponte de rodillas perrita- me dijo. Obedecí sabia que es lo que quería y no estaba dispuesta a decepcionarle aunque nunca lo había hecho. Adriana se acerco a mi y nos empezamos a besar apasionadamente pasándonos aquella abundante corrida la una a la otra y tragándola, pero ella no contenta con eso agarro mi cara y la giro empezando a lamer los restos de mi corrida del suelo de mi cara, hasta que me la dejó bien limpia.

-No me has decepcionado zorra, sabia que podrías hacerlo, pero no te confundas aun te quedan mas cosas que hacer para completar tu adiestramiento y llegar a merecer que mi polla te follé. Vístete y vete, luego te diré que es lo próximo que vas a hacer.

-Pero no me vais a enseñar cómo funciona el bar por lo menos? - me atreví a decir.

por supuesto que vas a saber como funciona este bar, pronto lo sabrás.- dijo el con una sonrisa en la boca que me dejo más intranquila que otra cosa.- y ahora te puedes ir

Agarre mi ropa y me la puse rápido, me recompuse el pelo y salí de allí. Ya eran cerca de las 19, había estado allí prácticamente 5 horas teniendo sexo desenfrenado con Adriana con la guía de Felipe. Pero ademas de la hora pude ver unos cuantos whatsaps, los abrí y era mi hermana pequeña, Claudia.

¨Hermanita donde estas?”

“Quiero hablar contigo de algo importante”

“He llegado a tu casa y no había nadie te estoy esperando en tu portal”

Este último era de hacia poco tiempo, que demonios quería mi hermana ahora? Y por que estaba en la puerta de mi casa? No tenia ni idea de lo que quería, pero pronto iba a saberlo, pues mas cosas cambiarían a la llegada de ella a casa.

Continuara.