Reggaeton en la discoteca según ella (II)

Una chica le cuenta a su pareja que es lo que realmente sucedió en la discoteca

NOTA: Esta es la segunda parte del relato "Reggaeton en la discoteca según él"

  • ¿Te ha gustado verme bailar tan pegada a Roberto?

  • ¿Así se llama? Sí… mira como tengo la polla. Es un milagro que no me haya corrido sólo con verte.

  • La verdad es que yo no quería; pero se me acerco Roberto, era guapo, simpático y tu me habías pedido que dejara que se acercaran. Pero este sabía bailar bien, me dominaba, me dirigía y era muy sensual.

Mientras me lo contaba continuaba acariciándome la polla, pero poco a poco, sin dejar que me corriera.

  • Entonces empezó a pegarse y a bailar realmente juntos; me acariciaba la espalda y me sentía enloquecer. Pude notar su pene, estaba muy duro, y cada vez me apretaba más y más.

  • Notaba como me acariciaba la espalda, luego bajó hacia el culo y notó que hoy no llevaba bragas….. si.. no me mires así…. Estaban sucias, tenia prisa y salí sin ellas.

Ostras.. había bailado sin bragas… y entonces… ¿en el sofá? ¿Que pasó realmente?

  • Se que lo notó inmediatamente, porque me agarro de las nalgas y se acercó tanto que noté su polla clavándose. Si no fuera por su pantalón se habría metido hasta el fondo. Me hizo un repaso de arriba abajo, me temblaban las piernas así que no aguanté más y le dije de ir a los sofás.

  • Entonces te vi muy cerca, te miré de reojo y como no decías nada supuse que me dabas vía libre.

Me miró con vicio, su cara ardía y con su lengua lamió por encima mi polla.

  • Al sentarnos al sofá, al principio no sucedió nada, me acariciaba y besaba el cuello sin parar pero yo estaba sentada directamente sobre su polla y podía notarla completamente. Entonces él se bajó la bragueta y disimuladamente se la sacó.

Al oir aquella casi se me para el corazón… ¿Cómo? ¿Él con la polla fuera y ella sin bragas? Aquello no podía acabar bien.

  • Era enorme…. Si… mucho más larga y gruesa que la tuya. Más o menos era así.

Y con la mano alargó metafóricamente mi polla al menos hasta el doble de lo que era.

  • Intenté resistirme, pero mi coño estaba empapado y notaba aquella polla caliente tan cerca… que al final dejé que me la metiera. Uauuuu… que gozada… dios como se sentía aquella polla… era enorme.

  • Nos movíamos lentamente, no queríamos que se viera que estábamos follando pero sentir aquella cosa dentro es lo mejor que me ha pasado nunca. Aun me estremezco.

Y entonces me corrí como nunca lo había hecho. Mi leche mancho la tapicería del coche hasta en el tejado y Susana, sin parar de pajearme, lamió los restos de leche que quedaban en mi polla.

Y dijo:

  • ¿Me dejaras repetir? Voy caliente como una perra. Mira:

Y me enseño su coño aun lleno de leche de Roberto.

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