Regalo: Mi primera vez

-Ya esta nena, feliz cumpleaños, ahora relájate y goza

Estaba a punto de cumplir años y mas allá de algunos manoseos, mamadas y demás, nunca había sido penetrado analmente por un hombre, con Martin, mi “novio” de ese momento habíamos intentado un par de veces pero sin ningún resultado favorable, siempre terminaba en una negativa mía ante al dolor.

Habíamos decidido que el día de mi cumpleaños volveríamos a intentarlo hasta lograrlo, sería una especie de regalo de cumpleaños y mi comienzo como nena para él.

Por fin llego el día, al ser pleno verano, estábamos en época de vacaciones, me levante temprano y comenzaron los mimos por parte de mis padres y mis hermanos, regalos por todos lados pero lo que más quería yo ese día, era ver a mi chico quien me dijo también que tenía un regalo perfecto para mí.

Después de almorzar vino a mi casa, jugamos videos y cuando quedamos solos a la hora de la siesta, me dio una pequeña caja con su regalo. –Ve a probártela y dime si te gusta, yo muy sorprendido fui corriendo a mi habitación, abrí el paquete y tenía una diminuta tanguita hilo dental color blanca y celeste, estaba muy emocionada, si bien estaba acostumbrado a robarle estas prendas a mi hermana y a mis primas, siempre quise tener la mía propia, inmediatamente cerré la puerta y me la probé, que increíble sensación al sentir como se enterraba en mi culito hasta ese día virgen de pija, me miraba al espejo y reflejaba el culo de una hermosa quinceañera, libre de pelos, nalgas prominentes y por sobre todo piernas muy estilizadas por la práctica de deportes.

Era muy, muy feliz, mi primera ropita interior de nena, vi al fondo de la caja y tenía una nota: -Feliz cumpleaños mi nena, hoy pasaras de niña a mujer.

Tenía la piel de gallina, estaba muy nerviosa, Salí de mi habitación, abrace y bese a mi chico, le dije que quería probar, necesitaba ser suya, decidimos ir a un terreno abandonado de una fábrica que estaba a pocas cuadras y dividía mi casa con la de él, ya que hacerlo en mi casa era peligroso pues podía entrar cualquier persona.

Nos dirigimos hacia allá y en todo el camino ninguno dijo nada, eran ya como las 4 de la tarde, cruzamos un canal y sobre el borde del mismo había 6 tipos pasando el tiempo, siempre estaban en ese lugar y molestaban a cuanta mujer o niño pasaba por ahí pero sin llegar a ser peligrosos.

Llegamos a la fábrica y fuimos directo bajo un precario techo, este lugar ya estaba acondicionado por nuestro grupo de amigos, era una especie de cuartel secreto, era el único sitio limpio de aquel lugar.

Una vez allí, Martin me tomo de los brazos con la suavidad que siempre lo caracterizo y me beso dulcemente, me fue quitando la ropa hasta dejarme solo con mi tanguita nueva, me miro maravillado, me hizo girar y me decía que nunca había visto una nena tan linda como yo, volvió a besarme y me puso contra unas cajas de madera que hacían las veces de mesa, dejo mi culo totalmente parado y a su merced, corrió mi tanga de costado y comenzó a pasar su lengua todo lo largo de mi anito rosado y virgen, su lengua me hacía estremecer, pequeños gemidos salían de mi boca, luego comenzó a meter despacio un dedo, costaba mucho ya que en forma refleja yo cerraba mis esfínteres, estaba muy segura pero tenía mucho miedo al dolor también, finalmente pudo meter despacio un dedo, yo me sentía en el séptimo cielo, esto era un progreso enorme, le pedí que intentara penetrarme con su pija, extendió una manta en el suelo y me puso a cuatro patas con el culo levantado, lubrico su pene con saliva y apoyo su glande contra mi orificio, sentía que mi cuerpo no podía responder, mis piernas temblaban y una gota de sudor recorría mi espalda desnuda hasta la nuca. –Por favor, cógeme pero despacio amor. Le pedí.

Cerré mi ojos y comenzó a hacer presión, sus manos aferradas a mis caderas me atraían hacia él, su pija trataba de abrirse paso hasta que el dolor nuevamente apareció pero aún más fuerte que antes, di un pequeño grito y le pedí casi llorando que parara, me sentía frustrado el trataba de consolarme pero me sentía muy mal de no poder complacer a mi hombre, logro calmarme y me dijo que teníamos mucho tiempo por delante para intentarlo y lograrlo, que solo debía relajarme. Nos dimos un beso y volví a encenderme, su pija seguía dura, la tome entre mis manos y agachándome la trague toda de un solo bocado, succionaba su duro miembro adolecente hasta que entre gemidos ahogados fue acabando dentro de mi boca, trague toda su leche sin desperdiciar una sola gota, nos besamos nuevamente, acomodamos nuestras ropas y salimos de ahí, ya eran casi las 6 de la tarde y él debía volver a su casa, lo acompañe y volví a mi casa, en el trayecto tenía que pasar por la puerta de aquella fabrica, fue ahí cuando dos de los vagos que estaban sentados a orillas del canal aparecieron y me dijeron: -Que linda pendeja sos, sabíamos que eras medio putito pero de ahí a entangarte y chuparle la pija al otro pendejo ya es demasiado. Yo me quede mirándolos totalmente congelado del susto, trate de hacerme el tonto y les dije que no sabía de lo que hablaban.

-Como que no putito, si te vimos dentro de la fábrica cuando el otro pendejo trato de cogerte y no pudo, porque no probas con hombres de verdad? Quise salir corriendo de allá pero uno de ellos me tomo fuertemente del brazo y me dijo: -Veni pendejo, ahora vas a ver lo que es una pija en serio. Me metieron dentro de la fábrica pero me llevaron a otro lugar, más alejado, nadie podía escucharme desde ahí, les suplique hasta el cansancio que me dejaran ir pero no me hacían caso, uno de ellos me agarro de la cara y me dijo que si no dejaba de gritar, no saldría de ahí nunca más.

Llegamos al centro de la fábrica donde para mi desgracia estaban los otros 4 tipos, me tiraron arriba de unos cartones y se pusieron alrededor mío.

-Ahhh bueno, pero si sos la putita de la cuadra, porque no nos mostras esa tanguita blanca tan linda, queremos ver nosotros también ese culito de nena.

-Por favor, tengo que volver a mi casa, no sé de qué hablan, pero es mi cumpleaños y mi familia se va a preocupar si no regreso temprano. –Ahhh mira vos, encima estamos de festejo, bueno nena, si te portas bien vas a volver a tu casa, ahora te vamos a enseñar como coge un hombre, bahhh 6 jajajaja

Se echaron a reír todos y yo estaba muerta de miedo.

-Contanos, nunca te la puso nadie cierto? Vimos que el otro pendejo no pudo meterte esa pijita porque te dolía.

-No, jamás nadie me la metió, pero por favor, no me hagan daño, no me lastimen, les juro que no le cuento a nadie de esto ni vuelvo a venir aquí, pero no me hagan nada.

-Está bien nena, nadie te va a lastimar pero esto gratis no es, nos tenes que pegar una buena chupada de pija como se la diste al otro pendejo, si te portas bien te dejamos ir.

No estaba para nada de acuerdo pero veía que era la única manera de zafar.

Acepte pero les pedí que no trataran de hacer más nada.

Ellos aceptaron y uno a uno fueron sacando sus pijas, por dios, jamás había visto en persona pijas tan grandes como esas, pero una de ellas me llamo la atención, era enorme, del tamaño de un choclo con una cabeza morada y brillosa, llena de venas.

Me acerque a uno de ellos y tome su pija en mis manos, la acerque a mi cara, su olor era a transpiración, a hombre, a macho caliente, ya tenía gotas cristalinas de precum, me tomo del cuello y abriendo mi boca me la puso hasta el fondo de mi garganta, me agarro de los pelos y bruscamente comenzó con un mete y saca feroz, era como si me cogiera por la boca, cada 20 segundos la sacaba para que pudiera respirar y la volvia a meter, los demás estallaban de risa hasta que uno de ellos se paro al lado del que me la ponía en la boca y guiando su pija hasta mi cara corrió a la otra y ocupo su lugar, me la ponía a un costalo de la mejilla y golpeaba mi cara diciendo lo bien la chupaba, asi fueron pasando uno a uno por mi boca, a veces llegaba a tener dos pijas juntas, mentiría si dijera que no estaba disfrutando del momento, mas alla del miedo inicial, se había transformado todo en placer, me sentía mujer satisfaciendo a todos esos machos calientes. El primero que acabo, fue el que me la puso al comienzo, en un grito de placer, saco su pija de mi boca y con dos o tres gruesos disparos, lleno de leche mi cara, rápidamente otro tomo su lugar y me cogia nuevamente por la boca, el miedo nuevamente me invadió cuando uno de ellos comenzó a tocar mi cola y a decir lo linda que era a 4 patas, que seria una pena que me fuera de ese lugar sin probar un buen trozo de carne, les dije que el trato era solo chupar pero quien me cogia por la boca me dio una cachetada y me dijo que me callara si quería salir con vida de ahí, ellos madaban y decidían que hacer conmigo.

Ya estaba totalmente jugada, sabia que no podía hacer nada al respecto, intentar revelarme seria peor, me deje llevar por la situación y segui chupando aquella pija que no quería abandonar mi boca.

Uno de ellos comenzó a quitar mis pantalones y me dejo solo con la pequeña tanguita

-Pero mira que culo tiene la guachita y que egoísta es que no lo quería compartir, ahora le vamos a dar pija hasta por las dudas.

-Te vamos a dejar el culo tan abierto que no te vas a poder sentar en semanas.

Les pedia por favor que sean cuidadosos ya que era virgen aun.

Nuevamente echaron a reir a carcajadas mientras que la pija que tenia en la boca disparaba sus primeros chorros de leche en mi garganta.

Trague todo lo que pude por temor a que aquello se pusiera mas violento aun, en ese momento mi ropa voló por los aires quedando solo con mi pequeña tanguita, uno de ellos se puso detrás mio y enterrando su lengua comenzó a darme una chupada de culo que por momentos me hacia olvidar de aquella violación, verdaderamente disfrutaba de su lengua abriendo y lubricando mi anito rosado.

-Ya esta lista la yegua, ahora si vas a gozar pendeja.

Lo que me temía estaba a punto de suceder, uno de ellos se puso detrás mio y apoyando su glande en la entrada de mi culo hizo presión hasta que mi esfínter comenzó a ceder, el dolor me estaba matando, suplicaba por favor que parara, lloraba a gritos, ya no disfrutaba, sentía que me estaban desgarrando, movia mi culo para los costados tratando de zafarme, pero quien estaba detrás ordeno que alguien me callara, inmediatamente una pija entro en mi garganta impidiéndome emitir sonido alguno, en ese momento sentí el dolor mas fuerte de mi vida, me tomaron fuertemente de las caderas y de un solo golpe, sentí toda esa pija haciendo tope en mi culo, la tenia toda adentro, podía sentir sus peludas bolas apretarse contra mis nalgas, se quedo quieto un instante y me dijo: -Ya esta nena, feliz cumpleaños, ahora relájate y goza jajajajaja, todos reian menos yo, sentía fuego en el culo, comenzó a sacar su pija, cuando la quito totalmete, sentí un alivio recorrer todo mi cuerpo, inmediatamente volvió a perforarme en forma violenta, ahora metia y sacaba su pija en forma rítmica y pareja, el dolor fue desapareciendo y extrañamente comencé a disfrutar de aquello que me estaba sucediendo, retome mi trabajo bucal con la la pija que tenia en frente, los otros tipos se acercaron y comenzaron a acariciar mi cuerpo, varias manos pellizcaban mis tetitas ya duras y sensibles, otro abria mis nalgas y escupía en mi hoyito dilatado al máximo por aquella viga que me empalaba, el macho que tenia detrás me tomo aun mas fuerte de las caderas y atrayéndome hacia el, disparo varios chorros de espesa leche que fueron como un bálsamo relajante para mi ahora desvirgado culo, pistoneo un par de veces mas y la saco, quien estaba en mi boca, rápidamente tomo su lugar, la leche depositada en mi culo, lubricaba mi agujero por lo que la penetración fue sin dolor alguno, su forma de coger era bestial, a esa altura yo gemia de placer disfrutando de otra pija en mi boca, mi cabeza reconstruia esa imagen mia totalmente desnuda a 4 patas, con la tanga enrollada en la mitad de mis muslos, rodeada de hombres y perforada por todos mis orificios, que placer!!! gemia como puta en cada estocada, todo aquello que había comenzado como una horrible pesadilla se entaba convirtiendo en la mejor experiencia sexual de mi vida.

Los gritos de mi cogedor me sacaron de mis pensamientos y nuevamente sentí como se vaciaban dentro de mi culo a esta altura rebosante de leche que escapaba por los pliegues vencidos de mi ano. Sus últimos disparos cayeron en mi espalda y coincidían con los lechazos que llegaban a mi gargarta provenientes de la pija que tenia en la boca, otros dos machos tomaron sus lugares, el poseedor de aquella gran pija del tamaño de un choclo se puso detrás mio y haciendo presión me hizo ver las estrellas, la clavaba hasta el fondo de mi orto y la volvia a sacar dejando solo su cabeza adentro, a pesar de la pija que tenia en la boca, mis gritos de placer y dolor se podían escuchar en toda la fabrica. Era un animal, no paraba de montarme como una yegua y yo movia mi culo gustosamente haciendo que esa pija entrara mas y mas. Luego de varios minutos en esa posición, la saco de mi culo y se acostó en el suelo, me ordeno que lo montara, en forma inmediata lo hice y clave de una sola estocada su pija en mi destruido culo, ahora era yo quien llevaba el ritmo de aquella cogida, me movia de arriba hacia abajo, de adelante para atrás, el pellizcaba mis tetas mientras saboreaba la pija que tenia en mi boca, volvió a tomarme de mi cola y otra vez comenzó a cogerme en forma bestial hasta que en un ahogado grito, estallo dentro de mi, el que tenia su pija en mi boca, la saco y se acostó también boca arriba haciendo que saliera de mi montura y me sentara sobre su pija el que recién terminaba de cogerme la puso en mi boca diciendo: -Dale perra, chupa y dejala limpia, proba tu culo, proba tu culo, asi lo hice y limpie toda su pija, el tipo que acabo en mi boca en primer lugar se puso detrás de mi y yo preveía que era lo que venia, su pija se puso dura nuevamente y trataba de meterla en mi culo junto a la que ya tenia alojada, luego de vario intentos y de un golpe seco, sentí mi culo dilatarse al máximo y su pija entrar hasta el fondo, tenia esos dos miembros dentro mio, no sentía las piernas, otro trozo de carne ocupo mi boca y acompasadamente se movían los tres dándome un placer que jamas hubiera imaginado sentir, sin necesidad de tocarme tuve un orgasmo gigante, de mi pequeña pija adolecente salían disparados 2 o 3 pequeños chorros de leche manchando mi pecho y el del macho que tenia debajo, No paraba de gemir y gritar de placer, les suplicaba que no dejaran de cogerme, esto los animo aun mas y uno a uno fueron acabando nuevamente llenando alternativamente mi boca y mi culo de espesa crema, cuando quitaron sus pijas de mi culo, ambos me la dieron a chupar nuevamente para limpiarlas, de mi culo se volcaba toda la leche que habían depositado y me recorria por las piernas como si de un rio se tratara.

Se cambiaron y me ayudaron a levantarme, como pude acomode mis ropas y limpie los restos de leche que tenia en la cara, guarde mi tanguita en un bolsillo, no soportaba tenerla puesta ya que tenia el culo totalmente irritado y rojo de tanto coger.

De a uno fuimos saliendo de aquella fabrica donde me iniciaron de la forma mas violenta pero hoy me doy cuenta que era la única manera que yo tenia de convertirme en lo que hoy llegue a ser, una hermosa putita calentona.

Llegue a casa como a las 8 de la noche, por suerte mi madre recién estaba preparando la cena y mi padre estaba descansando, me disculpe por la hora diciendo que estuve jugando al futbol y no medi el tiempo, entre a ducharme cuidando de no tocar demasiado mi adolorido culo.

Despues de aquella vez, me volvi cada vez mas habitué de aquella fabrica, casi siempre buscando que aquellos vagos me cogieran nuevamente.

Con mi “amiguito” Martin, por fin pudimos coger como dios manda pero jamas sentí con el, el placer que me dieron durante mucho tiempo mas aquellos mal vivientes.