Regalo de Reyes Magos

A mi sobrino le gusta ver llegar a los Reyes

REGALO DE REYES

Hola queridos amigos, gracias por seguir conmigo.

Como es sabido por todos, el 5 de enero de cada año llegan por la noche los tan esperados Reyes Magos a todas las casa de los niños bien portados, y de los que no se portan tan bien. Al igual que ese mismo día, antes de ir a la cama a dormir para no verlos llegar, se ha hecho costumbre partir la rosca y tomar chocolate, siempre en un ambiente muy familiar.

En esta ocasión nos fuimos a visitar a una hermana de mi esposo a la ciudad de puebla. Ellos viven en el módulo de unidades habitacionales que se encuentran a la altura del estadio de fútbol, sobre la autopista, en dirección al Distrito Federal. Como podrán ver, son departamentos de interés social, muy pequeños. Apenas de dos recamaras y una sala comedor más o menos grande. Su familia está compuesta por 4; Elisa (hermana de mi esposo), Rubén (su marido), Fernando (5 años) y Julio (18 años).

Nosotros llevamos la rosca desde el D. F. para no llegar con las manos vacías, llegamos a Puebla cerca de las 3 de la tarde y comimos juntos, el resto de la tarde nos pasamos platicando de nuestras cosas. Ellos (Elisa y Rubén) son profesores en una primaria así es que estaban de vacaciones y tuvimos el tiempo necesario para platicar. Tenía casi un año o un poco más que no nos frecuentábamos (problemas familiares), pero fuimos limando asperezas y fuimos muy bien recibidos, pasamos un día de reyes muy agradable.

Por la tardecita, ya llegando la noche nos invitaban a dar la vuelta al centro comercial, pero la verdad es que hacía tanto frío que preferimos quedarnos en casa. Julio llegó cerca de las 9 de la noche, saben ustedes que a esa edad andan con el interés de la noviecita y bueno, hasta que llegó él pudimos partir la rosca. Nos divertimos mucho mientras merendábamos; la salida de los muñequitos y los deseos de todos para que los Reyes visitaran a Fer esa misma noche.

Era también de esperarse que, Fer no tenía la más mínima intención de dormirse, así son los niños. Pero finalmente mi cuñada y su esposo tenían que ir por los juguetes; se fueron con José Luis argumentando uno y mil pretextos para ir por los juguetes, lo invitaron y no pudo negarse. Me quedé sola con Fer ya que también Julio había salido, aunque al departamento de arriba nada más, con un amigo de él y no tardó en regresar.

Debido al frío, ese día había vestido con un pants ajustadito de franela, color de rosa pastel; debajo del pants me puse unas mallas gruesas de color caqui, marca foreva teens; y un calzón tipo bikini; arriba una blusa de algodón por debajo de la sudadera y una cazadora sobre la sudadera. Y es que el frío quemaba mi cuerpo.

Fer y yo nos pusimos a ver una película "El rey león", cuando Julio regresó se tomo otra taza de chocolate y se fue a "dormir". En su recamara tienen una litera, así es que la cama de arriba es para Julio y la de abajo para Fer. También en su recamara, como en la de mi cuñada tienen calentadores eléctricos, así es que ahí dentro no se sentía tanto frío.

Terminó la película y Fer no quería dormir, así es que decidimos jugar un poco con un musical que tiene encima de su cama. Cuando entramos al cuarto vi que Julio no estaba dormido, de hecho, estaba escuchando música en un cd walkman; pero Fer y yo nos acostamos en su cama. Como ahí adentro ya se sentía el ambiente más cálido, me quité la cazadora y me recosté con Fer, así como estaba vestida.

No me di cuenta del tiempo que había pasado pero tanto a Fer como a mí nos ganó el sueño, de pronto reaccioné y el reloj marcaba las 12:15 de la noche, Salí a la sala a traer mi maleta para sacar una pijama y me regresé al cuarto donde estaba. La luz del escritorio seguía prendida y así la dejé.

Por los movimientos de Julio, me di cuenta que él todavía no conciliaba el sueño, pero su sus ojos estaban cerrados en dirección hacia donde yo estaba parada, era mi oportunidad para exhibírmele, y es que no es por nada, pero el niño está divino. Primero me quité la sudadera y me quedé solo con la blusa; así es que de manera intencional hacía un poco de ruido para hacer que Julio se diera cuenta de lo que yo estaba haciendo, solo que ahora yo le daba la espalda para no cruzar miradas, en ocasiones eso es muy peligroso y quien lo ha hecho, sabe a que me refiero.

Saqué la pijama de mi maleta y la puse encima del escritorio; después me quité los tenis y las calcetas muy lentamente sentada en la silla del escritorio, haciendo las pausas necesarias para provocar aún más la excitación de mi sobrino, que en ese momento y viendo yo de reojo, ya tenía toda su atención puesta en mí. Era hora de seguir adelante con lo mejor.

Me paré y me quité muy lentamente el pantalón del pants, después me senté para sacarlo completamente de mis piernas; quedé solo con mi blusita blanca de algodón y con las mallas, expuesta a su vista. Pero en lugar de cambiarme de inmediato, me quedé vestida así por un lapso como de 10 minutos, mientras me hacía tonta arreglando algunas prendas dentro de mi maleta. Caminaba por todo el espacio del cuarto que quedaba libre, e inclusive, me acercaba a la ventana que da a la calle y me trataba de inclinar lo que más podía para hacer más placentera la observación de mi sobrino.

Cuando pensé que era momento de cambiarme, sentí un poco de humedad por lo que estaba yo pensando, ya se imaginarán que, ¿verdad? Así es que presioné mi mano muy fuerte en mi entrepierna y haciendo un movimiento rápido en mi clítoris tuve un orgasmo. Orgasmo que provocó que mis mallas quedaran mojaditas en el lugar en donde se ubica mi sexo. Después me quité las mallas y sacándome el calzón con un jaloncito de dedos. Desde atrás hacia delante, procedí a ponerme el pantalón de la pijama, después mi chamarrita y lista. Guardé toda mi ropa en la maleta, excepto las mallas, esas las dejé sobre la silla del escritorio, extendiéndolas a lo largo.

Cerca de la 1:30 de la mañana llegaron los Reyes Magos; así es que me levanté, tomé mi maleta y me regresé a la sala, mis mallas las dejé en la silla. Pensé que si Julio había visto todo lo que hice, él querría tenerlas de recuerdo, o porqué no decirlo, como regalo; un lindo regalo de Reyes.

Al otro día y después del desayuno nos arreglamos, regresé por mi reloj, que también lo había dejado en el escritorio y mis mallas seguían ahí, pero estaban todas arrugadas y en una posición diferente a como yo las había dejado, y precisamente las puse así para saber si había logrado tener su atención, creo que todo salió como lo planeé. Me hice tonta y no las tomé, se las deje a mi sobrino, el sabría que hacer con ellas.

Nos despedimos al medio día y nos regresamos al DF de inmediato, en el camino le comenté a José Luis lo sucedido y su reacción fue natural, una erección total. Acabamos como siempre, cogiendo rico en nuestra cama y recordando lo sucedido.

Está por demás decirlo, pero tengo un esposo que me adora y yo a él. Gracias José Luis por ser como eres. Te amo.

Si les ha gustado mi relato, espero recibir sus correos en mi dirección lovelygirl3x@yahoo.com.mx y si están viendo éste relato en cualquier otra página que no sean las mías, les pido que me visiten en http://mx.geocities.com/la_exhibicionista o en una de nueva creación http://mispiernas.blogspot.com . y si alguien de ustedes quiere recibir el calendario que me diseñó mi marido, pueden solicitármelo mediante un correo, solo les pido que en el apartado de Asunto: escriban, " Solicito Calendario 2006 " y con gusto se los enviaré.

Besos.

Artemia Pineda