Regalo de cumpleaños
De como llevo a cabo despues de muchos años la fantasia de ver a mi esposa con otro
Les quiero contar que he tratado por todos los medios de persuadir a mi esposa para que se coja a otro tipo, deseo verla en acción me excita tanto la idea que ya es obsesión, me fascinan los relatos de tríos en ellos busco la forma de convencer a mi esposa. Su respuesta siempre que se lo propongo es: No, ¿estás loco?... ¿Cómo crees?... Termina molesta conmigo.
Llevamos más de treinta años de casados mi mujer tiene muy buen cuerpo unas nalgas preciosas redonditas y respingonas y unas tetas perfectas, es de mediana estatura.
Hace tiempo le compré un dildo copia exacta de un pene, lo tocaba con la mano y se sentía igual que uno real, esa noche en pleno sexo lo saqué de mi buró se lo mostré, se quedó con los ojos de plato excitada, me dio la oportunidad de meterlo en su vagina, se lo movía riquísimo lentamente hasta dentro le daba unos empujoncitos más adentro, y lo sacaba lentamente, la volvía a penetrar hasta el fondo de su coñito y el consolador salía bañado de sus jugos.
Cuando le susurré al oído que imaginara que otro tipo se la estaba cogiendo; le vino un orgasmo tremendo abría las piernas totalmente y se revolcaba en la cama de placer, acelere el mete y saca, se volvió loca lo empezó a mover ella en círculos al fondo de coñito, tomo mi verga con una mano y la metió al fondo de su garganta me la chupaba durísimo. Se veía muy erótica teniendo dos penes metidos en su cuerpo, fueron tantas sensaciones que me corrí con mucha fuerza.
Cuando teníamos sexo "El Juguete" (Así le pusimos) estaba presente. Cada vez le decía más insistente; imagina que otro tipo te está cogiendo, mi esposa Alma tenía un orgasmo monumental. Luego le preguntaba; ¿si le gustaría coger con otro tipo?... Me respondía “molesta” ¡no cómo crees!! Pero en el fondo de su vagina sabía que lo deseaba. Jejeje.
Así pasaron algunos años teniendo sexo con el juguete y conmigo. Una noche que estaba ardiendo con “El Juguete” dentro de su vagina la giré de lado le puse mi verga bien lubricada de aceite en la entrada de su culito, besando su nuca y orejas ella sacó el juguete de su coño mientras se la empujaba para adentro de su culito, gritaba y gemía como nunca. Uff, que cogida me estaba pegando con su apretadísimo culito era la tercera vez en todo el tiempo de casados que me daba oportunidad de meterlo por ahí, luego se introducía su juguete en el coñito, parecía actriz porno en una doble peneración.
Mi esposa me rozaba la verga con “El Juguete” por la delgada membrana que nos separaba. Yo no paraba de estrujarle sus tetas imaginando lo sabroso que sería si otro cabrón se la estuviera cogiendo. Mientras le insistía si le gustaría coger con otro tipo, en pleno orgasmo me respondió jadeando ¡sí!! Papi. Con su respuesta me corrí de inmediato pues me llegó un orgasmo como relámpago en que no parábamos de sacar lechita, "El Juguete" se encargaba de dejarla satisfecha. Yo no le quise cuestionar nada más por esa noche.
En otra cesión de sexo se lo volví a preguntar y me respondió; sí Papi, me gustaría coger contigo y con otro tipo si es lo que deseas. Tanto me lo has propuesto que yo también lo deseo. Me quedé pendejo con su respuesta, le daba los nombres de mis amigos mientras le enterraba la verga a fondo, ella cerraba sus ojos pensando en cuál podría ser el que más le gustaba, pero no dejaba de venirse hasta que ella me indicó jadeando me gustaría que fuese Miguel… Cuando me soltó el nombre yo me corrí de inmediato, fue demasiado morbo para mí.
Miguel es uno de mis mejores amigos, nos conocemos desde hace tiempo y lo mejor de todo es que vive solo, así que mi esposa no está tan perdida con la elección. ¿Cómo le digo a mi amigo que mi esposa se lo quiere coger?...
Con Miguel me llevo de maravilla, nos quedamos de ver en una cantina para comer, me pasó un fenómeno muy raro; cuando lo vi que venía a la mesa se me empezó a parar el chile, imaginarlo en verlo coger con mi señora. (Pinche mente cochambrosa que tengo) De inmediato me preguntó:
¡Hola! Que milagro que nos vemos. ¿Cómo está tu esposa?...
Muy buena.
Eso ya lo sé… me respondió el muy cabrón con brillo en sus ojos.
Seguimos charlando de todo tomando tequilas y cervezas. Le pregunté:
¿Y tu como andas?...
Me respondió; estoy feliz así, tengo muchas amiguitas bien putas y la paso de maravilla con ellas. Aunque te envidio por la mujerona que tienes y tus hijos.
Para sondear a mi amigo le pregunte; ¿deberás crees que Alma es una mujerona?... No te vayas a encabronar pero tu mujer está buenísima, con el debido respeto que me merece tiene un cuerpo de ensueño, además que tiene la casa muy limpia y ordenada, cuida mucho a tus hijos. Donde encuentras una mujer así con tantas cualidades, si hoy son todas unas golfas. Cómo ya estábamos desinhibidos le pregunte; ¿Qué es lo que más te gusta de su cuerpo?...
Le subieron los colores por su rostro y me dijo; no te vayas a enojar; pero tiene unas nalgas riquísimas y unos pechos hermosos, que boca tan sensual tiene. Al oír esos comentarios la verga se me puso muy dura. Eso me confirmaba que mi amigo le tenía ganas a mi esposa. Miguel tienes toda la razón, te lo agradezco que me lo digas, uno tiene cerca las cosas y no se da cuenta de las cualidades; bueno de las nalgas y las tetas sí estoy al tanto que las tiene divinas. Jejeje, pero sí es excelente ama de casa y madre. Comimos muy rico y nos despedimos.
Llegando a casa le comenté a mi esposa que había comido con Miguel, se quedó petrificada y me pregunto fingiendo demencia: ¿Cómo está?... bien nos tomamos varias copitas y fíjate que de él salió decir que le eres muy atractiva como mujer, ya estábamos desinhibidos por las copas. Le pregunte que le gusta de ti, me dejó con la boca abierta cuando me comentó que eres una gran mujer madre y ama de casa, pero que tienes unas nalgas y unos pechos preciosos con una boca muy sensual.
¿Eso te dijo?... Te lo juro que sí. mi amigo te trae muchas ganas, nunca lo había notado. Solo es necesario que le des una calentadita y te brinca encima, jejeje. ¿Cómo crees que le voy a dar una calentadita?... Estás loco.
Nos fuimos a dormir y le empecé a acariciar sus nalgas las caricias se volvían más sensuales pues le acariciaba su rajita, ella se giró hacia mí y me empezó a hacer una paja riquísima mientras le susurraba al oído.
¿Cómo te vas a coger a Miguel?... mientras dos de mis dedos le penetraban su panochita mi esposa gemía y me respondió.
No lo sé dime cómo quieres que me coja… Me gustaría ver primero como se la mamas.
Se la voy a mamar así. Mi esposa me daba una mamada muy profunda sentía como mi glande se abría paso en su garganta, nunca me había mamado con esa intensidad.
Y luego como te lo vas a coger… ¿Quieres que te diga cómo?... De inmediato se quitó su tanga, se subió encima de mí cabalgándome a toda velocidad, puta madre que cogida tan caliente me estaba dando mi mujer.
Tenía sus ojos cerrados seguramente pensando en Miguel, sus nalgas se movían de un lado al otro, sus músculos vaginales me ordeñaban la verga, se estrujaba las tetas pellizcándose sus pezones tenía un orgasmo muy fuerte gritaba: ¡Miguel dame más duro más más!! cuando la escuche decir el nombre de mi amigo de inmediato me vine en lo más profundo de su vagina, sentía sus músculos como me seguían oprimiendo la verga. Uff, que palo más morboso. Cuando nos recuperamos de la cogida me comento, que se calentó mucho con los comentarios que hizo mi amigo de ella.
Tú que piensas Papi. ¿Tú crees que no hay problema si cojo con él?... Te quiero mucho y tengo miedo que me dejes por andar de loca. Pero como tú dices, solo es coger por el puro placer de coger, no voy a meter ningún sentimiento. Si mi amor es lo que más deseo en el mundo es ver cómo te coges a otro cabrón, para mí sería un sueño cumplido, además que siempre pensé que el candidato ideal sería Miguel pues es muy reservado y esta solo. Nuestro compadrito siempre te está echando flores y se le van los ojos cuando te ve, pero es boca floja y está casado. Solo espero que no te enamores de Miguel. No Papi mi único amor eres tú, pero me has puesto unas calentadas terribles con tu idea que coja con Miguel.
Aprovechando el cumpleaños de mi mujer hicimos una fiesta en casa el mismo día del cumpleaños, un miércoles por la noche, invitamos a tres parejas de amigos y a Miguel, les pedimos a los invitados que llegaran temprano a las ocho de la noche. Mi esposa estaba súper nerviosa ¿qué me pongo?... Ponte un vestido que te quede corto y entallado para que luzcas esas nalgas y piernas, escogió uno en color azul oscuro de tirantes pues hacía mucho calor, cuando terminó de arreglarse me dejó con la verga bien tiesa, pues está preciosa con un generoso escote que le hacía lucir sus hermosas tetas.
Sonó el timbre era mi compadre con su esposa los dos son muy simpáticos y cachondos, de inmediato mi compadre le dio un fuerte abrazo a mi señora oprimiendo sus tetas contra su pecho, le dijo comadrita cada año te pones más buena, los colores subían por las mejillas de mi esposa mientras me desquitaba con mi comadre pues tiene unas tetas enormes dándole un abrazo muy apretado, le entregaron un regalo a mi mujer. En seguida llegó otra pareja de amigos ellos son muy reservados también le entregaron una bolsa con un regalo. Luego llegó otra pareja son muy simpáticos y divertidos pero ella está delgada como una tabla. Los amigos me ayudaban a servir las copas la música se escuchaba en el estéreo. Mi mujer radiante traía las botanas.
Más tarde sonó el timbre, de inmediato fui a abrir es mi amigo Miguel, me dio un abrazo muy fuerte, me preguntó dónde está la cumpleañera, cuando vio a mi esposa corrió hacia ella y le dijo; ¡muchas felicidades!!... Que guapa estás, (La barría con la vista), la abrazó con ternura. A mí se me paró la verga de ver cómo se abrazaban. (La mente calenturienta estaba trabajando) le dio un regalo a mi mujer. De inmediato le serví una cuba al invitado, la fiesta estaba muy divertida pues estaban bebiendo como náufragos, mi compadre feliz contando chistes colorados, la blusa de mi comadrita se había desabrochado dos botones y se le veían unas tetas enormes, Miguel le veía con mucha atención pues estaba sentado frente a ella en un taburete muy bajo, cuando ella dejaba su copa en la mesa de centro le daba un show de tetas, y cuando descruzaba sus piernas me imagino que el show era mejor pues los ojos de Miguel destellaban con las cruzadas de pierna de la comadre.
Mi esposa cruzó entre la mesa de centro y mi amigo, se agachó a recoger unos vasos vacíos para rellenarlos de nuevo, su vestidito subió por la parte de atrás y los ojos de mi amigo se fueron directo a las nalgas de mi esposa, que seguía agachada recogiendo vasos. En un momento estaba mi señora de regreso poniendo los vasos en la mesa y los ojos de Miguel perdidos bajo el vestido. Mi comadrita estaba medio calentona pues se estaba dando cuenta de las miradas de mi amigo, el tercer botón de su blusa se le desabrocho “casualmente” traía loco a mi amigo con los flashazos de tetas y muslos. Corrían más copas y bocadillos. Uno de los matrimonios se despedía pues tenían que madrugar. Como media hora después se despedía el otro matrimonio, solo quedaba mi compadre y compañía que seguían bebiendo tequila como si fuera agua.
Mi compadre que es muy mandado le empezó a meter mano a su esposa, ella se dejaba hacer, mi esposa estaba viendo las cachonderías que estaban haciendo, yo empecé a besar las mejillas de mi esposa y acariciarle un muslo, Miguel empezó a protestar porque estaba solo. No cuenten el dinero delante de los pobres. Entonces mi comadre empezó a bailar y jalo a mi esposa para que bailaran juntas de inmediato mi compadre les empezó a gritar; ¡mucha ropa!! Al unísono Miguel también les hacía coro ¡mucha ropa! Mi comadre bailaba muy sensual haciendo que mi esposa siguiera sus pasos bailando frente a Miguel, mi comadre subiendo su vestido dejando ver sus muslos, mi amigo Miguel les aplaudía muy fuerte, mi comadre le desabrochaba el vestido a mi mujer sin que ella se diera cuenta de un jalón se lo bajó nos dejó ver por un instante su micro sujetador tratando de contener esas deliciosas tetas. Mi esposa le reclamaba a nuestra comadre, que mejor se sacara las suyas.
La fiesta estaba en lo mejor, yo pensé que íbamos a terminar cogiendo los cinco pues mis compadres estaban desatados, en eso sonó el teléfono móvil de mi compadre para avisarles que uno de sus hijos tenía vómito y temperatura, de inmediato se despidieron de nosotros. Miguel les suplicaba que no se fueran qué le dieran una pastillita para la temperatura al niño. Mi compadre le dijo el que necesita una pastilla para la temperatura eres tú. Jejeje. Total que se fueron.
Vi a mi mujer recogiendo los vasos sucios y los ceniceros. Miguel me platicaba que la cabrona de mi comadre le puso un buen calentón, me mostraba su tanga con los cruces y descruces de piernas, me enseñaba las tetas cuando se estiraba a la mesa a tomar su vaso y al dejarlo, se dio cuenta que yo la veía y hasta abría las piernas para darme un show, cuando estaba muy entrado viendo su tanga la cabrona cerraba las piernas y se reía, que forma de bailar me puso las nalgas en las narices varias veces. Lo que le hizo a tu esposa no tiene madre. Uff me quedé caliente.
En eso regresó Alma, le pregunté; ¿te dieron muchos regalos?... Ahora los traigo para que los vean. Llegó con los regalos y primero destapó el de Miguel, ¡Un perfume que me gusta mucho!! ¡Que se lo ponga!, ¡que se lo ponga!! coreamos Miguel y yo. Abrió su perfume y se puso unas gotas atrás de los oídos y en los ante brazos lo aspiraba con deleite que rico huele.
Mi amigo le respondió; déjame olerlo; mi esposa asintió con la cabeza se acercó por detrás de ella, metía las narices en las orejas de mi mujercita mientras de reojo le veía las tetas por arriba de sus hombros.
Abrió otro regalo, era una pashmina la enredó a su cuello, luciéndola Miguel se la acomodaba en diferentes posiciones, se te ve muy bien y la guardó.
Abrió otro regalo y eran un par de Bodys uno blanco y el otro negro, de inmediato empezó mi amigo a corear ¡que se lo ponga!! ¡Que se lo ponga!! Yo lo apoyaba, le dije a mi mujercita ni modo hay que cumplir.
Ella nos exclamó pero me da pena con Miguel que me vea en body. Miguel le suplicó por favor no tengas pena conmigo, tu esposo y yo somos como hermanos póntelo es como un traje de baño. Sí mi amor póntelo y nos lo modelas. Le vi cara de excitación, tomó los regalos y se fue a la recámara.
Seguimos tomando mi amigo y yo. Unos minutos después va apareciendo mi esposa con unos zapatos de tacón alto y el body blanco (Un pequeño traje como de baño pegado al cuerpo) caminando como modelo, se paró frente a nosotros y giró lentamente. Los ojos de Miguel se abrieron como platos, la quijada se me cayó. La prenda le quedaba como si fuera una segunda piel, Alma nos seguía modelando la prenda, lo impensable, giró y se agacho a tomar su vaso con las piernas sin doblar, las hermosas nalgas nos las puso en las narices. Miguel no parpadeaba se le veía muy excitado le aplaudía y le gritaba: ¡Estás bellísima!!... Ahora regreso, se fue contoneando las nalgas.
Miguel me comentaba aturdido por las copas. ¡Qué bárbara está preciosa!! Que nalgas tiene tu esposa, perdona que te lo diga ¡pero dan ganas de comérsela! ¡Qué hermosa mujer tienes!!...
Pues si tanto te gusta te la puedes coger, creo que sería muy buen regalo de cumpleaños para mi esposa.
Miguel se quedó atónito con mis palabras; ¡¿de veras, me das chance?!!!...
Sí Miguel por mí no hay problema en compartir a Alma contigo, solo te pido mucha discreción.
De verdad ¿No te enojas si me la cojo?...
No, para nada. Te hablo en serio si quieres te la puedes coger, solo tienes que seducirla.
En eso mi esposa entraba a la sala con el Body negro puesto, se veía fantástica y muy sensual. Miguel la veía con ojos de lujuria. Mi mujer tomó su copa de un trago, nos lo empezó a modelar con mucha sensualidad, nos ponía las nalgas en las narices, su Body tenía un corte diferente al anterior, le quedaban las nalgas descubiertas giraba lentamente para lucirlas en todo su esplendor, Miguel no aguantó más y le dio una nalgada, mi esposa se quedó petrificada, yo le acariciaba la otra nalga, mientras mi amigo le decía; estás buenísima me gustas mucho.
Mi esposa coquetamente le preguntaba: ¿De verdad te gusto?... Subiendo una pierna al sillón la puso entre los dos, acorralo a Miguel. Muchísimo le respondió Miguel, la mano de mi amigo le empezó a acariciar la pierna que nos separaba, vi la cara de placer de mi mujer cuando sintió como corría la mano por la parte interna de su pierna hasta el muslo casi tocando la panocha.
Aturdido mi amigo le preguntaba a mi esposa:
¿Esa prenda debe de ser muy incómoda?...
¿Por qué lo dices?...
Está muy cerrada te lo tienes que quitar para ir al baño.
No para nada, se desabrocha aquí abajo.
¿Cómo que se desabrocha?...
Con la voz más sexy que le he escuchado le respondió:
Tiene unos brochecitos míralos aquí están, sacaba el chipote de su pelvis, corría un dedo por su rajita para indicarle donde están los broches. Mira aquí están. Miguel se apoyaba en el muslo de mi mujer para ver los broches. Mi mujer me volteaba a ver con cara de lujuria. Yo le daba mi aprobación.
¡Lo impensable!!¡Mi esposa lo desabrochó!! Pero lo sostenía cerrado con sus dedos, mientras le indicaba a mi amigo vez que fácil se abren los brochecitos. Mi amigo le tomo la mano que sostenía abertura de la prenda, déjame ver, mi esposa quitó su mano abriéndose totalmente la prenda.
Sentí que me corría cuando vi el coño depilado de mi esposa expuesto en la cara de mi amigo. Miguel le veía extasiado la panocha mientras un dedo le rozaba la entrada del coñito. Alma le acaricio la cabeza, Miguel acercó su boca y le empezó a dar una mamada de pronóstico, ¡sus bigotes se perdían en el coño de mi mujercita!! Que gemía con fuerza, sus piernas temblaban, me puse de pie y la abracé por detrás hundiendo mi verga bien dura entre sus nalgas, acariciando sus pechos le besaba el cuello y las orejas, mientras Miguel le seguía dando una mamadota de coño. Por momentos me daban muchos celos y más cuando vi las manos de Miguel con que ansias le estrujaba las nalgas a mi esposa que tenía un orgasmo muy fuerte en la boca de mí amigo.
Le empecé a sacar el Body a mi mujer para darle más confianza a mi amigo, cuando Miguel subió su mirada y la vio totalmente desnuda materialmente se fue de espaldas sobre el sillón. ¡Qué hermosa estás mamacita!!! Se puso de pie con un bultote en el pantalón. Estás buenísima que ¡pechos tan lindos!! Le mamaba los pezones con fuerza mientras le estrujaba la otra chichi, la hacía girar viendo con detalle las nalgas.
Uff. Estás mucho mejor de lo que me imaginaba, la abrazaba con fuerza rozando su bulto en la panocha y la besaba con fuego, trenzaban sus lenguas como actores porno. Los pinches celos me estaban pegando de nuevo, estuve a punto de parar la acción, pero era demasiado tarde mi esposa estaba totalmente entregada a mi amigo, aguanté lo más que pude. Mi mujer le desabrochaba la camisa, Alma no se atrevía a verme, seguía absorta con su nuevo amante.
Miguel me volteo a ver fugazmente se sacó su camisa y desabrochó su pantalón a toda velocidad, tal vez vio mi cara de indecisión y celos y quería apurar la cogida que le deseaba a meter a mi esposa, al bajar sus pantalones lo hizo con todo y calzones brincó una verga cabezona un poco más larga que la mía bien tiesa.
Los celos persistían pero ni modo que me arrepienta, fueron muchos meses de convencer y tentar a mi esposa, mejor me prepare un trago y me dispuse a ver el tremendo show. Miguel se sentó en el sillón y mi esposa estaba hincada haciéndole una lentísima paja, se notaba que Alma disfrutaba intensamente ver como se le pelaba la verga y aparecía un glande grueso rojo amoratado bañado de jugos, lentamente se lo llevó a su boca y le dio un gran chupete le empezó a pelar la verga, le daba una mamada deliciosa rozando el glande con su garganta, es una sensación indescriptible cuando mi esposa te hace eso, pues sus anginas te oprimen el glande mientras su lengua te roza el tronco.
Me había quitado la ropa y tenía muchas ganas de cogerme a mi esposa en posición de perrito mientras le mamaba la verga a Miguel, pero mejor me contuve, unos minutos después mi mujer me volteaba a ver como pidiendo permiso se hincaba sobre Miguel tomó la verga con su mano y la ¡acomodaba en su coñito!! Mientras trenzaban sus lenguas.
Yo brinque como resorte de mi sillón y me hinqué atrás de mi esposa para ver en primer plano como le empezaba a desaparecer esa cabeza de “hongo” gigante en su puchita. En el primer intento solo le entró una cuarta parte, los jugos de mi mujer marcaban en la verga de mi amigo la cantidad recibida, mi esposa volvió a subir, y pude ver la verga de mi amigo estaba bañada de jugos de mi esposa, se dejó caer retorciendo las nalgas para un lado y otro, con un grito tremendo se la enterró hasta los huevos. Al fin mi esposa estaba ante mis ojos ¡cogiendo con otro cabrón!!!... Mi esposa subía y bajaba se retorcía en el palo de mi amigo, los labios de la vagina se aferraban a la verga, la cara de mi señora era de total lujuria se escuchaban unos jadeos tremendos, mientras el cabrón del Miguel se agasajaba con las tetas.
Era alucinante ver a la recatada esposa con que ganas se lo está cogiendo, y como le baña mi mujer de jugos la verga, mi esposa le gritaba; ¡Qué grande la tienes!! ¡Así Miguel dame más duro!! ¡Hhaagghh que ricooo me estás cogiendo!! ¡Me estoy viniendo mucho!! ¡Que ricoo dame más!! Tenía a centímetros el culito de mi esposa y pensé en clavársela por el culo, pero preferí dejarla sola con su amante yo solo me dedicaba a ver. Parece que los celos habían desaparecido y estaba gozando de la cogida que le estaban metiendo. Miguel le gritaba; ¡Qué rico coges Mamacita!! Me oprimes muy rico con tu coñito, ¡Aayy que me haces!! ¡siento como me oprimes la verga que ricooo!! Los dos jadeaban con todo y terminaron con un orgasmo simultáneo, podía ver como la verga de mi amigo tenía unos espasmos muy fuertes pues le estaba inyectando una buena cantidad de esperma.
Yo estaba súper caliente la verga la tenía tan tiesa que no la sentía, mi esposa lentamente se desmontaba de la verga de Miguel. Alma tenía una cara de satisfacción con arrepentimiento, me senté en el sillón y le grité; Heyy, ¡sigo yo!!... mira como me tienes Mamacita, de inmediato se hincó sobre mí y la verga entro hasta los huevos pues tenía su coño abierto, ardiendo, repleto de leche de Miguel. Que sensación tan chingona entrar en un coño recién usado, la leche de mi amigo me hacía cosquillas en la verga. Mi esposa me besaba con fuego trenzaba su lengua con la mía, cuando notó que no le recriminaba nada le pregunté; ¿te gustó coger con Miguel?...
Se soltó cogiendo como actriz porno, me mordía su panocha la verga, la leche de mi amigo me bañaba los huevos gritaba con todo ¡Papi que rico me estás cogiendooo!! ¡Me voy a venir!! Hhaagghh déjala hasta adentro!!! Mi esposa se convulsionaba con un orgasmo tan fuerte que nunca le había visto. Le duro mucho tiempo las punzadas en su coño, Miguel nos estaba viendo con lujuria como cogíamos.
Mi esposa lo veía con cara de puta luciendo la cogida que me estaba dando. Se acercó a nosotros, el muy cabrón le abría las nalgas a mi mujer para tener una mejor vista de cómo se la metía. Le empezó a acariciar las nalgas y el culo, mi mujer se volvía loca con las caricias nos llegaban hasta el coño, rozando su mano con mi verga, para mí fue demasiado me empecé a correr como adolecente, mi verga no dejaba de aventar leche. Uff. Un momento después mi mujer se desmontó, corrió al baño escurriendo leche por la parte interna de sus muslos.
Miguel había servido un par de cubas y me pasó una servilleta, se sentó a mí lado tratando de romper el hielo me dijo:
Espero que me perdones por lo que pasó y no te enojes. Ojalá no me tengas resentimiento, me dejé llevar por la calentura, perdón.
Le respondí; No te preocupes de nada, tenía una fantasía muy arraigada de ver a mi esposa coger con otro, la estuve convenciendo por mucho tiempo hasta que la convencí, luego los dos empezamos a buscar a un candidato y ese fuiste tú, al contrario te agradecemos mucho que nos hayas aceptado, me da mucho gusto que ahora en lugar de ser amigos somos hermanos de leche. Jejeje.
Miguel y yo desnudos seguíamos conversando en la sala. En eso salía mi esposa del baño cubierta con una toalla se iba hacia la recámara le llame; Alma ven siéntate a platicar con nosotros, mi esposa vino hacia nosotros le pedí siéntate entre nosotros y quítate esa toalla, con un momento de duda se la quitó, quedó completamente desnuda sentada entre los dos.
Mira; Miguel me pidió disculpas por lo ocurrido pero ya le conté como se dieron las cosas, que tú y yo estamos de acuerdo en que esto pasara. Así que dale un beso para que vea que no hay resentimientos. Mi esposa obediente se giró y besó profundamente la boca de mi amigo, que le devolvía un beso muy apasionado mientras la abrazaba con un brazo. De inmediato noté que la verga de mi amigo despertaba, a mi mujer le regresó el color a sus mejillas, luego mi esposa me daba un beso con fuego.
Miguel empezó a alabarla diciendo: Estás buenísima, eres la mejor mujer con la que he cogido, tienes unas nalgas divinas, tu vagina es única pues das de mordiditas tiernas en la verga parece que tienes “perrito” me gustas mucho, te quiero coger de nuevo.
Escuchando las virtudes sexuales de mi mujer de la boca de otro cabrón, mi mujer y yo estábamos ardiendo, la verga de Miguel súper tiesa en la mano de mi mujer haciéndonos una paja simultánea.
Nos fuimos a la recámara, mi esposa se sentó en la orilla de la cama y nos daba unas mamadas alternadas solo que a mi amigo le daba como cinco chupetes a fondo de su garganta, y a mí solo dos, hay que comprender a la esposa pues es su juguete nuevo. Nos juntaba las vergas y metía la lengua entre los dos glandes, luego se rozaba los pezones con ellos.
Un momento después la empuje para atrás, mi mujer quedó acostada en la orilla de la cama, con sus pies en el piso de inmediato se lanzó Miguel a darle una mamadota de panocha los bigotes se perdían en el coño y salían bañados de jugos, mi esposa subía sus piernas a los hombros de él, mientras yo la besaba con fuego trenzando las lenguas, le puse mi verga en su boca, me daba una mamadota tremenda, mejor me separe pues sentí que me sacaba la leche. Sus ojos se abrían como platos con la lengüeteada que le hacía Miguel.
Luego mi esposa se acomodó en la cama abrió sus piernas al máximo, dándonos una vista preciosa de sus labios internos enrojecidos y jugosos.
De inmediato le cayó mi amigo encima, Alma buscaba la verga para centrarla en su coñito, ¡veía como le iba hundiendo el garrote en su cuevita!! Tomaron un ritmo de película porno, pues mi esposa movía sus nalgas de un lado para otro, en lo que él le hacía un mete y saca tremendo Uff, ¡qué forma de coger!! Miguel gritaba; ¡ tienes perrito me muerde muy rico y no me suelta!!!.
La cara de placer de Alma era indescriptible, los orgasmos de mi mujer no se hicieron esperar: Gritaba con todo; ¡que ricoo me estás cogiendo!! ¡Dame más adentro hhaagghh que ricooo me estás cogiendo!! Yo no lo creía como follaban, que acoplamiento de los dos para ser la primera vez. (¿Seria?...) Me dio un ataque de celos.
En eso le ordenó Miguel; ponte de perrito, de inmediato mi mujer se hincaba le ponía las nalgas a su entera disposición, él se las besaba con unos lengüetazos en el culito con un par de sonoras nalgadas, se la empezó a coger, yo me acomodé entre los brazos de mi esposa, le puse mi verga en la boca de inmediato me daba una mamada tremenda, al ritmo que mi amigo le metía la verga. Uff, esto era la gloria, ver la cara de placer de los dos en primer plano, a mi amigo le destellaban los ojos cuando le daba unos empujones profundos a las nalgas de mi mujer. Gritaba; ¡que ricoo coges eres una reina!! ¡Tienes perrito me muerde muy ricoo!! ¡Haayy sí sigues así me voy a correr!! ¡Que rico coges!!! Mi amor.
A mi esposa se le convulsionaban las nalgas del orgasmo tan fuerte que tenía, me pajeaba muy rápido con mi glande traspasando su garganta y las palabras de mi amigo que seguía gritando ¡Que nalgas tan ricas!! ¡Tú panocha tiene perrito!! Hicieron que me empezara a correr en la boca de mi esposa, los tres teníamos un orgasmo monumental al mismo tiempo, mi esposa se tragaba toda mi leche.
Mi mujer se desplomó agotada en la cama, Miguel vio su reloj es tardísimo los dejo, se acercó a darle un beso de despedida a mi esposa que lo tomo de la nuca en un beso de fuego trenzando las lenguas, alcancé a ver las hebras que hacían los restos de mi leche que mi amigo tragó. Se fue a la sala se vistió rápidamente y salió corriendo dándome las gracias por todo.
Mi mujer quedó profundamente dormida, la cubrí con las cobijas y me quede dormido junto a ella soñando con Miguel y mi esposa cogiendo, en una despertada que di le acaricie la panocha a mi amor y saque la mano repleta de leche de Miguel, se la embarré en sus pezones, con tanto morbo que se me paró la verga de nuevo. Me volví a dormir para seguir soñando con ellos.