Regalo de Bodas

REGALO DE BODAS

Mi trabajo es duro, pero alguien tiene que hacerlo.

Soy el comandante en jefe de una cuadrilla de strippers de despedidas hardcore. Para dedicarte a esto tienes que tener más de 18, y no me refiero a la edad. Debes ser capaz de aguantar toda la noche y dar más leche que una vaca. Da igual lo que te hayan contado, ellas quieren leche y cuanta más mejor. En sus coñitos, en sus culitos, en sus boquitas y si es posible, también en esos modelitos tan monos que se han puesto para la ocasión y que esconderán en un rincón de su armario durante toda vuestra vida de casados.

Solo tienen que pensar en ese vestido para sentirse muy sucias y mojarse cuando sea necesario. Créeme, ese consejo se lo damos nosotros y es el mejor para una vida conyugal feliz. Toda mujercita casada necesita sentirse sucia de vez en cuando, y para eso una minifaldita empapada del semen de 30 tíos en el fondo de su armario es el mejor talismán. Así nunca se olvidan de que la noche más salvaje de su vida fue real. De que tuvieron mi polla y la de mis 30 valientes muy, muy dentro de ellas. De que esa noche eran la novia, la más bella, la más deseada, la mejor follada.

Mejor follada que nadie en este mundo.

Nada pone tan caliente a una mujer que sentirse envidiada y deseada. Ninguna tiene una fantasía más dulce que ser empalada delante de sus mejores amigas. Es su última noche de libertad y tiene que joder por toda una vida, compréndelo.

Todo trabajo termina convirtiéndose en rutina, pero a veces ocurre algo que convierte una noche normal en memorable.

Como la noche en que llegó tu mujercita.

No es solo que ese cuerpazo de 23 y esa carita linda nos volvieran locos a todos. Ni los ricitos rubios ni el morbazo que despertaba con su mini vestidito negro de tirantes. Lo mejor fue escuchar mientras servíamos su mesa las dudas que tenía sobre la boda, por culpa de tus infidelidades. Lo mejor fue hablarlo entre nosotros y decidir grabar esa noche en video para regalártela.

La dirección la conseguí de tu hermana, que folla casi tan bien como tu mujer. Fue ella la que le sujetaba el pelo mientras (tras el susto inicial) tu esposa comenzó a mamármela. Al principio (como verás en la cinta) era algo tímida, pero cuando tu madre (vaya 43 años, que culito tan apretado) y tu hermanita (lo mejor ir de un coñito al otro, todo queda en familia) se animaron, abrió la boca y se tomó su biberón. Tenía los ojos empapados de lágrimas por el esfuerzo cuando la giré sobré el sofá y como es mi tradición, comencé a encularla muy despacio, mientras ella mordía el respaldo de cuero. Cuando se corrió (su primer orgasmo por el culo, como me contó después tomando una copa) y cambié a su coñito, me sorprendió escuchar sus gemidos, amordazados por la polla de uno de mis chicos, que tomó el relevo en cuanto me corrí dentro de ella.

¿Se llamaba Diana, verdad? Como me pone ese nombre

Terminamos de darle lo suyo en la pista de baile. Como fin de fiesta disfrutó de una ducha de leche caliente digna de Cleopatra (supongo que la prueba estará en tu armario) y después se sentó a disfrutar del resto del espectáculo, pues todas las invitadas a la despedida tenían derecho a un pedacito del pastel.

Que disfrutes de la cinta. Te la regalamos en agradecimiento por la noche tan maravillosa que nos dio tu mujer. Nosotros a cambió solo le dejamos 30 sabores distintos de semen en su boca. Por cierto, si no

quieres prestársela a tus amigos, pueden encontrarla a la venta en nuestra Web. Es "Despedidas Calientes Nº 89", creo.

Un saludo.