Regada a la vez por aquellas dos gordas mangueras
No tardo ni cinco segundos en montarme con aquel lustroso y largo rabo que hacia las delicias con su enorme cabeza en mi trasero, sintiendo el golpear de sus huevos contra mí con cada colosal embestida, pues la clavaba hasta su base llegando hasta mis entrañas.-
Tras el ajetreado y fructífero viaje del IMSERSO donde recibí estocadas por todos sitios, ya medio repuesta del atracón de solomillos y lácteos, (digo medio repuesta, pues Mario mi actual pareja no pierde comba y continua con sus ricas matinales y no menos calientes puestas de sol), recibimos la visita tras una previa charla por teléfono de Rafa, uno de los componentes de ese grato viaje, el cual curiosamente vivía a pocos kilómetros de nosotros y una había notado que se había quedado encoñado conmigo tras las fiestas en el Hotel rural de Salamanca.
Apareció solo por casa pues su mujer estaba de cuidados de su anciana madre, acompañado de una bandeja de pequeños dulces así como dos botellas de cava, y como siempre el arreglado como un galán , con sus pantalones y camisa blanca de lino que resaltaban más su tez morena y su masculinidad.
Iba sin ropa interior debajo de sus pantalones, pues su rico péndulo se marcó al sentarse frente a nosotros en una silla en la terraza donde nos pusimos a degustar los dulces y el cava, previo beso cariñoso y azote en mi trasero, en la puerta de la vivienda antes de entrar.
Yo estaba con una bata fina estilo japonesa sin nada debajo y Mario solo con un slip de pata que parecían un bañador y que usaba para andar por casa cuando no estaba desnudo.
Hablamos tras unos pequeñas menciones del viaje sin tapujos rápidamente, y tras dirigirse a Mario le dijo, perdona amigo pero tras el viaje no me quito a tu pareja Tere de la mente ni cuando follo con mi mujer, pues me dejo encoñado su manera de ver el sexo y su belleza, y sin ánimo de meterme ni entrometerme en vuestras vidas que veo son muy activas y placenteras, si me gustaría si alguna vez os apetece ampliar el circulo con algún trio nosotros solos, que contéis conmigo.
Yo picaronamente, le dije: bueno primero cuenta conmigo también aparte de Mario que es una la que va a recibir la manteca y no este , salvo que quiera cepillártelo a él, riendo los tres fuertemente tras mi respuesta.
Rápidamente me pidió disculpas, diciendo tenía una razón y referente a Mario si tenía que consolarlo como pago para estar conmigo que bueno ya se vería, respondiendo entre risas Mario rápidamente a la vez que se echaba mano al trasero diciendo, -no creo te atrevas a entrar por aquí ehh , otra cosa es posible pero por aquí está prohibido…riendo todos por aquella ocurrencia.
Me levante y tome la copa de cava y tras beber un sorbo derrame provocativamente el resto a través de la canarilla de mis pechos mojando y refrescando mi conejito con las gotas que el llegaban les dije, les quiero en un minuto a los dos en mi cama preparados para consolar esta dama.
Casi tiran la mesa con sus rodillas al levantarse como dos resortes ambos riendo y disputándose quien llegaba antes a la cama mientras dejaban su ropa por el camino.
Fui la última en llegar por supuesto y allí estaban ambos sobre la cama con los rabos en la mano agitándolos para ponerlos ya en forma ante mi entrada, provocándome una excitación fuera de regla , pues la sexualidad y masculinidad de ambos me tenía cautivada e iba a pasar un rato inolvidable sin lugar a dudas.
Me quite la bata y entrando en la cama por los pies de esta, hice entrada como una felina andando de rodillas y rigiendo como una leona en celo mientras miraba a cual de aquellos dos ricos pollones comería primero.
Resoplaban ellos con lujuria y rechinaban los dientes ante el morbo de mis movimientos de cadera pues movía esta levemente como si ya estuviera recibiendo un intruso dentro de mi sexo.
Esto provoco a Rafa que hizo ademan de levantarse y lanzarse a comerme pero yo rápidamente poniendo la mano sobre su frondoso pecho lo empuje hacia atrás para que continuara tumbado, diciéndole -tranquilo león todo a su tiempo ahora soy yo la que va a devorar estas dos fieras en celo.
Poniendo cada rodilla en medio de sus piernas semiabiertas, pues andaban ellos casi pegados, subí mis manos por sus fuertes y poblados muslos hasta las dos pares de ricas bolsas que contenían aquellos manjares que luego una iba a recibir, el agarre suave pero lujuriosamente, y sobándolos resoplaba de placer para encenderlos aun mas.
Sus rabos se habían puesto duros como rocas en cuestión de segundos y si el de Mario mi pareja palpitaba ante los roces de mi boca que ya recorría el mismo desde su base a su cabeza, cuando hice lo mismo con el Rafa, este temblaba y vibraba exultantes de brillo y dureza, soltando un gemido atronador y tensando sus piernas fuertemente cuando su brillante y enorme cabeza paso al interior de mi boca donde mi lengua jugaba con su agujerito como pidiendo beber del mismo.
Alterne ambos durante unos largos minutos intentando durante el mismo esquivar las manos de ellos que pellizcaban mis pezones y entraban en mi supurante conejito para excitarme más y ponerme más cachonda.
Estaba a punto una de explotar por tanto goce y más cuando forcé mi garganta metiéndome casi toda la polla de Rafa a través de ella, sintiendo su enorme cabezón como dilataba la misma.
Resoplo el como un miura mientras Mario viendo que yo ahora solo comía de aquel manjar, paso a devorar mi conejo con un hambre y desespero que me hizo explotar en un orgasmos que casi me provoca ahogamiento, pues este me llego sin avisar cuando más adentro de mi garganta tenía yo el espetón de Rafa.
Me sujetaba Rafa cariñosamente mi cabeza con ambas manos guiando los movimientos de mi boca que tragaba cada vez más aquel misil hasta mis adentros, y al fin tras varios intentos pegue mis labios sobre su frondosa base respirando con dificultad por mi nariz el olor a macho que desprendía aquellos frondosos huevos mientras mantenía todo aquel largo rabo dentro de mi garganta.
Me hubiera gustado recibir en ese momento su colosal corrida pero seguro me hubiera ahogado y aquello hubiera acaba provocándome, por lo que le dedique tres o cuatro penetraciones más viendo que su cadera palpitaba y vibraba como si fuese a soltar su mana.
La saque toda brillante y me golpe con ella en mi boca y cara oliéndola y mordisqueándola levemente mientras el mascullaba y gemía de placer, cuando sentí que por mi trasero que estaba en pompa iba a recibir una estocada.
Mario, no sé si por la excitación de la espectacular mamada que estaba viendo o por medios celos provocados por mi morbo comiendo rabo, se puso en cuquillas con las piernas mitad flexionadas y poniendo su dura y gorda estaca por mi ano, lo perforo de un golpe seco y violento.
Me provoco que me tragara medio rabo de Rafa de la embestida tan seca y fuerte a la vez que soltaba un grito sordo y seco por aquella intrusión, pero rápidamente con las primeras entradas y salidas,el placer me supero y un orgasmo descomunal acompañado de unos gritos de placer intensos inundaron mi alcoba.
Mario desbocado como un corcel salvaje me montaba sin parar sintiendo como por su pectoral poblado caían las primeras gotas de sudor sombre mi espalda, azotándome suave y cariñosamente mientras su cadera no paraba de cincelar aquel rico ritmo.
Note que Rafa estaba deseosos de meterla por otro agujero que no fuese ya mi boca, por lo que gire la cabeza y sacando fuerza para hablar le dije a Mario: para cariño para un momento para mi amor déjame un segundo y probar los dos que quiero recibiros a los dos a la vez.
Me hizo caso y saco su venoso y duro rabo de mi trasero que ahora parecía un volcán tras las duras acometidas que estaba recibiendo, para ponerse tumbado sobre la cama el, sentándome yo sobre aquel lubrificado y duro mástil al que introduce en mi dulce conejito.
Me peque a su pecho levantando mi culito y mirando de lado a Rafa le dije venga tu por donde dejo libre Mario, que os quiero a los dos a la vez dándome placer.
No tardo ni cinco segundos en montarme con aquel lustroso y largo rabo que hacia las delicias con su enorme cabeza en mi trasero, sintiendo el golpear de sus huevos contra mí con cada colosal embestida, pues la clavaba hasta su base llegando hasta mis entrañas.-
El grosor y la dureza así como el aguante increíble de Mario me estaban dejando mi conejito como unas ascuas y estaba gozando como hacía tiempo con aquellos dos sementales cubriéndome a la vez, y como no podías ser de otra forma mis orgasmos brutales así lo delataban, besándome como un poseso Mario en la boca amortiguando mis gritos, mientras Rafa resoplaba y besaba mi cuello mientras arreciaba su ritmo.
Gire un poco mi cara buscando la lengua de Rafa que la acercaba junto a las nuestras aunque la postura era algo difícil, pero conseguí jugar con las dos y la mía en un trio lascivo de lenguas chocando.
No aguanto más Rafa y su respiración cortada así como tres golpes secos y duros y no menos su enorme caudal de rica leche dentro de mi ano, delato su colosal corrida, agarrando una en ese momento la cara de Mario y con mirada posesa le pedí-- Córrete tu cariño córrete ahora córrete que quiero tu rica leche a la vez.
Este resoplo y levantando su cadera con espasmos fuertes comenzó a trasegar sus líquidos a mi conejo que inundo casi ahogándolo.
Quedamos los tres fijos sin movernos un minuto reponiendo fuerzas manteniéndose ellos con sus armas aun dentro de mí, ya algo más flojas pero aun consistentes, sintiendo como un hilillo de sobrante nata salía por mi trasero al aflojar el rabo de Rafa y esta se mezclaba con el de Mario que retiraba ahora su rabo de mi interior.
Quedaron rendidos a mi lado pero una estaba dispuesta a provocarlos algo más, por lo que les dije, si no sienten reparos me gustarían me comieran y limpiaran cada uno de vosotros el agujerito que el otro dejo libre.
Resoplaron ambos y dijeron será un placer te mereces eso y más comenzando Mario a comer mi puerta trasera a la que limpio los restos que supuraban de la corrida de Rafa haciendo este lo mismo por mi conejito.
Me encendió esto y me puso ardiendo rápidamente pues el morbo de verlos tomar la nata del otro me puso como una loca y tras unos minutos explote en mi último orgasmo de la mañana.
El encuentro matutino acabo después de una pequeña pausa, volviendo una a degustar otro rato el bonito rabo de Rafa, al que descargue con mi boca ayudado por unos masajes manuales (paja), pues el rabo de Mario necesitaba un buen descanso ya que en el alba de esta calurosa mañana y previo a la visita de este encendido amante, ya una le había hecho un buen trabajo, tomando mi desayuno matutino de ese rico biberón.
Nos duchamos los tres juntos siendo una agasajada con unos masajes únicos e increíblemente calientes, mientras miraba como el agua corría por aquellos frondosos y masculinos pectorales, bajando hasta esos ricos apéndices que relajados y gordos colgaban ahora tras su buen trabajo.
Me hubiera gustado así como estaba haber recibido otra sesión de ambos, pero vi tarea difícil levantar aquellas fieras tan pronto, además había más días y aquello se iba a repetir seguro.