Refrescante boca

Desnudo, cansado, acalorado, te imagino de rodillas a mí.

Estoy desnudo en mi salón, cansado, sudado. Acabo de llegar del trabajo, el trayecto es lo suficientemente corto como para que el coche no pueda enfriarse con el aire acondicionado. Hace mucho calor, 36,8ºC . He llegado, me he desnudado y he encendido el butano para darme una ducha refrescante.

Suena el teléfono, yo estoy desnudo, me siento en el sofá, con las piernas abiertas; “¿Sí?, dime… de acuerdo, ¿a que hora vienes?, bueno te dejo que tengo muchas cosas que hacer”. Mentira, sólo estoy cansado, sudado, tengo calor. Noto algo raro, estoy empalmado, con una erección importante, sin haber pensado en nada en especial, mi polla está tiesa, apuntando al techo, con la punta húmeda, ¿será pis?.

Con las piernas abiertas, tengo ganas de quedarme  aquí, en el sofá, así, empalmado. Las cortinas están cerradas, nadie se imagina que, un tio como yo, está en el sofá de su salón sentado, con las piernas abiertas y empalmado, con los huevos colgando y refrescándose como un animal al viento.

Se me va la cabeza, te imagino. Tú, hombre o mujer, me da igual, una boca al fin y al cabo. De rodillas en el suelo, mirándome. Agarro tu pelo, tu cabeza, te obligo a lamer mis huevos, noto el aire refrescante tras tu saliva, peinas mis pelos con tu lengua, limpias el sudor de mi culo, eres… refrescante. En silencio, haces bien tu trabajo. Con ropa o sin ella, es tu problema, haces tu trabajo, de rodillas, lames mi polla, tiesa, sin inmutarse, la limpias, bebes el líquido de su punta, no parece desagradarte… te gusta. Subes y bajas, te la tragas, noto tu garganta, dirijo el ritmo con mi mano en tu nuca. ¡Chupa!, ¡tragatela toda!, es lo único que vas a oir de mi boca.  Me corro, lo noto, descarto en ti mi calor. Lo saboreas, tus ojos reflejan tu disfrute, me enseñas lo que guardas en tu boca… como si me importara. Te lo tragas, me limpias, desapareces.

En el salón, desnudo, sin erección, relajado, me quedo dormido. Despierto, me ducho, prosigo mi vida… quizás otro día vuelva a necesitarte.