Reflexiones sobre lo sucedido en la playa nudista
Ya en el avión, seguía recordando esos momentos cuando nos la follamos los dos a la vez, cuando Alberto se corrió en su cara, cuando me corrí yo, cuando nos besamos llenando nuestras bocas de leche Mi entrepierna crecía y apenas la disimulaba el cierre del cinturón de seguridad. Creo que la azafat
Era lunes y después de aquel fantástico primer día de playa de la temporada me costó horrores tener que ponerme en marcha para coger el avión destino a Madrid, para el cual tenía un pasaje por temas laborales.
A las 5:30 me levanté dándole un beso a Ana sin despertarla. Una ducha, desayuno y camino del aeropuerto. En el coche ya empecé a recordar todo lo que experimentamos en la playa el día anterior. Control policial y a esperar en la puerta de embarque sin parar de pensar en lo sucedido.
Recordaba como Ana se metía en la boca el impresionante falo de Alberto, como disfrutaba comiéndole los testículos mientras le masturbaba, como le comió el culo nuestro amigo para después follársela, azotándole en su bonito trasero tal y como yo le sugerí.
Después no pude evitar rememorar cuando jugué yo con su polla, cuando disfruté tocando aquella berga depilada, suave, inmensa, metiéndomela en la boca y sintiendo lo mismo que sentía Ana al mamársela.
No me sentía mal al probar aquello, al contrario, hice realidad una fantasía que desde hacía muchos años había rondado mi cabeza y cuando mi mujer me dijo que también era una de sus fantasías… ufff!!! Llevarla a cabo fue increíble y lo repetiría, esa es la conclusión a la que llegué. Lo volvería a hacer siempre que Ana estuviera conmigo y lo disfrutáramos los dos.
Ya en el avión, seguía recordando esos momentos… cuando nos la follamos los dos a la vez, cuando Alberto se corrió en su cara, cuando me corrí yo, cuando nos besamos llenando nuestras bocas de leche… Mi entrepierna crecía y apenas la disimulaba el cierre del cinturón de seguridad. Creo que la azafata se percató de ello, la vi mirar cada vez que pasaba y pasaba muchas veces ya que estos vuelos de lowcost parecen un mercado de venta ambulante. Lo que daría por poder haberme hecho una paja en ese momento!!!
Al aterrizar y quitar el modo avión tenía varios whatsapp:
- Ana:
Buenos días cariño. ;-)
¿Qué tal el vuelo?
Ya te hecho de menos.
He estado reflexionando acerca de lo que hicimos ayer. Creo que a los dos nos dio un poco de vergüenza comentarlo después del subidón…
Quería decirte que disfruté mucho y que me encantó todo lo que hicimos, el hacer realidad una fantasía que los dos descubrimos ayer mismo que era común.
Como tú dices siempre… sólo se vive una vez y hay que disfrutarla siempre bajo el respeto. ;-)
Así que creo que no me importaría repetirlo.
Después de leer todo esto le contesté enseguida:
- Yo:
Hola guapísima!!!
Ya en tierra.
Desde que me he levantado no he parado de pensar en lo de ayer y quería decirte que a mí también me encantó todo lo que hicimos y que lo repetiría siempre que quieras, siempre contigo.
Me había planteado muchas veces que si hacía realidad esta fantasía, tal vez luego me sentiría fatal por tocar a otro tío, etc… pero no es así y es porque tú disfrutaste tanto como yo.
- Ana:
O más!!!!! jejejeje, disfruté como una loca!!! jajajaja ;-)
- Yo:
Crees que Alberto también se lo pasó bien.
- Ana:
No me cabe la menor duda, pero de todas maneras podemos preguntárselo. te dio el teléfono, ¿no?
- Yo:
Sí, lo tengo, ya le preguntaremos, a ver que nos contesta. Tal vez quiera repetir… o tal vez haya convencido a su novia y quedemos los 4, jejejeje.
- Ana:
No me digas estas cosas que me pongo….
- Yo:
¿Cómo te pones?
- Ana:
Como ayer, como una perrita en celo… mmmm. Por qué te has ido, ahora te haría un buen trabajito!!!
- Yo:
No me digas eso que ya he venido cachondo perdido en el avión recordando como se la chupabas aquella bonita polla, como te follaba, como te follamos los dos y acabamos corriéndonos en tu cara…
- Ana:
¿Y cuando se la comiste tú? ¿No fue como en tus fantasías?
- Yo:
La verdad es que me encantó, además es que tiene una polla preciosa nuestro amiguito… jejeje
- Ana:
Síiii, preciosa!!! muy apetitosa!!!! jejeje
¿A qué hora vendrás? Tengo ganas de tiiii!!!
Espero que no vengas muy cansado. ;-)
- Yo:
Sobre las nueve estaré en casa, el avión sale a las siete, mientras salgo, el coche, etc… Sí, sobre las nueve estaré y por cansado que esté no te escapas!!!
Un beso cariño, no puedo hablar más.
- Ana:
Que te vaya muy bien y aquí te esperaré impaciente y caliente!!! ;-)
Después… reunión y comida de trabajo, etc… A las cuatro terminé, aun me sobraba un rato y recordé que en Madrid había un sex shop de Amantis y pensé que podía matar el tiempo visitándolo para hacer unas compras que poder disfrutar con Ana.
Estuve echando un vistazo general para luego centrarme en los consoladores realísticos, había uno del tamaño de la polla de Alberto, muy real…
- Hola, puedo ayudarte - Me dijo la dependienta con una voz muy dulce.
Me sentí un poco incómodo, pero pensé… por que me voy a cortar, el sexo se ha democratizado y ya no es tabú…
Quería comprar un consolador de estos realistas, lo más realista posible y de este tamaño.
Pues este está muy bien. - Me dijo al sacarlo de la caja.
Era bastante real y muy agradable al tacto.
Fíjate que no huele a goma - me dijo al acercárselo a la nariz - y que el tacto es bastante parecido al natural. Además tiene varios programas de vibración, desde el más suave al más intenso y con esta ventosa de aquí se puede fijar en superficies planas… El tamaño al principio puede asustar un poco, pero se disfruta mucho. - Me dijo sonriendo. - Es un modelo que se adapta a nuestro arnés.
Se nota que lo has probado. - le dije con la misma sonrisa pícara - Seguro que a mi mujer no le asusta, creo que le encantará. Dame el arnés también, habrá que probarlo todo. ;-)
Jajaja, tengo uno igual. - sonrío de nuevo - Espero que lo disfrutéis mucho.
Ya en el aeropuerto… WhatsApp:
- Ana:
Seré tu sirvienta, cuidaré al señor después del duro día de trabajo.
Hace unas semanas le regalé un disfraz de sirvienta muy, muy sexy que deja su culo al descubierto y sus pechos mínimamente escondidos, con unas medias negras y esos zapatos de tacón que hacían que su trasero fuese aún más respingón, más apetecible.
- Yo:
Me parece estupendo, me encanta mi sirvienta!!! Pero si no te portas bien tendré que castigarte con unos buenos azotes en ese culete.
- Ana:
Seré muy, muy mala…
Estaba deseando llegar, sólo de imaginármela con ese disfraz ya me ponía cachondo, con los tacones, las medias… ufff!!! Además llevaba el clon del miembro de Alberto y quería follarla con él, metérselo en el coño, hacerlo vibrar mientras le como el clítoris….
Llegué al parking de casa, subí en el ascensor sin parar de pensar en el polvo que íbamos a pegar.
Perdona, puedes aguantar la puerta que subo contigo. - Me dijo la vecina que por lo visto acababa de llegar y venía cargada con bolsas de la compra.
Sí, Sí, le dije mientras le ayudaba.
Gracias, estoy muerta, un día duro.
Ya está por hoy, a descansar. - Le dije mientras subía el ascensor.
No tenía mucha confianza con los vecinos, aunque reconozco que es muy guapa, directora de banco de unos 38 años, separada.
Decidí picar al timbre en lugar de abrir la puerta pensando que Ana me abriría la puerta disfrazada de sirvienta y que tal vez la podía ver la vecina. Jejeje
- Hola señor. - Me dijo al abrir la puerta con aquel atuendo de infarto y al salir al rellano, sin pensar que podía haber alguien.
La vecina, que estaba abriendo la puerta, se giró y la pilló infraganti. Ana se puso roja como un tomate y empezó a reír, a lo que nos sumamos la vecinita y yo.
Es que viene de viaje y lo tengo que cuidar como se merece. Jejeje.
Que suerte tienes con el servicio!!! Yo mira cargada con bolsas y ahora a hacer la cena, guardar la compra, etc… - Dijo la vecina con una sonrisa muy pícara.
Pues sí, tengo mucha suerte. - Le contesté mientras agarraba el trasero de Ana. - Si algún día no te apetece hacer cena estás invitada, pero yo seré el sirviente. Jejeje. Intercambiamos las “obligaciones” domésticas. Si a la señora le parece bien. - Dije mirando a Ana.
Vale, pero te tienes que poner este uniforme. Jajaja. - Contestó mi mujer.
De acuerdo, cuando llegue cansada ya se que en vez de abrir esta puerta, tengo que picar en la vuestra. Buenas noches y que disfrutéis mucho!!! - Vecina.
Entramos en casa y estuvimos riendo durante un rato. Después Ana me dijo:
Me lo ha parecido a mí o es que no te importaría tirarte a la vecina.
Bueno, matizo, no me importaría que nos tiráramos a la vecina. Jejeje.
Pillín, pillín!!!
Empezamos con el juego:
- Venga señor que le he preparado un baño.
La seguí disfrutando del movimiento de sus nalgas al caminar… Uffff, pero que culo tiene!!! La bañera estaba preparada con velas, espuma, música… Me desnudó y me hizo meterme en la bañera mientras acariciaba mi miembro que en esos momentos estaba bastante duro.
¿Te ha puesto así la vecina?
Mujer, reconozco que la situación me ha dado mucho morbo.
Eso me ha quedado claro, hasta la has invitado. - Dijo sonriendo Ana.
¿Te ha molestado?
Noooo, me ha dado tanto morbo como a ti!!! - Me decía mientras seguía tocándome la polla.
Me encanta que me la toques, mmmm…
El señor, está cansado y necesita relajarse. No diga nada y disfrute del momento.
Tras un par de minutos de masaje sobre mi miembro, me paso la esponja con gel sobre el resto del cuerpo y me dio un masaje en la cabeza y los hombros.
¿Le gusta al señor? ¿Quiere que siga?
No prefiero salir ya, tengo otras necesidades.
Salí y mi sirvienta me secó con la toalla. Se puso a caminar nuevamente delante mío con ese movimiento de trasero que me ponía a mil. No pude evitar darle un cachete que sonó bastante fuerte…
Ayyy!!!
Seguro que has sido mala, que has estado pensando en Alberto y por eso te mereces unos azotes en este culo que me tiene como una moto…
Sí señor, he estado pensando Alberto, he sido muy mala!
La cogí, me senté en el sofá, la estiré encima mío, con el culo sobre mis piernas y le di un par de cachetes más, bastante sonoros por cierto, que le dejaron marcada la huella de mi mano en sus nalgas.
¿Has pensado en su polla? ¿Te gusta su pollón? - Le dije, mientras empecé a comerle la rajita del culo.
Me encantó que se la comiéramos los dos…
Quiero follarte este cultivo, quiero follártelo zorrita…
Me coloqué entre sus piernas, la levante un poco cogiéndola por las caderas y se la clavé en el culo que estaba mojado por mi saliva y de lo cachonda que estaba. Estuve bombeándoselo varias veces, hasta que me acordé de la verga de Alberto, de la que compré en el sex shop.
- Ahora vengo putita…
La cogí de la bolsa que había dejado junto al sofá.
Mira que he traído, una polla como la de nuestro amigo.
Ufff, creo que es más grande, ¿no? - Ana
¿No quieres probarla?
Claro que sí….
Empecé a comerle el coño mientras con el consolador vibrando, acariciaba sus labios, su clítoris. Se lo metí y empezó a gemir… Se lo saqué, chorreando de sus flujos y me lo llevé a la boca, haciéndole una mamada con la mirada atenta de Ana.
Mmmm, como te gusta!!!
Tanto como a ti zorrita!!!
Se lo volví a meter y sacar varias veces para después llevarlo a su boca…
¿Quieres que te follemos los dos?
Sí, follarme los dos, como ayer.
Me senté en el sofá, ella se sentó sobre mí, metiéndose mi polla por el culo. Cogió el vibrador y se lo metió en el coño, yo cogía sus tetas, pellizcando sus pezones, aún con las medias y el disfraz, con los tacones apoyados sobre el sofá.
- Joder cariño, me voy a correr, me voy a correr como una perra. Joder que cachonda estoy, mmmmmm, me corroooo, me corrroooo, me corrroooooo!!!!! - Decía gritando sin reprimirse lo más mínimo.
En nuestro rellano sólo teníamos a un vecino más, bueno vecina, ya que eran los áticos.
Seguro que te ha oído la vecina y se debe estar tocando. - Le dije.
Eso te gustaría a ti. - Ana.
¿Y a ti no? ¿No te da morbo?
Muchísimo, me encantaría que se estuviera metiendo su vidrador mientras se toca las tetas…
Fui de nuevo a la bolsa y saqué el arnés para que se lo pusiera Ana.
- Mmmmm, me encanta!!! Ahora te toca a ti. - Me dijo poniéndoselo.
Se quedó de pie enfrente mío con la polla como si fuese Alberto. Empecé a chuparla, agarrándola por las nalgas, ella me estaba follando la boca con sus movimientos que hacían llegar su “gran falo” hasta mi garganta, provocándome alguna que otra arcada.
¿Te gusta cabroncete? Chupámela, chúpame la polla!!!
Mmmmmm, mmmmm!!!!
¿Quieres que te folle el culo? - Me dijo tirándome del pelo para apartármela de la boca para que pudiera contestar.
No, no, tiene que doler, es demasiado grande.
Se quitó el arnés, separo la polla de él y me tumbo boca abajo. Empezó a pasarme la punta por mi agujero del culo sin apretar, vibrando, ufffff. Me azotó como yo había hecho con ella.
Tras unos minutos de ese masaje anal me dio la vuelta y empezó a masturbarme, a pajearme, escupiendo sobre mi polla. Estaba a punto de correrme y se lo hice saber.
¿Quieres correrte en mi cara? Mmmmmm!!!! Me encanta.
Sí, quiero llenarte la cara de leche, lamértela luego y morrearnos!!! - Le decía mientras ya brotaba de mi miembro un chorro sobre su cara…
Mientras yo me estremecía, ella cerraba los ojos para que no le entrara mi semen en ellos. Me abalancé sobre su cara para chuparlo y besarla como un loco… que cachondo que estaba!!!
Nos quedamos tumbados, descansando, yo acariciaba sus pechos…
¿Crees que la vecina nos habrá oído? - Ana.
Seguramente, es más pienso que habrá estado con la oreja bien atenta. - Yo.
¿Se habrá tomado en serio la invitación que le has hecho? - Ana.
¿Te gustaría? - Yo.
Es muy sexy, creo que no estaría nada mal, ¿te has fijado en sus tetas? - Ana.
¿Que si me he fijado? Están apuntando hacia arriba diciendo ¡Cómeme! - Yo.
Que capullo eres! Jejeje. Creo que si ella no se decide habrá que invitarla algún día.
Me parece estupendo, cuando quieras cariño.
Ya sabéis, si os ha gustado comentarlo y animarme como lo habéis hecho con el relato anterior a escribir otro.
Gracias a todas y todos.