Reencuentro con un viejo amigo

Una fiesta fue la excusa perfecta para volver a verlo y más aún para comerme a un buen amigo, lo que nunca me imaginé fue que terminaría siendo una tercia.

Por cuestiones personales no había podido escribir nada nuevo pero ya regresé, espero sea de su agrado este nuevo relato.

Reencuentro con un viejo amigo.

Estos días de encierro me tenían frenética, no había tenido oportunidad de encontrarme con mi amigo sexual, lo extrañaba con cada átomo de mi ser y es que el sabía la manera exacta de prenderme y hacerme gozar como loca, mi panochita lo extrañaba a mas no poder, estaba despojada de aquello que me hacia feliz.

Los días se me desgranaban a cuenta gotas intentando encontrar la manera de no pensar en aquello que tanta falta me hacía y es que la relación con mi pareja se encontraba algo fría, tenía varios días que el estrés y la preocupación nos habían alejado un poco, es decir nos llevábamos bien sin embargo las relaciones sexuales estaban algo escasas, esta situación realmente me tenía algo fastidiada y no podía dejar de extrañar a mi “amigo especial” por las noches lo soñaba y lo extrañaba, mis dedos juguetones inmediatamente se introducían en mi rajita arrancándome gemidos sordos, pellizcando mis pezones y mordiendo la almohada me daba gusto, recordando cada una de las veces en las cuáles me había cogido y todas aquellas travesuras que juntos habíamos hecho.

Pasaban los días y el jugar a solas se me había tornado costumbre, ya sea a la hora del baño o por la noche antes de dormir y casi nunca faltaba el de la mañana para levantarme con mucha energía, sin embargo algo me hacía falta y eso era sentir sus manos sobre mis senos o tomándome fuertemente de la cadera, ansiaba tanto sentir una rica verga entrando en mi rajita que comenzaba a sentirme ansiosa y desesperada.

Una casualidad vino a cambiar esa situación y es que en una famosa red social me topé con un grupo de ex alumnos del bachillerato en donde estudié , me encontré con algunos conocidos con quienes compartí algunos momentos, en la emoción del reencuentro y recordar todas las tonterías que hacíamos quedamos en reunirnos en cuanto hubiera chance.

Finalmente la cita quedó para un fin de semana, iríamos a la casa de uno de ellos, sería una buena oportunidad de ver a  la bandita, las expectativas no eran muchas pues ya habían pasado varios años desde la última vez que nos habíamos visto, me sentía emocionada y muy inquieta el encierro no es buen consejero pues una vocecita me decía que podría encontrar un buen cogedor.

Quedé con un viejo amigo de encontrarlo en una plaza, de ahí el me llevaría a donde sería la fiesta, me había puesto una faldita de mezclilla azul deslavada que era mi favorita, me llegaba a medio muslo y dejaba ver buena parte de  los tatuajes de mis piernas, una blusa negra de escote pronunciado y unas botas de caña alta color café caramelo, me había puesto ropa interior de encaje solo por si acaso, en la entrada de la plaza miraba el móvil de tanto en tanto contestando algunos mensajes que me enviaba mi chico, no le había sido posible ir conmigo a la fiesta ya que saldría tarde de trabajar, le prometía enviarle mi localización en caso de que quisiera alcanzarme mas tarde.

Escuche un claxon y al levantar la mirada vi un carro estacionado a unos pasos de mi, tardé unos cuantos minutos en reconocer a la persona que me hacía señas desde el interior, definitivamente no se parecía para nada al chico que recordaba, traía la cabeza rapada y una espesa barba, además se había quitado los piercing que traía, mmm a simple vista se veía muy bien, sin duda estabas mas atractivo de cómo lo recordaba,  cuando por fin constaté de que era él baje las escaleras que nos separaban y me acomodé en el asiento del copiloto, me estiré para saludarlo y sin querer mis senos rozaron su brazo, un corrientazo me atravesó y me sentí ansiosa de sentir unas manos fuertes tomar mis pechos, al verlo a la cara pude darme cuenta de que se había turbado por la cercanía, evitaba mi mirada y no tardó en hacerme conversación para quitar un poco de tensión al momento.

En ese instante decidí que me lo llevaría a la cama, Héctor(que así se llamaba) siempre me había gustado pero en ese entonces yo tenía novia y nunca habíamos concretado nada, ahora ya adultos bien podría dármelo sin sentir culpa o ataduras, el resto del viaje indagué un poco sobre lo que había sido su vida hasta el momento y supe que tenía una pareja con quien vivía desde hacía algunos años pero que por cuestiones de trabajo no lo acompañaría, de tanto en tanto me acomodaba y me revolvía en el asiento dejándole ver una buena parte de mis piernas, mis pechos se mecían y se salían un poco de su escote y de reojo lo veía relamerse los labios dudando entre si dar otra ojeada o apartar la mirada, el juego me gustaba, entre más difícil fuera más lo disfrutaría.

La casa a donde iríamos estaba lejos, y a esa hora el tráfico era una locura por lo que tardaríamos en llegar, hicimos una parada en la gasolinera para llenar el tanque y aproveché para ir al sanitario y a comprar una cajetilla de cigarros, al subirme de nuevo al carro acomodé mi bolso en el asiento trasero, dejándolo mal puesto se cayó por lo que tuve que estirarme dejando mi culo al aire que para su sorpresa estaba completamente descubierto ya que me había quitado las pantaletas, pude escuchar un gemido de sorpresa, al acomodarme de nuevo sobre mi asiento solo pude decirle: lo siento ya te enseñé de mas y le sonreí de manera coqueta.

Sobre la autopista detuvo el auto y se lanzó sobre mis pechos, besándome con ansias metía sus manos entre mis piernas sintiendo mi humedad, yo estaba súper caliente, chorreante, hirviendo y  sin pensármelo mucho abrí mis piernas de par en par y lo jalé hacia mi humedad, la posición era incomoda la palanca de velocidades y el poco espacio entre el tablero y los asientos no dejaban mucho margen para hacer cosas divertidas, y viendo que pocos autos pasaban por ahí decidimos bajarnos.

Recargada sobre la portezuela y con una pierna sobre su hombro disfrutaba de una rica comida de panocha me mamaba el clítoris y metía su dedo medio en mi culito,mmm que rico, estaba a punto de hacerme ver las estrellas y no necesariamente las del cielo, cuanto sintió que los músculos de mi ano comenzaron a contraerse se incorporó me dio la vuelta y sin decir agua va me la dejó ir hasta el fondo, sus manos apoyadas sobre mis senos le daban mayor fuerza de empuje, algunos autos pasaron y la sensación de saber que se daban cuenta de que  este tipo me estaba cogiendo en plena carretera me encantaba.

Un mar de fluidos comenzó a escurrir de mi interior, no me daba pena gritar ni pedir que me diera mas fuerte al final de cuentas estaba más que acostumbrada a exigir y dar placer, sentí como comenzó a tensarse a agarrar más fuerte mis pechos hasta casi hacerme daño, un gruñido y un gemido, seguidos de laxitud en su cuerpo, ummm que delicia!!! Me gusta tanto saberlos satisfechos!!!

Me ofreció un kleenex para limpiarme un poco, era bastante leche la que escurría libre por mis piernas y el fuerte aroma a sexo no pasaba desapercibido, un poco de agua bastaría para poder limpiarnos los restos de flujo y semen, ya nos habíamos retrasado bastante de la hora acordada con los demás así que reiniciamos la marcha, la atmosfera había cambiado bastante, y a pesar de que no estaba para nada arrepentida de lo que había sucedido el parecía apenado y no sabía que decir, así que decidí romper el hielo aclarándole que lo que acababa de suceder no nos comprometía para nada ni mucho menos nos ataba en una relación más allá de la amistad chida que teníamos desde hacía varios años.

Llegamos a la dichosa fiesta bastante tarde tuve que inventar una excusa para disculparnos por el retraso, inmediatamente él se escabulló por ahí en busca de cerveza y yo me quedé charlando con una vieja amiga, algunos intentaban  prender el asador para preparar la carne asada, alguien bebía de más y la música estaba a todo llenando el ambiente, pero no podía evitar buscarlo con la mirada, lo localicé con unos amigos, pero el desviaba la vista, que estará pensando? Me preguntaba.

Así pasaron un par de horas en las que me sentía más fuera de lugar ya que cada que intentaba acercarme él se alejaba con cualquier pretexto, al parecer había cometido un grave error ya que nuestra amistad no volvería  ser igual después de esa noche (al menos eso es lo que yo pensaba), tome mi móvil y marqué a mi muchacho para pedirle que fuera por mí y esperaba que tuviera la noche libre, tal vez podríamos perdernos por ahí,mmm sin duda sería delicioso pasar la noche a su lado, un timbrazo, dos, tres… por fin al sexto me contestó, iba saliendo de su trabajo  me dijo que pensaba alcanzarme más tarde le expliqué que estaba en la fiesta pero que me quería ir ya, le mandé mi ubicación y pensé que en la moto llegaría en no más de hora y media, ya  relajada ante la perspectiva de que estaba en camino e imaginando la noche que podríamos pasar juntos comencé a calentarme de nuevo.

Bebíamos y algunas parejitas comenzaban a bailar la chica con la que hablaba al inicio me invitó a bailar y se mostraba muy linda conmigo,  la miré con mas atención, realmente era wapa, sin tener un cuerpo espectacular y mas bien tirándole a flaquita y algo bajita de estatura, calculo que medía cerca de 1.55 cm, no era del todo mi tipo, pero me resultaba agradable, ya entradas en la charla y el baile, me dijo que me recordaba de algunas fiestas en las que habíamos estado, me apenó bastante no recordarla, pero realmente ella no era una chica en la que me habría fijado en ese momento de mi vida.

Bebiendo y bailando se me pasó el tiempo rapidísimo, un mensaje en mi móvil me llamó la atención, mi chico estaba a punto de llegar, me retiré al baño para arreglarme un poco pensando en que quería verme bien para el y disfrutar una noche movida, al salir de nuevo al jardín comencé a buscar con la vista a mis conocidos para despedirme de ellos ya que esperaría a mi chico afuera de la casa, no vi el momento en que Héctor se acercó por mi espalda y me tomó del brazo para hacerme voltear y repegarme a la pared , sentí su verga dura restregándose en mi abdomen, había bebido bastante más que yo, buscaba mis labios intentando besarme y si bien me había gustado cogérmelo en la carretera no me latía la idea de que me mamaseara frente a todos.

Acercándome a su oído le dije que ahí no que fuéramos a otro lado, entramos a la casa y buscamos un cuarto que estuviera desocupado pensé que con una mamada rápida se conformaría y que aún tenía tiempo antes de que el llegara , al pasar no me dí cuenta de que alguien nos había visto entrar a la recamara, lo sentía ansioso y caliente, apenas entrar me recostó sobre la cama y abrió mis piernas, de manera brusca comenzó a meterme sus dedos, esperando la humedad perfecta para dejármela ir toda, ahora la situación me resultaba incomoda mi chico estaba por llegar y no sabía cómo se tomaría el encontrarme con otro, intentando acelerar las cosas me acerqué a la orilla de la cama y abrí mi boca para recibir su verga hasta mi garganta, me aplique mamandosela procurando que terminara lo mas pronto posible, lo escuchaba gemir y movía su cadera adelante y atrás llevando un ritmo propio.

No pude evitarlo, mi rajita comenzaba a mojarse, es que hacer sexo oral me ponía tan caliente, la música afuera estaba tan alta que no escuchamos cuando tocaron la puerta, y solo me dí cuenta que alguien había entrado hasta que lo tuve frente a nosotros, lo primero que vi fueron sus pies,el aroma de su loción llenó todo el cuarto, sentí su presencia y retirando las manos de Héctor de mi cabello por fin levante la mirada, su expresión en definitiva no fue de alegría.

-       Y bien? Me vas a decir de que se trata? Su voz sonó dura, lisa, pocas veces le había escuchado así

-       Me pediste que viniera por ti para encontrarte con una verga en la boca?

Me quedé helada, lo que no quería que pasara ya había sucedido ,me levanté lentamente y me acerqué a el, buscando las palabras correctas, pero que excusa podía darle? Acaso sería creíble si le dijera que no era lo que pensaba? Que había sido un accidente?

-Se que fue un error, pero tenía ganas de disfrutar un rato, no puedo disculparme mejor ven y disfrutemos los dos.

Mi amigo nos miraba, su miembro poco a poco se iba bajando, se sentía inquieto no sabía a que hora mi muchacho se le iba a ir encima, hizo el intento por alejarse, pero sus pies estaban clavados en el piso y no atinó a moverse  esperando la reacción de mi chico- y bien? Te quedas a jugar o te vas? Me sorprendieron mis palabras, sabía perfectamente que me la estaba jugando, si decidía irse no volvería a verlo y eso me afectaría mucho, pero aún más me sorprendió  ver que lentamente se dirigía a una silla que estaba frente a  nosotros.

Se sentó y tomándose unos momentos para pensar en lo que haría me dijo-sigue en lo que estabas, no te fijes en mi presencia-estaba molesto, se que si le hubiera dicho desde un comienzo que quería disfrutar con otra persona  no se habría molestado al contrario, me hubiera ayudado me habría dado  ideas, pero estaba molesto.

Mientras pensaba en eso mi boca volvió a abrirse tratando de reanimar al amigo dando largos y húmedos lengüetazos, succionando, y con mis manos masajeando suavemente sus testículos, miraba a mi chico directamente a los ojos, me excitaba mucho sentirme  observada  y pensar que deseaba sentirse dentro de mi boca.

Jalé a Héctor mas cerca de donde estaba él y mis manitas comenzaron a jugar con su paquete por encima de la ropa, lo sentía súper duro y me dí cuenta que estaba jadeando, lo sabía!!! Estaba caliente, desabroché su pantalón liberando su riquísima verga tomé su mano guiándolo a su miembro erecto y caliente, deseaba tanto verlo masturbarse para mi, Héctor ya mas relajado volvía a tomar la rienda de la mamada, sus caderas se empujaban fuertemente, el cabrón estaba violando mi boca.

Cansado solo de eso quiso probar nuevamente mi rajita caliente, me volteó dejando al descubierto mi culo, ya con la verga bien ensalivada no tardó mucho en entrar en el estrecho agujerito, Mi chico aceleraba la jalada, estaba por terminar, lo escuchaba gemir y un liquido transparente comenzaba a escurrir entre sus dedos- acércate, dame tu leche en mi boca- no me contestó sin embargo se acercó obediente.

Pero el tenía una mejor idea, se tendió en la cama acomodándome encima de el, sin decirme nada simplemente me la metió en mi panochita hasta el fondo, mmmm que delicia sentirme llena por dos ricas vergas, el estaba caliente me tomaba por la cadera metiéndola duro, Héctor había perdido algo de libertad para moverse al ser el que estaba por detrás, sin embargo no se atrevió a protestar, poco a poco fuimos agarrando un buen ritmo, los tres gemiamos y nos balanceábamos, hector mordía mi espalda dejando casi todo su peso sobre mi espalda, mientras el otro besaba y mordía mis pechos, me encanta ver sus pupilas dilatadas por el deseo!!

Estaba a punto de terminar podía sentir su verga palpitar y eso siempre desencadena un orgasmo delicioso, mi cosita inicio un ritmo violento de contracciones y mis jugos comenzaron a salir, apretaba su grueso tronco, cuando sentí el primer chorro, y los espasmos de su cuerpo bajo el mío, movi mis caderas en círculo así como le gusta, realmente mi atención estaba en el, tenía a otro en el fondo de mi culo pero él era quien me tenía vuelta loca.

Las caderas de Héctor ahora chocaban más fuerte contra mis nalgas, gemía y me mordía la espalda, sentía sus dientes cerrarse fuertemente  en mi piel, me causaba daño pero no le importaba, la ´punta de su verga rozaba con la otra que se alojaba en mi vagina, sus dedos pellizcaban mis piernas, lo sentí temblar y aflojó el agarre, así sin mas.

Se desplomó a un lado de mi sobre la cama, aún seguía algo borracho, se durmió al instante, mi chico me miraba atentamente sin decir nada, podía ver algo mas que enojo en su mirada, tampoco era reproche, aún no podía definir que era pero me preocupaba finalmente dijo: Sabes que lo que me hiciste no es justo? Hemos hecho muchas cosas juntos y nunca te he censurado, pero lo que hoy me hiciste no se vale, mereces un castigo pero ya lo pensaré en estos días.

Apartándome bruscamente se levantó tomó su chamarra y Salió del cuarto, tardé algunos minutos en acomodarme la ropa y salí a buscarlo pero el ya se había ido, marqué su teléfono y me dí cuenta que lo había apagado, tendría que esperar para hablar con el, regresé al cuarto intentando despertar a Héctor pero era inútil, dormía profundamente, busqué una cerveza y salí a sentarme afuera de la casa necesitaba pensar bien lo que haría, no quería perderlo.

Bebía una cerveza y fumaba un cigarro perdida en mis propios pensamientos, no me dí cuenta que alguien se acercaba, levanté la mirada y era la chica con la que bailaba hacía un rato, se sentó a un lado de mi quitándome de la mano la lata de cerveza, le dio un trago y me miró con una sonrisa traviesa, había bebido mucho por lo que se notaba- te comiste a dos cabrones? Si que eres tremenda-

-quien te dijo eso???

-casi ni nos dimos cuenta, te metiste con Héctor y luego entro el otro, casi ni se escuchaba tampoco , deberína de ser mas discretos.

-ahh fue eso, bueno no era el plan en todo caso

Iba a decirle algo mas cuando me dio un beso largo y húmedo.

Pero eso ya es parte de otra historia