Reencuentro Con Mi Sobrino

Y caí en los brazos de mi sobrino, sin pensarlo, pero acabé haciendo lo que hacíamos antes.

Hola a todos mis lectores favoritos, hoy les traigo otro relato, como les contaba en el anterior, rompí toda relación con mi sobrino, pero como dije, no puedo prometer que no pase nada… Pues con él pasé muchas buenas cosas, y la verdad es que lo quiero mucho, empiezo.

El viernes iba a ir a comprar ropa, pues ya lo necesitaba, estaba por salir de casa cuando me lo topo y nos saludamos, me preguntó que donde iba y le dije que a comprarme un poco de ropa, me dijo que si me acompañaba y pues no le vi lo malo, a lo que le dije que sí, nos fuimos en el carro, fuimos platicando de cómo le estaba hiendo en la escuela, etc. etc…

Total, entramos a diferentes tiendas de ropa pero nada me gustaba sinceramente, hasta que una de tantas me encantó un vestido corto color negro, fuimos y le dije a chica que si tenía talla para mí, me dijo que sí que pasara a probármelo, le dije a Alan que me esperara tantito, entré a los probadores, me medí el vestido y me quedó tan perfecto que me enamoré por completo de él, obvio lucía super sexy a lo que salí del vestidor y para tener la opinión de mi sobrino, le dije…

Yo: ¿Cómo me veo Alan?, ¿mal?, ¿regular?, ¿o super sexy?

Al verme él, pude ver como peló los ojos, tragó saliva y me dice…

Mi sobrino: Este… Bien… Sí, bien Anto.

Tartamudeo mucho que no le entendí muy bien, a lo que le volví a decir…

Yo: Habla recio que no te escucho bebé, dime, sin pena, como si nunca me hubieras visto con ropa así jajaja (me reí y le hice una cara de coqueta)

Él se paró, se dirigió dónde estaba, volteó para ver que nadie lo viera y se metió hasta donde estaba… Me abraza, me aprieta de tal manera las nalgas que me dolió, pero fue placentero y me dice pegándose a mi oído…

Mi sobrino: ¿En verdad quieres saber cómo te vez Anto?, pues te vez tan rica, sabes que me fascina verte con ropa así, lo haces a propósito, me incitas a quitarte todo esto aquí mismo y hacerte mía como antes, ¿eso quieres?, dijiste que ya no querías nada conmigo, pero veo como me provocas, ¿quieres que te haga mía aquí?

Yo solo me mordía los labios y le respondí con cara de morbosa y picara…

Yo: Creo que te estás tardando y hablas mucho Alan.

Al escuchar eso, me agarró de la cintura, me metió al probador pero sin antes checar que nadie viniese a donde estábamos, cerró la cortina y me besó de tal manera que no les miento, me mojé toda, yo dije que había cortado toda relación con él, pero las tentaciones son malas y más con él, al momento que me besaba, recorría con sus manos mis piernas, las empezó a subir hasta subirme el vestido, llegar a mi tanga blanca que traía puesta y me empezó a tocar mi vagina por encima de mi tanga, supe que estaba mojada porque luego sintió.

Se apoderó de mis pechos sin quitarme nada, me besó el cuello y a mí me matan que me besen en el cuello, me volvió a besar, entre besándome me dice…

Mi sobrino: Extrañaba tenerte cerca Anto, extrañaba esto, tenerte entre mis brazos, te haré mía aquí, ahorita, como los viejos tiempos. ¿Me dejas?

Yo ya super excitada y mojada, le respondo…

Yo: Ay Alan, no me pidas permiso y apúrate porque nos pueden ver, hazme tuya bebé, y claro que quiero, vamos.

Así como estábamos, me puso de frente a la pared, me empinó un poco, me alzó el vestido hasta la cintura y me hizo a un lado mi tanga, me la metió muy desesperado que di un brinco, pero sentí tan rico, volverlo a tener adentro, me sentía en las nubes con ese mete y saca.

Lo sentía tan adentro que empecé a sentir orgasmitos de emoción, mientras me seguía agarrando mis pechos, sentía como se le hinchaba la verga más, tanto que bajé mi mano y le sobé los huevos para que viniera rápido. Al sentir eso, me dice entre dientes…

Mi sobrino: ¡Anto me voy a venir!, si me sigues sobando mis huevos me voy a venir ¡oooh!, ¡que rico!

Le seguí jugando los huevos que se les hinchó demasiado que me asusté, pero estaba sintiendo tan rico, que también estaba por venirme y se lo hice saber…

Yo: Bebé me voy a venir, sigue y no te pares que me voy a venir ¡aaah! ¡aaay bebé! La tienes muy grande e hinchada y eso me hace sentir más rico, ¡sigue!… ¡Sigue!… ¡Sigue!

Me vine bastante que le chorree la verga y él al mismo tiempo también me dice…

Mi sobrino: ¡Anto me vengo!, me quiero venir adentro de ti, ¡aaah! ¡Me voy a venir!

En eso reaccioné y le dije que no, porque no podría tomarme pastillas, ya que apenas las utilicé. Y como vi que no me escuchaba como pude me safe de él y se vino en el piso, gran chorro de semen que me sorprendió, para compensarlo, me agaché y le empecé a mamar la verga hasta dejársela limpia. Sólo me dijo…

Mi sobrino: ¡Ay Anto!, no succiones que me haces sentir cosquillas, ¡ooh que rico!

Se la limpié toda, me levanté, verifiqué que el vestido no se hubiese manchado y me cambié rápido, él igual se arregló todo, al salir me abraza por la espalda, me da un beso en la oreja y me dice…

Mi sobrino: Gracias Anto, aunque dijiste que ya no querías nada conmigo, sigues disfrutando cuando hacemos el amor, con eso me quedo satisfecho, creo que sigues siendo mía en ese aspecto, te amo tía, eres la mejor, te veo afuera.

Se me enchinó la piel y creo que tiene razón en algunos puntos, seguiré cayendo con él en cuanto al sexo, pues con él experimenté muchas cosas, yo le enseñé todo, yo fui su primera vez y eso no va cambiar, mientras mi papá no se entere, todo estará normal. Me acabé de vestir, me salí y dejamos todo el piso manchado, por suerte nadie lo vio salir.

Compré el vestido y nos fuimos agarrados de la mano y riéndonos de nuestra maldad.

De verdad me siento muy afortunada de tener seguidores tan geniales y buenos, de verdad trato de responderles a todos en los correos pero son demasiados que no puedo, pero trato de responderles, aunque algunos solo se la pasan ofendiéndome, que pasen bonita noche mis lectores, les mando un beso.