Reencuentro con mi Prima

Un chico trabajador vuelve a casa en su mes de vacaciones, su vida social, su vida familiar, toda entera está destrozada, pero no le importa, se ha centrado en trabajar y solo trabajar, reuniendo, cotizando, para tener un buen futuro, pero uno nunca sabe las vueltas que da la vida y a quien te veras

Reencuentro **a

mi

Prima**

Prologo:

Desde luego mi familia nunca ha sido muy unida y la parte que más o menos estaba aun pegada con el violento divorcio de mis padres termino de despegarse de nosotros. Después de llevarme un año trabajando en Madrid, volví a casa para visitarlos ya que por dificultades económicas mis padres a pesar de todo tenían que convivir y aunque al principio por la mañana se aguantaron mutuamente no pudieron hacerlo el resto del día.

Si bien la situación era tan complicada desde que mi madre estaba con otro y porque mi padre aun la quería. A mí entre ambos me habían puesto en una sola tarde la cabeza como un bombo, así que llame a un viejo amigo y quedamos para cenar fuera, en el corte ingles había tres bares. De camino nos fuimos contando anécdotas divertidas que nos habían pasado este año, al llegar saludamos a un amigo de ambos, que él se acordaba de mí y yo de él, no.

Me gusto que se fijara en el detalle de que ahora estaba delgado y en forma, ya que su trabajito me había costado. Se lo agradecí aunque no lo recordara y me disculpe por no hacerlo. Luego mi amigo y yo, nos fuimos a pedir al Burguer King, mientras estábamos en la cola hablamos de problemas, de que él no sabía qué hacer con su vida, del divorcio de mis padres y de su madre que por algún motivo, seguía soltera.

Estuvimos en la cola un buen rato, porque comparado con los otros bares, el Burguer era el único que siempre tenía cola para pedir, eso me hacia preguntarme qué negocios turbios tendrían los demás para aguantar el tirón, pero eso era algo que nadie sabría nunca, al menos nadie que estuviera vivo… dejando bromas aparte, pedimos y nos sirvieron en seguida, aunque descubrí que la nueva encargada del local, quería ahorrar hasta en sobres de Kétchup, claro, el jefe del local, siempre quiere ganar más y una de dos o recibe más clientes o ahorra en ingredientes.

Luego nos fuimos con nuestra bandeja a una mesa y nos pusimos a comer, nuestra conversación se redujo en consideración, viendo que teníamos la comida caliente delante y ninguno de los dos hablábamos con la boca llena o queríamos que se nos enfriara. Conforme íbamos dando cuenta de la comida que habíamos pedido, la conversación iba aumentando gradualmente y habíamos pasado a la etapa de consejos, estábamos aconsejándonos mutuamente en nuestras negras situaciones, cuando se me acabo la coca cola, ingrediente necesario para terminar de comer sin que se me secara la boca, con la sal de las patatas o la conversación.

Me disculpe con mi amigo con la escusa de que iba a por carburante, iba con el vaso en la mano sin mirar a nadie, cuando escuche: “¡David!” Entonces mire a la mesa que estaba dos sitios más para adelante y vi a Natalia, mi prima, que se puso en pie inmediatamente, llevaba un top bordado con algo de escote de color rosa suave, bastante ceñido a su cuerpo y un vaquero, también bastante ceñido, el pelo suelto casi rubio por media espalda, sus ojos azules, sus labios rosados sin necesidad de maquillaje y mirándola respondí: “Natalia, ¿Qué es de ti? Te has vuelto muy guapa”

Ella hizo un pequeño gesto de rubor, yo mire a su acompañante un tipo muy alto, con pintas de malote o de chico de barrio, mientras le daba tiempo a ella de contestarme “yo aquí, cenando algo ¿y tú?” yo mientras hablaba señalaba a mi amigo que seguía de espaldas sin preguntarse dónde estaba, mientras que tuviera comida por delante “yo que venido unos días de Madrid y estoy cenando aquí con un amigo” ella miro a mi amigo y volvió a mirarme fijamente a los ojos, yo no pude evitar darle un repaso con la mirada a sus labios, su escote, su cintura y de vuelta a sus ojos.

“He tenido dos niñas y un niño, luego respecto a mi marido la cosa no iba bien y nos divorciamos” yo la mire sorprendido, tres críos con solo un año más que yo, tenia veintiocho años y ella veintinueve, no sé que me paso al escuchar eso, pero me subió un poco de ganas de tener algo con ella, al oír que era una fábrica de niños. No es que me pusiera cachondo, era algo mas fuerte un deseo pasional interior o algo así “vaya, lo siento, no tengo tu móvil, ¿te gustaría tener el mío?” Mientras que se me escapaba otra mirada disimulada a su cuerpo al girarse para coger su móvil, tras asentirme con la cabeza y contestar “sí, claro” mis miradas no tenían que pasarle desapercibidas al tío, pero me daba igual, ni yo lo conocía ni lo iba a conocer.

“Estos son mis niños” me enseño la foto que tenia de portada en el móvil en San Antonio con un carrito de tres, ilusionado por la foto conteste sin pensar mucho “se parecen tela a ti, ¿eh?” a ella también se le ilumino la cara al escuchar eso proveniente de mis labios y empezó a enseñarme más fotos de los niños, “Ves aquí, que parecido tiene conmigo, sobre todo esta, mírala” tras un rato viendo las fotos de sus críos, puso la pantalla de contacto, puso mi nombre y me miro esperando mi numero “987-65-43-21” ella sonrió y me comunico “ya estas agregado” yo le devolví la sonrisa y le ofrecí “cuando quieras quedamos y tomamos un café, que en treinta días, me voy” ella para mi sorpresa me rodeo con sus brazos la cintura, rodeando yo a cambio la suya y nos dimos dos buenos besos.

Tras eso, ella siguió con lo que estuviera haciendo allí con ese chico sin los niños y yo seguí mi camino para rellenar mi bebida, pero no podía quitarme a mi prima de la cabeza, hasta su olor, me había gustado. Volví con mi amigo y nada más volver “¿a que no sabes que me ha pasado?” y ahora que me fijaba desde donde yo estaba sentado podía ver a través de mi amigo a Natalia y Natalia podía verme a mí. “¿Qué te ha pasado?” respondió mi amigo, “Que me he encontrado a mi prima y esta guapísima, mírala con disimulo, está detrás tuyo” Mi amigo la miro con disimulo, pero fue tan disimulado que quedo muy obvio que la estaba mirando.

“sí que es guapa, si, pero, ¿y?” yo lo mire sin comprender por donde iban los tiros “¿a qué te refieres con y?” dije un poco molesto y él respondió con una sonrisa maquiavélica “ya lo sabes, después de años sin fijarte en una mujer, ¿me hablas de tu prima?” mi amigo tenía razón, una vez que había superado lo de que mi ex me dejara sin razón y luego jugara conmigo al ahora sí, ahora no, ahora me voy con otro y ahora vuelvo contigo, no me había sentido atraído por nadie, prácticamente desde hacía años no había mirado a nadie, pero desde que mi prima me había dicho que era madre de tres hijos, no podía dejar de mirarla.

Estaba intentando analizarlo, cuando caí en que mi ex tenía una hija, quizá estaba intentando reemplazarla, con una situación similar pero más conveniente, porque sus hijas eran pequeñas y la de mi ex era mayorcita ya o eso, o directamente me ponían las madres. “Creo que me pone por el hecho de ser madre” mi amigo puso una cara rara y me vi con la necesidad de explicarme “a ver no me pasa con tu madre, tranquilo, solo me ha pasado con mi prima” y mi amigo rio entre dientes “si te llega a escuchar mi madre, creo que la vería pegar por segunda vez en la vida, no estaba pensando eso, estaba pensando en que es tu prima” yo estaba todavía tragando sus palabras cuando mi prima paso por nuestro lado para ir al baño, sin mirarnos, pero yo si la mire.

“creo que esto es un problema, no busco una relación, solo buscaría sexo con ella” mi amigo abrió los ojos de par en par “pero, ¿tú sabes la que se puede liar en tu familia? Porque no sería mama, me he liado con el primo o estoy saliendo con él, que todavía está aceptado en la sociedad, seria, me he acostado con el primo, que no está aceptado en la sociedad” mi amigo tenía razón y bueno, todo iría bien, mientras que mi prima no me hablara por Wassap, ya que ella tenía mi numero y no yo el suyo. “Bueno, todo irá bien, le pasado mi numero y no me ha hablado todavía” pero a mi amigo siempre le gustaba llevarme a situaciones límite.

“¿y si lo hace?” nos miramos retándonos por un segundo, mi prima paso por nuestro lado sin mirarnos otra vez, yo le mire el culo mientras el preguntaba” ¿no os saludáis?”Y yo conteste “¿ves? Si no me saluda al pasar por mi lado, como me va a mandar un wassap” Pedro contesto de nuevo “pero, ¿y si lo hace?” yo sonreí con malicia, mientras que la mirada de mi prima y la mía se unieron un segundo, mientras que ella jugaba con la cañita. “intentaría tirármela” Pedro no contento con eso, pregunto “¿y si ella quiere algo más?” se me torció el gesto sin poder evitarlo, “yo no quiero tener pareja nunca más en la vida” el metiendo el dedo en la herida pregunto “¿superaste lo de Eva?” yo negué con la cabeza “solo me olvide” entonces fue él quien negó con la cabeza.

“Esas cosas no se olvidan nunca, se superan” pero ¿Quién podría superar algo así? Una tía que te deje por nada, una tía que luego juegue contigo, porque no quiere sentir aunque sienta y simplemente por llevarnos unos años de edad, edad que no se notaba ni física, ni mentalmente, ni nunca se hubiera notado. “pues yo la olvide, por cierto como fue lo de tu madre” nuestro tema se desvió por como pego a otra madre de una forma que no podía siquiera imaginarme en mi cabeza, mientras que mi prima tonteaba con su amigo o conmigo, se puso una chaqueta al poco y se despidió de mi en la distancia y seguramente nunca más sabría de ella.

Recordé con mi amigo que el primero en verle el chocho a mi prima fui yo, ya que nos metíamos en el baño a jugar y él me conto que él jugaba a explorar y a los novios con sus primas, creo que en mi infancia hice el canelo porque nunca jugué a esas cosas con mis primas, solo a las casitas. Estuve hablando con mi amigo hasta las dos de la mañana y nos despedimos porque ya me entro sueño a mí, estaba cansado del viaje y ya no estaba para esos trotes.

Pasaron los días, mi hermana y yo evitábamos estar en casa bajo ningún concepto, aunque no me quedaban muchos amigos por aquí, las gemelas estaban casi siempre ocupadas con sus novios, su hermana mayor seguía soltera y tenía algo más de tiempo para tomar cafés, le conté a mi madre que me había visto a mi prima y que me hubiera gustado tomar un café con ella, pero que no me había llamado, mi madre solo se encogió de hombros, era normal, nuestra familia estaba rota, que esperaba, ¡¿milagros?!

El jueves, cuatro días después me despertó un Wassap, era un numero que no tenia, así que leí entre sueños lo que me había dicho… “Buenos días, soy Natalia, ¿quieres tomar un cafelito, esta mañana conmigo?” Conforme iba leyendo me iba despertando hasta llegar el momento que tenía los ojos abiertos de par en par, pegue un salto de la cama, me empecé a pelear con el armario para vestirme y a pelear con mi familia por el baño para lavarme los dientes y la cara, antes de que nadie entrara y tuviera que esperar, mientras le contestaba, “voy ahora mismo, ¿Dónde nos vemos?”