Reencuentro con mi Ex Parte 2

Cayendo en las telarañas de un hombre dominante

Caminamos dos cuadras hasta llegar a su carro, tenía un Audi deportivo del año en color negro, nunca me hubiera imaginado que le fuera tan bien económicamente, cuando éramos novios era muy flojo en la escuela y nunca había trabajado en su vida, pero ahora era un hombre exitoso, la verdad me sentí aún más atraída a él al ver su hermoso carro, caminaba abrazada de un hombre poderoso y eso me volvía loca.

Me abrió la puerta del lado del copiloto y me subí torpemente por mi estado de ebriedad.

Cuando subimos al carro volteó a verme revisando mi aspecto.

  • te ves muy sexi con esa ropa, pero demasiado corriente para ir en este auto. Quítatela.

Su petición me sobresaltó no esperaba que me pidiera algo así, me parecía muy arriesgado, nos podía parar la policía o ver alguien que me reconociera.

  • mejor ya que lleguemos a tu casa Joel

No creo que sea buena idea.

Joel volteó al frente y prendió el carro, buscó una estación de radio con música electrónica y acomodó los espejos laterales.

  • No vas a ir en mi carro vestida así, si quieres bajate, pero no me hagas perder mi tiempo.

Me causaba mucha ansiedad andar desnuda por toda la ciudad en su auto a la vista de quien mirase a la ventana, pero no podía bajarme de su auto, deseaba demasiado ser suya, tenía la concha palpitando y chorreando

mi jugo, y él se veía tan sexy con su traje en su auto lujoso que comencé a quitarme la blusa, después me quite el brasiere dejando fuera mis enormes pechos, y finalmente me quite la falda dejando expuesta mi vagina. Estaba sudando y los asientos de piel se pagaban a mi cuerpo desnudo.

Joel me miró y me acarició un pecho, al sentir sus manos sobre mis senos se me escapó un pequeño gemido. Joel encendió el aire acondicionado al máximo. Arrancó el carro y comenzó a manejar por la ciudad conmigo desnuda a su lado.

  • te mueres por que te coja verdad? Estás desesperada, se nota, extrañabas que te tocara un hombre de verdad, un hombre que te sepa tratar cómo te mereces, Estoy seguro de que nadie sabe cómo yo cómo calentarte.

Joel tenia razón, solo el me podía calentar de esa forma, pero me sentía mal de admitirlo, la realidad es que todavía amaba a Diego, con todo y su infidelidad, me quede callada confundida con mi culpa.

  • esta bien, no tienes que decirlo con palabras, yo lo sé, métete dos dedos a esa Conchita y muéstrame que tan mojada estás.

Metí mis dedos en mi vagina que chorreaba sobre su asiento de piel, al sácarlos un hilo grueso de mi baba vaginal me colgaba desde los dedos a la altura de mi rostro hasta mi vagina. Joel miró y se le escapó una pequeña risa.

  • vaya zorrita caliente que eres Andrea, no puedes disimular ni un poco. Comete tu baba...Y tomate tu tiempo, disfrútalo si de verdad quieres que te coja.

Sin pensarlo dos veces me lleve los dedos a los labios y empecé a dar pequeños lengüetazos como si fuera una paleta. Después de cada lengüetazo hacía ruidos como si disfrutara muchísimo su sabor, no sabía mal pero en verdad los hacía para exitar a Joel.

  • Muy bien hermosa, está rico tu postre? Come más bonita, agarra mas de tu juguito.

Sus palabras me emocionaban, sabía que él lo estaba disfrutando, metí todos mis dedos a mi concha, salían llenos de mi baba espesa, y los chupaba saboreando como si fueran lo más delicioso que había probado en años.

  • cierra los ojos bonita y sigue comiendo, imagina que es miel.

Cerré los ojos y seguí metiendo mis dedos y chupando mi juguito, estaba inspirada disfrutando del juego, lo hice unas cuantas veces más pero cuando abrí mis ojos me di cuenta que el auto estaba detenido en un semáforo en rojo y un joven limpia vidrios estaba con la cara casi pegada al cristal disfrutando del espectáculo, mirándome con una cara llena de perversion.

Me asusté muchísimo, con todo y la ebriedad eso era demasiado para mi, traté de taparme los pechos con las manos.

  • avanza joel avanza !

Comencé a grítale molesta, lo que le pareció muy gracioso, él se reía mientras yo seguía gritándole que avanzara. Hasta que el semáforo se puso en verde.

Pero Joel no avanzó.

  • ya joel en serio, avanza por favor

Le rogué incómoda ante la situacion, mientras seguía tratando de cubrir mi cuerpo desnudo. Joel reía mientras él limpia vidrios acariciaba el cristal y se frotaba el paquete. El muchacho estaba flaco, no tenía varios dientes, pero los que tenía eran amarillos, se veía que no se había bañado en días tenía algunas rastas en su despeinado cabello y la verdad me estaba causando mucho asco, Joel seguía riendo, mientras yo pedía que avanzara y de pronto comenzó a bajar el vidrio de mi puerta mientras reía encantado, la expresión del limpia vidrios se volvió de extasis, apresuró a meter sus manos en cuanto cupieron en la ventana y comenzó a tocarme todo lo que alcanzaba a tocar, primero mi cara y luego mis pechos.

  • ay mamita estas bien deliciosa pinches Chichotas bien ricas, quiero chuparte toda y morderte esas tetas!

Me decía él asqueroso limpia vidrios mientras yo trataba de quitarme sus manos de encima pero era muy difícil me estaba llenando toda la cara y los senos de mugre incluso metió uno de sus dedos a mi boca y sabía asquerso.

  • ya por favor quítate! Joel ya basta! Arranca Joel!

Comencé a llorar mientras ese cerdo me pellizcaba los pezones, joel no paraba de reír. Finalmente se apiadó de mi e hizo avanzar el carro.

Yo no dejaba de llorar, me había dado mucho asco el olor de ese hombre y la risa de Joel me hacía sentir como una patetica burla.

Joel seguía riendo y riendo, hasta que se cansó de reír.

  • Ay preciosa, hicimos muy feliz a ese pobre muchacho, le regalamos material para hacerse pajas el resto de su vida, deberías estar orgullosa! Ve cómo lo pusiste jajaja ese hombre puede morir en paz ahora jajaja y no te hizo nada a penas una manoseada.

Yo seguía llorando pero extrañamente las palabras de Joel me calmaron, ya había pasado el momento y estaba bien, no me había hecho daño, solo me había ensuciado un poco, además había hecho feliz a Joel y eso se sentía bien, saber que podía darle justo lo que quería a un hombre que podía tenerlo todo.

Me quite las lagrimas del rostro y le sonreí a Joel.

  • tienes razón... no fue para tanto

Le dije tratando de convencerme también a mi.

  • Muy bien! esa es mi chica!

Me dijo orgulloso mientras me acariciaba la mejilla con ternura.

  • ya vamos a llegar

Me dijo, y voltee a ver alrededor era una zona de la ciudad muy vieja y fea, una zona con mala fama y lugares de mala muerte. No tenía sentido que la casa de un hombre con un Audi del año estuviera por ahí.

  • por aquí vives?

Joel volvió a reír

  • claro que no, a mi casa no llevo zorritas como tú.

Me sentí un poco mal, quería conocer su casa y cojer en su cama, quería sentir que estábamos juntos de nuevo aunque fuera por un día. Pero igual fuera donde fuera sería suya esa noche y solo eso tenía que importarme.

Llegamos finalmente a un motel barato, al final de un callejón rodeado de obras en construcción abandonadas, estacionó el carro a fuera del motel, y se bajó del auto. Yo estaba desnuda, sucia y despeinada, con las tetas llenas de huellas negras del limpia vidrios. Joel me abrió la puerta.

  • vamos Andrea

Me puse mis tacones y comencé a ponerme la falda cuando me tomó del brazo y me saco del auto, seguía desnuda solo tenía puestos mis tacones.

  • Joel espérate, estoy encuerada

  • así estás bien, no hay nadie en la calle y no quiero esperarte

Voltee al rededor, no se veía nadie en la calle así que solo seguí sus órdenes

Caminamos hasta el motel, en la entrada estaba una señora gorda que me ignoro completamente a pesar de mi estado, Joel la saludo cómo si la conociera y ella le dio una llave sin preguntar nada.

Yo estaba algo confundida con lo que estaba pasando

  • vienes aquí seguido?

Le pregunté a Joel

  • Eso no es asunto tuyo ¿no estás feliz de que te haya traído?

Era obvio que conocía bien el lugar, que seguido llevaba a sus chicas ahí, y ahora yo era una de sus chicas, claro que estaba feliz.

  • muy feliz, muchas gracias

Joel sonrío dulcemente

  • te lo ganaste guapa

Finalmente llegamos al cuarto, era un cuarto mediano, solo tenía una gran cama, un buró y una silla, la cama estaba destendida las sábanas echas bolas y las almohadas en el piso. Joel se sentó en la silla y saco su celular.

  • tiende la cama Andrea, si quieres que te coja

Me puse a tender la cama, agachándome y alzando el trasero tratando de motivar a Joel que en este punto estaba escribiendo algo en su celular.

Terminé de tender la cama y me senté en ella esperando que Joel terminara de hacer lo que hacía.

  • qué haces?

Le pregunté un poco impaciente

  • hablo con una chica con la que saldré mañana, está bien buena y a penas cumplió 19 años, le voy a dar su regalito de cumpleaños. Jaja

Joel me mostró su foto.

Era una chica muy bonita, parecía modelo y tenía un cuerpo precioso. Sin embargo ahí estaba Joel conmigo, él, guapo y exitoso, que podía estar con quien quiciera, me tenía ahí en un cuarto con él.

  • Es muy bonita ¿Te gusta más ella?

Le pregunté... e inmediantemnte me arrepentí sabía que no quería escuchar la obvia respuesta.

Joel se levantó de la silla y caminó hasta donde yo estaba.

  • bájame el pantalón y lámeme los huevos zorrita

Obedecí inmediatamente, le baje los pantalones y comencé a lamer sus enormes huevos con mi lengua como si fuera una niña chupando caramelos.

  • es mucho más hermosa, joven y sexy que tú, pero tú eres una zorrita muy obediente y eso me encanta.

Seguía chupándole los huevos, recorriéndolos con toda mi lengua, abriendo la boca todo lo que podía. Lo que acaba de decir me había hecho sentir la mujer más afortunada del

mundo. Sabía que nadie más haría por Joel todo lo que yo estaba dispuesta a hacer y eso me hacía única y especial.

  • uff que rico chupas zorrita, ¿Te gusta como me saben los huevos cochina? ¿Están ricos mis huevos?

Los chupaba y chupaba sin parar mientras trataba de contestarle entre besos y lengüetazos.

  • están deliciosos, son lo más rico que he probado, mhhhh, que ricos tus huevos Joel.

De pronto Joel me jalo del cabello y alejo sus huevos de mi cara. Yo me detuve y lo miré esperando indicaciones.

  • pensé que te encantaban mis huevos, ¿Porque te detienes zorrita? ¿Ya no te gustaron?

Trate de acercar de nuevo mi boca a sus huevos pero Joel me detenía la cabeza agarrándome muy fuerte del cabello.

No sabía que hacer, traté de acercarme pero no podía.

  • que decepción... pensé que de verdad te gustaban mis huevos, pero parece que ya te canso su sabor. No veo que te esfuerces mucho por alcanzarlos.

Traté de acercar mi cara pero Joel no me dejaba, acercaba mi cara y sentía los dolorosos jalones en mi cabello deteniéndome, de verdad quería demostrarle que si quería, comencé a desesperarme de verdad, sacaba mi lengua todo lo que podía para alcanzar a lamerlos aunque fuera con la puntita de la lengua, jadeaba tratando de alcanzas sus huevos con mi lengua, me lloraban los ojos de luchar contra los jalones de pelo.

  • si quiero! Quiero! Dame más! Quiero tus huevos en mi boca! Dámelos Joel! Porfavor! Quero lamerlos!

Le rogaba mientras hacía todo lo posible por acercar mi boca a sus enormes testiculos.

  • no veo que quieras zorrita, si no me los chupas pronto me voy de aquí que ya me estoy cansando.

Cuando dijo eso jale mi rostro todo lo que pude a pesar del dolor y comencé a soltar lengüetazos al aire tratando de que alguno los alcanzara, hilos de saliva colgaban de mi boca, que no dejaba de tratar de lamer sus huevos.

Finalmente se soltó él cabello y mi boca aterrizó desenfrenada contra su pene y sus huevos, comencé a lamer aún más frenéticamente, esta vez no pretendía disfrutarlos, de verdad gozaba de sentirlos en mi boca, sentía un alivio enorme con cada lengüetazo que daba, como si calmara una sed de días. Los chupaba y lamia como loca mientras trataba de agradecerle.

  • Gracias Joel! Gracias! Están bien ricos! Muchas gracias! Mh deliciosos! Mh gracias!

Los seguí chupando un par de gloriosos minutos hasta que finalmente me despego de sus huevos como quitándole a un perro hambriento su comida.

Salí un momento del trance al que había entrado, verdaderamente estaba desesperada por lamer sus huevos, de verdad sentí por un

momento que eran tan preciosos como agua en el decierto. Me di cuenta de lo que acababa de pasar y no podía creer que le había rogado por algo así, me sentía tan patética, pero no quería detenerme, el poder que él tenía sobre mi era como una droga y yo quería saber hasta dónde me podía llevar.

Joel se subía el pantalón de nuevo y se abrochaba el botón frente a mi. Sentí una gran angustia al ver que se guardaba ese hermoso y enorme pene junto con sus ricos huevos que tanto trabajo me había costado probar.

  • no Por favor Joel! Quiero ser tuya!

Joel regreso a la silla y se sentó.

  • no se, ya no estoy de humor, creo que te podrías haber esforzado un poco más.

Corrí hasta la silla y me arrodillé frente a él.

  • por favor Joel, mi concha ya no puede más. Te quiero sentir dentro de mi. Necesito tu hermoso pene.

Joel comenzó a reírse de mí, pero eso ya no me molestaba, me gustaba hacerlo reír, me gustaba hacerlo feliz.

  • dime qué quieres que haga Joel, soy tuya, haría lo que sea.

Joel me sonrió, me volvió a acariciar la mejilla con ternura.

  • la verdad si te has portado muy bien hoy, pero estás muy confundida si crees que ya te ganaste el privilegio de que yo te coja. Mírame, soy demasiado bueno para ti. Ahora solo cojo con jóvenes modelos, mujeres perfectas. Pero tienes algo especial... no lo voy a negar, quizá puedas ganártelo.

Era verdad, Diego mi novio también prefería acostarse con mujeres más bonitas que yo, por eso me había sido infiel, yo era muy poca cosa. Y Joel era demasiado sexy y exitoso, sabía que no lo merecía, tenía que ganármelo. Pero sabía que iba por buen camino, me acababa de decir que tenía algo especial y eso era lo más importante.

  • Si Joel, haré lo que sea necesario, muchas gracias.

Joel sonrió encantado con mi respuesta.

  • sabía que eras especial Andrea, está bien te haré un regalo.

Me llené de emoción y felicidad, me había ganado un regalo de Joel. Saco de su pantalón un condon y se lo puso.

  • Acuéstate en la cama en cuatro patas y levanta el culo, te voy a follar por el ano Andrea, a ver si de verdad ya maduraste.

Corrí a la cama y me puse en la posición que él me pidió. Estaba aterrada porque recordaba lo doloso que eso había sido años atrás cuando fuimos novios. Pero no podía decepcionarlo, estaba dispuesto a penetrarme y tenía que ser agradecida.

  • ¿me lo puedes meter primero un poco por la cocha? Me quema de deseo

  • claro que no

Joel me embistió fuertemente sin aviso por el ano, grite de dolor y me dejé caer sobre la cama, sentía que me había partido el ano en dos. Empecé a llorar ruidosamente del dolor que sentía, además de que su pene era enorme me lo había metido con mucha fuerza y sin ningún cuidado o lubricante, el dolor era muy intenso.

Joel saco su pene y me empujo decepcionado.

  • sabía que eras la misma niña mimada y aburrida de siempre, me largo de aquí

A pesar de el dolor tan intenso que sentía no podía dejarlo ir, tenía demasiada suerte de que un hombre como él viera algo en mi.

  • no por favor! Métemelo otra vez, estoy llorando de felicidad, soy feliz de que estés dentro de mi! Metemelo tan fuerte como quieras!

Dije llorando desesperada.

Joel me tomo de nuevo sin decir nada y volvió a penetrar incluso mas fuerte que la primera vez, volví a gritar del dolor, no podía dejar de llorar pero entre mi llanto de dolor encontraba fuerzas para pedirle que siguiera.

  • sii, dame fuerte en el ano! Mis agujeros son tuyos Joel! Metemelo más fuerte!

Él sabía que me estaba doliendo muchísimo y estaba encantado con que le suplicara seguir a pesar de todo!

Siguió penetrandome velozmente y con todas sus fuerzas, parecía que trataba más de lastimarme que de sentir placer él mismo, porque entre más fuerte lloraba más fuerte me embestía, de pronto me jalo del pelo para que arqueara la espalda, yo no sabía que tanto más podría aguanta el dolor y sin embargo seguía rogándole que continuara, - sii, así Joel dame duro- unos minutos después acabó en mi ano y sacó su pene. Yo estaba agotada y adolorida tirada en la cama. Joel se quito el condon y me lo ofreció con la mano.

  • Tu regalo bonita, abre la boca.

Yo seguía en la cama retorciéndome del dolor, con la cara llena de lagrimas y mocos, me esforcé por ponerme de rodillas y abrí la boca.

Joel metió el condon usado en mi boca.

  • Que bonita te ves así Andrea, quiero que lo dejes limpiecito y ya que no le quede nada lo guardes en tu cartera de recuerdo.

Chupe el condon que sabía a semen y a mi culo, lo saboreé hasta dejarlo limpio, se lo mostré orgullosa.

  • muy bien zorrita, lo has hecho muy bien. Si tengo tiempo te escribo en la semana, te daré más oportunidades de ganarte mi cariño.

Asentí feliz de saber que lo volvería a ver.

Me llevó mi ropa al cuarto y me pidió un taxi, antes de dejarme ahí me dio un largo beso para confirmarme que había algo especial entre nosotros. Cuando se fue de la habitación yo no podía dejar de sonreír, además del dolor en mi ano sentía maripositas en el estómago, hace unos días me sentía tan miserable y poca cosa y ahora era una chica de Joel, yo, con mi pancita y mis pechos un poco caídos tenía un lugar en la vida de un hombre como Joel. Me sentía tan feliz, quería volver a la casa a abrazar a Diego. Tenía tanta suerte de que me hubiera puesto el cuerno con esa chica, porque sino nunca habría buscado a Joel, y no me sentiría tan viva y especial como ahora.

Esa noche Diego no fue a dormir a la casa, seguro estaba con su amante. Pero estaba bien, así podría tocarme toda la noche pensando en Joel.

(por favor si disfrutan mis relatos, me motivaría mucho que dejen algún comentario para seguir publicando) gracias <3