Reencuentro con mi Costeñita
La espera ya se hacía muy larga, pero me alegro al ver que descendía mí querida amiga por las escaleras, la abrace, la bese, la quería poseer ahí mismo. Nos tomamos de la mano y salimos rumbo al hotel más cercano. Estando ya en este, solo fue cerrar la puerta de la pieza y comencé a quitarle toda su ropa, la deseaba no veía la hora de tenerla entre mis brazos y amarla, ella solo reía ya que sabia lo que yo había esperado para tenerla junto a mi; nunca cuando fuimos novios tuvimos la oportunidad de estar juntos y esta ves seria toda mía.
Reencuentro con mi Costeñita, fogosa
Hacia ya 10 años que no la veía; la espera en la Terminal de autobuses se hacia eterna, pero me alentaba el recuerdo de ella, sus calurosos y tiernos besos, su cuerpo esbelto y sus suaves caricias, recordaba aquella noche que la vi por primera ves y que en un cerrar y abrir de ojos ya la tenia entre mis brazos besándola y acariciándola como si ya nos conociéramos.
Era un el verano de 1992, regresaba de visitar a mi Abuelo en la costa norte de mi país, venia algo triste puesto que la chica a la cual pretendía en el pueblo de mi viejo se había despedido de mi y sabia que nunca mas la volvería a ver. Llevaba una hora sentado en el asiento del autobús cuando en una población se detiene y recoge a dos mujeres, una ya entrada en años que se sienta delante de mi y otra joven de unos 16 años que se acomoda a mi lado, muy cortésmente me levanto la ayudo a acomodarse y le recibo su bolso de ano para acomodarlo en la parte superior del autobús.
Luego de unas 2 horas, la chica comienza a cabecear y recostarse en mis hombros, en varias ocasiones la despierto para que se acomode, ella solo atinaba a disculparse y se organiza de nuevo en su silla, vuelve y se duerme y a recostarse sobre mi, la dejo por un rato mientras la admiro; es una niña muy linda ojos rasgados, cabello lizo a la espalda, unos grandes labios carnosos y muy provocativos, sus senos se notaban pequeños pero erguidos y muy firmes, sus caderas anchas como toda una buena mujer costeña y unas piernas hermosas que salían de su minifalda.
No aguante la tentación y acerque mi boca y la bese, aprovechando su estado de soñolencia y que estaba pegada a mi, se despierta me mira y se acomoda de nuevo sin decirme nada, luego de diez minutos de nuevo se recuesta a mi dándome un pequeño abrazo, no lo dudo mas y la abrazo también pegándola a mí cuerpo del todo y la beso con pasión, ella me sigue con algo de inexperiencia pero da muestra de placer y algo de sorpresa. El viaje continua no me atrevo a mas, solo a besarla, fue tanto que nos concentramos en besarnos que no tuvimos la oportunidad de presentarnos sino hasta el momento que debía bajarme del bus, anote mi teléfono en una hoja de mi agenda y me despedí. Allí empezó nuestra relación.
Por motivos de parte y parte nos separamos y ella regreso a su pueblo, donde se caso y formo una familia de la cual quedaron dos hermosos niños, luego de separarse de su esposo se puso de nuevo en contacto conmigo y que daos de vernos en mi ciudad.
La espera ya se hacía muy larga, pero me alegro al ver que descendía mí querida amiga por las escaleras, la abrace, la bese, la quería poseer ahí mismo. Nos tomamos de la mano y salimos rumbo al hotel más cercano. Estando ya en este, solo fue cerrar la puerta de la pieza y comencé a quitarle toda su ropa, la deseaba no veía la hora de tenerla entre mis brazos y amarla, ella solo reía ya que sabia lo que yo había esperado para tenerla junto a mi; nunca cuando fuimos novios tuvimos la oportunidad de estar juntos y esta ves seria toda mía.
Luego de desnudarnos entramos a la ducha, la besaba, la acariciaba, recorría con mi lengua todo su cuerpo, ella gemía de pasión, todo su cuerpo vibraba, estaba por explotar, bese sus senos no se evidenciaba que ya tuviera dos niños seguían igual de parados y firmes, fui bajando asta llegar a su entrepierna, separe con mis dedos sus labios inferiores y comencé a lamer su clítoris y la entrada de su vulva, ella gemía y me jalaba los cabellos llevándome hacia su sexo. Ella llego a su primer orgasmo con una gran cantidad de fluidos que yo saboreaba con locura.
Salimos de la ducha y la acosté en la gran cama de la habitación. Seguí con mi labor en su vagina y ella fue acomodándose hasta que formamos un 69, quería casi arrancar mi pene, lo lamía y lo chupaba con fiereza quería tenerlo para ella sola y no dejar escapar nada de el. Seguimos así hasta hacerla llegar por segunda ves, me incorpore acomodándome entre sus piernas puse mi erecto pene en la entrada de su sexo y lo fui introduciendo poco a poco, lo que ella aligero con sus piernas, puesto que me abrazo con ellas e hizo que sélo metiera de un solo golpe, pego un gran grito que casi me hace venir de la emoción, ella llevaba mas de 3 años que no tenia ninguna clase de relación y estaba estrecha, por su falta de uso. Comencé a arremeter con mucha rapidez, ella cada ves me pedía más y mas quería que la poseyera por completo, seguía dándole con toda la fuerza que tenia. La volteo y con saliva y mis dedos le dilato su hermoso ano y le introduzco mi pene de un solo golpe, casi la desgarro, comenzó a sollozar pero luego este llanto se convirtió en un jadeo de pacer, llegue hasta lo máximo y juntos nos derramamos, ella llego a su tercer orgasmo y yo al primero de la noche llenándole todo su interior.
Paramos un momento para darnos algo de aire, nos duchamos, no ablabamos solo nos acariciabamos, era muy grande nuestra atracción y continuamos nuestra faena pero ella tomo la iniciativa, salto sobre mi, me besaba, mordía mi cuerpo mientras iba descendiendo, al llegar a mi aparato, chupaba mis testículos con mucha fuerza, introducía mi pene casi hasta tocar su garganta. Ella al igual que yo tenia reprimido su deseo y al estar conmigo lo dejaba salir hasta los limites, yo sentía que me desmayaría hasta que fue tanto el placer que me dio que explote dentro de su boca, trago cada gota, no dejo escapar nada, se relamía y me miraba como aquel día que la bese por primera ves en el bus
Esperen que otras cosas hicimos. Luego la segunda parte de lo que yo le tenía prepara do a mi Amada Noris