Reencuentro con Francisco (3)

Antes de entrar al local me metí al baño, entre a uno de los casilleros para acomodarme todo en caso algo este fuera de su lugar y luego entro al baño una de las mujeres que estaba en nuestra mesa y me dijo: estaba buena la Hora Loca no? Y yo le dije: si, muy buena – nadie se había dado cuenta de mi

Alejandro me comento sobre el matrimonio de uno de sus mejores amigos, José -con quien se crio también como con Rafael y con el que también estaba peleado-. Estuvimos planeando el ir a la fiesta y todo eso, sin embargo a mí no me apetecía mucho el acudir ya que en las reuniones de Alejandro solo se concentran en libar y no son de bailar mucho.

En una de las comunicaciones que tuve con Francisco, él me comento que un ex compañero de trabajo se casaría el 28 (Noviembre) y que él no tenía muchas ganas de ir -causándome intriga sobre a qué matrimonio se refería-. Le pregunte de quien se trataba y vaya sorpresa, era el mismo matrimonio de José. Le conté que iría con Alejandro ya que era una de sus mejores amigos y Francisco se animó a ir, más al enterarse que yo también iría a la fiesta.

Hubo una cosa que le preocupaba mucho a Francisco, es que a esa fiesta también iría su esposa ya que José conoce a ambos y por tal los invito a los dos. Entonces yo empecé a molestarlo diciéndole que si iba con su esposa ni lo saludaría porque le vayan a pegar y el solo reía, me decía que si iba solo era porque yo también iría ahí y quería volver a verme.

4 días antes del matrimonio, Francisco me dijo que ya no podíamos conversar ya que le habían cambiado de horario en su trabajo y se le hacía más pesado poder entrar a conversar conmigo, sin embargo se despidió diciéndome: Camila, como sea voy al matrimonio, quiero besarte!– y yo me sonroje- a lo que le respondí: espero que no seas falla!

Estuve contando los días hasta que llegara el día del matrimonio a fin de poder encontrarme con Francisco, sin embargo también tenía las dudas de que si iba a ir con su esposa y yo como reaccionaria. Fueron días de incertidumbre.

Al llegar el día del matrimonio me la pase pensando toda la mañana en si Francisco llegaría a ir a la fiesta, sin embargo ya no tenía muchas ganas de ir ya que dudaba mucho que él llegase a ir, sin embargo tenía que cumplir con el compromiso de Alejandro.

Ya por la tarde tuve que ir al salón de belleza para arreglarme y de vestido elegí como siempre (es mi estilo) un traje corto para la fiesta. A Alejandro nunca le ha molestado eso ya que me dice que por más que sea casada tengo que vestirme como una persona de mi edad y más aun con el cuerpo que me manejo ya que le gusta ser la envidia de otros, jaja (si supiera que hace tiempo que ya cruzo la línea de solo envidia).

Tuvimos que salir a eso de las 6 pm de la casa ya que el local no está cerca de nuestra casa y demora más de 1 hora de camino.

Al llegar a la iglesia encontramos a los amigos de Alejandro (los cuales el no ve hace mucho tiempo) y se ponía a conversar desde ya con ellos, dejándome a mi casi de lado. Empecé a buscar a Francisco a ver si estaba por la iglesia, sin embargo no lo encontraba por ni un lado.

Al asistir al local de la fiesta ya había una mesa reservada para nosotros junto con algunos de los amigos de Alejandro, sin embargo yo no los conocía mucho y seguí buscando a Francisco, no habiendo ningún rastro del él en todo el local, empezando ya a perder las esperanzas de que asistiría y si lo haría sería con su esposa.

Al pasar la ceremonia (brindis y baile de los novios) tuve la esperanza que llegaría ahí, sin embargo eso no sucedió. Ya había pasado más de una hora y no había rastros, ya era confirmado: no asistiríaL.

Estuve con los amigos de Alejandro en la mesa (y sus esposas) conversando todos ellos de sus anécdotas de colegio y en eso se aproxima José a nuestra mesa y nos presenta a un amigo, mi sorpresa fue grande al voltear y ver que se trataba de Francisco - sentía como mi corazón se quería salir y tenía que morderme la lengua para disimular y fingir que no lo conocía-. José lo presento como un amigo de su ex empresa y Francisco paso saludando a cada uno de la mesa. Cuando tocó el turno de saludar a Alejandro, yo me sonroje ya que Alejandro no sabía que estaba saludando a alguien que me había complacido unas semanas atrás y al ser el turno de saludarme yo fingí no conocerlo, sin embargo Francisco me sorprendió al decirme: Yo te conozco (y yo me quede congelada en ese momento), tu eres de P.M. (mi ciudad natal) verdad? Y yo tímidamente le dije: sí, con razón te me hacías conocido! y se lo presente con mas ímpetu a Alejandro a lo que mi esposo lo saludo muy efusivamente.

Vale decir que José se sentó por unos minutos en nuestra mesa ya que  tiempo que no se juntaba con los amigos en conjunto de Alejandro y Francisco se quedó en la mesa junto con nosotros, pero a unas sillas más alejada de la mía, disimulando los dos el no vernos a fin que no sospecharan nada. Yo me quede conversando con una de las mujeres de la mesa y en eso me percate que Francisco estaba conversando muy amenamente con Alejandro y reían no sé de qué. Yo estaba intrigada conversando con la mujer en mención y en eso veo que Francisco se acerca a mí y me extiende su mano invitándome a bailar (todos bailaban menos el grupo de Alejandro que solo libaban) y miro a Alejandro y él me sonríe y me da permiso para poder bailar (supongo que antes le pidió permiso a Alejandro para bailar conmigo). Nos fuimos al centro de la pista y en un principio Francisco se ponía serio y luego me dijo:

-          Francisco: No sabes cómo me estaba muriendo de ganas por poder conversar a solas contigo, felizmente tu esposo me ha dado su permiso, es muy amable.

-          Yo: Y tu esposa? no que vendrías con tu soga (persona que lo tiene dominado)?

-          F: Jajaja, nada que ver, si he venido es por ti y crees que traería a mi esposa? O es que quieres un trio? Jajajaja

-          Y: Que hablas?. Pensé que ya no vendrías

-          F: Lo que pasa es que tuve que inventar cualquier cosa para poder crear una discusión y así poder venirme solo. Todo lo he hecho por ti, así que espero que no me falles, mi amigo te está extrañando.

-          Y: Yo también solo he venido por ti. Antes no tenía muchas ganas de venir porque ya sé que las reuniones de Alejandro solo toman y no bailan.

Al voltear a ver a Alejandro, él ni si quiera se fijaba en nosotros y se mataba de risa con sus amigos y ya estaba medio picado (medio borracho) de pasársela solo tomando.

Termino la canción y nos fuimos a sentar. Francisco estaba con el grupo de Alejandro y nos mirábamos disimuladamente y sonreíamos.

No mucho tiempo después veo pasar a arlequines con zancos, bailarinas, etc, era la HORA LOCA (un show bailable con máscaras y rondas). Apagaron las luces y pusieron luces de discoteca, cuando de pronto viene un bufón y nos saca a bailar a todos del grupo, las mujeres salimos y los hombres no quisieron, solo salió Francisco y oh casualidad, se puso detrás de mí. Nos fuimos todos al centro de la pista, nos pusimos las máscaras y nos metimos de lleno a la fiesta. Todos nos apegábamos y sentía a Francisco –quien disimuladamente- se acercaba más a mí de a pocos y yo le seguía el juego y bailábamos y nos movíamos más para poder sentir nuestros cuerpos como se rozaban. Estuvimos así un buen rato cuando de pronto siento la mano derecha de Francisco que me agarraba el culo sobre el vestido y yo me hacia la desentendida y saltaba más, sintiendo como Francisco me apretaba más las nalgas, excitándome yo más y más, ya que nadie siquiera sospechaba que es lo que estábamos haciendo, de pronto siendo la mano de Francisco ya dentro de mi vestido y él se dio cuenta de mi trusa que suelo usar para las fiestas (hilos dentales). Cuando pasábamos por el frontis de Alejandro, el muy descarado creo que ni cuenta se había dado que yo estaba bailando y ni miraba al grupo que disfrutábamos la fiesta. En eso Francisco me dice: Camila, ven sígueme que yo ya he venido un par de veces a este local. El salió bailando casi por una puerta del costado y yo hice lo mismo sin levantar sospecha. Nadie se había dado cuenta. La parte donde fuimos seguía perteneciendo al local pero era como un jardín inmenso en donde hay juegos recreativos, piscinas y esas cosas. Aun la bulla de la música era muy alta y el me agarro de la mano, me llevo tras del baño donde había una puerta semi abierta y entramos allí, era la parte posterior del salón de la fiesta.

Una vez dentro de ese ambiente, y con la música de cómplice, empezamos a besarnos con harta lengua, -ya habían pasado varios días que deseaba la pinga de Francisco nuevamente-, luego sus manos agarraban mi culo con un desespero total y me levantaba el vestido, mientras yo agarraba su pinga sobre su pantalón, hasta jadeos se me escapaban pero por la música no se escuchaba casi nada. Le desabroche el pantalón y le saque su pinga, que hasta la sentía más grande y más gruesa que la última vez, -creo que fue porque estaba más excitado por la situación en la que nos encontrábamos- y me la metí a la boca sin pensarlo dos veces y se la empecé a lamer con desespero y este sujetaba mi cabeza, se la estuve chupando  un par de minutos y luego Francisco me levanto y me volteo, me subió el vestido y me arrimo la trusa a un costado sobre mi nalga y me empezó a meter la lengua por el huequito, sentía su lengua claramente como entraba y yo arañaba la pared de excitación, luego su lengua fue bajando hasta mi chucha y la arremetía con fuerza, lamia mis 2 huecos con fuerza. Cuando estaba deseando con todas mis fuerzas sentir esa pinga dentro mío escucho la voz del organizador agradecer a los personajes de la Hora Loca y Francisco se levantó rápidamente (era como si nos hubiesen echado agua helada) y yo me acomode el vestido y la trusa. Francisco me dijo que yo regrese por donde vine y que el iría por otro lado para no despertar sospechas. Así que hicimos eso.

Antes de entrar al local me metí al baño, entre a uno de los casilleros para acomodarme todo en caso algo este fuera de su lugar y luego entro al baño una de las mujeres que estaba en nuestra mesa y me dijo: estaba buena la Hora Loca no? Y yo le dije: si, muy buena – nadie se había dado cuenta de mi ausencia gracias a que las luces estaban apagadas-. Entre al local con ella para no despertar sospechas y ya Francisco estaba nuevamente con el grupo de Alejandro, a quien veía más sonrojado cada vez más al igual que sus amigos. Yo me había quedado arrecha por la situación y miraba a Francisco – quien era el único que no estaba tan borracho debido a que llego tarde- con insinuaciones que quería más.

Pasaban las horas y ya algunos de los amigos de Alejandro se iban retirando, quedando menos personas en la mesa, dentro de ellas Francisco. En eso Alejandro me llamo a juntarme con ellos y me dijo:

-          Alejandro: Amor, acá Francisco me está contando de que tú eras alguien que no salías mucho de tu casa, que eras una chica tranquila – pensar que Francisco me estaba limpiando la imagen, jaja -, me está contando mucho de ti.

-          Francisco: Y no estoy exagerando, era una chica muy correcta.

-          Yo: Favor que me haces Francisco, es que mi mama no me dejaba salir –si supiera Alejandro que yo paraba con mis amigas allá en las discotecas, jaja-

-          A: Francisco me contaba que vive por acá cerca y que también trabaja por la zona

-          F: Si, ya vivo hace muchos años por acá, creo que me vine antes que tú. Le decía a Alejandro que en mi casa tengo tragos para poder seguir con la conversación. Tengo  vodka porque es lo que me gusta más.

-          Y: Así, tienes vodka? ese es el trago preferido de Alejandro también.

-          A: Él me está diciendo para tomarnos una botella.

-          F: Claro, mi casa está a 2 cuadras de acá.

-          Y: Por mi está bien.

Alejandro se quedó mirando a los pocos amigos que quedaban del grupo y le dijo a Francisco:

-          A: Francisco, porque no traes el trago? es que no puedo dejar a mis amigos. Camila si gustas acompáñalo – esa frase para mí fue como si yo le estuviese estorbando en la fiesta, pero a la vez era la oportunidad que quería-, van y vienen.

-          Y: Bueno. Son solo 2 cuadras verdad Francisco?

-          F: Si, la zona es muy tranquila, no te preocupes Camila.

Mi cuerpo por dentro estaba quemando ya que me había quedado con las ganas de que Francisco me metiera esa pinga que yo la sentí más gruesa que la última vez.

Salimos del local por separado y en eso Francisco me dice:

-          F: Pucha, no me salio el plan A!

-          Y: El Plan A? Cual era tu plan A?

-          F: Es que compre vodka porque vi en el Facebook de tu marido que le gusta ese trago y lo invite  para que vengamos al departamento que mi amigo me ha prestado por esta noche. Cosa que lo dormía y te tenía toda la noche solo para mí.

-          Y: Departamento de tu amigo? Ya se me hacía extraño, tú dijiste que no vivías en esta zona.

-          F: Si, yo vivo en otro lado. Mi amigo renta un departamento y los fines de semana lo deja porque regresa a su ciudad. Camila, al menos me alegro porque si resulto mi Plan B.

-          Y: Y de que se trata ese Plan B?

-          F: Como me di cuenta que tu marido estaba bien contento con sus amigos, sabía que al decirle para salir de la fiesta no iba a querer y me diría que vaya contigo.

-          Y: Te la sabes todas no? quien diría, mira cómo has cambiado.

Al llegar a la esquina del local, el me puso hacia la calle transversal y me dijo: Claro que he cambiado y me tienes arrechazo!.

Empezó a besar mi cuello en plena calle – que estaba vacía por la hora de madrugada- y nos empezamos a besar con harta pasión. Me empezó a agarrar los senos y me levanto poniendo mi chucha en su cintura y nos besábamos más, como si lo quisiéramos hacer en la calle. En eso sentimos que un carro venia de la dirección del local y nos separamos ya que nos podían ver.

Camino al departamento, Francisco me agarro de la mano muy fuerte –como diciéndome: no te me escapas!- y eso hacía que mi vagina se mojara sola cada vez más.

Llegamos al departamento y ni bien entramos, este me levanto el vestido, dejando todo mi culo al aire y lo sujetaba como loco, me quito la trusa y yo le baje su pantalón, me tiro sobre el sillón en la pose del perro y me lo clavo en una, no había necesidad de lubricarla ya que los dos estábamos arrechos y nuestras partes mojadas. Sentía claramente toda su pinga dentro de mí y yo tenía que morder el mueble porque el sitio era silencioso y los vecinos nos podían oír. Francisco me arremetía cada vez con más fuerzas y me quito todo el vestido – yo tenía que tener cuidado con el peinado-.

(La situación era así: Francisco solo tenía su camisa y yo solo mis zapatos de taco alto.)

Luego de que Francisco me tuviera en la pose del perro como su perra, me volteo hacia él y me levanto hacia su cintura, metiéndome toda su pingasa de forma rápida, me empujo sobre la pared y me empezó a clavar de forma desesperada, esta vez yo no contuve las fuerzas y arañaba su espalda y me sentía en el cielo, sabíamos que teníamos que disfrutar de cada segundo porque no podíamos demorar mucho así que lo disfrutábamos a mas no poder. Decidí bajarme de su pinga y me agache y se lo empecé a chupar como loca, como si fuese la única pinga del mundo y luego de eso puse mi chucha a su disposición y yo casi besando el suelo. Francisco no lo dudo y agarro mi cintura y me lo metió con fuerza. Asuu, que rico recordar eso. Yo agarraba el piso para no caerme porque las arremetidas de Francisco eran fuertes y yo tenía que concentrarme también en no gritar y valientemente le decía: más fuerte Francisco, más fuerte –aunque mi chucha estaba rojita de tanto que la calaban-, me eche en el piso y nuevamente Francisco me agarro en la del perro. Esa noche fue una de las más deliciosas. Luego sentí un chorro de líquido viniéndose por mi vagina, Francisco se había vaciado dentro de mí. Me daban ganas de echarme un rato con Francisco, sin embargo teníamos que regresar lo más pronto al local.

Una vez dentro, Alejandro seguía conversando y riendo con sus amigos – como si no si hubiera percatado de mi ausencia- y Francisco se unió a ellos. Minutos después me llamaron al grupo y nos quedamos todos a conversar.

Vale decir que Alejandro salió de vacaciones en Diciembre y nos fuimos de viaje por varios lugares y mis conversaciones con Francisco siguieron por el Facebook. Yo le mandaba fotos desnuda en cada hotel en el que nos alojábamos con Alejandro y él me enviaba fotos y videos de su pinga. Más me gustan los videos donde se ve su pinga cuando se le sale la leche.

Con Alejandro nos mudamos de ciudad desde Enero de este año ya que lo cambiaron de zona de atención con un mejor cargo.

Solo sé que Alejandro y Francisco a veces conversan por Facebook también y el conchudo de Francisco me manda saludos con Alejandro, jaja.