Reencuentro con el policia bisexual

En Atlántida alguien gritaba mi nombre, miré para el lado de donde provenía el grito y vi a Ignasz, el policía bisexual que había conocido en un liceo. Me invitó para ir a su casa al otro día porque su mujer no estaba, lástima que la noche de Fin de Año había estado con un muchacho en un minimercado, pero igual algo pude disfrutar con él.

REENCUENTRO CON EL POLICIA BISEXUAL

En la tarde de Fin de Año en Atlántida tuve una muy grata sorpresa!!

Iba con mi tío para la playa y al cruzar la rambla vi que habían muchos policías, no les presté atención porque es habitual que en muchas esquinas haya de a dos o tres reunidos vigilando el balneario.

Venía un policía patrullando en una moto, cubierto con un casco y al ver que íbamos a cruzar se detuvo, nos miró y cuando me vio me gritó:

-Omar! Que hacés acá?

Era Ignasz!!! El policía que durante años había cuidado un liceo donde yo trabaja y que después de un década lo había encontrado en la calle (siempre nos reencontramos en la calle!) y me había invitado al estudio de los arquitectos donde pasó aquello de "El policía bisexual", que no lo voy a contar nuevamente.

No podíamos hablar mucho porque era una hora de mucho tránsito y él estaba de servicio, pero en cambio me dijo:

-Vení mañana después de las 15 horas que paso por acá, te recojo con la moto y charlamos, porque como es primero de año tengo libre...

Con el casco no pude ver mucho de su rostro, lo único que había visto era que su corpulencia de antaño era más notoria porque había engordado mucho y arriba de esa moto se le notaba que andaría por los 100 kilos de peso.

En la playa no pude dejar de pensar en él y en los buenos momentos de sexo que habíamos disfrutado juntos en aquel estudio que él cuidaba de noche, pero allí en Atlántida que pasaría con él?

Al estar en la playa mi mente no podía apartarse de los recuerdos que fluyeron a mi mente con mucha intensidad luego de ver a Ignasz.

A la vuelta de la playa conocí al muchacho del mimnimercado y a pesar de la cita para el otro día con Ignasz igual fui a su encuentro.

Mi mente no podía apartarse de Ignasz y de lo que sucedería al otro día cuando nos encontrásemos en la rambla.

Realmente quedé muy agotado con lo que sucedió en el minimercado después de ese inesperado encuentro con Ignasz, pero mi mente y mi cuerpo deseaban pasar un buen rato con él porque a los buenos amantes siempre los deseamos a pesar del tiempo y la distancia que hayan transcurrido desde el último encuentro.

El muchacho del minimercado me había dejado agotado por esa razón me desperté muy tarde por lo que tuve que almorzar muy rápido para llegar en hora al encuentro con Ignasz que a los pocos minutos pasó a recogerme en la rambla donde habíamos quedado de vernos la noche anterior.

Dio un giro con su moto y enseguida llegamos a un edificio alto de los pocos que hay en Atlántida porque tenía como ocho o nueve pisos de altura, entramos al ascensor oprimió el botón del piso número 8 y hacia allí nos encaminamos.

Antes de que se abriese la puerta en el piso indicado ya tenía su bulto posado sobre el mio refregándolo sobre mi bragueta y sus labios sobre los mios buscando mi lengua para succionarla como si la suya fuese un sacacorchos.

Ya dentro de su depto. me hizo sentar en un pequeño living-comedor donde me contó que se había divorciado de su primera mujer porque ésta no los satisfacía más, a pesar de que tenían tres hijos, no pudo seguir viviendo con ella.

Después de su separación había conocido a una viuda de casi cincuenta años que era la dueña de ese depto, y se había venido a vivir con ella.

Mientras me contaba todo eso sus manos no paraban de desprender botones y hasta que no quedó completamente desnudo no se detuvo.

Me ofreció su verga para que la chupase y recordando tiempos pasados lo hice con mucho gusto pero con pocas ganas, realmente había tenido una muy buena noche con el muchacho del minimercado y aunque deseaba la verga de Ignasz mi cuerpo no respondía como es debido.

-Omar, que suerte que te encontré!!! Estábamos predestinados a encontrarnos...por suerte mi mujer no está se fue a pasar Fin de Año a Montevideo con los hijos.., pero vuelve mañana cuando haya ómnibuses, yo me quedé trabajando y .. en realidad no me interesaba pasar las fiestas con sus hijos...

Sus ojos verdes brillaban al ser tocados por los rayos de sol que penetraban muy disimuladamente por las rendijas de la cortina de arrollar de la ventana de ese ambiente.

Su bigote estaba para comérselo!!! Un poco más ancho que la última vez que lo había visto, no pude contenerme y le pasé la lengua por allí dándole unas lamidas muy sensuales las cuales nos excitaron mucho a ambos.

Sus manos recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mi ano donde sus dedos me apretaron muy intensamente mientras nuestras bocas no se despegaban ni un sólo instante, haciéndome sentir un placentero cosquilleo sobre mi labio superior con su bigote rubio el cual ya se estaba poniendo oscuro, quien sabe por que razón.

Sin decir nada me tiró sobre la cama, me puso boca abajo se montó encima de mi y...

Cuando él me penetró, primero cerré los ojos, porque me produjo mucho dolor y mucha ansiedad ya que él se había desacostumbrado y ni siquiera me lubricó el ano, ni me lo dilató con sus dedos, él estaba caliente y lo único que quería era descargar el contenido de sus bolas en cualquier lado y ese lado era mi recto que lo había acogido muy contento de tener nuevamente su visita, pero al mismo tiempo tuve que soportar las muy fuertes y terribles embestidas que Ignasz daba contra mi interior hasta que finalmente bajó el ritmo y no fueron tan terribles como al principio porque mi ano cuando toda su verga estuvo dentro se fue dilatando con cada embestida y las próximas idas y venidas de su pija fueron más suaves, aunque él me rozaba los pliegues a toda velocidad algo lo fue guiando y no me dolió como al principio ya que su verga se deslizaba recto adentro con más facilidad y más gozo me daban sus gemidos, sus maldiciones y toda la sarta de palabrotas que él daba cada vez que me la enterraba hasta el final.

Una sensación extraña me produjo esa verga alojada dentro de lo más profundo que él la podía meter, el vaivén me produjo un cosquilleo muy intenso por lo que mi verga quiso arrojar su caudal de semen pero no podia maniobrarla por la forma en que Ignasz me tenía apretado contra el colchón de su cama matrimonial, estaba a caballo sobre mi metiéndola y sacándola a toda prisa, gozando muy fuerte.

-AHHHHHHGGGGGGGGGggggggggggggg!!

UUUUUuYYYYYYYYYYYyyyyyyyyyyyyy!!!

Omar que buenooo que estááááááassss!!!

Una vez que pude levantar la cabeza vi que tenía la posiblidad de besarlo por lu cual le dije que lo hiciese y así de costado con su mano fuerte me dio vuelta la cara y me metió su lengua al mismo tiempo que pude sentir sus descarga dentro mio porque ni condóon se había puesto.

Una vez que pude darme vuelta mi verga totalmente dura y húmeda por la gran cantidad de precum que estaba mananado de ella, quedó al alcance de sus ojos, pero sin pedírselo él se acomodó para poder recibirla dentro de su boca donde me la estuvo chupando unos minutos hasta que mi excitación aumentó.

Que lindo que estaba sintiendo!!!

Ignasz estaba desesperado por chupar verga y así con toda esa furia me la estaba chupando, haciéndola desaparecer toda dentro de su boca, hasta que las contracciones comenzaron a aumentar de nivel entonces él la abandonó para decirme.

-Nooooohhhh!!!!. Metémelaaaaaa!!! No aguanto más hace mucho tiempo que mi culo no tienes el placer de recibir una vergaaa.. y ahora... noooo te descargues en mi boca.. esperááaaa y llename el orto con tu lecheeee...!!

Sentí su lengua que me lamía las bolas buscando mi agujero anal por donde estaban saliendo interminables hilillos de su semen que se estaba licuando con el calor producido allí dentro y salía traviesamente mojando todo a su paso.

Mi verga sobresalía sobre mi cuerpo, mientras él sostenía mis piernas en alto para poder lamer a su gusto todos los "rincones privados" de mi cuerpo buscando excitarme al máximo para que lo penetrase sin compasión.

Podía verme la parte del glande enrojecido y babeante que sobresalía entre mis piernas mientras su lengua hurgaba mi ano deleitándose con el líquido que salía de allí.

Cuando se cansó de lamer o su excitación no pudo más su lengua abandonó mi cuerpo, sus manos soltaron mis piernas dejándolas caer estiradas sobre la cama con mi verga apuntando al techo.

Mientras bajaba sobre mi pija él dio un grito muy fuerte porque su esfínter se resistía en abrirse para recibir al órgano que el deseaba tener dentro para que le diese placer.

Intentó nuevamente, una y otra vez hasta que su ano dejó de poner resitencia y dejó pasar a mi pija con dificultad pero igual le permitió la entrada a su "santo sanctorum", cuando le dolía un poco la sacaba para nuevamente bajar hasta que no sintió que mis bolas pegaban con las suyas no dejo de intentarlo una y otra vez.

Mi leche estaba por desbordarse y salir disparando por mi agujero uretral para depositarse en lo más profundo de su ser donde había podido entrar mi "arma".

Mi leche caliente invadió sus entrañas, haciéndolo subir a las nubes, mientras ésta salía le iba golpeando sus paredes intestinales y a los pocos segundos se iba escapando por el diminuto espacio libre que quedaba entre la carne de mi verga y esas paredes.

Ignasz gozó como un loco gimiendo más que cuando se había producido su eyaculación dentro mio!!!

Su verga nuevamente estaba parada apuntando a mi rostro, con sus manos la manipuló unos instantes hasta que logró extrar otra cantidad de leche la cual salió disparando como si fuese un misil para terminar estrellándose en mi cara llenándome la nariz y los labios con su esperma espeso y blanquecino.

Después de mojarme con su leche no se conformó con eso y aunque mi verga había perdido un poco de dureza levantó las piernas, se acomodó nuevamente sobre ella se la mandó otra vez por su agujero que ya estaba volviendo a su tamaño natural.

Lo bombeé un poco más pero ni su verga ni la mia tenían más nada para expulsar bajándose totalmente de forma precipitada y definitiva, por esa causa nos tuvimos que conformar con ponernos a descanzar.

Mientra fumábamos un cigarrillo recostados en su cama me contó que a veces iba a un cine que hay por la Terminal de Tres Cruces y como los policías son muy deseados por la clientela de esos cines, se la chupaban gratis algunos de los habitués de ese lugar, pero él casi nunca se las chupaba o se dejaba coger por ellos por temor ser descubierto y que lo echasen de la policía.

-Mirá Omar, acá en Atlántida como es un balneario chico todo se sabe por eso no le hago favores a los turistas ni dejo que ellos me los hagan a mi... Pero cuando puedo me escapo y voy a Montevideo y ...algo siempre consigo, pero no me dejan tan satisfecho como hoy me dejaste vos.

Pasamos un par de horas conversando, fumando y bebiendo hasta que Ignasz me dijo que a las seis de la tarde tenía que volver a su patrullaje del balneario y como no sabía si tendríamos otra oportunidad de estar a solas porque al otro día volvía su mujer, me pidió que lo penetrase otra vez antes de despedirnos.

A pesar de que no daba más lo puse en cuatro patas para poder lamerle el ano, luego nos turnamos un poco cada uno sin hacerle asco a los hilillos de leche derretida que salía de nuestros respectivos agujeros donde nuestras salivas se mezclaron con esos hilillos dilatando los agujeros al máximo para que luego el excedente de la lubricación producida por nuestras gládndulas salivales fuese cayendo sobre la cama.

Con todos esos masajes linguales nuestras vergas estaban levantadas al máximo, pero la mia perecía adormecida o sea que estaba insensible a los roces producidos por su mano, luego de ello se la metí de nuevo porque con tanto lamer quiso ser penetrado a toda prisa, se la dejé ir hasta que mis huevos golpearon los suyos esta vez duró más porque mis bolas estaban fabricando nueva leche a la máxima velocidad que podían.

Con sumo placer soportó un buen rato mis embestidas porque mi verga aunque estaba dura no tenía leche para expulsar y mientras se fabricaba se la metí innumerables veces.

Se le puso la mirada en blanco disfrutando todo el placer que mi verga le estaba dando, al mismo tiempo me comentó que el 2005 le había traído algo bueno porque ya el primer día del año estaba gozando como nunca lo había imaginado.

Logré que eyacualara entre gemidos sin que mi verga ni por asomo diese señales de expulsar la nueva leche que suponía que mis bolas estaban fabricando a toda prisa.

Se quedó boquiabierto al notar la velocidad con que mi pija entraba y salía de su cuerpo sin siquiera dar señales de una pronta eyaculación.

Al acabar no aguantó más mi verga en su ano con toda la velocidad que mi cuerpo le estaba dando por eso contrajo el esfínter de una forma tal que ésta no pudo volver a entrar allí.

Me la volvió a chupar metiéndome tres dedos en mi orto hasta que logró extraer unas minúsculas gotas de leche que fueron recibidas por su boca golosa como si se tratase de un premio al esfuerzo de los dos, al salir el semen rebotó por su paladar dando ligeros golpes cuya sensación de placer supongo que le habrán durado por mucho tiempo ya que su cara de satisfacción al recibir esos golpes lo decía todo.

Quedamos realmente agotados, a mi no me importaba porque no tenía nada que hacer pero él tenía que andar en la moto patrullando el balneario por lo tanto nos dimos un relajante baño de agua caliente para quitarnos todos los rastros de semen y para tratar de relajar el cuerpo y poder salir a hacer nuestras cosas.

Antes de despedirnos, nos dijimos mutuamente todo el placer que nos habíamos dado, lamenté mucho no poder haber disfrutado más, si hubiese sabido que la iba a pasar tan bien quizás no hubiese ido a visitar al muchacho del minimercado la noche anterior.

Me dijo que iba a ser muy difícil volver a vernos allí porque su mujer volvía al otro día, pero si alguna vez iba por Montevideo me iría a visitar.

Varias veces volvímos a encontrarnos, nos saludábamos como amigos para que nadie sospechase nada de lo que había sucedido entre nsosotros.

A la noche me tuve que poner unas buenas cremas humectantes tanto en el glande como en el ano, porque me quedaron muy inflamados y lastimados por tanto fuego que tuvo que soportar esa parte de mi anatomía al haber estado friccionándose con la de Ignasz.

Hasta ahora no lo he vuelto a ver pero si algun día viene a visitarme ya lo estaré compartiendo comn mis fieles lectores

Lástima que no pude tener alguna otra encamada con él porque tuve muchos días libres veraneando allí y mis bolas se llenaron muy copiosamente y no tenía a mi disposicióon a Ignasz para que me ayudase a vaciarlas.

OMAR

Como siempre espero comentarios y fotos en: omarkiwi@yahoo.com