Reencuentro

Deslizo mi pie desnudo por su entrepierna bajo la mesa, sintiendolo, admirando su firmeza.

Un relato más de una reciente experiencia..

Hacía ya como un año que no tenía noticias de mi amigo Pedro, nos habíamos distanciado sin querer, había cambiado de número celular y solo conservaba el de su casa, pero me inhibia llamar a su casa, con sus hermanos..

Voy caminando saliendo del trabajo cuando me lo encuentro de frente.

  • Que onda pinche compadre, como estás? -digo

  • Bien compadre - dice visiblemente emocionado - aca trabajando en "X"

  • No manches cabrón, a tres cuadras de mi trabajo, y ni una visita eh?

  • Ya no reclames, y mejor te invito a comer.

Salimos caminando un buen rato, ya era tarde, y no había prisa por ninguno de los dos, fuimos caminando juntos, lento, disfrutando un cigarro con calma, mientras nos veíamos de reojo y hablabamos sobre cosas intrascendentes.

Por fin llegamos al restaurant en la colonia Roma, y tomamos una mesa en un rincón. El lugar estaba casí vacio, y las mesas alrededor nuestro estaban vacías.

Comimos de la misma forma que habíamos llegado ahí, con calma y disfrutando de nuestra compañía, yo veía a Pedro y apreciaba su aspecto pulcro y limpio, su loción llegaba a mi discretamente, su pelo peinado cuidadosamente. La imagen de un hombre fuerte, viril. Sus manos sobre la mesa, con venas marcadas y uñas cuadradas, complemento perfecto de un hombre de trabajo de oficina. Ya un año sin verlo. Y no podía negar que había pensado en el, no una, muchas ocasiones, al estar con Alma y pasando el clímax, me acordaba de el, como yacía en mi brazo, o yo sobre el suyo, descansando el orgasmo, mientras los olores del sexo se difundían en la habítación.

Recordaba muy claramente la ultima ocasión que habíamos estado juntos; el había estado por la tarde con su novia y llegó tarde a la cita. Era en un hotel que habíamos frecuentado antes, viendolo ahora lo recuerdo en ese momento desnudo sobre la cama, con las piernas entreabiertas, esperando recuperarse del round con su novia para poder estar conmigo, mientras yo me introducía en su cuerpo suavemente...

  • Compadre - dice - estas ido o que?

  • No, para nada, me estaba acordando de la vez que estuvimos en el hotel Noruega....

  • Mmm, si, ya tiene bastante. Creerás que desde entonces, solo damas?

  • No inventes, yo igual, y palma cinco, obviamente...

  • Bueno, apurate a terminar que hay que aprovechar la tarde.

Descalzo mi pie y bajo la mesa me dirijo a su pierna, subiendo hasta su entrepierna, haciendolo quedarse quieto, y muy rojo, sudoroso.

terminamos de comer, ahora ya tocandonos las manos por el deseo reprimido, sin importarnos las miradas comprensivas del mesero, y salimos, tomando un taxi para el Hotel Noruega.

En el trayecto, nuestras manos juntas, sudorosas, hasta llegar al hotel.

Al entrar a la habitación, nos abrazamos fuertemente, besandonos, tocándonos, explorándonos,hasta caer en la cama.

Veo a Pedro ahora bajo mi cuerpo abriendo sus piernas para que me pueda acomodar, todavía vestido, pero toco una erección de hierro bajo su ropa, y el me toca igual,apretando con fuerza mi cuerpo,  reconociéndolo..

Le abro la camisa y le quito la corbata, para besar su pecho, que ostenta solo poco pelo, rizado y corto, y recorro sus tetillas con mi lengua, mordisqueandolas y haciendo que Pedro se contorsione.Con las yemas de los dedos toco su costado, sus costillas, su abdomen que sube y baja nervioso, arrancándole gemidos. El está abandonado, yo prosigo suavemente hasta llegar a su cintura, aflojando su cinturón y llegando a su cortísima y oscura mata de vello, que toco con delicadeza, concentrandome ahora con la lengua en su ombligo y pubis...

El se levanta y desliza su trusa blanca y su pantalón hasta dejar ante mis ojos su verga...a la que yo la ultima vez había cobijado en mi cuerpo.

Procedo a quitarle por completo la ropa, yo todavía vestido, pero el abandonado, gimiendo, suspirando, mientras retiro toda su ropa hasta dejarlo desnudo.

Beso ahora sus pies, desde los dedos, pasando por el tobillo, la rodilla, el hueco de la rodilla, haciendolo gemir, hasta la cara interna de los muslos, para detener mi lengua solo a centimetros de su lampiño escroto, que contrasta con la oscurísima mata de pelos que posee como penacho.

El se queja, y me dice jadeante..

  • Cabrón compadre, cabrón, como te extraño, te extraño, me haces falta.

Yo respondo dirigiendo mi lengua hacia su ingle, recorriendola toda, succionandola, mientras veía muy cerca de mi cara su palpitante verga, mojada, tal parecía que se había venido, de lo brillosa y ansiosa que se mostraba.

Ahora me dirijo a sus huevos, y el se abre por completo, ofreciéndomelos, y yo los succiono, paladeandolos, dejando que mi saliva escurra hasta su entrepierna, humedeciéndola.

Ahora el toma la iniciativa y se levanta, tembloroso.

  • Cabrón, cabrón, te necesito, ven..

Me abre la ropa y me la quita casi frenético, dejandola junto a la de el y se encima sobre mi, recorriendome rapidamente, tallando su barba a medio crecer en mi costado y abdomen, haciendome retorcer.

Ve  mi verga y sin chistar se la mete de golpe en la boca, succionando com maestría el glande, hasta que lo detengo ante la casi inminencia de la eyaculación.

Ahora me voltea y besa mis nalgas, las estruja, las lame todas, mojandome al igual que yo lo hice con el.

Lo atraigo hacia mi y queda sobre mi cuerpo, acomodando su verga entre mis nalgas, sin penetrar,y yo aprieto con fuerza, aprisionandolo entre mis piernas, hasta hacerlo quejar

-Para, para- dice el.

Me relajo y me pongo ahora de espaldas, y lo atraigo hacia mi, y el se monta, quedando  mi verga entre sus nalgas, justo antes de su ano, y mi liquido lo lubrica..

  • Métemela, no he estado con otro desde que estuve contigo, solo con Luisa, y tu?

  • Yo igual, solo Alma.

Saco de mi pantalón un condón y me lo pongo, mientras el se lubrica con su saliva.

Ahora se va introduciendo poco a poco mi verga, hasta sentarse sobre ella.

Y se entrega.

Me muevo lentamente, hasta que su pene esta al rojo, chorreante ¡había olvidado cuanto se moja mientras lo penetro! y el esta con los ojos cerrados moviéndose y enterrándose la verga, y yo le acaricio la verga y los huevos.

Ahora se coloca boca abajo, con una almohada en la cadera y me ofrece sus nalgas, yo lo penetro nuevamente y me acomodo, respirando en su nuca, mordiéndole una oreja y empujando gentilmente entre sus nalgas.

Ahora completamente relajado, su ano se me ofrece en esta posición, permitiendome introducirme y tocar su prostata, haciendolo gemir..

  • Ya, ya..

Lo volteo y continuo penetrandolo y solo, sin tocarse, su verga expulsa dos, tres cinco chorros de semen, que llegan a mi pecho y se escurren hasta llegar a mi pubis.

Me contraigo, el verlo acabar me ha descontrolado y empujo,y siento, siento como su ano se contrae en mi verga y acabo, saliendome de su cuerpo y cayendo sobre su pecho, mientras mi verga arroja sus ultimos chorros de semen, ahora fuera de su cuerpo.

Nos abandonamos, el jala la colcha y nos cubrimos, asi como estamos, cubiertos de semen, yo con la verga semiflácida en el condón, colgando con semen, entre sus piernas.

Nos dormimos, abrazados, hasta que el teléfono celular suena...

  • Hola, hola Alma, si amor, estoy ocupado todavía, no creo llegar a tiempo, cielo, te hablo mas tarde, si, si, yo estoy hasta la chingada de estos caprichitos del jefe, como si fuera a pagar mas. Las once? no me digas, como estoy pegado a la computadora, ni cuenta, Ah, ok. No te preocupes cielo, te llamo al llegar, o si ya es tmuy tarde, mañana. Bye, besos.

  • Tu vieja, la mia no ha dado guerra - dice Pedro

  • si compadre, mi vieja, tu socia..

Reimos y nos besamos nuevamente.

Lo abrazo y descansamos un momento mas.

Ahora el toma la iniciativa, y comienza a tocarme, se coloca encima de mi, para abrazarme y besarme, abriendome de piernas y colocandose entre ellas.

Se dirige con su boca hasta mi verga, y trato de retirarlo, estoy lleno de semen aun, y el lo ignora y me besa, me succiona cada centimetro de piel, hasta que llega a mi ano, y lo lenguetea, pone dura la lengua, semejando una pequeña verga, que frota en mi entrepierna, y mi ano.

Ahora el se coloca un condón  y comienza a penetrarme como el sabe, lentamente, hasta que cuando me doy cuenta estoy ensartado y el comienza a moverse ritmicamente, cambiandome de posición una y otra vez, haciendo que coloque mis piernas en sus hombros y luego que las cierre en torno a su cintura.

Mi verga ahora esta lubricada, estoy chorreando...

Pedro sigue haciendo gala de sus dotes de amante, y ahora me tiende de espaldas y me cierra las piernas entorno a su verga, y entonces....entonces comienza a moverse, sorpresivamente va cambiando de posición, se gira, ahora sus pies están a los lados de mi cabeza y la de el está entre los mios, y no ha sacado la verga.

se mueve ahora..Es insoportablemente placentero sentir como su verga me penetra y toca mi prostáta, masajeándola, y no soporto, y me vengo, mientras el sigue moviendose.

Me he venido y el sigue moviendose, y ahora, estoy erecto otra vez, y sigue, continúa moviendose, penetrándome, hasta que se gira nuevamente y me toma de la cabeza y sella sus labios en mi boca, y siento como su verga bombea en mi ano, me abro bien y el se acomoda, gimiendo y cerrando boca sobre la mia..

  • Cabrón, ay cabrón, ay...ay, ya me gustas cabrón - dice mientras expulsa sus ultimas gotas de semen dentro de mi- ah, ah, cabrón.

Me giro ahora acostándome de espaldas y de frente a el, sin dejar que se saliera de mi cuerpo, y el mismo me toca, bastan dos movimientos para que nuevamente expulse mi leche, ahora mas escasa, sobre mi abdomen.

Nos abandonamos nuevamente, nos besamos, nos susurramos al oído cuanto nos echamos de menos, y dormimos nuevamente.

Ahora yo despierto, herido por el frio de la ventana. Veo el reloj, son las tres de la mañana. Estoy desorientado. A que hora llegamos? Mmm. A las 8. Me cubro con las cobijas y busco a Pedro, y lo atraigo hacia mi.

Solo suspira y me abraza, se queda inerte entre mis brazos.

Despertamos a las cinco, apenas a tiempo para ir a cambiarnos.

Los dos estamos erectos, y riendo y bromeando nos metemos al baño. La tina es estrecha, pero cabemos los dos, abrazados.

Nuevamente estoy excitado, y beso fuertemente a Pedro, y sin pensarlo, comienza a sentarse encima de mi.

Mi verga, algo sensible por la faena de la noche y madrugada, no aguanta y eyaculo dentro de el.

El bajo el agua me abre las piernas y me penetra, me duele un poco, pero  el es un experto y ya estoy ensartado, y de igual forma, se mueve rapidamente y termina, adentro.

Nos abrazamos exhaustos. Era relajante, toda la tensión reprimida, ahora satisfecha.

Pedro se levanta, y en el bidé se asea, expulsando el semen y lavándose, lo imito haciendo lo mismo y nos metemos a la regadera, abrazados.

Un año. Más de un año.

  • Pedro, cabrón, ya no dejes pasar tanto tiempo..

  • Tu igual, Humberto, no te distancies.

Nos cambiamos y salimos. En la calle, dos hombres. Ni quien pensara que nos prodigamos caricias y que fundimos nuestros cuerpos.

  • A que hora entras?

  • A las siete.

  • No te va a dar tiempo, compadrito, -digo- vamos a la casa y te presto un saco, o un pantalón. Total, somos de tallas iguales.

  • No, como crees, aunque llegue tarde.

  • Ni madres! - digo - vamos a casa y te presto la ropa. Con el pretexto de que la regreses, nos vamos a ver otra vez...ya no te me pierdes tanto.

  • Cabrón, - dice mientras hago la parada a un taxi,para ir a casa.