Reencuentro
Despues de tres meses separados, Adrian y Antonio se encuentra nuevamete en una fiesta a la cacual fueron ivitados... y ahi se desata una historia de amor y sexo.
Sé que este no es un gran relato, ni mucho menos. Sé también que no soy un Lord Santiago o un Inexperto 18, pero este relato surgió de un inocente juego entre la persona que amo y un servidor, yo solo lo arme y le di cierta forma, tiene partes reales y partes ficticias. Lo público como un regalo a esa persona que me robo el corazón. Para ti.
Viernes, 07:30 de la mañana y yo salgo de mi casa rumbo a mi trabajo… enciendo el auto, y enciendo también el reproductor de música buscando la carpeta que lleva su nombre –Adrian-. Y como cada mañana desde hace 3 meses escucho “Mi sueño” de Franco de Vita, “Estoy hecho de pedacitos de ti”, “Solamente tu”, “labios rotos” y otras canciones más que él y yo compartimos en el tiempo que en fuimos novios.
Mientras escucho las canciones y conduzco, recuerdo que nuestro noviazgo término mal gracias a mí, ya que por mis estúpidos celos lo deje sin que él tuviera culpa ninguna y lo que es peor… sin permitirle hablar, de lo cual no me alcanzara la vida para arrepentirme. Muchas veces sin que él lo sepa aun, llorando le he pedido perdón a tu fotografía y a su recuerdo. Poco tiempo después de que nos separamos, él conoció a un tipo y se hicieron novios, yo a mi vez me enrede con otro que no lo podía ser mío, y que al final terminamos… digamos de no muy buena forma, y aun que llegue a quererlo mucho, jamás pude ni he podido olvidar al amor de mi vida.
Llego a mi trabajo y empiezo con mis labores, es en este momento que recibo una llamada de Nathali, una hermosa niña que Adrian adopto como su hija, y que después, para mi felicidad me hicieron participe de esa adopción como papa también. No hace muchos días, ella me dijo que Adrian y su novio habían terminado, y eso aun que me alegro bastante, no me dio el valor para buscarlo.
-Bueno…!!!-
-Hola papi ¿como estas?-
-Hola hermosa… bien, ¿tú Cómo estás?-
-Bien papi, gracias, Te llamo para recordarte que hoy es mi fiesta de cumpleaños y quiero que estés ahí-
-Claro que si pequeña, ahí estaré, no me la perdería por nada del mundo-
La fiesta se llevara a cabo en una lujosa residencia que los verdaderos padres de Nathali rentaron para la ocasión, y en la cual nos podremos quedar a dormir los invitados más allegados, ya que el lugar está un poco alejado de la ciudad, y tomando en cuenta la hora en que terminara la fiesta, es lo mejor.
-Muy bien papi, allá nos vemos-
Antes de cortar la comunicación le pregunte.
-Oye Nath…. ¿ira tu papa Adrian?-
- Claro que si… y no quiero que tú me falles...!- dijo casi inquisitivamente.
-Ok mi niña, no te preocupes, ahí estaré-
Me despido de ella y me quedo pensando en la situación, podría verlo de nuevo después de tanto tiempo, pero la verdad me da miedo… me da miedo el que me mire fríamente y con rencor, pero tengo que ir, por Nathali y por mí.
Transcurre el día sin mayor novedad, y las 5 de la tarde salgo de mi trabajo para mi casa. Llego, preparo algo ligero para comer, al terminar preparo mi traje negro de etiqueta para la fiesta. A las 06:30 me meto a bañar, me afeito, salgo y me visto. Son las 07:25 de la noche y salgo rumbo al lugar en donde se lleva a cabo la fiesta.
Son las 22:00 horas y llego a la residencia, es muy grande, y bien iluminado, con grandes ventanales que dan a un gran salón y rodeada de un hermoso jardín. Estaciono y bajo del auto, tomando una gran bocanada de aire para darme valor y tranquilizarme, me encamino hacia la entrada. Cruzo el jardín y llego a la puerta principal del salón, cruzo el umbral de la puerta y recorro todo el espacio con la mirada buscando a Nathali, la veo bailando con el ex de mi amado, ese tipo que se llama Jesús, y al cual conocí por las fotografías en su perfil de facebook. Nathali al verme me saluda con una sonrisa, me encamino a donde se encuentra para felicitarla, cuando veo que por un costado se acerca a ellos también Adrian y detengo bruscamente mis pasos. Llega el a donde se encuentra la pareja bailando ya que yo me quedo un poco rezagado por la impresión de verlo. En un momento los veo discutir un poco… Conforme me acerco mas a ellos, logro escuchar que la discusión es porque Adrian quiere bailar con la niña, pero su ex no se lo permite, llego hasta ellos saludando con un –Buenas noches… Adrian y Jesus se giran para verme, pero ninguno de los dos me dirige siquiera la palabra. Nathali con una gran sonrisa me abraza y me da un beso… de reojo veo que Adrian voltea a ver a su ex novio con cara de suficiencia y burla, yo le pido a la niña bailar conmigo, y ella me dice que sí, pero se inicia una nueva discusión entre Jesús y yo, quedándose Adrian al margen, Nathali nos llama al orden y es ella quien decide...
-Bailo con papa Antonio y después con Jesús-
Volteo a ver a Jesús y este se retira un poco para darnos espacio, y empezamos a bailar la niña y yo. Al minuto de estar bailando de reojo veo a Adrian caminando con rumbo a una de las puertas que dan al jardín saliendo por esta, doy un tiempo prudencial y le digo a Nathali.
-Linda…. baila con Jesús, que yo tengo algo que hacer- dirigiendo mi mirada a la puerta por la cual salió Adrian
-¿Hacer que papi?- me pregunta.
-Voy a buscar a cierta personita que se escapo-
Ella sonríe y me dice.
-Claro que si papi, ve, y mucha suerte- y me guiña un ojo.
-Gracias- le digo con una sonrisa.
Sigo los pasos de Adrian, salgo al jardín, volteo hacia todos lados buscándolo, y lo veo como a 50 metros parado junto a una banca con su traje negro y las manos dentro de las bolsas del pantalón, se ve muy guapo… su mirada está perdida en la distancia. Tomo valor y me encamino a su encuentro. Conforme me acerco aumentan mis nervios porque no se cómo reaccionara. Al llegar junto a él trago saliva y le hablo.
-Hola Adrian… buenas noches- lo saludo.
El voltea a verme.
- Antonio... Buenas noches ¿Qué tal?- me responde.
-Bien... ¿Tu como estas…? ¿Cómo te ha ido? Le pregunto sentándome en la banca.
-Bien- me responde al tiempo que se sienta a mi lado. –A pasado mucho tiempo- me dice mirándome a los ojos.
-Si… demasiado tiempo- Le digo viendo al cielo, más que nada rehuyendo un poco su mirada.
Pienso en preguntarle si es verdad que ha terminado con Jesús, pero no quiero incomodarlo, además es una pregunta ociosa ya que yo se la respuesta de ante mano, por lo que me había dicho Nathali, por lo que investigue en su perfil de facebook, (ya que en su estado paso de tener una relación a ser soltero) y por la forma en que se trataron al querer bailar los dos con la niña.
-¿Sabes? Te he extrañado mucho- digo a Adrian mirando aun al cielo que empieza a tornarse con nubes y pequeños relámpagos, lo más probable es que llueva.
-Yo también te he extrañado… bastante- dijo, dando una sonrisa un poco triste y mirando al jardín.
-Que tienes?- Le pregunto, pensando en que él esta pensando en Jesús.
-Nada…- suelta con un suspiro y continua -solo pensaba, que no han llegado muchos hombres a mi vida... Y bueno… voy creyendo que soy alguien a quien nadie podrá amar- dijo haciendo una sonrisa de amargura.
-¿Como aseguras que nadie te ha amado?- Le pregunto extrañado.
-Porque tanto tiempo ya y… (Hace una pausa) sigo siendo virgen- me dice soltando una risita de vergüenza y volteando al cielo.
-Hasta hoy eres virgen- le digo categórico y no sé ni el por qué.
El voltea a verme frunciendo las cejas como no entendiendo lo que le digo, lo tomo de las mejillas, me paro de la banca rápidamente, y en un acto de osadía de mi parte me le voy encima, lo acuesto sobre la banca y lo beso… lo beso como nunca lo había hecho, con todas las ganas contenidas en estos meses que estuvimos separados, el… poco corresponde a mi beso, tal vez un tanto sorprendido por mi reacción, dejo de besarlo y lo abrazo con todas mis fuerzas, y acercando mis labios a su oído le digo…
-Yo te amo… siempre te ame… a pesar de que estuviste con él, siempre te he amado-
De sus ojos empiezan a salir lágrimas, yo lo veo y me siento triste y culpable, Porque el culpable de todo fui yo. Trato de incorporarme para sentarme, pero él con su mano en mi espalda no me lo permite, lo miro a los ojos, esos ojos brillantes por las lágrimas y de ¿alegría? según puedo ver, el cómo puede levanta la cabeza y acerca su boca a la mía y me besa con mucha pasión, termina de besarme y me dice.
-Estuve y estoy enamorado de ti… te amo muchísimo… te amo demasiado-
Yo no puedo más que sonreír y comienzo a llorar de alegría. Nos levantamos los dos y nos fundimos en un muy fuerte abrazo, lo aprieto muy fuerte a mí porque no quiero dejarlo ir nuevamente.
-Me encanta tu olor- me dice. –Tú lloras al igual que yo. Mi corazón se partió, se fundió y hoy vuelve a nacer, mi amor por ti ha crecido más aun- me dice con una gran ternura.
En ese instante empieza una ligera lluvia, nos levantamos de la banca y nos dirigimos casi corriendo y tomados de la mano a una pequeña terraza, cuyos ventanales dan hacia dentro del salón para resguardarnos de la lluvia.
Ya estando en la terraza nos acercamos al ventanal y vemos a Nathali que esta platicando con Jesús. Adian y yo volteamos a vernos y nos reímos, yo me acerco para darle un beso y le digo.
-Te amo Adrian-
De reojo veo hacia dentro y veo como la niña nos está viendo y sonríe. No sé si Jesús nos vio o no, pero no nos importa, en este momento solo existimos él y yo. Adrian ve otra pequeña terraza a unos paso de donde estamos y con un movimiento de cabeza me la señala… es muy bonita, con un pequeño jardincito muy hermoso y bien cuidado, y cuyos ventanales también dan hacia el interior del salón. Adrian me toma de la mano y me jala hasta ahí, al llegar se voltea, me abraza y me besa nuevamente. Cuando mas estoy disfrutando del momento y el beso con mi amado empieza a llover más fuerte, el agua nos moja y tratamos de abrir una de las puertas de cristal para entrar, pero están cerradas… dentro del salón en se empieza a escuchar FUISTE TU de Arjona.
Fuiste tú…
Tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera
Un beso y verte hacer pequeño por la carretera
Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía
Lo mío fue aceptarlo todo porque te quería
Verte llegar fue luz, verte partir un blues
Fuiste tú…
Con agua cayendo por todos lados y tomándome por sorpresa Adrian sale de la protección de la terraza y se paras bajo la lluvia, mojándose el pelo y todo el traje, yo lo veo extrañado y pienso
-¿Qué haces? Le pregunto.
El por toda respuesta estira su mano hacia mí y me dice con una linda sonrisa…
-¿Bailamos?
A mí me da risa, bajo la cabeza y la muevo de izquierda a derecha como diciéndole…
Estiro mi brazo, tomo su mano y salgo a la lluvia junto con él.
-He esperado este momento por mucho tiempo- le digo
Enredo mis dedos a los suyos y lo abrazo… y aun que ninguno bailamos muy bien, logramos coordinar bien nuestros pasos para no pisarnos los zapatos uno al otro. Bailamos a los compas de la música y de la lluvia.
En eso estamos cuando se escucha un fuerte estruendo de un rayo y Adrian se abraza muy fuerte a mí un poco asustado, yo lo abrazo muy fuerte y le digo….
-No pasa nada- lo siento temblar.
-Sabes que me dan mucho miedo los relámpagos y los truenos- me dice él.
Adentro Nathali corre al ventanal a ver que es de nosotros, cuando llega y nos ve abrazados lo único que hace es sonreír… pero cuando la lluvia se torna más fuerte nos abre la puerta de cristal y nos llama para que entremos… Antes de irnos de la lluvia Adrian me besa y me dice….
-Has hecho realidad mi sueño-
Entramos al salón estilando agua por todo el cuerpo, algunas personas se nos quedan viendo, unos extrañados y otros divertidos. Saludamos con un movimiento de cabeza y le decimos a Nathali que nos vamos a secar, ella ríe divertida y dice…
-Claro papis... Por ahí llegan a las recamaras sin pasar por en medio de la gente- nos dice riendo e indicándonos un pasillo.
-Gracias… ¡y no te rías niña..!- la reprendo en broma.
Caminamos por el pasillo tomados de la mano cruzándonos con algunos camareros que nos abran paso mirándonos extrañados, subimos unas escaleras y llagamos a donde están las recamaras, entramos a la de Adrian, cerramos la puerta y rápidamente nos quitamos los zapatos y los trajes mojados, quedando con la camisa abierta y la ropa interior. Nos acercamos al baño, Adrian entra primero y yo me quedo parado en la puerta, pensando en dejarlo solo para que se seque, me doy media vuelta para irme, pero antes de dar un paso Adrian me jala del brazo y rápidamente me mete al baño con él, me abraza y me empieza a besar. Nos damos un beso; uno fuerte, nos comemos la boca, y degustamos nuestras lenguas.
Mis manos lentamente van bajando desde su cara, cruzando por su pecho, apretando sus tetillas, y con la yema de mis dedos, masajeo su abdomen.
Agarro su camisa, y en unos cuantos movimientos la retiro de su cuerpo
Lo miro fijamente, y en mi boca dibujo una media sonrisa. Mi mano viaja hasta su bóxer, y fuertemente aprieto su pene; Da un gran suspiro, y de un salto enreda sus piernas en mi cadera. Comienza a probar un poco mi cuello, excitándome a cada beso y lamida que me da, embriagándome cada vez más de su olor corporal...
Pongo mis manos en su trasero, y lo llevo a la ducha.
Baja de mi pelvis, arranca la camisa de mi pecho, y comienza a besarme fuertemente, mientras una mano masajea mis nalgas, la otra trata de arreglar la ducha en agua caliente.
El agua caliente cae, y la excitación aumenta. Baja su boca hasta mi pecho, y comienza a morder un poco mis rojas tetillas...
Yo soy más alto que Adrian, y con un cuerpo algo más desarrollado, pero Adrian es para mí un dios Embera del valle del Cauca… Como me encanta ese hombre.
Chupa, muerde y lame todo mi pecho, me encanta escuchar los ruidos que hace con su boca, me excita la manera como le toco su paquete con las manos, me gusta sentir su cuerpo temblar.
Me recarga contra la pared, y yo dirijo la ducha hacia su cabeza. Se desliza por todo mi abdomen, pero al llegar a mi pelvis, pasa derecho hasta mis pies.
Comienza a lamer el arco, y toda la planta, yo tiemblo de placer, cada vez más fuerte. Lame, y muerde cada dedo, hasta llegar a mi dedo gordo. Sus manos me masajean el talón, haciéndome relajar.
Sube rápidamente por mi pierna, y al llegar a mi pelvis, me baja velozmente el único pedazo de tela que tengo. Sale mi pene de 19 cm de carne, y sin circuncidar.
Comienza a besar mi falo, mientras que con su mano me masajea el perineo, y con otro dedo trata de dilatarme el ano. Es tanto mi placer que empiezo a masturbarme lentamente, y entre más tiempo pasa, más precumen sale.
Baja hasta mis huevos, y allí empieza a chuparlos. Yo me masturbo más fuerte, mientras el jala mis testículos, los prueba, y también les da pequeñas mordiditas.
Con su mano libre retira mi mano de mi verga y es él quien continúa masturbándome, baja mi prepucio, y con su dedo medio recoge las grandes gotas de precumen, para así, lubricar, y poder meter más dedos en mi culo.
Yo gimo a más no poder, mientras que con mi mano le acaricio un poco el pelo. Su mirada y su sonrisa me encantan, pero sus caricias son el éxtasis para mí.
Me masturbar más fuerte, mi verga palpita, y su color canela se mescla con un enrojecimiento de la piel.
De repente, y sin ningún aviso, comienza a meterse mi verga en su boca, tratando de tragársela completa, y con su lengua acaricia todo lo que puede.
-Andriaaaaannnnnnnnnnnn... ME ENCANTAASSSSSSSSSS!!!!!- digo en un gran gemido.
Saca el dedo de mi ano, y mi polla de su boca, y recoge las ahora gigantescas gotas de precumen que ruedan por mi glande. Embadurna su índice y su dedo mayor, y lentamente me va penetrando nuevamente.
Desde donde esta, puede verme estirar mi cuello, y estirar mi cuerpo.... la forma como muevo todo mi abdomen, y como mis cicatrices también se mueven, al ritmo de mi ya agitado corazón.
-Adrian... amor... para... que tú también... debes disfrutar.... – le digo mientras le miro, y ubico el chorro de agua en su cabeza.
Se separa de mi verga, pero no sin antes ir rápidamente hasta mis huevos, y chupar uno...
Se levanta rápidamente, dirigiéndose a la pared, pero yo lo detengo, y de manera rápida y fuerte lo abrazo... Mis manos las dirijo a sus mejillas, y le doy un beso... Sus ojos, como me encantan. -Prepárate... gemirás a más no poder- le digo en un susurro.
Agarra la ducha, y lentamente se recarga en la pared, yo lo miró con una sonrisa morbosa, y no demoro ni 5 segundos cuando ya le estoy besado.
Su lengua se adentra en mi boca, mientras sus manos acarician mi espalda, me es difícil no suspirar por su olor... amo demasiado a Adrian...
Mis manos lentamente bajan por sus costados, mis yemas acarician su piel... comienza a temblar, y suspirar.
Yo comienzo a lamer su cuello, y a cada minuto bajo un poco más.
Sus tetillas son suavemente masajeadas por mis manos, y luego por mi boca... me siento tan excitado que solo me importa hacerlo gemir.
Mu boca lentamente se va deslizando por su pecho, y abdomen, degustando el sabor de su piel... mi lengua caliente, acaricia y lame todo el camino...
Llego a su pelvis, y con gran fuerza le arrancó el bóxer, dejando al descubierto su empalmado pene.
Yo le miró excitado... no tardo mucho tiempo cuando ya le hago gemir.
Sin aviso alguno, me dirijo a sus genitales, abro mi boca y comienzo a chupar los dos testículos al mismo tiempo, jalándolos suavemente... mientras que con mi mano izquierda, lo masturbo rápidamente, haciéndole suspirar.
Mi mano ágilmente deja de masturbarlo, y comienzo a masajear su ano, y su perineo... aprovechando el precumen que brota, y lo uso como lubricante...
-Antooooonioooooo.... Dioooossss!!!! - gime mientras escucha como gruño...
Duramos un largo tiempo así, cada vez le doy mas y mas ganas de que me lo coja... y no se aguanta más las ganas...
-Antonio... cojéeme ahora – me pide, mientras estira su cuello.
-Te dije que te haría rogar- respondo mientras le doy un profundo beso.
Rápidamente, me levanto, y ubico mi mano en su espalda. Me acercó cuidadosamente, el aprovecha y me da un beso.
¿Sabes que estoy enamorado de ti?... sabes que eres lo que más he deseado?, te amo- me dice mientras lo beso - te amo - repite mientras ubico mi mano en su trasero.
Te amo demasiado – le digo al final, haciéndole gemir, al sentir mi dedo entrar en su culito...
-Antonio... Métemela ya- dice mientras siente mis dedos en su ano, y mi meñique acariciando su perineo.
-Annnnnntonio... hummmmmmm... métemela.... yaaaa- dice dificultosamente.
Lentamente ubicó mi polla en la entrada de su ano, y con mis manos acaricio su espalda. Siento mi glande chorrear precumen en aquella entrada de su cuerpo. ¡Como me estaba excitando!
-Prepárate- le digo, mientras que con mis manos abrazo su pecho y abdomen, mientras le hablo al oído.
Tenía un rato moviendo su cadera, y yo moviendo mi pene por toda su raja, untando su raja cada vez más de su precumen.
-Antoooooniooo!!!!!!!!! hummmmmmm!!!! - gime en voz alta... y acto seguido, y de golpe, lo penetró hasta el fondo.
-Amooooooooooooooooooooooorrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!- dice mientras siento como sus piernas flaquean, yo con mis brazos lo sostengo. Estamos unos momentos así, hasta que recupera sus fuerzas.
Yo comienzo a bombear lentamente, podía sentir mi glande crecer, y tocar todo su interior.
Con la poca fuerza que tenía, se agarra fuerte de la pared, yo muevo la cadera de una forma increíble, y cambio mis movimientos cada pocos minutos, haciéndole suspirar...
-Adriannnnn.... Te amooooooo - me dice, mientras se acuesta en mi espalda, y con su boca logra morderme un poco.
Lentamente, nos vamos arrodillando en el piso, el en forma de perrito, mientras yo me organizo detrás de suyo. Me acercó a su oído - Esto te encantará - le digo en susurro.
Adrian comienza de nuevo a mover sus caderas sin aun penetrarlo; él sabía que eso me vuelve loco...
-Te amo... me encantas... te deseo... me fascinas!!- le digo mientras dibujo un corazón con mis dedos en su espalda. Lentamente voy besándole la espalda, mientras que con mis manos lo acaricio y masturbo; Yo me retuerzo del placer que me produce este hombre.
Cuidadosamente se empuja fuerte hacia mi pelvis, y ahí se la entierra de fondo.
Comienza a moverse sensualmente, mientras mis manos surcan su piel.
Mi pelvis va moviéndose más y más fuerte, provocando grandes olas de placer en mí y en él. Su garganta solo produce gemidos, y mis manos se dedican a levantar su peso, con las pocas fuerzas que me deja el placer.
Adrian se separa de mí, sacándose mi pene de su interior, y en un empujón me deja en el suelo de la ducha.
Ubico mi pene en su cara, y él, el suyo en la mía, y comenzamos con un 69.
Siento como su lengua tocaba mi glande, y le pido más. Lentamente comienzo a mover mi cadera, simulando una follada, mientras Adrian me mamaba a mí.
Agarra mi pene con su mano, y comienza a masturbarlo. Lo mete a su boca algunas veces, pero lo que yo quiero es que él sienta el mismo placer que me provoca a mí.
Yo juego con sus bolas, y a veces meto mis dedos en su culo mientras me mama la verga. El placer aumenta cada vez más...
El me chupa, muerde, y lame mi polla, mientras yo juego entre sus bolas y ano también... el se estrese de gusto cada vez que yo hago eso... ese es su punto débil.
Yo mas se estremezco, y mi pene crese cada vez más... yo puedo sentir como estoy a punto de terminar.
Adrian se levanta rápidamente, mientras me mira raro, y luego, sin aviso alguno, se sienta en mi pene.
ADRIANNNNNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!...- grito, mientras empieza a moverse. Con mi mano comienzo a masturbarlo rápidamente, el se mueve mas y mas fuerte. Me encanta este hombre…
Me voy a venir pronto, y él también. Yo aprieto más fuerte su pene, y comienza también a mover su cadera, metiéndose mi pene más a fondo...
Antonio... ANTONIOOOOO!!!!!.... HUMMMMMMMMMMM!!!!!!! ME ENCANTASSSSS!!!!! - gime Adrian, conteniéndose para terminar al mismo tiempo que yo.
Sentí como mi pene empieza a crecer dentro de él yo lo agarro de los hombros, y fuertemente la clavo en lo más profundo de su ser.
TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!! - le grite frente a frente, mientras podía sentir mi semen golpear su interior. No pudo aguantar más....
ANTONIOOOOOOOO TE AMOOOOOOOOOOOOOOO!!!! - responde, mientras siento como su pene libera grandes cantidades de semen, que golpean mi cara y pecho.
Nos quedamos unos minutos quietos... yo con mi cara en su cuello, y él abrazándome fuertemente.
Nos miramos de frente, Yo aun tengo rastros de su semen en mi nariz, boca y mejillas...
Abre la boca, y saca lo más posible su lengua, Comenzando a lamer todo rastro de semen que aún tengo en la cara. Luego de limpiarme, me besa, pasándome la mitad de su semen... Yo le sonrió dulcemente, y con mi mano, saco mi pene aún erecto de su culo.
-¿Me encantas demasiado... sabes? -¿qué tal si nos quedamos en cama un rato?- me dice, mientras me da un abrazo, y yo vuelvo a colocar la ducha...
-Me parece fantástico!!! Te amo- respondo mientras trato de quitarme el sudor y enjuagar bien mi cuerpo...
-Bueno... creo que ya estamos otra vez limpios... vayamos a la cama, jejeje - le digo al oído, mientras le doy una nalgada.
-Bueno… Vayamos - le respondo. Mientras cierro la ducha, agarro una toalla y le empiezo a secar el pelo y el cuerpo, el hace lo mismo conmigo, nos anudamos las toallas alrededor de la cintura y salimos al cuarto. Ya en la recamara Adrian me ve directo a los ojos y me dice…
-Solo tú lograste enamorarme… solo tú-
Ya frente a la cama... Adrian se acuesta primero, quedando boca arriba y yo encima de él, boca abajo...
Dándome besos cada vez que quiere y enamorándome cada vez más el...
-Bueno… creo que tengo que ir a ponerme ropa a mi recamara- le digo, cosa que la verdad no quería yo hacer. Adrian me dice…
- No espera, creo que tengo algo que te puede quedar bien- Y saca de su maleta unos bóxer y me los extiende, yo los tomo y me los pongo, el saca otros y se los pone. Sentimos un poco de frio, Adrian tomo mi mano y me dice…
-Ven- Jalándome suavemente llevándome hacia la cama, yo lo sigo, el descorre las colchas y sabanas y nos acostamos tapándonos para cubrirnos del frio. Yo le paso el brazo por detrás de su cuello y lo atraigo hasta mi, el apoya su cabeza en mi pecho y comenzamos a platicar de nuestras vidas en el tiempo en que estuvimos separados. Poco a poco el sueño nos va venciendo, antes de yo cerrar los ojos lo miro, el está ya dormido, cayo rendido, me da una gran ternura y una infinita emoción verlo de nuevo en mis brazos, no resisto y le doy un suave beso en los labios, el solo se remueve un poco y se pega mas a mí…
- Te amo mi pequeño… te amo demasiado- le digo muy despacito al oído para enseguida quedarme profundamente dormido también.
De la fiesta y de la gente ni nos acordamos.