Reencuentro

Un hijo recién nacido, perdido y una madre que gracias a un sorteo lo encuentra

Reencuentro

Mi nombre es Malva, hoy ya con 36 años, y por fin,  muy feliz.

No soy ni fui una belleza, pero mis encantos, los he tenido y todavia conservo algunos, y otros están un tanto maltrechos por su antigüedad.

Mi niñez como la de todas las nenas y mis descubrimientos sexuales no fueron nada especial, los considero tan obvios que resulta inútil hablar de ellos.

Por fin tuve pareja y como también es natural cogimos, me desvirgó y goce como nadie, asi creía yo.

La cosa que  a los 16 pari un hijo, el único que concebí en mi vida.

A raíz de mi embarazo cuando se hizo evidente mis padres me echan de casa refugiándome en lo de una prima que ya se había independizado y vivía sola.

Con el padre de mi hijo imposible, resultó ser un cagon cuando la cosa dejo de ser solo culearme, se borró.

Mi prima Olga es 6 años mayor que yo, en esa época tenia 22 años.

Como es natural, habiendo una sola cama en su departamento dormíamos juntas y bueno….. ni ella ni yo éramos beatas asi que comenzamos una bella relación lésbica, la que aun mantenemos, con claros códigos de libertad y respeto por nuestras individuales apetencias sexuales.

Pasaron los meses y mi bombo crecia, cuando supe que seria un varon me alegre mas todavia, al menos él no padecería lo que yo venia sufriendo, pues me había ilusionado con pasar mi vida con el maricon que cogía.

De todas formas mi compañera y amante cubria totalmente mis necesidades y expectativas con su inmenso cariño.

Lo único que me preocupaba era mi niño, nacer sin padre, pobrecito.

Ella me conformaba diciendo que seria ella su padre y segunda madre a la vez.

Lo cierto es que ella es la activa y yo la pasiva, jaja, estaba en su rol.

Por fin de urgencia me lleva al sanatorio de la obra social, allí de inmediato a la sala de partos pues había roto bolsa.

Tenia mucho miedo y emoción  a la vez, seria madre!!!!

Escuchaba decir entre ellos que la cosa no venia bien que me sedaran las contracciones me mataban de dolor, por fin el letargo…

Entre mi somnolencia oí  llorar a mi bebe y plácidamente me dormí.

Al despertar a mi lado mi Olga abrazandome y llorando me musitaba, se fue. Se fue…

Mi bebe había nacido sin vida, …… y que escuché yo??..... no podía ser.

Me dijeron que con la anestesia una imagina cosas, eso debió haber ocurrido.

Destrozada, vendada mi panza y con un sacaleches a cuesta regreso al hogar.

Mis tetas rellenas y sin él para vaciármelas, mis brazos sin poder sostenerlo y mis manos sin poder acariciarlo.

Asi fue mi primer mes, algo imposible de describir.

De a poco con el cariño de mi Olga y su boca succionándome, se me fue mitigando el dolor.

Luego la vida continuó, estudiamos algo ultil y gracias a ello tenemos trabajo y un buen pasar, a mi familia nunca la volví a ver ni ellos hicieron nada por hallarme, otra herida mas que por momentos vuelve a supurar.

Nos dábamos incluso el lujo de hacer coincidir nuestras vacaciones laborales para juntitas ir al mar. A ambas nos encantan las playas y ese sol abrazador que nos dejan morochas por unos meses.

Tanto Olga como yo somos bastante carapálidas, como les decían los comanches a os blancos en las películas de caw boys.

Si hasta nuestras tetas muestran pezones y areolas rosadas, cosa que a ambas nos da pena pues deseamos tenerlas bien marrones, creo que gustan mas, pero por suerte ambas las tenemos todavia paradas y gordas.

Igual pasa por nuestros ojetes, rosados, cuando son tan lindos los morados rodeados del interior de las nalgas marroncitas, por suerte nuestros culos gozan del favor de los admiradores pues ademas de suculentos, sin estrias ni celulitis, están a pesar de su intenso uso todavia estrechitos.

Somos rubias naturales de ojos claros y labios regordetes muy golosos.

De alto? Bueno en el orden de los 1,60, no esta mal para nuestro gusto porque si fuésemos mas altas los tacones agujas no los podríamos usar al menos con la mayoría de nuestros amante que rara vez superan los 1,75.

De nuestro peso mejor no hablar con solo saber las tetas y culo que gastamos, deben imaginar que desnutridas no estamos.

Para veraneos el presupuesto solo alcanzo una vez para conocer Camboreau, asi que éramos casi vírgenes en lo que a turismo internacional se refiere.

Pero la suerte por fin nos hizo acreedoras de un premio suculento al único deporte que practicamos, una vez por año para navidad compramos un triste vigésimo de la lotería, evidentemente lo lúdico no es lo nuestro.

La dueña de la tienda donde trabajo nos recomendó ir al aribe a la isla  de San Andrés,  que pertenece a Colombia,  diciéndonos que los bogotanos, los habitantes de esa isla y los rioplatenses tenemos idéntica tonada.

Pensar que yo crei que eras impolutos idiomáticamente, que no teníamos tonada.

Allá fuimos, derecho a Bogotá por Avianca y de allí en otra máquina mas pequeña a la isla, que desde el aire se ve rodeada de un azul intenso y atolones coralinos una belleza.

Llegamos al aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla,  un presidente de Colombia, él  fue quien ordenó su construcción.

Nos llevaron a un hotel sobre una playa hermosa, de arenas blancas muy fina, que con el sol encandila recomendándonos antojos para el sol y protector para la piel pues el reflejo quema casi lo mismo que la toma directa de sol.

Un clima de eterna primavera una brisa marina suave nada que ver con la ventolina de las playas de nuestro país.

El turismo de primera, la joda que todo es carísimo, por eso al estar allí nos sentíamos millonarias. Nada menos que en la playa de Spratt Bight.

El hotel donde nos hospedamos, tenia historia había sido la mansión ahora ampliada, de un famoso político Nicaragüense, ya que Nicaragua esta al frente de la isla esa familia vivía allí.

Los viajes hasta su trabajo los hacia en su lujoso yate o en su avioneta, linda manera de ir  a trabajar.

Dista 300 Km de Managua y 120 a la costa nicaragüense.

Nos ubicaron en un mono ambiente muy coqueto con vista al mar.

Por suerte con cama matrimonial, ni que hubiesen adivinado nuestra relación.

Al bajar a tomar nuestra merienda nos cruzamos con un morochazo de ojos claros, de no menos de 1,80 morrudo, en guayabera y bermudas a todo colorinche, bueno allí nadie anda de cuello duro.

Su mirada se clavó en mi y me dio como un escalofrío, que flor de macho y que mirada asesina, de solo verte parecía echarte un polvo.

Parecía ser alguno del servicio del hotel por la soltura con que se movía  y a cuantos saludaba, pero no lo mozos están uniformados, quizás fuese un cliente habitué del lugar.

El bufet era americano tipo auto servicio, y yo ardía por saber quien era ese tipazo.

Por fin un mozo, se apresta a traernos un souvenir de bienvenida y yo lo mas cara rota le pregunto quien es aquel señor?

Me contesta, es el dueño.

El dueño de esto y anda como si fuese un turista?

Si señora, asi acostumbra.

Pero no me dió mas bola y se fué.

Una señora mayor muy paqueta me escucha y casi junto a mi cuando me servía mi café, me dice: hija somos muchas que nos gusta el cubano, pero a  mi edad ya no tengo chances sin embargo tu quizás, porque le gustan claritas y suculentas.

Le sonreí, y pensé, esta vieja de mierda cree que me meo por ese morocho…….. o acaso esta en lo cierto, que bueno que esta para unas completas vacaciones bien ensartada,  con ese físico que belleza esconderá bajo esa fea bermuda?.

Luego a conocer los alrededores de esa población tan particular, y adquirir unos hermosos sombreros de playa de los que allí fabrican, regresamos par un reconfortante baño unos jueguitos de amor con nuestras lenguas y cambiarnos para cenar.

Al bajar al salón en la escalera de nuevo el cubano, ahora no solo fue su mirada la mia también y ente ambas hubo un mutuo orgasmo, me ilusioné que de esa noche no pasaba, asi se lo confesé  a mi amada Olga.

Ella rió complaciente, creyendo que estaba loca, asi me lo hizo saber a nuestro regreso a casa.

A la cena apareció de sport casual, estaba encantador y que aroma despedía su cuerpo, creía desmayar cuando se acerca y me pregunta de donde éramos oriundas, le contamos y pide sentarse a dialogar con nosotras para que les contemos sobre nuestras costumbres y nuestro país, la conversación muy amena e inocente se extendió y pregunto si podía quedarse a cenar con nosotras.

A lo que accedí, yo sin siquiera preguntarle a mi compañera pues estaba como de mas, entre nosotros.

Entre otras cosas nos preguntó sobre que habitación ocupábamos y pidió la cena luego de indicarnos lo mas autóctono del lugar. Además les dice de que habitación somos. Como si no fuese “full service” lo contratado.

Al terminar la cena el mozo nos trae una tarjeta de acceso a otra habitación, no lo entendíamos y la rechazamos, él intercedió y el mozo se retiró. Me da las llaves y dice, por favor ahora reciban esta atención de la casa, es una suite, es lo menos que merecen….

Se levanta y sonriendo desaparece.

Curiosas, vamos y nos encontramos con algo despampanante, un salón de estar, un dormitorio, con una cama como para un batallón, una salita escritorio, un baño con una pileta yacusi todo de cristal, un sueño de cuentos de hadas.

Bajamos a tomar un daiquiri y a escuchar la música del lugar.

Algunos bailaban, ese ritmo tan caribeño que hacia que nos moviésemos sentadas a su compás.

Ya tarde cuando decidimos retirarnos llega él, nos saluda y ni tiempo para agradecerle el gesto me tomó en sus brazos y me levó a moverme junto a él en un baile en que muy pobremente traté de imitar lo que veía, pues no deseaba ni ser descortés ni pasar por una boluda.

Transpirada y agitada, por la falta de costumbre fuimos hasta la mesa donde Olga nos aguardaba tomando de una enorme copa con un contenido multicolor por las frutas que contenía.

No bien nos sentamos viene un mozo y ella me recomienda ese refresco el pidió escoses, la botella sin hielo.

Asi pasamos horas conversando trivialidades y Olga al final nos dejó solos, se fue a acostar.

Al  rato me invita a tomar un café en su guarida, allí si quedé segura que me lo cogía.

Vamos a una suite parecida a la nuestra que esa adyacente a su despacho como gerente de la empresa.

Mientras va por la maquina spress de capsulas a prepara el café me dice, ponte cómoda, y retruco: algo cómoda o muy cómoda.

Me mira con esos ojazos y me dice: que diferencia hay?

Un poco cómoda me quito los zapatos, mas cómoda me quito este cinturón que me atosiga…..

Y bien liberada como sería, me pregunta.

Solo imagínalo.

Trae los pocillos en una fina bandejita, lo deja en la mesita ratona me levanta y arrimándome bien me abraza y me besa dejándome sin respiración y flotando en mi nube, estaba a su merced y él lo sentía, me toma de las nalgas con fuerza, yo levanto mis piernas atenazándolo sintiendo como su pija iba creciendo debajo de su pantalón.

Lo que siguió luego fue lujuria pura, nos denudamos y nos chupamos ambos yo primero luego me vuelca sobre el diván y nos hundimos en nuestro primer 69 siento en mi boca el calor y la cremosidad de su leche y el mis flujos sobre su labios, ambos tuvimos casi al unísono un orgasmo tremendo.

Luego mas calmos acariciándonos repetimos, ahora si me metió esa gorda y larga pija hasta los huevos la gocé por enorme, pero también porque mi cuerpo y mi mente amaban a ese hombre sin saber la causa de tal metejón tan intenso y rápido, nunca me había sucedido.

Nos dormimos abrazados y el alba con la filtración de los rayos solares por el gran ventanal del dormitorio nos llegaron a los ojos.

Nos besamos y juntos fuimos al baño a mear y lavarnos nuestras caras y mi concha, el se duchó y yo lo seguí, un nuevo polvo de parados con el agua cayendo sobre nosotros fue la bendición que selló nuestro amor.

Se hizo traer el desayuno a su despacho y allí lo tomamos juntos, un marco muy dorado y amplio guardaba como un retrato sobre un paño rojo una tirita de plástico de no mas de un centímetro y medio por unos diez centímetros de largo con un escrito con marcador negro que decía:

16 CABA 1-5-1990. 15:30

Primero de mayo del 90, que casualidad el dia que nació mi bebé.

Se comento y se puso palido de golpe, tuviste un hijo esa fecha?

Si, es una larga historia que prefiero olvidar pues recordarlo me pone muy triste.

Y ese hijo tuyo donde esta ahora?

En el cielo.

Falleció?

Si. Al nacer.

Pero a ver eso de CABA…..

Si por eso me llaman el cubano, la segunda a esta deformada.

Explícate por favor.

Es la fecha de mi nacimiento, asi lo dice mi documento, y la gente piensa que naci en Cuba pero no, no fue allí.

Y donde fue?

Es una larga historia.

Me la contarías?

No tengo inconveniente, vamos a la playa y con una buena piña colada te la cuento.

Voy por mi bikini y Olga no estaba, bueno seguramente o desayuna o esta en la playa o cogiendo con alguno que pudo levantar.

Nos apoltronamos y tomando mi mano me cuenta:

Mis padres eran poderosos, mi padre político llegó a tener muy altos cargos en su país Guatemala y mi madre colombiana de Cali, abogados ambos recibidos en los Estados Unidos, imagina su origen que no eran nada pobretones sino todo lo contrario.

Allí se conocieron y casaron, luego hicieron esta propiedad y vivían aquí.

Papa nunca me contó nada de su existencia pero mama si lo hizo.

De allí que me entere que por largo tiempo buscaron descendencia y no lo lograban a pesar de largos tratamientos médicos  a los que mama se sometía, por ello papa me adopta, me compró no sabia ella de donde y me lleva muy bebito a su hogar, la suerte se dió que a los dos meses mama queda de Beatriz mi hermana, bueno hermanastra.

Crecimos juntos y muy aislados del mundo que nos rodeaba, nuestra instrucción siempre fue privada con profesores que papa contrataba y hasta vivían aquí.

La cosa que de chicos ya fuimos descubriendo nuestro sexo y al final fuimos amantes, hasta que un dia mama nos descubre y no dijo nada, por meses suspendimos nuestras relaciones masturbándonos cada uno en soledad, pero la reprimenda nunca llegó.

Llegó antes la confesión de mama diciéndonos que no éramos hermanos y que si éramos felices con nuestro amor lo continuásemos pues no era ningún pecado.

Asi seguimos hasta un dia trájico nos separó definitivamente.

Solíamos todos juntos salir al mar ente los cayos con el yate de papa, y a  mi me gustaba bucear en busca de peces raros que arponeaba o enredaba en mis redes para mi acuario.

Esa tarde lo hacía unos 150 metros del yate cuando una tremenda explosión levanta una ola que me estremeció además el sonido me había dejado momentáneamente sordo y muy mareado.

Llegan los auxilios y el único rescatado con vida fui yo.

Al yate lo voló una bomba asesina colocada según descubrieron meses mas tarde, que fueron enemigos políticos de mi padre.

Meses muy tristes porque hasta las autoridades sospechaban de mi, único heredero e hijo adoptivo.

Terminó su relato y llorando o abrazo, muy pero muy fuerte, diciéndole, sospecho que soy tu madre.

Esa fecha y ese lugar concuerda y fue luego de mediodía, esa hora, no sé.

Le explico que el lugar no es Cuba es Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí donde parí  a mi bebé.

Si fueras tu seria un  milagro, seria tan feliz….

Debemos urgentemente hacernos un ADN.

Esa tarde no cogimos, solo lo hablamos con Olga y al otro dia volamos a Bogotá por el análisis.

Regresamos a última hora con el último vuelo, Olga nos esperaba pero el resultado tardaría 48 horas.

La incertidumbre y la conciencia me torturaba, si!!,  soy su madre y estoy locamente enamorada de él, cogimos y quiero ser su mujer, …. Su puta, su única hembra.

No me importa que las pendejas anden detrás de él, que si quiere las coja, pero que no me deje, lo necesito, lo necesito…

A los dos días llega el expreso con un sobre estábamos juntos los tres, ya convencidos seria positivo, no cabian dudas había encontrado al hijo que parí, ni estaba muerto resucitó para mi, me lo habían robado……. hijos de una gran puta se pudran en el infierno.

Temblando su mano Olga abrió el sobre y en efecto 99,2% de seguridad, era mi hijo, mi adorado bebé hoy mi macho, bueno ahora también de Olga, hacemos un trio indestructible y como nos gozamos…….

Regresamos aquí a liquidar todo lo nuestro para definitivamente radicarnos es esa isla de ensueño enmarcada en un mar azul, con un clima primaveral permanente, una arena límpida y un sol abrazador.

Además, viviendo un amor insólito, del que solo tres personas sabemos que es pecaminoso.

Nadie puede entender allí como el cubano se enamoró de dos gorditas sudacas mucho mayores  que él.

Y como aprendimos a bailar salsa…..