Reencontrando a mi padre

Durante unas vacaciones un padre y un hijo se reunen y descubren juntos...

REENCONTRANDO A MI PADRE

Cuando mis padres se divorciaron, mi padre se marcho a Barcelona por razones de trabajo, durante mucho tiempo estuvimos sin vernos, no por malos rollos, sino por cuestiones laborales. Mi madre se volvió a casar, y tanto ella como mi padrastro teníamos muy buena relación. Con mi padre hablaba por teléfono a menudo, sobre todo los cumpleaños y fiestas señaladas. Muchas veces hablamos sobre ir a visitarlo, pero entre mis estudios, mis trabajos esporádicos, unas cosas y otras nos pasamos varios años sin vernos...

Hasta que un verano en el que conseguí unas cortas vacaciones en el trabajo, me decidí a ir para verlo... Fue a recogerme al aeropuerto su nueva compañera, era mayor que mi madre, pero muy atractiva, compartían casa desde hacia ya dos años según me contaron, Clara era muy simpática y amable conmigo aunque también imagino que trataba de ganarse un poco mi aceptación, por ser la "sustituta de mi madre", personalmente era algo que a mi nunca me había afectado

Cuando llegué a la casa me quede bastante sorprendido, era un ático, muy grande que ocupaba toda la ultima planta del edificio, todas las habitaciones tenían acceso a una gran terraza que rodeaba toda la vivienda; estaba muy bien organizado y decorado, mas tarde me entere que Clara tenia una empresa de decoración, que dirigía ella misma.

Hablar con mi padre en un primer momento fue muy extraño, no había cambiado mucho físicamente, pero lo veía distinto, la sensación de estar con un desconocido era lo que yo percibía al principio, pasados los primeros momentos se fue haciendo mas agradable, era como recobrar una vieja y buena amistad que hacia mucho que no veía.

Mi padre estaba de baja por que le acababan de extirpar el apéndice, me pidió disculpas y me contó que pensaba que estaría recuperado cuando yo llegara y al final se retraso todo. Podía levantarse el solo, pero con cuidado para que no se le abrieran los puntos, el medico le aconsejo que no hiciera muchos esfuerzos.

Clara se iba por la mañana al trabajo y algunos días volvía para almorzar con nosotros, otros no lo hacia hasta bien llegada la noche, y yo entre tanto me la pasaba en la piscina y un poco pendiente de mi padre. Teníamos largas charlas, me preguntaba por mi madre, por mí, por como nos había ido… lo normal

Cuando estuvo más recuperado se solía salir conmigo a la terraza y tomaba un poco el sol. Si Clara no tenia que venir a almorzar pedíamos la comida al catering del que mi padre era propietario, y nos pasábamos el día de pura vagancia

Uno de los días me levante como de costumbre y me fui a la cocina a preparar algo de desayuno, lo saque a la terraza y avise a mi padre, que desde muy temprano ya andaba enganchado al teléfono para suplir su presencia física en el trabajo.

Mi padre se quito la camiseta de tirantes que llevaba y me pregunto:

  • ¿Crees que ya podré bañarme aunque no me hayan quitado los puntos? Ya parece que esta curado

Me acerque a verle la herida, y no fue lo único que pude ver. Bajo su bañador de lycra negro se desdibujaba un enorme bulto que por un momento capto totalmente mi atención, cuando pude reaccionar, observe la herida y le respondí:

  • Creo que no deberías mojarla aun, se te podría abrir o reblandecerse con la humedad y seria peor

Volví de inmediato a mi asiento y seguí desayunando, dejando escapar miradas fugaces a aquel bañador y lo que escondía debajo.

Cuando acabe de desayunar me levante rápidamente y me di un chapuzón en la piscina, hice unos largos y para cuando salí del agua mi padre ya había retirado el servicio y estaba de nuevo con el teléfono.

Me tumbé al sol y comencé a darle vueltas a la cabeza sobre mi actitud, no solo me había deleitado mirando el paquete de un tío, sino que además era mi padre. Hasta el momento no había pasado de las típicas miradas rápidas cuando estas en el vestuario de tíos, entre comparativas y curiosas, pero he de reconocer que lo de mi padre me desorientaba un poco… tampoco soy un tío de darle muchas vueltas a las cosas, sencillamente me gusta disfrutar de cada momento y decidí que no merecía la pena seguir con tal paranoia.

Al día siguiente las cosas serian algo más distintas… En el desayuno mi padre me dijo que había discutido con Clara, al parecer tampoco vendría a almorzar, y ya era el tercer día consecutivo que le pasaba. Le molestaba mucho que nos sustituyera por el trabajo. Yo trate de disculparla. Y de una cosa fuimos pasando a otra, hasta que terminamos hablando de tías en estado puro y duro, o sea, SEXO… Me contó como la primera vez que mi padre y Clara fueron al cine, ella le metió la mano en el pantalón y comenzó a sobarle la polla, y me dijo que al final terminaron en el baño de señoras follando en un servicio, que casi los pillan cuando entro una chica a la que oyeron como abandonaba los servicios a paso ligero, y que cuando salían se encontraron de frente al acomodador que se dirigía con ella a ver que es lo que ocurría. Nos reímos. Entonces yo le conté la primera vez que me la chuparon, que fue una vecina que teníamos cuando aun vivíamos con mama y que tenia la edad de mi madre. Se quedo flipado, sobre todo porque me contó que a el también se la había chupado Lucita, que era como la llamábamos todos los vecinos, aquella mujer era una pedazo de tía, pero con un novio que daba miedo verlo, te podía desmontar la cabeza de un solo piñazo

Mientras nos contábamos nuestras batallitas, yo observaba como mi padre se tocaba bajo el bañador. Entre la conversación y lo que veía comencé a sentirme mas caliente y mi polla comenzó a crecer. Cuando no pude mas le dije entre risas:

  • Qué meneo te estas pegando ¿no?, ¿Te animó la conversación?, jejeje

  • Jajaja!, que mal pensado eres… No, se trata de la herida, me pica mucho y no puedo dejar de rascarme

  • Déjame ver

Mi padre se levanto la camiseta y pude volver a contemplar aquel cacho de carne, cuyo tamaño era notablemente más grande que el día anterior. Observe la herida un momento y le dije:

  • Lo que te pasa no tiene que ver con la herida en si, se trata de el pelo que te habían rasurado para la operación que te esta brotando de nuevo, eso es lo que te pica, toma, ponte de esta crema que uso para protegerme del sol, te aliviara.

  • ¡Ni de coña!, no soporto tocarme por alrededor de la herida… es muy molesto….

  • Anda déjame a mí que eres un blandengue

Comencé a darle crema alrededor de la cicatriz y con risa entrecortada me decía que le molestaba y le hacia cosquillas. Mientras le daba la crema observaba como su polla seguía creciendo y sus pequeñas sacudidas la hacían cada vez mas grande, en unos de los movimientos y debido a la crema, mis dedos resbalaron, y bajaron demasiado, chocando con su enorme polla que estaba bastante dura, nos miramos y seguimos entre risas

  • No decías que solo te picaba la herida, pues yo diría que el problema lo tienes aquí abajo, jejeje… - al decirle aquello le pellizque casi de refilón sobre aquel bulto que estaba como una piedra y seguimos riendo.

  • ¡Quita guarro! – me dijo sin parar de reír – y que pasa con la tuya.

Repitió mi gesto, pero el me agarro mejor, y palpo con toda su gran mano mi verga que también estaba bien crecida. Cuando intente esquivarlo se quedo con mi bañador agarrado y parte de mi polla salio a la luz

  • Joder Pablo, esto vas a tener que solucionarlo porque se te ha hinchado mucho, debe doler un rato…- dijo con voz mas seria pero sin dejar de reír.

  • Pues tú también pareces necesitar ayuda con la tuya… jejeje

Seguidamente, agarro mi mano que aun estaba cerca de su paquete, la deslizo hasta su polla y me la apretó contra esta. Yo me apresure a agarrarla bien fuerte.

  • ¿Crees que podrías ayudarme con esto?

  • Déjame ver- le respondí- Quizás podamos darnos ayuda mutua

Para cuando dije aquello mi padre ya había alargado su mano hasta mi paquete.

Estuvimos un buen rato sobandonos las pollas por encima de nuestros bañadores entre miradas y alguna que otra sonrisa entre nerviosa y excitada. Yo era la primera vez que tocaba otra polla que no era la mía, y joder, me estaba gustando. No se si me gustaba mas la sensación de que era un tío, que era mi padre, o que tenia un tamaño mas que aceptable de herramienta.

Agarre la silla hasta acercármela detrás, me baje el bañador y me senté frente a el, el se saco su enorme polla y sus dos huevos por el pernil del bañador y pude ver aquel pedazo de minga en todo su esplendor.

Volví a agarrarla como si mi vida dependiera de ello, y empecé a masturbarlo. Aquel enorme trozo de piel, bajaba y subía sobre su glande y sentía como palpitaban sus venas bajo mi mano.

El vertió un poco de crema en su mano para seguidamente untarme toda la polla, también la bajaba hasta mis pelotas y estiraba mi escroto todo lo que podía aplicando con sus dedos pequeños pellizcos. Mientras mi propio padre me la estaba pelando y a medida que mi excitación subía, comencé a pensar en como seria chupar algo así. Sin pensarlo dos veces me levante, me arrodillé ante su atónita mirada y engullí aquel enorme pollon como si lo hubiera estado haciendo toda mi vida, de la misma manera que tantas otras veces había visto a otras chicas chuparmela a mi.

Mi padre no pudo resistir por mucho tiempo mis engullidas y comenzó a correrse como una bestia. Aquel liquido de sabor entre dulce y salado comenzó a inundar mi boca y bajar por mi garganta, mi padre empujaba mi cabeza contra su polla con tantas ganas como si quisiera traspasarme, yo podía sentir su polla deslizarse por mi garganta derramando chorros y chorros de semen casi sin dejarme respirar, lo cual hacia que mi excitación subiera por momentos, cuando no pude mas me corrí, y me corrí como no lo había hecho antes.

Lamí toda la polla de mi padre y mientras esta iba encogiendo, para retomar una forma más flácida pero sin dejar de ser gorda, no deje de lamerla hasta que mi excitación desapareció.

  • Joder hijo, nunca me la habían chupado así, en toda mi vida.

  • Yo tampoco la había chupado nunca, ni así, ni de ninguna manera, no se como ha podido pasar esto.

La cara de mi padre cambio de inmediato, me miro y dijo:

  • Lo siento hijo, yo tampoco acabo de entender que ha pasado.

  • ¡No papa, no te preocupes!, no se trata de eso, me ha gustado, pero no entiendo lo que paso

  • A mi también me ha gustado, esta ha sido mi primera experiencia con un hombre, bueno, excepto una vez cuando estuve en el ejercito, un compañero y yo nos follamos a una prostituta… pero no paso nada importante

  • ¡Espera!, ¿nada importante?, ¡Quiero detalles, viejo!...

  • ¿A quien llamas viejo? – me dijo sonriendo. Me agarró de un puñado y me lanzo a la piscina.

Desde aquel verano, nuestra relación se fue haciendo mas estrecha, y aunque (hasta el momento…) mi padre y yo no hemos llegado a mas de unas pajas y algunas mamadas, nuestros encuentros sexuales se dan cada vez que tenemos oportunidad, y mis vacaciones suelen ser siempre junto a Clara y mi padre