Redención

Tras usar a los hombres como juguetes, descubrirá en un viejo conocido la redención de sus pecados a traves de su dominación.

Os presento corregido un relato que escribi hace tiempo, dedicado a mi primera fan de mis relatos eroticos.

La tarde se presentaba fresca cuando la joven salía sonriente de la tienda, había adquirido un conjunto azul de falda y chaqueta que esperaba poder disfrutar en el fin de semana donde seguro se divertiría y por que no, enrollarse con algún guaperas de buen paquete. Cruzaba la calle camino de su coche cuando una voz la llamo:

-¡Demi!-grito la  masculina  voz-

La joven se giro, su largo y lacio cabello negro floto frente a sus hermosos ojos de caoba mientras miraba al musculoso joven que la había llamado. Durante unos segundos sus ojos trataron de identificar al joven alto, de mirada profunda, rostro cincelado y cabello teñido de un rojo fulgurante, sin éxito.  Hasta que un antiguo recuerdo la asalto.

-¿Daniel?- dijo insegura-

-Pensé que no te acordarías de mi- El joven sonrió ampliamente y la beso en la mejilla, permitiéndole percibir el olor masculino que despedía el joven- Aunque admito que he cambiado un poco

-… un poco si…- admitió Demi mientras miraba su musculado cuerpo y el tinte “¿Cómo puede ser este pedazo de hombre aquel tonto del colegio?... solo habían pasado 3 años”, se preguntaba sorprendida- Cuanto tiempo… ¿Cómo estas?-

-Muy bien, trabajando en algunas cosas…. ¿quieres tomar un café?, as podríamos hablar de los viejos tiempos…- Sugirió Daniel con una cálida sonrisa-

-Claro… ¿Por qué no?,- Contesto Demi, ya le enviaría un mensaje a Anita para disculparse por el plantón… no podía quitar los ojos del cuerpo del joven y desaprovechar la oportunidad-

Daniel la guió por unas pocas calles hasta llegar a una puerta de madera magistralmente labrada, en una placa se podía leer en  curvilíneas letras   “El burdel de los sentidos”. Demi sintió un escalofrió pero la sonrisa de Daniel la tranquilizo invitándola a entrar. El aroma a roble la golpeo como una bofetada, todo el local estaba recubierto de el, una docena de mesas con sus respectivas sillas cubrían el gran salón frente al amplio escenario, una larga barra guardaba una impresionante licorería. Excepto ellos estaba completamente vació.

-¿Te gusta? –Dijo Daniel señalando a su alrededor-  Es el nuevo local de mi tío, trabajo aquí de barman por las noches, ¿Qué quieres tomar?- pregunto mientras de un ágil salto entraba tras la barra-

-Un bailys…-dijo Eva sentándose en un taburete frente a Daniel

-La bebida de la pasión…- contesto este mientras tomaba la botella y vaciaba parte de su contenido en un baso corto, para el mismo se preparó un vodka con hielo-  pensé que no volvería a verte… - dijo de pronto- después de como me rechazaste el ultimo día de curso-

-¿Te rechacé?- Demi trato de hacer memoria, recordaba que Daniel le había pedido ser su novia, pero no recordaba que su contestación, no le había dado la menor importancia- lo siento era una cría- Susurro Demi algo avergonzada-

-Bueno… mas sentí yo la patada que me pegaste en la entrepierna- Contesto Daniel mientras veía como ella enrojecía- pero son tiempos pasados,  seguro que ahora tienes un novio muy guapo-

-Pues… no… -Contesto Demi- hace poco le deje-

-¿le dejaste? –Pregunto Daniel con una oportuna sonrisa- ¿por que? ¿acaso te fue infiel?- pregunto curioso-

-No… -contesto ella- simplemente me aburría ya… los chicos me duran muy poco…solo juego con ellos hasta que se vuelven aburridos...  previsibles.. – Demi pensó que esta sinceridad se debía al alcohol y aparto la copa-

Daniel le dirigió una apasionada mirada y tras servirle otra copa salio de la barra y se acerco a ella. La tomo por la cintura y pego su cuerpo contra el suyo.

-Entonces… ¿estas libre esta tarde verdad?-pregunto Daniel susurrándole al oído-

-Mmm… si…- Contesto Demi sintiendo su calido aliento en su cuello, comenzaba a excitarse realmente por las maneras del joven- Quede con una amiga, pero la dejare plantada…- Demi no entendió por que le decía esto- la ocasión lo vale...-

-Bien…-susurro Daniel, haciendo girar a Demi para encararla cara a cara- Sigues siendo tan hermosa como entonces- El beso que comenzó como una simple caricia entre sus labios se convirtió en una ardiente danza de la pasión entre sus lenguas-

Los musculosos brazos de Daniel comenzaron a acariciar el curvilíneo cuerpo con fricción, su boca besaba su cuello. Demi gemía débilmente dejándose llevar por la pasión que la embriagaba. Las manos expertas manos a Daniel le estaban dando un gran placer, su chaqueta salio volando y su camisa se abrió para mostrar al mundo dos encorsetados senos, de un tamaño respetable, pero las manos de Daniel abarcaban cada pecho con fuerza y firmeza. Los ardientes pezones escaparon de la prisión de tela para ser recibidos por la golosa boca del joven.

Su mano llego a la falda de Demi y comenzó a acariciar la piel del muslo bajo ella. Demi se dejo llevar y abrió las piernas facilitándole el camino. Cuando las manos del joven la llevaban al séptimo cielo sintió que su vista comenzaba a nublarse… El joven la tomo en brazos antes de que perdiese el equilibrio.

-Vamos a un excusado –susurro Daniel,  ella solo pudo asentir por el placer y el adormecimiento que comenzaba a llenarla-

Con Demi en brazos, Daniel se dirigió a una puerta junto al escenario.

-“pagaras todos tus pecados”- murmuro Daniel cuando Demi quedo completamente sin sentido en sus brazos-

No podía moverse… Acaba de despertar, pero creyó seguir en la pesadilla, sentía una tela sobre su rostro que no la dejaba ver, además estaba atada a algo… sentía fuertes correas en sus muñecas y pies. Se sentía completamente desnuda sobre una estructura de suave y perfumada madera.

Privada de los demás sentidos se concentró en el oído. Frente a ella docenas de voces, hombres y mujeres cuchicheaban excitadas, no lograba entenderles y comenzaba  asustarse. Intento hablar pero una pelota agujereada estaba bien sujeta en su boca, podía oír claramente el silbido del aire al atravesar sus orificios al respirar. Junto a ella oyó sonoros pasos.

-Saludos Esclavos y Amos, Ukes y semes- Demi se dio cuenta que era la voz de barítono de Daniel-  En esta noche tenemos a una invitada muy especial, ella me ha pedido que la domine frente a todos vosotros esta noche, será su iniciación y quiere compartirlo con todos vosotros. Por favor un aplauso para Demi-

Entre aplausos Demi sintió que le quitaban la venda de los ojos. Estaba atada a un potro sobre el escenario, frente a ella, en las mesas docenas de rostros cubiertos por delicadas mascaras de cuero la miraban con deseo incluso envidia. Junto a los que estaban sentados en las mesas, en el suelo, hombres y mujeres vestidos solo con un collar encadenado que terminaba en las manos de los enmascarados.

A su lado Daniel vestía unos pantalones abiertos de cuero, un peto tachonado, muñequeras y un antifaz. Todo en riguroso y brillante cuero negro.  Junto a el en una mesa descansaban toda clase de látigos e instrumentos que Demi no había visto nunca pero que igualmente le provocaron escalofríos por todo el cuerpo al imaginar sus posibles usos.

Daniel se acerco a Demi y le quito la mordaza

-Daniel hijo de pu….-una fuerte bofetada la callo -

-Primera lección, No hablaras, no te moverás, ni tan siquiera pestañeares sin el permiso de tu amo -la concurrencia asintió cómplice  al oírlo-  ¿Te ha quedado claro? – Dijo sujetándole nuevamente  la mordaza-

Daniel desapareció de la vista de Demi, pero no tardo en sentir unas fuertes manos en su espalda, unas tiras de cuero acariciaban sus nalgas. Sin preverlo sintió el enérgico latigazo.

-Lección numero dos, perteneces a tu amo, vives por el, mueres por el, su placer es tu propio placer -Exclamó  Daniel mientras golpeaba a Demi, cuando sus nalgas estuvieron rojas se detuvo y comenzó a acariciar con el látigo todo su cuerpo- Quiero que saludes a alguien… ¡Carlo!-

De una puerta surgió un joven de estatura normal, con el cuerpo ligeramente musculado, vestido solo con unos pantalones de cuero y un collar tachonado que llevaba con picardía. Portaba con decisión dos grandes velas encendidas en sus manos.

-Hola Demi- Susurro Carlo a su oído- Es una lastima que cortases conmigo tras jugar tanto… pero fue una suerte conocer a Daniel en este local… el es un verdadero experto… casi siento envidia por ti- Dijo con una voz llena de lujuria- pero no temas… aportare mi granito de arena a tu placer-

El joven alzo las velas y comenzó a dejar caer gotas de cera sobre el cuerpo de Demi ante los aplausos de los asistentes. Las gotas escurrían unos centímetros por su piel mientras se endurecían y cuarteaban, formando lagrimas de marfil por todo su piel.

Cuando las velas se consumieron Demi estaba tan  aturdida que apenas se  dio cuenta como Daniel tras ella desataba sus pies del potro y los sujetaba a una larga barra que los mantenía abiertos. Sintió como una cabeza redondeada, lubricada con una crema muy fría, comenzaba a intentar penetrarla.

Demi lanzo un profundo gemido cuando el consolador penetro completamente en ella, no era virgen desde luego, pero el grosor del falo invasor era superior a la media del de sus parejas. Unas correas sujetaron el consolador en su interior, manteniendo constante su invasión.

Daniel le hizo un gesto a Carlo, este asintió y entre los dos desataron los brazos a Demi y la esposaron a dos cadenas que pendían del techo y terminaban en dos grandes pesos. Ahora Demi estaba en forma de X ante el entregado público, que entre copa y copa comenzaba a requerir los servicios orales de sus esclavos.

Las bocas de Daniel y Carlo tomaron respectivos pezones para mordisquearlos con gula mientras sus manos recorrían el cuerpo de la joven, arrancándole profundos gemidos que apenas eran silenciados por la mordaza. Pese a la situación el cuerpo le ardía y palpitaba, Demi debía admitir su creciente deseo.  Cuando estuvo en su máxima excitación, a punto de alcanzar el orgasmo, los hombres se detuvieron, Daniel coloco unas pinzas metálicas en los pezones y se aparto.

La joven les miro con odio, Daniel se dirigió a una polea en la pared y cuando la giro las cadenas de las muñecas de Demi comenzaron a descender arrastrándola hasta que prácticamente su espalda quedo paralela al suelo.

-¿recuerdas la primera lección?- le susurro Daniel, Demi asintió enérgicamente- Bien… entonces estarás callada y harás todo lo que te pidamos…-  Con un suave movimiento le quito la mordaza- Carlo me ha contado que nunca has querido mamársela… que te parece asqueroso… mientras se lo hacías a todos los hombres con los que le engañabas -musito compungido- Estimados amigos… ¿no creéis que debemos mostrarle a esta pobre de espíritu el gozo del sexo oral?- Grito con ímpetu al publico que contesto de inmediato con entusiasmo-  Vamos Carlo, el publico lo pide…-

Este abrió una larga cremallera de su pantalón por la cual, como si tuviera vida propia  surgió un miembro de unos 15 centímetros, que sin ser perfecto era proporcionado y bello. El joven acerco su falo a la cara de  Demi que con evidente asco lo rehusó apartando su rostro. Daniel descargo un enérgico manotazo en sus nalgas, libre de la mordaza intento gritar momento que fue aprovechado para ser asaltada  oralmente por el pene de Carlo, que comenzó a moverse en su boca. Las lágrimas recorrían su bello rostro mientras la calentura de su interior subía, el sexo entre sus labios no sabia realmente mal, el olor del almizcle varonil que desprendía el pubis de Carlo afectaba a su cuerpo involuntariamente aumentando su libido.

-¡Señores y señoras, deseo que seáis participes en la educación de esta esclava!- grito Daniel con vehemencia- sobre las mesas  tenéis un mando con dos botones, si creéis que esta zorra se lo merece aplicadle su castigo-

De inmediato el cuerpo de Demi se sacudió, el vibrador de su interior le daba una sacudida con cada pulsación de los espectadores, que no eran pocas. Al unísono las pinzas de sus pezones le propinaban pequeñas corrientes. Buscando una forma de aplacar al público comenzó a lamer el pene de Carlo con dedicación y exhibicionismo. Se lo sacaba de la boca lamiendo y mordisqueando suavemente el glande, tomaba los testículos con su lengua, saboreaba los primeros néctares que destilaba su polla. Las corrientes redujeron su intensidad, o quizás era tal la calentura que le provocaba lamer el ardiente miembro que olvidaba el dolor.

Con un grito de satisfacción Carlo se corrió en la boca de Demi. Esta por su inexperiencia dejo caer varios lechazos al atragantarse, pero por deseo del público lamió el suelo y limpio completamente el brillante miembro de Carlo antes que este tras chocar la mano de Daniel en un gesto de camarería se sentase junto al público, siendo recibido entre vítores por este.

-Bien hecho esclava –dijo Daniel sacándose su pene, numerosos suspiros se escuchaban por la sala cuando aquel miembro de 25 centímetros, de una cabeza rojiza y brillante, quedo libre- Serás mejor que lo lubriques bien con tu lengua… por que acabara enterrado en tu culito.

Demi, impotente, y asustada frente a la idea que aquel pedazo de carne pudiese invadir su casi virginal ano, se dedico en cuerpo y alma a ensalivar el falo en toda su extensión. Mientras lo hacia Daniel, ayudado por su propia saliva introducía un dedo en su flor de loto para casi inmediatamente introducir otro.  Ante esto Demi profirió un pequeño grito que fue acallado por las corrientes que le mandaban los asistentes.

Cuando Daniel lo creyó oportuno giro el cuerpo de Demi, aprovechando las cadenas, para que quedase de lado al público, y este pudiese contemplar perfectamente como apuntaba la morada cabeza de su polla al estrecho agujero de Demi. Con un grito de dolor esta recibió la primera acometida que consiguió introducir parte de la cabeza. Tras unos segundos para dejar que el esfínter se acostumbrase a la invasión, volvió a embestir, penetrando 10 centímetros de palpitante y ardiente carne en su interior. Si no fuera por las esposas que la sostenían, Demi habría caído desmayada tiempo atrás.

Con una última acometida, Daniel termino de enterrar su pene en el interior de Demi. Que no podía creer que toda aquella polla estuviera ahora dentro de ella. Un poco de sangre se derramo entre sus piernas, pero haciendo caso omiso Daniel comenzó a moverse pausadamente, centímetro a centímetro Demi comenzó a ver entre las brumas del dolor el infinito placer que le deparaba. El ritmo comenzó a subir según su ano se dilataba y acogía a la polla, el joven tras largas embestida tomo sus piernas y cargo con el peso de Demi sobre él mientras continuaba penetrándola, con  cada vez  más fuerza e ímpetu.  A la vez que abusaba de su ano Daniel manejaba el mando maestro con el que el vibrador de su interior le provocaba un placer infernal.

-vamos… córrete..., te lo has ganado- le susurro Daniel a su oído, quedando únicamente entre los dos,  Demi no tardo en obedecerle y todo su interior se estremecía con olas de placer, cuando un grito pugnaba por salir de su garganta la ardiente boca de Daniel lo impidió, aumentando si cabe el placer de Demi, que sentía los potentes chorros de la simiente de Daniel en su interior y su ardiente lengua poseyendo su paladar. Lo último que vio antes de desmayarse fue la profunda mirada de Daniel-

La sesión se dio por finalizada con un nuevo aplauso del público que había disfrutado de ella. El escenario no tardo en ser ocupado por una nueva sesión de latigazos por parte de una nueva pareja.

-¿Que opinas Carlo? - le pregunto Daniel cuando estuvieron cómodamente sentados frente a una copa- Con algunas sesiones mas seria una magnifica esclava- admitió con vehemencia-

-No, ya me he vengado de ella,  quédatela tu si quieres…-contesto Carlo mientras masturbaba a una esclava rubia de prominentes pechos, que entre risas los utilizaba para golpearle sensualmente-

Daniel asintió y tras despedirse e los presentes se levanto acercándose a donde descansaba Demi, sentada en una silla apartada y cubierta con una suave manta. La tomo en sus brazos y con gran delicadeza la llevo escaleras arriba,  pues su piso se hallaba sobre el mismo local. Al llegar a su cuarto la depositó a sobre el lecho y tras limpiar con cuidado su piel con un paño húmedo, la cubrió con sabanas de seda.

-Te prometo que a partir de ahora solo lloraras de placer- Susurro Daniel mientras se recostaba junto a ella para deleitarse con el aroma de su cabello- ya has expiado tus pecados... ahora podrás empezar una nueva vida...- dijo antes de quedarse dormido abrazando a Demi- Ojala me perdones… pues siempre te he ame-

P.D recordad que comentar es gratis y que me hace mucha ilusión. Si os gustan mis relatos en mi pagina personal podeis encontrar ediciones encuadernadas que realizo como prácticas maquetación y composición para la universidad.