Reddere

Ahogan las horas mi espera. Lo elegido, lo prohibido rompen mi voluntad. Rendido a tu voluntad.

REDDERE

Que ocultan las sombras?

Que esconde la oscuridad?

Quizás los pecados cometidos de los deseos prohibidos?

Esconde de la luz la simbiosis del placer y la vergüenza, el ser uno lo prohibido y lo cohibido

Ya siento la carne encendida y aunque mi cuerpo no lo ha decidido aun, mi mente ya cavila por su presencia y sufre por la ausencia de mi conciencia, cuando el crepúsculo termine, cuando decida al fin que soy, como soy

El tiempo ahora mi enemigo acecha mi decisión, me obliga y empuja. No esperara mis dubitaciones, simplemente decidirá por mi cuando sea necesario y mi coraje vacile.

Ahogan las horas mi espera

Miedo, excitación indecisión en un néctar que seca la garganta; son las sensaciones ahora, es el trago que me ha tocado beber

Y en el momento de mas temor, cuando mi voluntad rechaza escoger una opción, aparece el.

Las sombras destrozadas por la luz que atropella al ingresar, desaparecen subitamente cuando nuevamente la puerta contiene el exterior

Sus pasos, seguros, se dirigen a mí

No veo ni su rostro, no lo necesito. Lo conozco bien hace ya tiempo. Busco en una mirada perdida por sobre el; el infinito, saber simplemente mi futuro y mi camino.

Se acerca lentamente, esta ya predispuesto. Camina a mi derredor, me rodea, me acecha.

Me observa, en silencio, con lujuria, con deseo. Atino solo a seguir su andar con la mirada, mientras y repente un frio sudor marca mi frente, un sudor que marca hasta el alma.

Se queda detrás de mi, espera en silencio, segundos eternos .Al fin trato de girar; y me lo impide. Sus brazos me aferran la cintura y aprisionan mi voluntad…Su rostro se acerca a mi cuello y susurra un suspiro.

Detrás de mi oído. Un susurro que desaparece en la noche ..

Su cuerpo, grueso y fornido ahora presiona el mío y sus brazos buscan afanosamente el broche de mi pantalón.

Es ahora el ultimo momento de rehuirlo, aunque se que el tiempo ya decidió por mi y solo espera al final que afloje mi animo y deje mi noche caminar hacia lo desconocido, a romper los mitos vírgenes de mi sexualidad

No hay opción, simplemente rendido y dominado avivar lo ya iniciado. Mis manos rozan ya las suyas y cooperan. Desabrocha ahora los últimos botones de mi pudor, hasta la ultima esencia de mi vestir; su pasión me acaricia.

Así ahora, estoy desnudo en cuerpo y alma; solo con mi corto y ajustado bóxer, me levanta arroja hacia el mullido altar, la cama de mis deseos; donde ansiosa manos alistan mi ser y ya desean sacrificar mis entrañas a los dioses de la lujuria

Como una lucha mortal, cae sobre mi el guerrero y gira mi cuerpo

Ahora mi rostro es obligado a besar las sabanas, mientras en un poderoso impulso; mis piernas no pueden evitar que retiren de mi la ultima coraza, mi satinado bóxer negro ahora arrojado a mi lado, como prueba de mi desnudez.

Su madura experiencia toma el control de la situación, y sus movimiento calculados levantan mis caderas y las reposan encima de mis almohadas que aprisionan mi húmedo y rígido sexo; y sus piernas entreveradas obligan a las mías a separarse, como una V de vencido, como una V de vencedor

El calor de los cuerpos se siente en mi espalda, sus manos ya recorren mi torso y buscan en mi intimidad, al finalizar mi espalda, el mas recóndito tesoro.

Lo encuentra, lo descubre, y como un tesoro frágil a punto de romper solo lo acaricia

Mis brazos tratan de incorpórarme, pero son reprimidos por su enorme peso,.

Comprendo entonces que la derrota es absoluta y me corresponde simplemente someterme, soportar y disfrutar. Retorna entonces la interrumpida ceremonia, pero ahora diferente.

Derraman sus manos un tibio aceite que recorre mi espalda y se dirige a mi entre pierna; es abundante, espeso, gotea al fin por mi sexo. Ha recorrido toda mi intimidad. Suavemente un dedo entonces acaricia mi esfínter y poco a poco lo abre, lo explora, lo empuja.

Sorpresa.

Una sensación que trato de expulsar, solo puedo empujar, y pujar; pero no se mueve. La sensación aumenta, pues ahora son dos .Me hacen gemir, un gemido que lo sorprende; y le hace repetir la acción; buscando quizás nuevamente oír mi placer.

Y al fin lo logra.

Ya estoy rendido, mi sumisión es plena, no quiero ya moverme.

Habiloso seductor entonces su cuerpo baja, acariciando con su lengua mi espalda.

No me muevo, no me siento capaz de romper este etéreo momento.

Acaricia mis glúteos y los abre. Una húmeda e inquieta sensación recorre entonces el espacio que ocupaban los dedos y su deliciosa lengua cubre mi pequeño orificio.

Mi raído bóxer me sirve de mordaza par no gritar el placer sentido, y acallan mis estertores.

El plazo se ha cumplido, y es entonces que debo ser a su cuerpo ofrendado. Su ser nuevamente en mi espalda esta acomodado, pero ahora un rígido falo explora mi entrepierna, lo siento acercarse y buscar acomodarse; hasta que su posición ha logrado

Sus manos exploran y acomodan, recorren y facilitan.

De repente mi cuerpo es probado y una nueva sensación atraviesa las fronteras hace un momento estimuladas.

Sus brazos de repente se aferran ahora mis hombros y pecho buscando inmovilizarme plenamente y lo logran. Lentamente, suavemente se introduce en mi, me sodomiza. Mi cuerpo se tensa, se exige, mi rechazo es natural; pero mi voluntad es sexual

No se detiene, un cuchillo que busca fondo, y aunque no lo encuentra; se asegura de penetrarlo cuan largo es.

Mis entrañas aun luchan por expulsarlo, cada vez mas agotadas por el esfuerzo.

Me habla, apenas lo entiendo, pero sus palabras entonces se apoderan del momento, recorre mi interior y me relaja, me calma y eso me excita. El se mueve ahora, afianzando su posición primero lentamente, después con confianza; su miembro explora, busca la fricción.

Dolor, tensión

Quita entonces de mi boca el bóxer y mete su dedo corazón, busca poseerme completamente.

Mis dientes aprisionan al invasor, pero no puedo dañarlo; su voluntad me tiene dominado

Mi lengua sorprendida primero, ahora comparte con el visitante y mis labios succionan el pequeño falo.

Su excitación aumenta, y sus movimiento también. Suspira en mi oreja y la muerde suavemente. Mi cuerpo ya se halla transportado, las sensaciones bloquean mi conciencia y no disciernen del pudor y vergüenza. Solo mis manos exprimen las sabanas, desquitando mis dolores, expulsando mi libertad

Busco con mi mano entonces mi virilidad, esta ausente y presente. Espera con desesperación

Lo acaricio pero el no me deja. Retira mis manos bruscamente. Es una guerra del placer y cada uno busca ganarla a costa del otro.

Su frenético ímpetu me transporta, sus acometidas encienden mi interior y desbocan mis emociones

Al fin un tenue líquido sale de mi pene, a pesar de todo, gotea y humedece; mis palabras no pueden expresar esta realidad.

El se acelera y de repente su animal interior de apodera de el y de mi. Unos brazos que ya marcan mi piel cuando el se acerca a concluir.

Con violencia su brazo rodea mi cuello, su antebrazo presiona mi cuello y levanta mi cabeza. El otro brazo presiona mi cadera.

Rechina el mueble rítmicamente, todos mis músculos son sobados, apretados; ni siquiera puedo gritar, solo un profundo gemir

Un esfuerzo final, una fuerza que me comprime y finalmente una sensación caliente dentro mío, un calor encendido que recorre su camino hacia lo profundo

Aun queda sobre mi, su virilidad se desvanece; ocurre lentamente. Besa mi cuello y se levanta. Permanezco así, echado, y acabado. Su liquida esencia entonces se invierte y recorre mi interior hasta ser expulsada de mi cuerpo recorriendo mis muslos como una ultima caricia de lo que paso. Solo en mi cavidad se siente el vacío que dejo su poder

Retorna lentamente mi conciencia y reflexiona. El placer o el pudor, la verdad o la represión.

Me toma tiempo decidir, solamente el sonido de una puerta al cerrarse me distrae. Se ha ido. Estoy agotado, simplemente levanto las sabanas y me cubro con ellas.

Tengo sueño , mañana será tiempo de rendir cuentas.