Recuerdos...xvi
Se fue deslizando a lo largo de mi espalda hacia abajo, quedando su cara entre mis nalgas, me pasó las manos por debajo de mis caderas
RECUERDOS...XVI
Todos los componentes del equipo de natación del Cuartel, hemos entrenado durante toda la semana, estamos a punto para la Competición Regional, que será dentro de unas horas, creo que irá todo bien o eso espero.
Como esperaba ha ido muy bien, más de lo que creía, todos los nuestros han ganado alguna medalla, bastantes de oro( el primer puesto) y de plata (el segundo puesto) pero en alguna fue de bronce(el tercer puesto), en éstas últimas nos superó Javián, ganando las de oro, al terminar la Competición, se nos formó en la piscina y después de agradecernos todo el esfuerzo realizado, nombrarían a los componentes del Equipo que representaría a Galicia en los Nacionales de Toledo, eligieron a seis en total, cinco de nuestro equipo y uno de Caballería, que era Javián, así quedó decidido el grupo de nadadores. Todos nos felicitaban, incluso se nos acercó el Comandante a darnos la enhorabuena.
Para celebrarlo fuimos al bar musical de Jesús, allí encontramos a mis jóvenes amigos, que al enterarse del éxito nos felicitaron y se unieron a nosotros, algunos jugaron al billar, otros nos sentamos a beber tranquilamente, alguno jugaba a la máquina de pin ball, fuimos picoteando diferentes tapas que nos preparó Jesús, cada vez que una se acababa aparecían más, luego tomamos café y whisky con hielo, entonces sacaron una tarta y nos sirvieron trozos muy generosos a todos, también champán, brindamos y bebimos.
Fui al lavabo y en los urinarios de pared, me encontré, con uno de mis compañeros del equipo, era de Barcelona y habíamos sido rivales en muchas competiciones, su nombre Josep, me coloqué a su lado y oriné, entonces noté que miraba mi verga, mientras se acariciaba la suya, en ése momento entró otro del equipo éste era de Madrid, Lino, muy simpático y cachondo, se colocó detrás en medio de los dos y mirándonos las vergas, nos acarició el trasero diciendo: ¡Bonitas vergas, deben de estar de muerte! Y se colocó en otro urinario, al terminar salí y también Josep, nos unimos a unos a jugar al billar en parejas.
Josep, no sabía usar el palo y colocándome detrás suyo, le enseñé la mejor manera de dar a las bolas, él frotaba su trasero sobre mi verga que se iba despertando, mis manos acariciaban las suyas al ponerlas en posición sobre el palo, nos íbamos acalorando y el resto estaban bastante achispados, decidimos irnos a mi casa, al ir a pagar, Jesús dijo, que estaba todo cubierto por el Comandante. Fuimos a casa y preparé las habitaciones, en una que no usaba nunca había dos camas plegables y otra en el cuarto que usaba Tomás, hoy se quedaba con Bruno y su padre, el Comandante en casa de éste, nos dejaban la casa libre para nosotros, le habíamos comprado alguna bebida alcohólica a Jesús antes de irnos, querían seguir bebiendo en un lugar más tranquilo. Mientras yo organizaba las camas, los chavales fueron a la cocina y sacaron vasos y diversas cosas para picotear, pusieron la radio en una emisora de música y se colocaron en el sofá, los sillones y en el suelo alrededor de la mesa de centro, hablaban unos con los otros, bromeaban, al llegar yo al salón, me hicieron un hueco en el gran sofá, me dieron una copa y brindamos de nuevo. Uno de ellos, que era de Teruel y se llama Eliseo, Eli para los amigos, puso una de las botellas vacía y le dio vueltas, mientras decía: ¡A quien señale la botella se tendrá que sacar una prenda! ¡Ganará el que menos ropa se haya quitado! Todos estallaron en risotadas, aceptaron el reto y comenzó el juego.
Lo divertido era, que mientras giraba la botella y nos quitábamos prendas de ropa, sacábamos de un barreño, una especie de ponche, que habían preparado y con una jarra llenábamos los vasos, entraba suave por la garganta, pero era bastante potente y todos íbamos bastante cargados, cualquier cosa nos provocaba risas, estábamos eufóricos y un poco salidos, al fin solo quedaron dos con el slip puesto, el resto totalmente desnudos. Los dos ganadores se pusieron de pie y se abrazaron rozándose los cuerpos, felicitándose momento que algunos se lanzaron encima de ellos tirándolos encima de los otros sacándoles los slips, mientras ellos forcejeaban.
Se había apartado la mesa de centro y encima de la alfombra había un barullo de cuerpos forcejeando, de repente apareció una mano con uno de los slips gritando eufórico: ¡Uno menos, uno menos! Y siguieron hasta conseguir el otro slip, como castigo por el esfuerzo, los empujaron sobre los que estábamos en el sofá grande, uno a cada lado y comenzaron a darles azotes en las nalgas, mientras ellos se quejaban mientras reían, uno de ellos era Josep, que tumbado encima nuestro lo azotaban mientras su cabeza descansaba sobre nuestros muslos y su boca estaba cerca de mi verga.
Mientras se quejaba sacó la lengua y me la fue pasando por mi verga y los huevos, cogí mi verga que estaba dura y levantándole la cabeza se la clavé dentro de su boca, llegando bien adentro, luego siguió el solo levantando y bajando la cabeza chupando mi verga, los dos que le azotaban el trasero al vernos comenzaron a acariciarle donde le habían castigado, uno le soltó saliva encima de su raja, se agachó metiendo su lengua entre sus nalgas, lamiéndole el ano, mientras pasaba su mano por debajo de las piernas del chaval y cogía su verga endurecida, ahora los dos que le golpeaban le chupaban el ano y la polla, sin olvidarse de los huevos, ahora se oían gemidos de placer, miré al otro lado y ocurría lo mismo, a mi lado estaba Lino, masturbándose, giré su cara y lo besé, él giró parte de su cuerpo y devoró mi boca con muchas ganas.
Los dos nadadores que chupaban el culo y la verga de Josep, uno era Manolo (Lolo) era de Sevilla, el otro era de Lérida y su nombre Jacinto (Jack), luchaban por abrirle bien el culo, mojé los dedos de mi mano y los deslicé en la ranura de su culo metiéndole uno de ellos dentro, mientras ellos seguían chupando, mi otra mano la coloqué sobre la verga de Lino, subiendo y bajando mi mano, masturbándole suavemente, ahora gemía dentro de mi boca, su lengua era larga, carnosa y muy ardiente, me dejaba sin respiración. Mientras seguíamos besándonos miré hacia el otro grupo del sofá y pensé: Vaya cuerpos tienen todos y todos diferentes, al igual que sus vergas, todas hermosas, tanto en tamaño y grosor, pero todas muy apetitosas, por eso ellos las estaban saboreando.
Saqué mi dedo del ano de Josep, que ya estaba dilatado, tiré de Lolo y subió encima del sofá, poniéndose a horcajadas encima del respaldo, como si fuera a caballo, separé mi boca de Lino y girando mi cabeza comencé a chupar la verga opulenta del sevillano, mientras mi mano se deslizaba entre sus piernas buscando su oculto agujero, al encontrarlo le fui haciendo masajes sobre él, metiéndole un dedo dentro del ano, mientras seguía chupando su verga que estaba cada vez más dura, Lino por su lado se agachó y se disputaba mi verga con Josep, luego se iban alternando, la mano de Lino se fue metiendo entre mis nalgas buscando mi orificio, la sacó mojándola con saliva y volvió al ataque, entonces deslicé un poco el culo hacia abajo, facilitándole el acceso, fue metiendo uno y luego dos dedos, abriéndome bien, Jack se había colocado delante de Lino y masturbaba su verga mientras la iba lamiendo, su otra mano agitaba su propia verga masturbándose.
Pasado un buen rato Jack se puso de pie delante de lino ofreciéndole su verga, que éste engulló con celeridad, mientras su mano también hurgaba entre sus nalgas, introduciendo los dedos follándole el duro trasero, Josep dejó de chupar m verga y se sentó a horcajadas encima mío, dándome la cara nos besamos y lamiamos la verga de Lolo, cogió mi verga y levantando su trasero se la fue clavando entera mientras se quejaba, pero no paró quedándose empalado enteramente, movió su trasero, acomodando mi verga en su interior, fue subiendo y bajando su cuerpo, mientras separaba sus nalgas clavándome hasta el fondo, Lolo se colocó entre los dos con las piernas separadas encima del sofá, ofreciéndome a mí su verga y el culo delante de la cara de Josep, que le chupaba el ano mientras le separaba las nalgas.
Josep fue acelerando la cabalgada y comenzó a soltar su esperma sobre mi cuerpo mientras apretaba mi verga con su esfínter, provocándome un gran placer, siguió cabalgándome durante unos minutos más, luego se sentó a mi lado, momento en que Lolo, ocupó su lugar sentándose encima mío, su culo prieto era sabroso a mi verga, sus gemidos me enardecían un montón, una vez se acostumbró a mi verga aceleró el ritmo y cada vez más rápido, provocándome estremecimientos de placer, pero siguió subiendo y bajando clavándose sobre mi verga, le avisé y aceleró más separando sus nalgas clavándome hasta el fondo y exploté dentro de su culo, soltando todo mi semen, Lolo al notar mis trallazos dentro de su culo, soltó su semen encima mío como antes hiciera Josep, uniéndose ambas corridas sobre mi pecho, al detenerse me besó con mucho fervor, durante ése beso se nos unió Josep, al separarnos pasaron sus manos sobre mi pecho uniendo todo el semen mojándome por todo el cuerpo, luego les chupé los dedos a ambos, me giré mirando a Lino con Jack, que seguían igual, me coloqué de rodillas entre las piernas de Lino y apartando su mano comencé a chupar su hermosa verga, acelerando el ritmo, mientras le clavaba dos dedos dentro de su virginal culo, mis dedos seguían el ritmo de mi mamada, Josep acercó su boca al trasero de Jack separándole las nalgas y metiéndole la lengua, después le introdujo dos dedos como yo había hecho con Lino, eso provocó que fuera acelerando el ritmo de su verga dentro de la boca de Lino y en ése momento Lino subió su pelvis hacia mi boca soltando todo su semen dentro de la misma, la fui tragando con dificultad debido a la gran cantidad de semen que soltaba, Jack soltando un largo gemido, intentó separar su verga de la boca de Lino, pero éste no le dejó, soltando todo su semen dentro de la boca, lo que me sorprendió que se tragara todo el semen, como había hecho yo con él, cuando ambas vergas estuvieron bien limpias, se separaron y nos sentamos agotados.
Todavía jadeando miramos a nuestro lado y vimos a los otros cinco chupándose mutuamente las vergas tumbados en el suelo con mucha lentitud, formaban un anillo, entonces acercándome a mis colegas de sexo les dije en voz baja: ¡Nos vamos a colocar detrás de cada uno y les chupamos el culo, metiéndoles los dedos dentro, para que se corran de gusto! Todos sonrieron y tomaron posiciones, colocándose detrás de cada uno, yo me puse detrás de un joven de Canarias, llamado Felipe, bonito chaval, buen cuerpo, moreno de piel y una buena verga, el culo muy apetitoso. Lino se colocó detrás de Rubén, un guapo chico de Bilbao, Josep detrás de un joven de Cádiz, de nombre Pablo, Jack detrás de uno de Aranjuez, llamado Benito, tan moreno como el canario, era de raza gitana, muy atractivo y Lolo detrás de un gallego de nombre Pedro Juan (P.J.)
Casi al mismo tiempo comenzamos a lamer y chuparle el culo, acariciándolos, metiendo primero un dedo y más tarde el segundo, comenzamos a follarlos con ellos, acelerando el ritmo, provocando que ellos aceleraran sus mamadas, levanté mi cara del culo del joven canario y dije en voz alta: ¡Chicos, nunca seréis hombres completos si no os tragáis alguna vez la leche de un buen macho amigo y compañero! ¡Chupar y absorber toda la energía del otro! Y de esa manera comenzaron a correrse dentro de las bocas que no daban abasto en tragar todo el semen acumulado, de largos días de abstinencia, continuaron chupando después de tragarse el semen de cada compañero. Jadeando satisfechos se fueron sentado de nuevo alrededor de la mesa de centro, se felicitaban por ser tan machos mientras se relamían con la lengua y se besaban entre ellos. Seguimos bebiendo y pasada una hora, les indiqué las habitaciones y que tenían que compartir cama de dos en dos y nos fuimos a acostar.
Lino y Josep, se discutían por ser el que se acostaba en mi cama, entonces les dije que trajeran una de las camas plegable a mi cuarto y solucionado, eso hicieron, la colocaron junto a la mía, me tumbé dentro de la cama y a mi lado se puso Lino, al lado de éste Josep pero un segundo después se cambió con Benito y el último Felipe, el canario, que se había cambiado con Lolo. Y nos dispusimos a dormir, pero me era imposible conciliar el sueño, todo el rato me venía a la memoria la lengua apetitosa de Lino lamiéndole el culo al joven canario y me estaba poniendo “palote” de nuevo, cambie de postura y me puse boca abajo, notaba el regular sonido de la respiración de Lino, éste al moverme yo cambió de posición y se puso de costado hacía mí, apoyando su brazo sobre mi espalda, su pierna también sobre la mía, su cara muy cercana a la mía, le miré entre las pestañas y vi que sacaba su lengua y la pasaba por encima de mis labios con mucha suavidad, su mano se deslizaba por toda mi espalda.
Abrí los ojos y lo miré, él sonrió susurrándome: ¡No puedo dormir teniéndote cerca! ¡Menuda follada! Y yo repliqué: ¡Sentí envidia del culo de Rubén! Abrí la luz de la cabecera y puse encima una camiseta, para no despertar a los otros, al estirarme encima de Lino para efectuar esta operación notó mi verga dura, agarrándome con fuerza me colocó encima suyo, mientras me acariciaba toda la espalda, juntamos nuestras bocas fundiéndonos en un cálido y ardiente beso. Mientras juntábamos nuestras lenguas, yo sentía escalofríos de placer, puse mi verga entre sus muslos penetrándolos, él gemía de gozo dentro de mi boca.
Mi lengua pasaba de su boca a su cuello y las orejas, le mordisqueaba el lóbulo de la misma, le metía mi lengua dentro del orificio de la oreja, dándole masajes mientras él gemía cada vez con más fuerza, que yo acallaba besándole de nuevo, su yugular era un poema, repasándola con mi lengua se contorsionaba como una anguila, mientras decía: ¡Sí, sí, qué bueno! Yo notaba su verga entre ambos cuerpos palpitante, sacando fluidos pre seminales, mojándonos a ambos. Pasado un buen rato, me dio la vuelta, quedándome boca abajo y él encima mío, su cuerpo estaba pegado al mío, sus manos acariciaban mis brazos, yo levanté la mirada y miré nuestro reflejo en el enorme espejo de la cabecera y le susurré: ¡Si abres los ojos y miras en el espejo, creo que lo puedes disfrutar más, que con los ojos cerrados! Y eso hizo, estaba absorto mirando el reflejo de nuestros cuerpos desnudos, coloqué su verga entre mis muslos e hizo el movimiento de follarme, pero paró diciendo que no quería correrse tan pronto.
Se fue deslizando a lo largo de mi espalda hacia abajo, quedando su cara entre mis nalgas, me pasó las manos por debajo de mis caderas, haciendo que levantara mi trasero, entonces clavó su cara en la raja de mi culo, sacando la deliciosa lengua y comenzando a lamer mi agujero, que ya palpitaba de placer, esa maravilla de lengua me abría sin contemplaciones, estaba dilatando con su cálida saliva y la entrada de la punta de la lengua, me obligué a pensar en otra cosa, para no correrme de gusto, me agarró la verga y girándola hacía atrás comenzó a chuparla, lo mismo hizo con mis huevos, su saliva se deslizaba por ellos como si fuera el mejor de los lubricantes, entonces tiré de su brazo y fue subiendo encima mío de nuevo, cuando su cara estuvo junto a la mía, noté la punta de su verga en la entrada de mi ano y me dijo: ¡Me dejas! Yo asentí y comenzó a penetrarme, notaba el calor de su verga, su endurecimiento, siguió clavándose dentro de mí, ya notaba sus huevos rozándome las nalgas y con mis manos las separé y empujó hasta el fondo, solté un leve gemido.
Empezó a follarme como un descosido, cada vez más y más deprisa, iba acelerando el ritmo mientras su mano masturbaba mi verga, pero me moví tan rápido que apenas se dio cuenta de lo que pasaba, dándome la vuelta me coloqué boca arriba debajo de él con las piernas sobre sus hombros y agarrando su verga la devolví a mi interior y siguió penetrándome con furia mientras degustábamos nuestras salivas, su respiración entrecortada me avisaba de su próxima corrida, en el momento de soltar su semen en mi interior dijo: ¡Me ha gustado mucho joder con un verdadero macho! Y entonces noté su semen dentro de mí eso provocó que yo soltara el mío sobre nuestros pechos, mientras nuestras pulsaciones aflojaban, se dejó caer encima de mí besándome con ardor mientras susurraba: ¡Gracias ha sido genial!
Entonces miré a la pareja de al lado y estaban chupándose la verga mutuamente, Felipe el canario estaba boca arriba y encima de él Benito, haciéndose un buen 69 y lamiéndose el agujero del culo, nos acomodamos y estuvimos mirándolos un buen rato, me puse cachondo de nuevo, acaricie mi verga y toqué la de Lino, que también parecía dispuesta. Moviendo mi cuerpo me coloqué detrás de Benito, el gitano agachando mi cabeza la enterré entre sus nalgas mordiéndole las mismas mi lengua apretaba su orificio y mi lengua hacía estragos en el mismo, así lo notaba con el palpitar del ano, que se dilataba como una rosa en el mes de abril, acaricié mi verga preparándola para un nuevo asalto y coloqué la punta en el delicado botón, empujé con fuerza, mientras con mi brazo apretaba su cabeza sobre la verga del joven canario, ahogando cualquier gemido de dolor, dejé la verga clavada y sin moverme, él apretó el ano y me fui retirando suavemente, clavándome de nuevo, ya no le dolía y dejé que su cabeza siguiera chupando la verga de Felipe, mientras con sus pierna separadas y bien abiertas estaba siendo penetrado por Lino.
Lino y yo nos agarramos de los antebrazos e hicimos como un ritual, mientras uno entraba en el culo, el otro se retiraba, íbamos a un ritmo de vaivén, Felipe y Benito gemían de placer, movían sus caderas y empujaban sus culos hacía la ansiada verga que los penetraba, sus chupadas fueron más deprisa y nosotros aceleramos el ritmo, ahora cada uno al suyo, entonces sentí la corrida del joven gitano mientras apretaba el esfínter, eso provocó que yo soltara el semen que me restaba dentro del prieto culo de Benito y lo mismo ocurrió con Felipe y Lino, ya que éste se sentó sobre sus talones jadeando y Felipe seguía chupando la verga de Benito y éste la de Felipe, me separé del apetitoso culo recién follado y me tumbé en mi cama, Lino hizo lo mismo, apagué la luz, quedándonos dormidos, casi al instante.
Al despertar salí silenciosamente de la cama, para no molestar al resto y me dirigí hacía el cuarto de baño, pero antes pasé por las otras habitaciones, una estaba vacía y no estaba el colchón, en la otra las camas plegables dobladas en un rincón y los tres colchones en el suelo, encima de ellos los seis miembros restantes del equipo, dormían abrazados unos a otros, ajusté la puerta y al darme la vuelta, me topé de cara con Lino, me dijo que iba al lavabo, cuando notó que yo no estaba y al salir del cuarto me vio mirando las habitaciones, entonces fui al cuarto de baño, él me siguió, entré en la bañera y él también, abrí los grifos regulando el agua y la dejé resbalar sobre mi cuerpo, tiré de su brazo y lo coloqué debajo de la ducha, nos mojamos bien y cerrando el agua nos fuimos enjabonando mutuamente.
Lino parecía nervioso, le enjaboné la espalda y el cuerpo por delante, pero en la espalda me detuve en sus nalgas, mientras él no dejaba de parlotear, comentando, las corridas del día anterior y la noche, parecía muy eufórico por haberme follado ésa noche, su charla me enervaba, entonces apreté su cuerpo contra la pared, mientras mis dedos hurgaban su agujero anal llenos de jabón, mis dedos no tardaron en entrar dentro, su pecho y cara pegadas a las baldosas, me suplicaba que no lo penetrara, que le destrozaría, puse mi boca sobre la suya besándolo con fuerza, acallándolo con mis besos, agarré mi verga que estaba dura como una estaca y fui metiéndola en su culito virginal, lentamente fui entrando cada vez más profundamente, hasta que mis testículos tocaron las nalgas, me quedé quieto y entonces le susurré al oído: ¡Hoy me voy a follar a un auténtico macho! ¡Siempre lo recordaras!
La penetración fue suave al principio, pero cada vez mis embestidas eran más intensas, levanté su pierna derecha poniéndola encima del borde de la bañera, continué con mis embestidas, ahora gemía de placer, su verga se bamboleaba totalmente rígida, por mi parte estaba a punto de correrme, pero no lo quería hacer en esa postura y sacando mi rabo del culo le di la vuelta, puse sus brazos alrededor de mi nuca y levantándole las piernas, las coloqué alrededor de mi cintura y me clavé de nuevo en su interior, soltó un lánguido suspiro, aceleré la penetración, besándole, mordiendo su lengua, solté un gemido mientras mi semen se derramaba dentro del culo, al mismo tiempo Lino roció nuestros cuerpos con su propio semen, mientras seguía ensartado sobre mi verga y nos besábamos.
En ése mismo instante no pude aguantar más y comencé a orinarme dentro del culo desvirgado, la orina resbalaba el culo sobre mis piernas, Lino al notar el caliente líquido no aguantó y comenzó a mear nuestros cuerpos, uniéndose la orina con su semen encima de nosotros, los dos gemíamos de gusto al poder orinar por fin, al terminar bajó las piernas, que le temblaban, lo sujeté con fuerza, para que no se cayera, se abrazó a mí y dijo: ¡Juro por lo más sagrado, que seguro que no lo voy a olvidar en mi vida! ¡Si ayer por la noche me hizo feliz follarte, hoy me siento doblemente feliz!
Nos terminamos de duchar y salimos, oímos ruidos en el cuarto, donde estaban los demás y los encontramos unos chupándose las vergas, allí también estaban Felipe y Benito, que habían dormido en nuestro cuarto, al ver abrirse la puerta nos miraron, pero un segundo después, estaban liados a lo suyo, nos quedamos mirándolos y comenzaron a cambiar de postura. Lolo estaba penetrando al bilbaíno Rubén, Josep penetraba a Pablo, Felipe el canario hacía lo mismo con Pedro Juan y también Benito penetraba a Eliseo, los gemidos eran muy sonoros, algunos de dolor, pero nadie cambió de posición. En voz alta les dije: ¡Chicos acelerad, que tenemos que desayunar y tenéis que ducharos! Se oyeron risitas de colegiales, pero las folladas fueron en aumento, dejamos la puerta abierta y nos fuimos a vestir.
Al cabo de una media hora empezaron a unirse alguno de ellos, duchados y vestidos, el resto se estaban duchando, cuando estuvieron todos salimos a desayunar todos juntos, algunos bromeaban con los otros, sobre las folladas, alguno gemía que lo habían partido en dos, pero todos estaban contentos, ése mismo día iban a recibir una semana de vacaciones del Cuartel, gracias a las medallas obtenidas, después de un buen desayuno nos despedimos hasta la vuelta y se marcharon al Cuartel, para recoger sus cosas y el pase del permiso, yo volví a la casa y la puse en orden, al terminar me tumbé en el sofá y me quedé frito, mientras sonreía pensando en lo que había ocurrido y como había ocurrido...