Recuerdos...viii

Incorporé mi cuerpo, sentándome sobre su estaca, sin sacarla, me di la vuelta, quedándome sentado frente a frente, la verga seguía moviéndose en mi interior, acaricié su cuerpo,

RECUERDOS...VIII

Viernes, me encuentro en la oficina del Comandante, me alarga unas hojas, mientras me dice: Es la lista del tus compañeros del Cuartel, a ver si encuentras algún nombre de nadadores en la lista y que no se hayan presentado a las pruebas, que enviamos en las circulares, Y pasándome otras hojas, continuó, aquí están los próximos reclutas que vienen a éste Cuartel, mira, si conoces algunos nombres y los marcas, yo también lo miraré, por si reconozco alguno, que se te pase por alto.

Me llevé las listas a mi mesa y las fui revisando, marqué algunos nombres de las dos listas, pasado un buen rato, se las entregué al Comandante, me dijo, que me acercara a él, para repasar las listas de las personas marcadas, él las repasó, no había ningún añadido, me comentó, que sabía escoger, me comentó las diversas carreras de la competición y mirando la lista, íbamos comentando, los idóneos, para cada modalidad, lo fue anotando al margen de las listas, entonces, soltó: ¡Serás el entrenador y capitán del equipo, además del responsable! ¡Puedes retirarte y piensa bien tus jugadas, con el futuro equipo y el lunes tenemos las pruebas de los que se han presentado!

Me retiré, sentándome en mi escritorio, pensando en la lista, por si había olvidado a alguien y las pruebas que teníamos que superar. Miré la hora, tenía que salir del Cuartel, decidí que después de cambiarme de ropa, iría a la piscina del Club y así lo hice. Cuando, llegué, el joven de recepción, que se llama Fernando (Nando, para los amigos), le dije,  quería probar las saunas, después de entrenarme un poco en la piscina, asintió, entré al vestuario a cambiarme, estando allí, pasó Nando, mirándome de arriba a abajo, soltando: ¡Bonito, muy bonito! Mientras se alejaba sonriendo y luego fui a la piscina.

Noté mientras nadaba, la falta de práctica, apreté el ritmo agotándome, me detuve respirando con dificultad, descanse un momento y continué cada vez con más intensidad, ya estaba más relajado me concentraba más en las brazadas que hacía. Estuve media hora, paré unos minutos, mirando el reloj de pared y volví de nuevo a nadar, cada vez con más soltura y agilidad, seguía agotado, estuve solo casi todo el rato, pero ahora habían unas cuantas personas, salí del agua dirigiéndome a las duchas y pasé a probar la sauna finlandesa, tan seca, haciéndome sudar rápidamente, el lugar era reducido, probé distintos sitios, sentándome en diversos lados y en los bancales de madera.

Salí y me duché con agua fría, entrando en la sauna de vapor, este recinto era más grande, con bancos embaldosados alrededor de las paredes y a dos niveles, cerca de uno de los lados más largos, había una fuente de mármol con un surtidor en el centro, su agua era muy fresca y el vapor hacía que se vieran las cosas a través del vapor, como una neblina, me senté en distintos sitios luego estuve sudando mientras eliminaba toxinas, me adormecí un breve rato, no entró nadie. Salí y me duché de nuevo, marchándome a casa.

Descolgué el teléfono y llamé a Suso explicándole mi plan, para el sábado, después llamé a Juanjo, también le expuse mi idea, soltando una risotada, mientras decía que seguro irían allí por la mañana y colgué el aparato. Fui al cuarto a mirar la ropa que me pondría para ir al teatro a ver el ballet de Maurice Béjart, después de mirar bastante, me decidí por unos pantalones de pinzas de piel negra, que hacían resaltar mi culo, una camisa de seda blanca, corbata de piel roja como la sangre y estrecha, cinturón y botas camperas de piel del mismo color negro, encima una chaqueta, también de piel, larga hasta la mitad de los muslos, en la solapa clavé un alfiler de corbata con una perla en el extremo, me gustó el contraste.

Fui al lavabo afeitándome bien, me duché de nuevo, limpiando a fondo mi trasero, me vestí con la ropa y salí a cenar un poco, dirigiéndome al bar musical de Jesús, le pedí un bocadillo con un vaso de vino, café y un whisky con hielo, miré a mi alrededor, encontrándome con las miradas de los cuatro amigos, que me observaban al igual, que algunos presentes, con el vaso de tubo levantándolo los saludé, con un ademán, pagué y salí dirigiéndome al teatro, mientras notaba algunas miradas, sobre mí, ya no faltaba mucho.

El ballet, me encantó, se me pusieron los pelos de punta en algunos de los mejores momentos, disfruté como hacía mucho, que no lo hacía, sin sexo, al salir fui a la salida de artistas y esperé, hasta que apareció Jeffry junto a otro bailarín, se despidieron y nosotros, fuimos andando, preguntó: ¿Cómo lo has pasado, te ha gustado? Mi respuesta fue sincera: ¡Tú solo del bucanero, fue genial! ¡La consagración  de la primavera, es increíble! ¡Y sobre todo el Bolero de Ravel, espectacular! ¡Oh Dios, majestuoso, se me erizó el vello del cuerpo!

Pareció agradecido, por mis comentarios, me pidió, que fuéramos a comer algo, rápido, ya que compartía habitación, con otro bailarín y tendríamos tiempo, antes de que éste apareciera, comimos unos bocadillos y fuimos a su habitación del hotel, nos fuimos desnudando uno al otro, mientras nos besábamos, no paraba de acariciar mi culo, diciéndome al oído, que me clavaría su estaca dentro, hasta que le pidiera perdón, por follármelo, el día anterior, quería oír de mis labios, clemencia, estos susurros, me ponían más a cien por hora, frotando mi pene contra el suyo, que estaban endurecidos.

Se sentó en la cama, engullendo mi verga rápidamente, dándome inmenso placer, acariciaba su rizada cabeza, su pelo corto, era suave, acariciaba sus mejillas y la cara, mientras su cabeza, subía y bajaba chupando totalmente mi verga, sus manos hurgaban en mi trasero, acariciando las nalgas, y buscando mi orificio, masajeándolo, metiendo sus largos dedos, dilatándome, mis manos iban acariciando la totalidad de su espalda, separó su boca de mi verga y cogiéndome en brazos me depositó suavemente en la cama, boca arriba, se tumbó encima mío, besándome con fiereza, pensaba que me iba a absorber todo entero, del ímpetu que demostraba.

Me devoraba con ansia, mientras nuestros cuerpos se frotaban con rabia, dándonos placer a ambos, me dio la vuelta, poniéndome boca abajo y colocándose entre mis piernas comenzó a lamer mi culo, mordiéndolo suavemente, mientras pasaba su lengua por la raja del culo, su nariz, buscaba mi olor, por todos sitios, mientras yo me abría a su lengua, que parecía kilométrica, entrando y saliendo de mi agujero, que ya estaba pidiendo guerra, su palpitar, así me lo decía y el placer también, separaba mis nalgas y sus largos dedos masajeaban mi ano.

Deslizó su cuerpo, sobre mi espalda, susurrándome ¡Te va a doler! Yo respondí ¡Sin dolor no hay profundo placer! Mientras succionaba mi lóbulo de la oreja, pasando su lengua por mi yugular, fue probando su inmensa verga, buscando mí agujero, fue entrando lentamente, metió sus dedos dentro de mí boca, que yo chupaba con premura. Notaba un intenso dolor en mi culo, pero también disfrutaba del mismo placer y aun no estaba clavado dentro de mí, en su totalidad, entonces, separando mis nalgas clavó hasta el fondo, solté un largo gemido, acallado por sus dedos.

Notaba el palpitar de su verga dentro de mi culo, mientras se quedaba quieto, movió un poco sus caderas, acomodándose mejor dentro de mi cuerpo, notaba su verga hasta mi ombligo, besaba mi nuca y mordisqueaba, mis hombros, sin apretar, comenzó a moverse, sacándola cada vez un poco, clavándose después de nuevo, ya no había dolor, el paraíso era así ¡Una buena follada!

Sus manos hicieron que levantara mi culo, quedando de rodillas, con mis piernas separadas, la cabeza y mis brazos apoyados encima de la almohada, sus manos agarradas a mis caderas, apretando mi culo, contra su pelvis, entraba y salía del ano en su totalidad, clavándose de nuevo, mientras que yo mordía la almohada, apretándola, en ése momento gritó: ¡No aguanto más! ¡Me voy a correr en tu culo, llenándolo! Mientras decía estas palabras, comenzó a soltar se semen dentro de mi culo, llenándolo de sus gloriosas semillas blancas, los trallazos que fue soltando, llegaban al fondo de mi cuerpo, proporcionándome un placer inmenso.

Apoyándose en mi espalda, me tendió, mientras su verga seguía dentro de mi culo, cual estaca y abrazándome, giró todo su cuerpo, quedándose boca arriba, encima de la cama y yo igual, pero encima de su cuerpo, giré mi cabeza, ofreciéndole mi boca, mientras su mano, se deslizaba por todo mi cuerpo, acariciándolo, cogiendo mi polla, con su mano y la otra los huevos, tirando de ellos, hacía abajo, masturbaba la verga con gentileza, mientras notaba crecer de nuevo la suya en mi ano, el palpitar, se notaba bien.

Incorporé mi cuerpo, sentándome sobre su estaca, sin sacarla, me di la vuelta, quedándome sentado frente a frente, la verga seguía moviéndose en mi interior, acaricié su cuerpo, apretándole los pezones, mientras él soltaba gemidos quedos, acaricié su cintura estrecha, agachando la parte superior de mi cuerpo buscando su boca y dejando mi culo, para que siguiera entrando y saliendo de él, mientras que me masturbaba, lentamente, quería notarlo dentro, cuanto más mejor, movía de nuevo su pelvis, hacia mí, clavándose dentro, mi orgasmo estaba próximo, se lo hice saber y separando mis cachetes, se clavó de nuevo hasta el fondo y casi sin tocarme, solté todo mi semen encima de nuestros cuerpos, salpicándonos hasta la cara de ambos, fue una corrida gloriosa, apreté el esfínter y él fue soltando el semen, que le quedaba dentro, soltando unos generosos bufidos, mientras devorábamos nuestras bocas, mordiéndonos con ganas los labios, notando el sabor de un poco de sangre.

Sacó, su verga de mi culo, ya se le había aflojado, me estiré encima de su cuerpo, notando el abrazo de sus brazos, mientras nos deleitábamos con nuestras bocas, oímos que se abría la puerta y Jeffry, tapó nuestros cuerpos con las sábanas, el compañero, entró y comenzó a desnudarse, a los pies de la cama, metiéndose en slip, en su cama, colocándose de lado hacía nosotros, mirándonos ¡Continuad, yo no estoy!

Jeffry, hizo que me levantara de nuevo sentándome encima de él, acercó su boca a mi verga degustando el sabor de los restos de mi semen, fue subiendo su lengua, limpiando mi cuerpo totalmente de todos los restos de semen y dándome la vuelta, poniendo mis rodillas a los lados de su cabeza, le ofrecí mi culo, mojado, con su semen, mientras yo, iba lamiendo su cuerpo, del mío, degustando después, su gran polla, que apenas cabía dentro de mi boca, del grosor, fui chupándole los inmensos testículos, buscando su agujero, pasándole mi lengua, mi culo, había quedado bien limpio, me giré volviendo a estirarme encima de él, besándonos y pasándonos saliva de uno al otro.

Estábamos comiéndonos con deleite, cuando notamos una hermosa verga entre  nuestros labios, casi al mismo tiempo, sacamos nuestras lenguas, abarcando la verga, que se deslizaba entre las mismas, retirándose y entrando de nuevo, abrí la boca, metiéndola dentro, al tiempo, que la lengua del joven de color entraba dentro de la mía, degusté con gusto, la verga del otro bailarín, Jeffry,  se dedicó a lamer sus huevos, después se tragó la verga y yo chupé sus huevos, nos alternábamos en la tarea, el joven del ballet, nos acariciaba las cabezas a ambos, el ritmo de su verga se iba acelerando, mientras iba gimiendo, comenzó a soltar chorros de semen, que nosotros íbamos chupando, al tiempo que limpiábamos su verga, dejándola limpia del todo, se agachó y se unió a nosotros con besos, su lengua se metía dentro de las nuestras, buscando nuestros sabores, una vez satisfecho, se levantó.

Cogió su colchón tirándolo al suelo, entre las dos camas, diciendo, con su acento, que con los dos colchones, dormiríamos los tres mejor, que dos en uno solo, nos levantamos y tiramos nuestro colchón al suelo y los juntamos, bajamos las mantas y nos tiramos en ellos, tapándonos los tres, El joven dijo: ¡Me llamo, Nicolás, pero me llamas Nico!, se dio la vuelta, yo en medio de ambos, apoyé el brazo encima del joven negro, que me había dado tanto placer, éste apagó la luz y nos quedamos dormidos.

Por la claridad, que entraba por las ventanas, calculé, que serían las 8 de la mañana, aproximadamente, fui notando una verga apretada en mi trasero, mientras que un brazo cruzaba mi pecho, por encima de mi brazo, Nico, estaba a mi espalda y yo notaba su erección, respiraba con tranquilidad, igual, que Jeffry, acaricie, el pecho de éste, abrió, un poco los ojos, mirando el brazo de Nico encima mío y se encogió de hombros, cerrando de nuevo los ojos.

Pasé mi mano hacia atrás agarrando la verga de Nico, la acerqué a mi ano y fui clavándome su verga dentro, mientras empujaba mi culo hacia atrás. Ésta reaccionó, al notarse apretada dentro mío, yo apretaba mi esfínter y aflojaba, la mano de Nico, se deslizó hasta mi cintura, agarrándola bien y comenzó a mover sus caderas delante y atrás, saliendo y entrando su verga dentro de mi culo, pasó su otro brazo, por debajo, del mío, acariciando mi cuerpo, la mano de la cintura, agarró mi verga, apretándola fuerte, mientras me seguía bombeando el culo, su aliento, estaba sobre mi nuca, giré mi cara y estirándose, me dio su lengua, que yo fui saboreando.

Con los empujones de la follada, despertamos al joven negro, se colocó de lado frente a mí, mojándose los dedos, se los pasó por el culo, levantó su pierna por encima de las nuestras, buscando mi verga , que seguía en manos de Nico, éste la dirigió al negro culo, entrando totalmente dentro y mientras Nico me empujaba, follándome por detrás.

Jeffry, empujaba hacía delante, clavándose mi verga en su culo, los brazos me cruzaban todo el cuerpo, se acariciaban entre ellos y yo en medio, besando los labios carnosos del joven de color, mientras notaba la agitada respiración de Nico, que cada vez empujaba más fuerte, gimiendo, puse mi mano en su cadera, no quería que terminara, me separé de ellos, dándole la vuelta y quedando Nico, sobre el colchón, boca abajo, Jeffry se subió encima de él clavándole su gruesa verga y yo clavándome en el joven negro, apoyándome sobre las rodillas, fui empujando los dos cuerpos, ensartados con las vergas, los dos gemían, yo salía y empujaba de nuevo entrando en el culo , mientras él se clavaba en el de Nico, que gemía de dolor y placer

Saqué mi verga del culo de Jeffry, me separé de su espalda, él sacó la suya del culo de Nico, por la car de éste resbalaban lágrimas, el joven negro se tumbó boca arriba y Nico, le levantó las piernas, clavándose dentro del culo de éste, yo me estiré comenzando a chupar y lamer el culo dolorido de Nico, mientras éste envestía con furia al negro, me incorporé y fui metiendo mi verga en el culo de Nico, cogimos el compás, el ritmo de los dos, como si fueramos uno solo, íbamos clavando nuestras vergas, saliendo en su totalidad y metiéndolas de nuevo, acelerando cada vez más y más, Jeffry, soltó enormes chorros de semen mojando su cuerpo y el de Nico, al tiempo, que con gemidos, éste se descargaba en el culo del negro y yo en el de Nico, mientras él apretaba su ano, dándome más placer, al terminar, nos deslizamos encima del cuerpo de Jeffry,  uno a cada lado, abrazándonos y besándonos.

Nos metímos los tres en la bañera, de pie, al abrir el grifo, Jeffry, dijo: ¡Me vienen ganas de mear! ¡Y yo también! respondió Nico, pasé mi mano entre las piernas del joven negro, metiéndole dos dedos dentro de su culo, mientras agarraba su verga, dirigiéndola sobre mi cuerpo, le acaricié la próstata y comenzó a soltar su orina caliente sobre mí, moví la verga y mojó a Nico, la mano de Jefrey agarró su verga mojándonos a gusto, mientras pasaba su mano entre las piernas de Nico, metiéndole los dedos, provocando, que también soltara toda la orina acumulada, mojándonos a nosotros, Nico hizo lo mismo conmigo, solté mi chorro de orina sobre ellos, al acabar nos reímos y nos fuimos lavando entre todos, metiéndonos los dedos en el primer culo, que estuviera cerca, al terminar, nos vestimos y fuimos a desayunar a un bar cerca del hotel.

Mientras devorábamos el desayuno, Jeffry me preguntó: ¿Cómo sabes tanto de ballet? Y les relaté la forma, en que conocí a Rudolf Nuréyev y lo que habíamos hecho, años después por Alexei Maximov, para conseguirle el pasaporte. Se miraron entre ellos y Nico soltó: ¡Así, que te has acostado, con La Gran Reinona del Ballet! ¡Y con Ice Maximov! Le dije, que porque los llamaba así a ambos y respondió: Rudolf, se acuesta con todo el mundo, aunque tiene pareja, Maximov, no se acuesta con nadie, que se sepa, es frio con todo el mundo, de ahí el apodo de Ice (Hielo), no te lo tomes a mal, el mundo del espectáculo, siempre hay envidia y de ahí para adelante, salen motes. Les relaté la muerte del bailarín y amigo de Maximov, entonces, enmudecieron. ¡Pobre chaval, lo debió pasar muy mal! Asentí.

Miré mi reloj, eran las 9,30 y tenía que pasar por casa a cambiarme, para ir a la piscina del club, me levanté, iba a pagar, pero me lo impidieron, me despedí de ellos y antes de irme, me recordaron, que estarían hasta final de mes, que podía pasar a verlos después de la función, les dije ¡Que claro, nos volveríamos a vernos! Y me fui a casa, aceleré el paso...

Recordad, que esta última conversación, pertenece a la parte de AMIGOS Y MAS AMIGOS...              Gracias a todos. Besos.