Recuerdos y temores
Recuerdos algo depresivos, una pesadilla, y notas que decidi compartir. Sin contenido sexual.
Recuerdos y Temores
Estoy frente a la pc, veo que van a dar las doce, nunca he llegado a comprarme ese reloj cucu que tanto me llamaba la atención de chica, Imagino que ahora mismo debería estar sonando tocando doce veces. Siempre me ha gustado investigar desde que era niña. Recuerdo cuando iba donde mis tíos abuelos y veía ese cucu, podía sentarme y estar pendiente de que marcara la hora. Siempre era así me llamaba mucho la atención aquella avecilla saliendo y cantando. De vez en cuando íbamos con mi madre; mi padre no era muy afecto a esas reuniones de te, galletas y algún chocolate. Pero a mi siempre me fascino ese reloj, en ese tiempo ya iba aprendiendo como funcionaban las cosas podía desarmar la caja de música, que aun conservo y que guarda tantos de mis recuerdos. La primera vez que experimente este sentimiento fue con ese reloj, sabia que no era mío, pero siempre me había fascinado, jale una silla y espere que marcara la hora. Mamá y mi tía ajenas a todo recién repararon en mi rato mas tarde, cuando no podía contener mi llanto. Aquella pequeña ave, no volvió a salir por su puerta, ni a indicarnos que el tiempo corría sin que pudiéramos hacer nada por evitarlo. Fue una hora que no me importo para nada que pudiera estar dando en la caja boba, solo existía para mi ese temor de haber acabado con el.
No se si habrá sido el momento mas penoso que le haya hecho pasar a mi mamá, pienso que si, mis tíos por suerte fueron mucho menos severos que conmigo, en especial mi tía que decía que de no ser porque era un regalo de su hijo en el extranjero, hace tiempo lo hubiera votado. Mi tío por el contrario trato de reparar frente a mi al reloj, lo descolgó bajo varios destornilladores y abrió aquella casita. Poco pudo hacer mientras solo observaba.
Así fueron pasando los años, y se convirtió en una de las anécdotas a ser contadas en las reuniones de la familia, mis tíos y primos decían que había salido mecánica y que en vez de jugar con muñecas debería estar arreglando cosas; en realidad algo asi paso, por que al final termine siendo ingeniera civil, pero de todas maneras ingeniera. Pero aun así entre bromas y cuando no se me reprocho mas por aquel incidente cada vez que fui a esa casa mientras vivieron mis queridos tíos yo sabía que había una pequeña avecilla a la que de una manera o otra le había robado la vida.
De eso ya hace 17 años; mi primera depresión la viví en mi secundaría, con la partida de mi madre, no recuerdo haber llorado como con aquella ave, trate de ser fuerte y de acompañar a mi padre; quien tiene una personalidad que trate de hacer mía. Sin embargo ya muchos años después he reconocido que esas lágrimas debieron haber corrido, no siendo tan egoísta para conmigo misma. Fueron aquellos últimos años de secundaria en los que me refugie en mi cuarto, en el estudio en leer. Me senti identificada con el mundo de la oscuridad, no con un estilo punk o de metal, simplemente con la cultura de vivir entre las sombras. Donde nada de lo que pasa a tu alrededor puede dañarte o tocarte.
Es increíblemente delicada la línea que separa la ciencia de la paranormal o mejor dicho esotérico. Hasta ahora creo que en realidad son casi la misma cosa. El gremio de constructores hace siglos era considerado como una clase de logia donde solo ellos sabían los secretos de las obras. Bueno mientras mas estudiaba y practicaba para comenzar a prepararme para la universidad, mas quería investigar sobre que existe mas allá de lo que conocemos como vida.
Y aun siendo cristiana de nacimiento y convicción personal; aun cuando siempre mantendré ciertos roces con la iglesia. Mi espíritu de conocimiento aquella fruta que saco a Adan y Eva del paraíso, me ha llevado a leer y leer de diferentes libros, apuntes de diversas religiones; los cuales me han permitido ver lo rico del folklore y de la religiones en el mundo, abrir un poco mas la mente; ser mas tolerante con las personas y tratar de no pensar en que el mundo gira solo alrededor de ti.
Sin embargo aquella palabrita llamada muerte aquel velo de misterio que se oculta bajo el ultimo aliento de vida, el ultimo pulso eléctrico del cerebro, o aquella célula; solo puede ser sobrellevada a nuestras espaldas con la esperanza o lo que se llama fe.
La verdad admiro aquellas personas que tienen una aquella fe inquebrantable, que trasciende a la ciencia y a la no ciencia.
Personalmente aun tengo un gran miedo, el cual me hace despertar por las noches, y q trasciende a mi muerte y del cual se que ninguno de nosotros veremos, pero que aprisiona mi corazón.
Fue hace muchos años cuando recién entraba a la universidad, que comenzamos a estudiar Fisica, tuve la suerte me tocara un gran profesor de aquellos que se les recuerda como maestro y amigo. Fue el quien sin proponérselo logro ampliar un poco mas visión pero tambien darme la pesadilla que aun cubre mis noches. Todo empezó con un simple trabajo de entalpía y entropía. Y alli fue cuando conocí a aquella palabrita la entropía que no es otra cosa que el desgaste. Así como aquella avecilla de madera o la muerte. Pero aquello que era una simple tarea universitaria se transformo en una resignación. La entropía llevaría a que un día nuestro hermoso sol se convirtiera en nova calcinando a nuestro planeta y convirtiéndose en una enana blanca, quizás no más grande que la luna. Y si el hombre lograra salir a tiempo y colonizar las estrellas aun así tarde o temprano dentro de unos billones de años, ya no quedarían mas estrellas que sostuvieran la vida en planetas; aquellas estrellas una a una se iran apagando, los planetas dejaran de orbitar y cuando ya no quede vestigio de esa energía, el tiempo el cual es otra dimensión relacionada al desplazamiento, simplemente dejara de correr. Aquel día habrá de morir el tiempo para hacerle vida a aquel pensamiento que alguna vez existió de una pequeña ave de un reloj de cucu.