Recuerdos (Nuevas Sensaciones)
Ella y su costumbre de volverme loca
Recuerdo claramente una de las noches que dormí con ella en aquel entonces... Era un 18 de Agosto, luego de salir del trabajo quedamos en vernos en el apartamento donde vive arrendada con otras tres chicas...
Generalmente desde que nos conocimos quedamos en pasar la noche juntas, es decir, nos veíamos de dos hasta tres días por semana.
Ese día salí algo temprano del trabajo y me fuí al apartamento, como de costumbre ya llevaba mi ropa para trabajar el día siguiente, inventaba alguna excusa a mi madre y me quedaba con mi chica pasando unos momentos deliciosos...
Llegué aproximadamente a las 4:30pm, nuestro deseo era tanto que ella a duras penas me dejaba duchar y en contra de su voluntad, ya que al primer instante de cruzar la puerta de su habitación ya quería comerme entera, a mí eso me fascinaba, me encanta ser deseada, soy juguetona, me gusta provocar deseos intensos, soy realmente sensual cuando me lo propongo y con ella no tengo que hacer mucho esfuerzo, esa mujer me desea locamente y eso despierta mil veces más mi excitación e incita mi sensualidad.
Con ella puedo hacer lo que se me antoje, en la cama somos sumamente versátiles...Detesto las etiquetas de roles "Activa" y "Pasiva" NO y definitivamente NO me gustan los roles estúpidos como esos, la sexualidad existe para disfrutarse a plenitud y yo no consigo disfrutar al máximo con alguien que me cohiba de ser espontánea y me limite de mis deseos carnales, disfruto a montones dar y recibir placer, me encanta que todo sea recíproco porque ambas personas así lo deseamos y por esta razón ella ha sido mi mejor amante hasta el momento.
Al subir hasta el apartamento, ella me recibe dándome un abrazo, me hace pasar y saludo a una de las chicas que se encontraba en la cocina, luego hice camino hasta la habitación para dejar mi bolso, refrescarme del calor y posteriormente ducharme.
Ella siempre me reprochaba el hecho de que yo no llegaba lanzándome en sus brazos y dándole cariño, pero precisamente el motivo es ese deseo descontrolado que existe entre nosotras y como una gran maniática del aseo personal mi prioridad es llegar refrescándome y duchándome, en vista de que siempre estaba acalorada porque en mi lugar de trabajo hacía mucho calor, sumándole el sol de la tarde y el transporte público, me sofocaba de calor intenso.
-Buff qué calor! Me va a dar un soponcio qué desesperante! Hola chicas ¿Tienes el aire encendido? (Dirigiéndome a mi chica)
-No, enciendelo, ve al cuarto a refrescarte
Entro a la habitación, esa que reconocería hasta con los ojos cerrados, tantos días de permanencia en esas cuatros paredes blancas, con ventanas panorámicas por las que entran los rayos solares por las mañanas, la claridad de un nuevo día en el que me despiertan unas manos traviesas jugueteando con mis pechos y acariciando mi abdomen, unos labios dándome cortos besos en mi rostro y ese olor peculiar que lo armoniza.
Por las noches se puede ver claramente los reflejos de la luna, la inmensidad del cielo y la oscuridad acompañada de hermosas estrellas. Jamás había dormido tan bien con alguien, nunca he descansado mejor en los brazos de alguien, solo en los suyos, junto a ella, en esas cuatro paredes, respirando su olor.
-Hola (Abrazándome por la espalda dándome besos en el cuello)
-Hola guapa ¿Me extrañaste? (Ok esas caricias me excitan, ella sabe lo que hace)
-¿Tu qué crees?
-No lo sé, por eso te pregunto
-Mucho... Déjame mostrarte (Volteandome ágilmente para besar mis labios)
-Ok. Buff ujum ya veo (Tratando de romper el intenso y apasionado beso)
-¿Para dónde vas? (Atrayéndome de nuevo para besarme intensamente)
-Tengo (beso) calor (beso) Amor déjame (beso) ir al baño a refrescarme (beso)
-Después... (Sosteniéndome fuertemente entre sus brazos, besando mis labios y mi cuello)
-Estoy sudada, debo oler a bebé gorila
-¿Y qué? Hueles rico (Sí, mi perfume ayuda mucho)
-Amor... (Casi sin voz, ya excitada, sumamente mojada, su deseo hacia mí aumenta enormemente mi líbido)
Para ese momento sus manos recorrían mi espalda hasta llegar a mis glúteos, los cuáles apretaba con deseo, esas manos traviesas buscaron el borde de mi camisa para tocar libremente mi espalda desnuda, al llegar hasta el broche de mi brassier se deshizo de el con gran agilidad, sin dejar de besar mis labios, su cuerpo ya respondía al deseo del momento y entonces ferozmente desabrochó mi pantalón y en conjunto con mis pantis lo deslizó por mis piernas hasta sacarlos completamente ¿Qué podía hacer? Mi deseo, mis ganas, sus ganas, sus deseos, sus caricias, sus besos, esa llama ardiendo ganó y solo me dejé llevar...
Se abalanzó sobre mí, tumbándome en la cama, sacó su camisa y ferozmente besaba mi cuello sacando mi camisa, yo intentaba sacar su short, el cual posteriormente terminó de quitarse para continuar su labor besando mis senos y metiendo su mano derecha en mi entrepierna que para ese entonces parecía el océano atlántico...
-Buff mira cómo estás... Estás divina, tan mojada siempre, no tienes idea de cuánto te deseo mujer
-Lo sé, yo... también... te deseo, todo eso es tu culpa, tu lo provocas...
Empezó un vaivén con sus dedos traviesos en mi clítoris y dentro de mí, yo estaba al mil por ciento, la excitación en su máxima expresión reflejada en cada parte de mi cuerpo, mi piel erizada, mis ojos cerrados, mi pecho elevado, mis piernas retorciéndose, nuestras respiraciones acelerando cada segundo... Esos factores hicieron que ese momento tan intenso provocara mi primer orgasmo en tan solo pocos segundos, quizás un minuto o dos, solo sé que perdí la noción, mis uñas clavadas en su espalda mientras me transportaba a un lugar feliz y placentero.
-¿Te gusta? (Su voz a penas audible, entrecortada y su respiración acelerada)
-Buff ¿No lo ves?
-Dímelo...
-Uff... Me.... Afff
-¿Qué?
-Me encanta...
Al recuperarme de mi primer orgasmo, ella no se rindió y siguió con sus movimientos dentro de mí hasta lograr un segundo orgasmo, su mirada reflejaba satisfacción, deseo desenfrenado, esa sonrisa entre sus labios me decía lo extasiada que estaba complaciéndome, desatando esos demonios calientes que están dentro de mí hirviendo en llamas, solo esperando ser provocados por sus demonios expertos en seducción y placer.
Mis manos viajaban por su espalda hasta el comienzo de sus glúteos, la volteé y quedando debajo de mí tomé sus senos esos que tanto me gustan y los saboree mientras mis manos viajaban por su cuerpo hasta su centro en donde me esperaba un lago sin final, entonces bajé y con mi lengua provoqué a esos demonios ardientes que jalaban mi cabello mientras se liberaban, su orgasmo había llegado y mientras la besaba mi deseo aún no había sido apaciguado por esa intensidad, nunca es suficiente, siempre quiero más, mis deseos insaciables solo ella ha sabido trabajarlos, porque en la cama es igual que yo, somos un par de fieras desatadas buscando placer, mucho placer, nuestros cuerpos se entienden perfectamente, ella sabe lo que mi cuerpo pide y yo sé exactamente lo que su cuerpo necesita en cada ocasión, por esa razón sabía que la noche sería larga e intensa...
I know just how to whisper, and I know just how to cry.
I and know just where to find the answers, and I know just how to lie
I and know just how to fake it, I and know just how to scheme
I know just when to face the truth, and then I know just when to dream
And I know just where to touch you, and I know just what to prove
I know when to pull you closer, and I know when to let you loose
I know the night is filling, and I know the time's gonna fly, and I'm never gonna tell you, everything I gotta tell you but I know I gotta give it a try.
And I know the roads to riches, and I know the ways to fame
I know all the rules, and I know how to breaking and I always know the name of the game
But don't know how to leave you, and I'll never let you fall, and I don't know how you do it
Making love out of nothing at all, Out of nothing at all, out of nothing at all, out of nothing at all, out nothing at all...
(Making love out of nothing at all- Air supply)
Ella siempre tiene ese poder de hacerme perder el control de los sentidos. Cuándo está frente a mí no soy yo quien está bajo control de mis impulsos, solo es ella quién puede hacerme acelerar o detenerme, enfurecerme o contentarme, pero siempre con miles de sonrisas imposibles de borrar.
Mientras la hago mía la observo... Es imposible no calentarse solo viéndola retorcerse de placer, más aún si soy yo quien está provocando esas reacciones en su cuerpo, es delicioso tenerla, su cuerpo tiembla bajo mi cuerpo, su pecho sube y baja, sube y baja, su respiración se acelera y en ese punto específico del clímax respira tan rápido y pesado que es audible y me da el indicador para saber cuándo acelerar y cuándo parar.
Yacíamos abrazadas en la cama, calmando nuestro ímpetu, controlando nuestras respiraciones, llamando a la calma luego de un momento tan intenso y apasionado.
-Eres demasiado tremenda, mira lo que me haces... (Dándole besos en las mejillas)
-Me encanta (Sonrisa)
-Ahora si voy a ducharme, me siento sudada, pegajosa y huelo a tí por todos lados (Risa)
-Y ahora es que falta mi amor
-Estoy preparada para lo que venga (Mirada pícara)
-Que rico
Me levanté de la cama, tomé la toalla y me dirigí a la ducha aún impresionada del poder que tiene esa mujer sobre mis sensaciones, controla hasta mis deseos más oscuros, en la cama no existe algo a lo que se haya negado, eso simplemente me vuelve loca, me despierta la curiosidad, el querer más, el aprender y experimentar muchas cosas, ella me da esa libertad de poner mi mente a volar y eso es invaluable.
El resto de la tarde terminó entre risas, bromas y conversaciones, compartiendo con una de las chicas que se encontraba en la cocina, para luego estar en nuestro templo, su habitación es un templo en donde somos libres de tocarnos, besarnos, mordernos, jugar, conversar y hacer el amor tan rico como se pueda.
La cena estuvo acompañada de miradas pícaras y sonrisas cómplices, estoy segura de que nuestra química es totalmente visible y palpable, siempre nos deseamos, no hay momento en el que me repugne o me produzca sentimiento de rechazo, ni siquiera teniendo la menstruación, nuestro deseo nos gana y pocas veces respetamos esos días de sangrado, siempre buscamos la manera de darnos placer, nunca me había pasado eso con nadie, pero siempre hay una primera vez.
Al caer la noche cerca de las 7:30 salimos a comprar helados, creo que es uno de nuestros antojos favoritos, al igual que el chocolate, me gusta probar el chocolate en sus labios es un sabor exquisito, un frenesí que me pone a mil, sus besos son deliciosos, creo que nunca le he dicho este tipo de cosas, pero ahora que lo lea lo sabrá, no soy muy abierta al hablar de todo esto con ella, pero esa mujer me vuelve loca y no creo que sea necesario decirlo porque mi cuerpo, mis besos y mis actos hablan por mí.
Entre bromas transcurría la noche en aquella habitación, nuestros juegos siempre terminan en sexo, es como si la adrenalina de jugar nos despertara la excitación, es divertido, las risas no descansan y nuestros deseos tampoco, es por ello que al estar en la tranquilidad de la habitación nuestra llama volvió a encenderse...
Intentabamos ver peliculas, pero los besos y las caricias no cesaban, la señal de tv se perdió por lo que ya no podíamos ver películas o al menos intentar hacerlo, así que la habitación quedó totalmente a oscuras, el frío del aire acondicionado pegaba en mi piel así que me aferré a sus brazos besándola y acariciándola, de un momento a otro quedamos sin ropa, nuestras sonrisas y miradas picaras estaban siempre presente, nos dejamos llevar por nuestros besos intensos sintiéndonos completamente desnudas, entonces ella hizo algo que me llevó al éxtasis divino en la quinta maravilla del cielo...
-Ven, levántate, quiero hacer algo... (Levantándose de la cama)
-¿Qué cosa? (Desconcertada)
-Levántate y no veas hacía a mí, quédate mirando hacia la cama
-¿Qué vas a hacer? (Aún sin entender)
-Tranquila, nada malo ven confía en mí (Extendiendo su mano hacia a mí, con aquella sonrisa pícara)
Me puse de pié, me tomó por el rostro y me besó apasionadamente hasta dejarme casi sin aliento, acto seguido me tomó por los hombros e hizo que me volteara para quedar a espaldas, mirando hacia la cama, tenía mucha intriga la verdad...
-Quédate así, no veas, no voltees, te tengo una sorpresa
-Ajá, no veré tranquila (Sonrisa)
Escuché que buscaba algo en su closet, tenía tantas ansias de ver, de saber qué buscaba, sinceramente la situación me estaba excitando mucho...
-¿Donde está? (Revisando y moviendo cosas en el closet)
-Aquí está... Amor no voltees, cierra los ojos
-Ok no veo nada (¿Qué carajos va a hacerme?)
Al instante escucho música, colocó unas canciones que me encantan, Cultura Profética armonizaba el ambiente con temas entre los que recuerdo se encontraba Ilegal, La Complicidad, En la oscuridad y Del tope al fondo. Al empezar a correr la música la siento muy cerca de mí, me da besos en los hombros y siento cómo coloca una especie de venda en mis ojos y lo ata no tan fuerte, lo suficiente para dejarme completamente ciega, sin poder ver absolutamente nada, entonces mi respiración empezó a acelerarse... Tomó mis manos y ató mis muñecas con una especie de tela, no sabía qué elemento era.
-¿Lo até muy fuerte? ¿Ves algo?
-No, no veo nada
-Muy bien, solo siente y déjate llevar... (Susurró en mi oído)
Combinaba besos en mi cuello con caricias en mis senos y mi abdomen yo seguía dándole la espalda, ella no dejaba que me volteara, sabe muy bien que esas caricias me excitan, entonces bajó con pequeños besos por mi espalda, llegó a mis glúteos, los apretó suavemente pero de manera provocativa y dándome una pequeña nalgada se quedó un instante supongo que observando para luego darle besos a mis glúteos, siguió bajando por mis piernas hasta un poco más abajo de mis muslos y se puso de pié. Evidentemente ya yo estaba súper excitada y lo comprobó al pasar su mano derecha por mi entrepierna, mi instinto me hizo subir mi cuello y echar mi cabeza hacia atrás, mis labios entreabiertos, mi respiración a millón y ella dándome besos en el cuello, estimulando mi clítoris con sus dedos, mis piernas ya empezaban a fallar y es que no sé cómo es que estamos tan conectadas que justo en ese momento se detuvo, me tomó de la cintura, se colocó frente a mí, me besó apasionadamente, alternando pequeñas mordidas en mis labios y me dirigió a la cama...
-Acuéstate, estás divina, súper mojada, súper rica, no sabes lo que me provoca hacerte así como estás a mi merced, toda para mí, todo este cuerpo es mío, tu eres mía (Colocándose sobre mí, besando mis pechos, subió mis manos atadas por encima de mi cabeza y allí las dejó)
-Hazme lo que quieras, soy toda tuya
-Repítelo
-Soy tuya y tú mía
Entonces empezó a besarme frenéticamente, bajó su mano y me penetró con sus dedos bruscamente, me sentía como Anastasia en 50 sombras liberadas, que divino...
-¿Sientes?
-Ufff
-¿Te gusta? ¿Sientes esto?
-Siii...
Mientras su dedito hacía de las suyas dentro de mí, mi excitación aumentaba, sentía que no podía dejar mis manos quietas, es excitante y desesperante a la vez querer mover las manos y no poder porque están atadas, su respiración era pesada y acelerada lo cuál me indicaba que estaba sumamente excitada al igual que yo, entonces mi cuerpo reaccionaba a sus estímulos, mi piel erizada, sentía escalofríos bajando por todo mi cuerpo, electricidad recorriendo mis venas, me tenía a mil, hasta que me hizo explotar en un rico orgasmo y luché por mantenerme callada porque realmente quería gritar para de alguna manera somatizar lo que estaba sintiendo, pero las chicas estaban fuera de esa habitación y tenía que ser prudente, aunque la música era de gran ayuda y además un afrodisíaco.
Mi chica sacó su dedito y bajó por mi abdomen dejando pequeños besos hasta llegar a mi centro de placer, comencé a sentir besos en mis muslos internos y alrededor de mi entrepierna, pequeños escalofríos me recorrían hasta el pecho. De pronto llegó ese anhelado momento en el que imaginé su lengua en mi centro, su lengua hacía maravillas mientras sus dedos volvieron a mi interior haciéndome llegar al clímax dos veces más, mi respiración era audible y mis manos empezaban a querer soltarse y ella se detuvo enseguida...
-¿Te lastimé? ¿Quieres que pare?
-Uff... No, todo está bien
-¿Segura? ¿Quieres que siga?
-Si...
Luego de estallar por cuarta vez entre sus dedos, subió sus manos, me desató las muñecas y me quitó la venda, ya con mis manos libres y ella encima de mí la besé con fúria, mis manos pasaban desesperadamente por su espalda hasta su trasero y viceversa, a lo que su cuerpo reaccionó moviéndose rítmicamente al compás de mis caricias. Éramos un solo cuerpo buscando placer, sintiéndose, rozándose, necesitándose como nunca, todo ese rato moría por tocarla, por hacerla mía, me sentía muy excitada y ella tambien así me lo demostraba su cuerpo, entonces la volteé y quedé sobre ella, besé sus labios con desesperación, tomé sus pechos entre mis manos y los apreté, bajé mi rostro al nivel de ellos y los mordí, ella solo movía su cuerpo debajo de mí, con una mirada profunda y brillante, la cual me indicaba que iba por el camino correcto.
Sus manos sostenían mi cabello mientras bajaba por su cuerpo dejando un camino de besos hasta llegar a su entrepierna, la cual me disfruté como quise, mordiendo, saboreando su exquisito néctar, jugando con mi lengua en su interior hasta hacerla estallar en un placer tan intenso que no resistí y estallé tambien por quinta vez mientras ella apretaba mis cabellos fuertemente... La calma volvió y nuestros cuerpos se relajaron uno al lado del otro.
Me sentía agotada, ella tambien, así que luego de ir al baño y tomar un poco de agua decidimos dormir totalmente extasiadas, abrazadas en medio de la noche, en esa cama en la cual hemos tenido los más deliciosos encuentros, haciendo el amor de todas las maneras posibles. Eran pasadas las 12 de la madrugada, fueron tres horas de disfrute placentero, uno de los momentos más deliciosos que he vivido, con incertidumbre de lo que nos deparará un nuevo día, abrazada a ella con mi cuerpo relajado y con una sonrisa en el rostro, cerré mis ojos y me dejé llevar por morfeo...
SOLO ES UNA DE LOS TANTOS ENCUENTROS CON ELLA...