Recuerdos IV

Han pasado 4 años en los que no tuve ninguna relación homosexual. A los 18 tuve una recaída que casi se me va de las manos

Después de pasar casi un mes en casa de mi tío Luis y su novio Andrés, por fin volví a casa. Mi madre se había recuperado y todo volvía a la normalidad.

Poco a poco fui olvidándome de esas semanas de sexo sin control, de experiencias sin límite y, aunque al principio me masturbaba con frecuencia pensando en las cosas que había pasado, también eso fue cediendo hasta convertirse en un recuerdo cada vea más borroso. En el verano de 2001 comencé a salir con Irene de novios y con ella tenia todo el sexo que necesitaba por lo que al final no echaba de menos nada.

Claro que veía a mi tío y a Andrés con frecuencia pero no hablábamos del tema y me fui separando poco a poco de ellos.

Desde entonces mi vida era la de un adolescente normal y corriente, el instituto, mis amigos, mi novia y el trabajo que buscaba todos los veranos y con los que, según el acuerdo con los padres, pagaba la mitad de mis caprichos.

El verano que cumplí 18 años fue importante. Conseguí sacarme el carnet de conducir y comprar con la ayuda de mi padre un coche de segunda mano bastante viejo, un Seat Ibiza que a mí me parecía una preciosidad.

Ese verano planifique un viaje con mi novia a las playas de Almería pero a última hora ella no pudo venir porque habían convocado unas oposiciones a las que ella quería presentarse. Al principio pensé en quedarme con ella pero me insistió en que me fuera a relajarme porque ella iba a estar todo el día estudiando. Al final, después de dudar unos días ya que ir solo al principio no me apetecía mucho, al final prepare la tienda de campaña y todas las cosas y comencé un viaje largo que me prometía estupendo.

Una vez instalado en el camping de Rodalquilar, mi plan era visitar todas las playas de la zona, hacer excursiones, miles de fotos y, por la noche, tomar alguna cosa en lugares tranquilos.

Junto a mi tienda en el camping había una familia con un hijo de mi edad. Venían de Asturias y en seguida nos caimos bien (aunque he de reconocer que influyó bastante que me invitaron a cenar la primera noche y, en vez del bocadillo que tenía preparado, cene como un rey).

Desde el primer día, Alberto y yo comenzamos a salir temprano para ir a la playa juntos, dábamos largos paseos y dábamos largos baños. A mediodía solíamos escondernos en alguna terraza tomando algo fresco y por la tarde salíamos de nuevo, cada día a un sitio diferente.

Alberto era algo más alto que yo, con un cuerpo bien formado aunque no atlético, el pelo corto de color claro y ojos color miel. Yo había crecido desde aquellas aventuras a los 14 años y seguía llevando el pelo mas bien largo. Tras años de practicar la natación y el fútbol tenía el cuerpo más musculado que él.

El segundo día de playa estábamos dando un paseo y charlando de nuestras cosas cuando nos fijamos en la zona del final de la playa que varias personas entraban y salían de una zona de dunas.

  • ¿Juan tu crees que estan haciendo cruising?
  • Tiene toda la pinta la verdad
  • ¿Nos acercamos y miramos?
  • Paso tío, no me apetece ver a dos tíos haciéndolo
  • Venga va … puede ser divertido
  • Ve tu si quieres … yo te espero por aquí

Ni corto ni perezoso, Alberto fue hacia la zona de dunas y lo vi desaparecer. Me quedé cerca de ahí en la orilla del agua esperándolo pero al cabo de un cuarto de hora, como no volvía decidí acercarme con cuidado. Me adentré en la zona de dunas y de pronto lo vi. Estaba agachado frente a un hombre algo mayor y le estaba chupando la polla. Desde donde estaba podía ver con claridad que la mamada era la de un experto. Se metía toda la polla del tio en la boca y a la vez tocaba los huevos haciéndolo gemir. Me quedé un poco alucinado mirando esa escena y, sentí como mi polla se ponía dura al instante. Seguí mirando y vi de pronto como Alberto se levantaba y daba la vuelta a aquel hombre. Sin prepararlo siquiera, coloco su polla y empezó a follarle de una forma bastante agresiva.

Me fijé en la polla de Alberto, grande pero no demasiado gruesa, bonita. Viendo el espectaculo empecé a sobarme un poco por encima del bañador. Alberto bombeaba al tio sin ninguna consideración y al cabo de un rato comenzó a correrse. Tuve que reaccionar en seguida para que no me vieran y me fui casi corriendo hasta la orilla para volver a esperarle.

Al cabo de un rato apareció el con una cara de satisfacción.

  • ¿Que? ¿Viste todo lo que querías?
  • Jajajajajajaja. Si desde luego. Otro día tienes que animarte a venir tío. A veces se ven cosas muy interesantes

Los siguientes días no pasó nada en particular. Las playas a las que íbamos no eran de ese tipo y por las noches la verdad es que el no mostraba ningún interés en chicas o chicos. Yo al tener novia tampoco iba a ligar así que eran muy tranquilas.

Tres días más tarde volvimos a la misma playa. La verdad es que Alberto insistió en volver y yo no tenía ninguna razón para negarme. De hecho dudaba si acompañarle esta vez a la zona de las dunas para curiosear un poco. Durante esos días habían vuelto a mi cabeza las cosas que había hecho años atrás y noté que me excitaba la idea. Caminamos por la playa y llegamos a la zona de dunas

  • ¿Te animas hoy a venir Juan?
  • Bueno ….. pero solo un rato tío, no vayan a pillarnos en plan voyeur que ya sabes que eso siempre molesta
  • Claro tío, solo un ratito

Nos acercamos con cuidado y tras avanzar un rato largo apartándonos de la playa escuchamos unas risas. Con mucho cuidado nos acercamos más hasta ponernos detrás de unas piedras y vimos un grupo de cuatro tíos desnudos. Uno de ellos estaba de rodillas en el suelo y mientras chupaba una polla con las manos masturbaba a los otros dos. La verdad es que la imagen era super morbosa y noté como se me ponía la polla morcillona.

Alberto estaba un poco detrás, muy pegado a mi. Tanto que notaba a veces como se rozaba con mi culo lo que hacía que me fuera poniendo cada vez un poco mas burro.

  • ¿Vaya espectáculo eh?
  • Si …. vaya bien que lo están pasando

De pronto sentí su mano en mi cadera y como se acercaba más a mi pegando su paquete a mi culo. Me quedé un momento tenso pero no me moví ni dije nada. El interpretó eso como un asentimiento y noté como su mano avanzaba hasta llegar a mi paquete. Empezó a sobarme la polla por encima del bañador haciendo que me pusiera a tono del todo. Siguió tocándome y excitado como estaba empecé a mover el culo frotándome contra él. Al hacer esto, el bajó mi bañador y empezó a masturbarme mientras pegaba su cadera a la mía y me hacía sentir su polla dura. Al poco sentí como se bajaba su bañador y colocaba su polla entre mis nalgas sin dejar de masturbarme. Empecé a gemir suave ….

  • ¿Te gusta mi polla?
  • Mmmm.... si... uffff

Me giró y poniendo sus manos sobre sus hombros me hizo agacharme. Tenía su polla delante de mi, dura y ligeramente húmeda. Sin pensarlo dos veces empecé a chuparsela. Estaba algo salada y suave …. empece a jugar con la lengua y a apretar su capullo entre los labios. A succionarla un poco y moviendo la cabeza intentaba metermela toda en la boca. Estuve así un buen rato, disfrutando de la sensación de esa polla entre los labios, sintiendo como a veces salia un poco de liquido más salado.

  • Quiero follarte Juan

Al oír eso me puse algo nervioso pero tenía la polla tan dura. Me di cuenta que de volvía a pensar con la polla y me incorporé. Me di la vuelta y apoyando las manos en una roca le ofrecí el culo. Noté como escupía entre mis nalgas y metía un dedo apretando con fuerza para abrirme. Me sentía en la gloria y movía el culo pidiéndole más ….. el segundo dedo costó un poco más pero acabó entrando.

  • Mmmmmmmm. ….... si.. si...
  • Voy a romperte el culo Juan … ufffff que culo más bonito tienes

Fué decir eso, que me incliné un poco más. Sentí como ponía su polla y empezó a empujar con fuerza.

  • Aaaay... joder con cuidado
  • Aguanta ….. mmmmmm …. . joder que prieto lo tienes

El empujaba más y más, su polla empezó a abrirse camino en mi culo y poco a poco la fué metiendo hasta que noté sus huevos pegados a mi culo. Era una sensación increible, hacía años que no sentía nada así.

  • Joder fóllame duro Alberto ….

Empezó a moverse, a sacar su polla y volver a meterla en un movimiento cada vez más rápido. Yo gemía cada vez mas alto y no dejaba de mover el culo …... quería más y me lo estaba dando. Notaba como su polla entraba y salía dejándome una sensación única por dentro. Noté como empezaba a moverse más deprisa y le oí gritar..... AHHHHHHHHHGG ….. sentí como se corría dentro de mi culo bombeando y haciéndome sentir en la gloria. Cuando acabó, salió de mi y me giré apoyándome en la piedra. Me miró sonriendo

  • Joder tio que follada ….. tienes un culo de ensueño

Sonreí sin decir nada …. eso me lo habían dicho ya hace años. El al verme la polla dura se agachó, la sujetó con la mano y empezó a chupármela con ansia. Notaba su lengua recorrer el capullo y juguetear con el tronco. Masajeaba mis huevos con la mano y me hacía ver las estrellas. Noté como iba a durar poco y sujeté su cabeza con las manos empezando a follar salvajemente su boca metiéndole la polla hasta el fondo. Noté que me iba a correr y se lo dije ….. Tío …. me corro...... el se sujeto más a mi y aguantó mientras me corría en su boca.... me quedé flojo y encantado ….

Cuando se separó de mi, miramos y nos entro la risa a los dos ….. cerca nuestra había unos 8 tios mirándonos, algunos sobándose la polla ….. habíamos pasado de mirones a mirados.