Recuerdos de Vicky
Vicky tenia su gran toque de putita. Esta fue la primera vez que deje de escucharla y la comence a ver.
Yo dormía cuando mi novia entró a la casa. No era muy tarde, pero aquel día estaba cansado y no la esperé como de costumbre. Cuando se metió en la cama me medio desperté y la abracé, siempre me gusta dormir con una mano en su pecho. Ella enseguida quiso entablar conversación y consiguió despejarme de mi aletargamiento, estaba muy excitada. Qué tal te fue, y no tardó en contarme, resumidamente, que había ido a dejar en coche a una compañera de clase a su casa, que se le acercó acariciándole la mano, que le dijo si nunca lo había hecho con una mujer, que ella le dijo que no pero que tenía novio, a lo que ella le contestó que a todos los tíos le gusta mirar a dos mujeres cómo se lo hacen, que ella también tenía novio y eso le fascinaba.
Mi primera reacción ante lo que me estaba contando fue de enojo, le dije que había tonteado con una chica que es lo mismo que con un chico, y que tal si yo hubiera hecho lo mismo. Mi reacción fue contundente y ella encogió la cabeza.
Unos días después, después de hacer el amor, en un estado de paz y amor conmigo y con ella, le dije si le excitó la idea de follar con esa chica, a lo que me contestó que una fantasía suya era hacérselo con una chica mientras yo miraba, nada más, solo mirar. Rápidamente esta historia se convirtió en la fantasía estrella de nuestras relaciones sexuales, pues he de decir que Vicky era muy puta en cuanto a fantasías se refería.
Poco a poco, comenzamos a hablar del tema después de follar, hasta que un día lo hablamos seriamente y accedí a que ella follase con su amiga delante mía. Ella preparó la cena para el sábado siguiente, cena para cuatro, pues su novio también lo quería ver. Vicky buscó un libro de comida afrodisiaca y preparó una mesa lo más sugerente que uno se pueda imaginar.
Mientras yo depilaba su vagina, le hablaba de lo sabroso que es comerse un coño, el flujo goteando por tu barbilla, el olor, el sabor, la suavidad de los labios vaginales rozando tus propios labios y la lengua, hundirte en el coño. Ella se mojaba más y más, yo apenas le pasaba suavemente un dedito o le daba un pequeño lametón, ella se estremecía y quería más, pero yo le decía que no le estaba preparando para mí, sino para su amiga.
Mientras la bañaba, le hablaba de la piel de una mujer, del tacto de los pechos, de cómo se siente tener la boca llena de esta masa tan peculiar a la que yo no podía dejar de manosear durante toda la noche. La vestí con una camiseta mía, que por su corta estatura le cubría a medio muslos, y debajo tan sólo un tanga trasparente que dejaba ver su vello púbico. La camiseta no tenía mangas, por lo que constantemente se veía media teta, y según el ángulo o el movimiento de sus brazos se divisaba el pezón.
Cuando llegaron, ambos salimos a recibirlos, y ambas se saludaron ya muy excitadas, llegando la mano de su amiga acariciar las nalgas de Vicky. Tratamos de entablar una conversación coherente, pero se respiraba el halo de excitación, y cuando decidimos sentarnos a la mesa lo sugerente de la comida se convirtió en el monotema.
Vicky y su amiga se sentaron al lado, más juntas de lo normal. Por los gestos de Vicky se percibían roces por debajo de la mesa, pero el centro de atención eran sus pechos, los tres esperábamos los movimientos que nos hacían ver por completo sus pechos. Vicky se sentía centro de atención y no podía disimular su excitación. A mí me hubiera gustado aguantar más la tensión, pero su amiga no pudo resistir y bruscamente metió la mano por las mangas y agarró todo su pecho derecho. Vicky se volteó y comenzaron a besarse.
El otro novio y yo las observabamos, yo me levanté y saqué un colchón que coloqué delante del sofá. Vicky se puso de pie en el colchón, a la vez que el otro chico y yo nos sentabamos en el sofá para disfrutar del espectáculo que se nos iba a ofrecer. Su amiga comenzó a acariciar sus piernas, levantando suavemente la camisa, se le notaba muy ansiosa y cuando vio el tanga no pudo evitar morderlo y bajarlo con los dientes. Le despojó de la camiseta y comenzó a besar sus lindos pechos de pezones grandes y rosados. Vicky apenas me miraba, tan sólo cruzamos un par de veces la mirada, pero yo sabía que estaba muy excitada por mi presencia, le gustaba ser el centro de atención de los tres.
Cuando su amiga quiso tumbarla no se dejó, y comenzó a despojar a su amiga de la ropa. Jamás la ví tan excitada. Comenzó a tocar y pasar su lengua como una loca por todo el cuerpo de su amiga, especialmente por los pechos, que eran pequeños y morenos. Ya desde hacía rato mi compañero de sofa se manoseaba con su pene fuera, algo mas grande que el mío pero menos grueso. Creo que fue en este punto que yo decidí sacar mi verga fuera y comenzar a masturbarme.
Fue muy excitante ver cómo Vicky le quitaba las bragas a su amiga, y antes de hundir su cabeza en el coño, me miró muy caliente y comenzó a comerselo. Su amiga se dejó, mientras miraba cómo nos masturbábamos. Vicky no levantaba la cabeza, estaba muy empelada en sus nuevas sensaciones, y no paraba de masturbarse, tan sólo dejó su quehacer y nos miró cuando después de un rato su amiga nos dijo que quería que nos cambiásemos de mano. Yo me quedé un instante parado, pero cuando vi a Vicky con toda su boca y cuello mojado de flujo, observando la polla del otro chico y esperándome, alargué mi mano y empuñé el otro falo, estaba muy duro. El otro chico hizo lo propio y comenzamos a masturbarnos, aunque resultaba algo incómodo hacerlo los dos a la vez.
Ellas nos miraron unos instantes, mientras Vicky manoseaba con una mano el coño y con la otra un muslo de arriba abajo. Su amiga tomó la cabeza de Vicky y la regresó a su coño, mientras nos miraba. Pronto su novio dejó mi polla, se arrodilló frente a mí y comenzó a lamerme. Yo me quedé estupefacto, pero entré rápidamente en éxtasis, el muy cabrón lo hacía muy bien y se notaba que no era su primera ni segunda vez, y la muy puta de su novia rápidamente nos quitó la vista de encima y comenzó a tocar por todos lados a Vicky, la cuál estaba en un estado tal de excitación que tardó en darse cuenta lo que estaba ocurriendo en el sofá.
Mientras el chico parecía disfrutar mucho con mi verga, yo disfrutaba su mamada viendo cómo ambas se restregaban, masturbándose la una con la otra, se manoseaban por todos lados y se besaban. Ya no aguanté más cuando ambas juntaron sus coños y comenzaron a restregarse y gemir. Avisé al chico que me iba a correr, pero el no despegó los labios de mi pene y me corrí en su boca. Ambas me miraban, yo sentí muy rico.
Luego su amiga le dijo a Vicky que quería lamerla, así que mi novia se acomodó boca arriba y mirándome me dijo que ahora me tocaba a mí, yo dudé y Vicky rápidamente me dijo que no iba a dejar al chico así, no?. Estaba excitadísima y me dijo, anda, quiero verte con su polla en tu boca.
A mí después de la corrida se me bajó un poco la excitación y seguía dudando, y Vicky rápidamente dijo: yo la quiero, alargando la mano hacia el pene del chico, el cuál se acercó y comenzó a hacerle una mamada de historia. Verla con otra polla en la boca hizo que comenzase a ponerme erecto otra vez. Vicky estaba disfrutando mucho de la lamida que le hacía su amiga y eso la desconcentraba de su labor. Acabó masturbándole y a mi me excitaba ver cómo su mano pajeaba esa otra polla.
Vicky me miraba mucho, y con una gran mirada lasciva me dijo que continuase yo, muy excitado me levanté, me acerqué y cerrando los ojos por primera vez me metí una polla en la boca, a escasos centímetros de ella. Me agradó el tacto del pene en mi boca, me agradó el olor y el sabor, y aunque no conseguía tener una buena cadencia, poco a poco le fui cogiendo el truquillo. Escuché cómo Vicky se corría otra vez.
Yo me sentía incómodo por la postura, así que lo senté en el sofá y le continué lamiendo. Vicky comenzó a alabarme, yo estaba muy excitado pero pegué un salto cuando noté una mano tratando de llegar a mi culo. Me di la vuelta y dije que no estaba dispuesto a eso, la novia del chico me dijo que tranquilo, que sólo iba a estimularme el ano nada más, yo accedí y continué chupando la polla del chico, el cuál tenía mucho aguante.
Comencé a disfrutar esos dedos que jugaban en mi ano, me gustó cuando sentí una lengua húmeda tratando de penetrarme y pronto deseé que un dedo lo hiciese, y así fue. La novia del chico se le notaba con mucha experiencia y yo estaba disfrutando mucho esa sensación nueva, casi me corrí.
El que se sí se corrió sin avisar fue el chico, yo me retiré cuando sentí el primer chorro de semen estrellarse contra mi garganta y el resto se estampó en mi cara. Vicky corrió a besarme y lamer el semen. Yo estaba excitadísimo y sólo quería que el dedo de su amiga me penetrase una y otra vez. El chico se levantó así que me pude recostar bien sobre el sofá y disfrutar de mi recién descubierto punto G, el cuál lo sentía cada vez más cerca.
El otro chico se acomodó igual que yo y Vicky comenzó a hacer lo mismo, así estuvimos un ratito hasta que yo no podía más y le dije a la amiga de Vicky que quería penetrarla. Ella me dijo que podía hacerlo pero que antes tenía que penetrar a su novio. Yo me quedé estupefacto otra vez, y vi que a Vicky también se le estaba bajando la líbido, pero su amiga rápidamente la cogió y empezó a manosearla otra vez, mi novia comenzó a excitarse así que yo me acomodé detrás del chico porque sabía que si no ahí se iba a quedar ya la cosa.
Él gritaba un poco de dolor así que paré, pero comenzó a envestirme con su culo diciéndome que no parase. Yo continué un buen rato hasta que cayó derrumbado. Me voltee porque lo que yo deseaba era probar el coño de la amiga de Vicky, pero a ella se la veía algo celosa que yo quisiese follar a su amiga. Ésta reaccionó rápido, puso a Vicky en cuatro con su pecho en el colchón y comenzó a lamerle el culo, cosa que a Vicky le gustaba mucho. Así me quedó libre el camino del coño de su amiga, que estaba también a cuatro patas. Yo me acomodé debajo de sus piernas para lamerla bien y que me cayese todo su flujo en mi boca, cosa que me encanta. Lo disfruté mucho.
El novio de la chica yacía en el sofá mirándonos. Luego me levanté y comencé a follar a su novia. Ésta se apartó de Vicky y le dijo a su novio que continuase él, así quedamos los cuatro follando, intercambiando pareja. Vicky disfrutaba de una buena lamida ahora boca arriba, y su amiga ahora me lamía con muchas ganas. Luego se tumbó junto a Vicky, le agarró de la mano, y el chico y yo comenzamos a follarlas, y salió todo demasiado perfecto, nos corrimos por última vez los cuatro casi al tiempo.