Recuerdos de una Gatita incestuosa (2)
Me gustaba jugar a la mamá con mis sobrinos, hijos de la esposa de mi hermano,pero en estos jueguitos empecé a desearlos más y más y cumplir una de mis fantasías sexuales, hacerlo con dos hermanos.
Recuerdos de una Gatita incestuosa (2)
Siguiendo con las confesiones de la gatita Pamela:
Ahora mis recuerdos son más vívidos, tengo 27 años, han transcurrido casi diez años, desde que disfrutaba de tardes y noches deliciosas entre mi hermano Héctor y yo. He dejado de ser una nena para convertirme en una mujer independiente, departamento propio, cerca de casa de mis padres, dedicada al negocio de prendas de vestir con los conocimientos de marketing. Recuerdo los días cuando mis sobrinos, los hijos de la esposa de mi hermano Héctor, visitaban mi departamento, porque él tenía que salir con su esposa a unos compromisos y me los encargaba a mi cuidado. Jugaba con ellos a ser su madre sustituta, encariñándome con ellos, deseando sobremanera tener mis propios hijos pero mi ritmo de vida no me lo permite aún.
Ellos cuentan ahora con 17 y 18 años de edad, se ha incentivado el amor y el deseo entre nosotros. Siempre y como todas las tardes vienen a visitarme, Maxi el mayor y Martín el menor. Una entrada formal, luego a puerta cerrada, nos encaminamos al baño para refrescarnos y empezar a calentarnos. Los tres desnudos ahí, yo en medio de los dos, apretadita, recibiendo el agua mientras sus vegas rozaban mis nalgas y mi coño. Con Maxi el mayor nos comíamos la boca dándonos besos lujuriosos donde nuestras lenguas jugueteaban y nuestras salivas se mezclaban con el discurrir del agua; Martín el menor, acariciaba mi espalda y me la besaba sintiendo la humedad de sus labios y su lengua con el agua mientras su verga frotaba mis nalgas. En este delicioso toqueteo sentí como las puntas de sus vergas se introducían en mi coño y en mi culo, cogiéndome ambos de mis caderas, en una suave y no tan profunda penetración que me encendían y me hacían desear más esas vergas de esos dos hermanos maravillosos. Así de calientes y de excitados nos fuimos al dormitorio. Me puse al medio de la cama con mis nalgas al filo de ella y las piernas abiertas en el piso de la habitación, Maxi se subió en la cama y sentí como iba entrando en mi boca ese rico pedazo de verga, que acariciaba las bolas con placer, que metía su cabeza dentro de mi boca y hasta más de la mitad de su verga, Martincito se había arrodillado en el piso cerca de la cama a milímetros de mi coño. Sentir como sus dedos penetraban, que su lengua hurgue cerca de mi clítoris para sentir después como la punta de su lengua empuja hacia atrás y luego lo jala hacia adelante para darle grandes lamidas y severos masajes que me ponían a mil. Y sentir luego como sus dedos se metían entre mis nalgas mientras su lengua recorría la entrada de mi coño y mi clítoris, tenía toda mi boca llena de verga. Después me bajé de la cama y me puse de pie para sentir las lenguas de mis sobrinos que metían ávidamente sus lenguas en mi culo y en mi coño, el inicio de lo que pasaría. Maxi se subió en la cama con su verga grande y dura, subí delicadamente quedando mis piernas entre su cuerpo, apoyada por las rodillas y hasta los pies en la cama cogiendo su verga y dirigiéndola a la entrada de mi coño, pegando mis pechos al suyo ofreciéndole mis labios en apasionado beso mientras su verga me penetraba hasta poder sentir sus bolas golpeándome con toda su verga dentro de mí. De inmediato su hermano subió en mí y suavemente fue metiendo la cabeza de su verga en mi culo, despacio y sin prisa, sosteniendo mis nalgas entre sus dos manos y luego tomándome de las caderas me penetró toda. Ahora tenía las dos vergas dentro de mí. Me movía en la verga de Maxi de atrás hacia adelante y Martín me tenía sujeta de las caderas moviéndose de atrás hacia adelante a mi ritmo, suave y muy fuerte al final sintiendo que nuestros cuerpos explotaban de placer, sentir como Martín me empujaba desde mis nalgas y como Maxi me sostenía desde las piernas, jalándome hacia él. Estuvimos así largos minutos, hasta que se salieron dentro de mí y apuntaron con su verga a mi cara para recibir en mi bocas las dos leches fraternas mientras sus manos acariciaban mis pechos. Luego de este buen sexo, nos echamos a descansar ahí mismo con mi boca impregnada de leche, acostada en medio de los dos.
Después de breves minutos, mis jóvenes amantes se pusieron de costado a mi lado jugando con su lengua en cada uno de mis pezones y uno de sus dedos se metía en mi coño, entraban y salían un dedo de cada una de sus manos en mi coño, no le imponían el mismo ritmo de modo que sus dedos entraban a mi coño a velocidades diferentes, sus lenguas masajeaban mis pezones y luego sus labios me los empezaban a morder, sus dedos seguían moviéndose en mi coño. Otra vez me puse en cuatro en la cama, uno de mis sobrinos me cogió por detrás y me penetró el coño, el otro se puso de pie en la cama me ofrecía su verga para darle una buena mamada; así fueron turnándose mientras yo permanecía en esa posición esperando a mis dos amantes. El que me cogía por detrás me empujaba fuerte haciendo ruidos en cada contacto de su cuerpo a mis nalgas. Disfrutando durante muchos minutos, más que la anterior, de dos deliciosas vergas, hasta sentir después que se salían de mi para mamar las dos vergas a la vez y poder sentir sus ricas leches como bañaban mis pechos, con mis manos recorría mis pechos de su espesa leche, ellos frotaban sus vergas cerca de mi boca, ahogándome con sus fláccidas vergas. En este momento de la culminación de esta gran tarde de sexo, tenía en mi mente la esposa de mi hermano, de cómo sería sentir el calor de su coño en mi boca mientras descansaba con mis dos amantes y tal vez rememorar juntos con mi hermano de esos maravillosos años cuando él me hizo conocer las delicias del sexo, viviendo todos en una misma casa en un gran círculo de incesto. Y tal vez se dé el momento de tener un hijo en este gran ambiente de amor y deseo.
Es así que recuerdo estos sucesos cargados de pasión y deseo, que me excito y me mojo de imaginar todas las locuras que hice algunos meses atrás…