Recuerdos de un amor... 2
Fijamente se miran como si todo alrededor no existiera...
Fijamente se miran como si todo alrededor no existiera, no escuchan el murmullo de las voces. Están lejos los sonidos. Distantes de poder tocarlas, de interponerse en lo que están sintiendo, es como trasbordar a otro espacio, dejarse llevar por él y vivir el placer. Un despertar de mucho naufragar. Un encuentro perfecto
Agradezco a todos los presentes, el estar aquí. Por favor Yaneth (Señala Alejandra, dándole espacio a Yaneth para continuar la conversación).
- Antes que todo les presento a Sofía Amundsen Moller, Arquitecta de las constructoras "Knag". Ella será quien esté a cargo de las nuevas instalaciones para la empresa "LUMIT". (La felicidad que irradia el rostro de Yaneth, al pronunciar Sofía, es notoria para todos los presentes )
Saliendo de casi un sueño o la confusión de su cerebro, Camila observa detenidamente a quien se ha levantado para recibir la bienvenida. Una joven de no más 1.60, con unos ojos totalmente negros que brillan con una intensidad única. Con el cabello oscuro que cae sobre sus hombros y esa piel broceada morena, dejan ver unos labios carnosos suaves, rojos, ni que decir de su figura unas curvas preciosas, en las que naufragarías. No necesita maquillaje por que definitivamente es hermosa.
- ¿Qué locuras pienso, que me pasa?
Nadie miro su turbación. Todos estaban viendo o imaginado los pormenores de la nueva situación. Pero la recién llegada no pierde de vista a Camila. Le mira detenidamente, ha quedado cautivada con tan solo una mirada.
- Sus ojos reflejan algo. Una añoranza (Ha descubierto un mundo en los ojos de Camila). Algo pasa en mí pecho ¿Pero qué tonterías digo?
- Sofía está todo bien. (Interviene Yaneth en los pensamientos de Sofía quien reacciona algo consternada de haber sido descubierta. Mirado lo prohibido).
- Todo está bien Yaneth. (Muestra una ligera sonrisa y se vuelve a su lugar).
Las presentaciones han terminado. Los rostros parecen preguntarse entre ellos, pero nadie ofrece palabra. Alejandra mira a Camila quien ha dejado de mirar a Sofía. Como diciendo - te toca, es tu ramo ¿qué haremos? Camila se levanta deja ver su traje sastre muy bien portado y sus ojos se clavan en Yaneth.
- Estábamos convencidos de que los trabajos de construcción serian llevado a cabo por una compañía Mexicana. ¡Bueno eso creí! hasta un nuevo aviso.
- Las constructoras "Knag" son de lo mejor en Estados Unidos Camila.
- No pongo en tela de duda la capacidad de su trabajo Yaneth. En ningún momento lo hago, por eso acepto que los trabajos se han manejadas por la constructora "Knag".
Los ojos de Yaneth sonríen. Mientras que la mirada de Camila muestra un entero disgusto.
- Les aseguro que nuestro trabajo es excelente. Tenemos años que los confirman y pueden estar seguros que no serán defraudados.
- ¡Por supuesto que confió en eso, de no serlo no estuvieran en sus manos nuestro futuro! Arquitecta.
Al fin se miran tan directamente como hace unos instantes. Las dos quedan estáticas. Solo se ven, no hay más. Algo pasa en ellas, algo está naciendo pero hay que esperar.
Un momento puede quedar en la memoria para siempre y recordarlo eternamente. Guardarlo por siempre y sacarlo cuando lo pienses.
La junta termino, no hubo mucho después. Los padres y sus hijas se fueron juntos a casa, cabe mencionar que solo iban dos hijas, la mayor de las Alvares, como buena samaritana acompaño a Sofía a su hotel.
- ¿Estás de acuerdo Camila con la empresa "Knag" y sus trabajos?
- Padre los investigue antes. Y cumplen con el perfil.
- ¡Sí!... Yo también lo hice y cumplen con lo que necesitamos.
- ¿Seguras?... Alejandra y Camila. ¡La arquitecta me parece muy joven!
- ¿Eso vi?
- Pero ¿Yo soy joven y soy la presidenta de la compañía?
- ¡Sí!...Pero tú me tienes a mí. Tonta.
- Nos es justo. Ya bastante rumoran que yo soy un florero, y que tú Camila eres quien manejas la empresa.
- Ja Ja Ja Ja . No se has tonta. Tú eres la presidenta y eso tenlo claro, siempre.
- ¿Pero es qué?....
- Pero es que nada. Tú eres la presidenta y punto.
- Tu hermana tiene razón, Alejandra déjate de tonterías, eres la presidenta y no digas más locuras.
- Ok. ¡Pero es que luego esta mensa se enoja y yo pago los platos roto! Y no se apiada, y yo soy más pequeña que ella. Es más se aprovecha que soy menor y después no importa que yo se ha la presidenta, ella decide.
- No decido. Solo te ayudo, solo hago eso.
- MMMMMMMM ..pues no sé. Lo único bueno es que a Yaneth le va peor.
- Hablando de eso, la muy cobarde no fue a verme antes de la junta, pero ya la veré.
- ¿No te había avisado de la constructora, Camila? ¿No sabias de la extranjera?
- No papa. No sabía nada.
- MMMMMMMM. ¿Otra vez crees que empiece con lo mismo?
- No lo sé. Pero ya lo averiguare.
- Camila Yaneth ya cambio.
- ¿Eso crees Alejandra?... eso crees.
- Tendrás que vigilarla, esta vez está la empresa de por medio.
- Si papá. Lo hare.
La familia llega a casa los padres anuncian que se irán de viaje. Dejando a las hermanas Albares al frente de la empresa. Desde hace un tiempo las dejan que se encarguen de los negocios de la familia. Alejandra es la presidenta. Estudio administración, actualmente es la capacitada para el. Yaneth estudio leyes, pero está más involucrada con la empresa que con su despacho, pero no lo deja, después de todo le gusta su carrera. Por ultimo Camila estudio literatura hispánica. Quería escribir, dedicarse a la letra, ser escritora. A contar sus sueños, y lo logro, termino la carrera y escribió tres libros: uno de poesía, un cuento y una novela. Todo era perfecto pero ¡algo paso! Un día llego a casa dijo a sus padres: "Dejo los libros" su padre la miro confundido.
Ella siempre había dicho que quería escribir. Él tenía sus poemas, y siempre pavoneaba antes sus amistades los logros de su hija. De ella en especial, siempre había sido madura, inteligente y ningún dolor de cabeza les había causado, era la consentida.
Metida en sus libros, ese era su mundo. El señor Álvarez sabia del amor que su hija le tenía a los libros, quiso preguntarle ¿el por qué dejaba sus sueños? pero no logro nada y acepto la decisión de Camila.
A la edad de 23 años Camila entro a la empresa, con ayuda de sus padres y cursos muy rápido se integró a su nueva vida y trabajo. Quedo como vicepresidenta y la presidencia quedo en manos de Alejandra. Aun a pesar de ser la menor Camila considero que la más apta para ese puesto era Alejandra. Así qué dos años atrás al marcharse sus padres Alejandra se quedó de presidenta de la compañía, Camila de vicepresidenta y Yaneth. Bueno Yaneth es accionista y colaboradora de la empresa aunque no se le da mucha responsabilidad debido a que lleva consigo errores del pasado.
Recuerdos de un eterno amor. Que hieren su corazón, que lo estrujan lentamente. Tiran de él, le arrinconan en la plaza del dolor, y confunden a su alma. Hacen que llore, que el odio y el rencor se queden y quede lejos el amor.
- Lo que siento ¿Cómo arrancarlo? ¿Cómo dejarlo? No tengo como, tengo que seguir callando. Tengo que hacerlo. ¿Qué hice? ¿Que no te di? ¿Porque esto? ¿Por qué a mí?
Una foto enmarca perfectamente a una familia feliz. Sonríen se les ve tan alegres. El caballero sostiene a una niña como de 2 años, mientras que la mujer, que seguramente es la madre, tiene tomado del brazo al hombre, al que carga la niña, a su esposo. Definitivamente son una familia feliz.
- Tú eres feliz. Y eso de alguna forma me consuela. No puedo dejar de acariciar tu rostro, por lo menos en esta foto Puedo tenerte. ¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Porque no me di cuenta? ¡Que te amaba! ¡Que te amo!
El llanto es audible, su corazón está dolido. Cada palabra es acompañada por una gota de lágrimas. Ellas siguen su camino, quieren liberar la pena, de ya algunos años, quieren encontrar la paz que se le ha negado.
En las paredes ocultas al mundo, Camila guarda tan afana mente un recuerdo. Al igual que esa foto, guarda su corazón. No conoce más amor que a "ella" a la primera que entrego su corazón