Recuerdos de mi segundo matrimonio 9
Llego a casa después de una deliciosa noche
Recuerdos de mi segundo matrimonio 9
Me desperté no sé qué hora sería pero ya había luz, Felipe ya se había levantado me puse mi blusa y como no encontré mi pantaleta me puse la camisa de Felipe para taparme un poco más y me fui al baño.
Ahí estaba él bañándose le dije si podía pasar, me contestó claro y abriendo la cortina me dijo si quieres bañarte pasa que el agua está caliente, ya no aguantaba y me senté en el inodoro, qué pena me dio que me viera así y le dije cierra la cortina que me da pena.
El sólo se rio y me dijo no pasa nada y corrió la cortina, la oferta sigue en pie de verdad no se te antoja un baño?
Si pero al rato aún tengo sueño, salí del baño me quite la camisa y me volví a acostar; al levantar la cobija ¡Madre Santa! Alberto tenía una erección tremenda, me quedé observándolo unos segundos y me acurruque en su pecho acariciándole sus partes, su miembro estaba durísimo se lo menee masturbándolo y sobando su escroto hasta que abrió los ojos diciéndome, qué haces linda?
Como respuesta le besé el pecho jugando con mi lengua en su tetilla, él me acariciaba la espalda hasta posar su mano en mi nalga y continuar hacia mi pierna y poniéndola sobre su cintura se situó en medio de mi.
Dirigí su pene a la entrada de mi vagina y haciendo palanca con mi pierna en su cintura me lo introduje poco a poco acariciando sus testículos
Desabrochar mi blusa y me pegué a su pecho, que rico sentía, sus vellos cosquillando mis senos mientras su pene entraba y salía de mi vagina en toda su dimensión.
Ya estaba cerca del orgasmo abrazándome fuertemente a Alfonso cuando siento que besan y acariciando mis nalgas, era Felipe y nos dice los veo luego en la oficina, diviértanse.
Recuerdos de mi segundo matrimonio 10
Fui a mi escritorio y me puse hacer las facturas y ordenes de recarga, Alfonso recargó los extintores, en fin cada quien a lo suyo.
Sentía como salía de mi vagina y ano el semen de mis dos jefes, tuve que ir tres veces al baño a lavarme y ponerme una toallita, cada vez que bajaban los espermas hacia mi pantaleta sentía un leve cosquilleo en mi vagina recordando la gran noche que pasé sin menospreciar los buenos días que tuve con Alfonso.
En la tarde después de comer me llamó Felipe a su despacho para pedirme una disculpa por lo que sucedió anoche que perdió el control y me dijo: estoy muy apenado por Juan ya que tengo una buena relación con su tío, pero eres una mujer muy atractiva y desde que fuimos a bailar quería estar contigo perdón si te falte.
Le dije: somos adultos y sabemos lo que queremos, tú sabes de mis problemas con Juan, y si pasó lo de anoche fue porque aunque es cierto teníamos nuestras copitas encima, lo hicimos porque lo deseamos o lo necesitábamos y en mi caso la pasé muy bien lo disfruté mucho. Hay que verlo como lo que fue, se juntó el hambre con las ganas de comer jajaja. Por mi parte no hay problema, espero no haberte causado alguno con tu esposa.
No creo, le dije que se acumuló el trabajo y a mi hermano se le subieron las copas y no podía dejarlo aquí sólo, al parecer acepto lo que le dije, solo me recomendó que llegara temprano para descansar.
Entonces me dijo con una sonrisa el próximo viernes vamos a bailar?
Le dije goloso me reí y me fui a mi lugar, él salió y me dijo no hay mucho que hacer vete a descansar.
Cojo mi bolso y me fui a mi casa la verdad si quería descansar y sobretodo darme un buen baño, sentía impregnado el olor a sexo y semen.
Cuando llegué a la casa Juan estaba esperándome, se le veía muy molesto, lo saludé con un beso y le dije que no pude avisarle pues nos llegó un cliente con varios extintores para recargar y que le urgían porque temprano iban a ir unos inspectores, por eso tuvimos que trabajar toda la noche y entregarlos hoy temprano.
Me dijo: si cómo no de seguro te fuiste a tomar y quién sabe dónde y con quién pásate la noche.
Tiene razón mi suegra no debo dejarte trabajar.
Me prendí con ese comentario pero logré calmarme y le dije vengo rendida, voy a descansar un rato y luego hablamos, que es lo que nos falta comunicación y atención.
Me bañé y me dormí; como a las diez me desperté y fui a servirme un café, Juan estaba en la sala viendo la tele, me senté junto a él le ofrecí un café pero no quiso.
Le dije vamos a la azotea para poder platicar sin interrupciones, lo tomé de la mano y subimos a la azotea.
Le dije que si él creía que todavía podíamos rescatar nuestro matrimonio, ambos teníamos que poner de nuestra parte, que yo era una mujer joven que necesitaba su cariño y atenciones y que atendiera mis necesidades que si tomaba era porque me sentía sola y que ya no le importaba, que nunca le había reclamado nada ni echado en cara sus coqueteos con Araceli.
El me dijo que trataría de cambiar y que también me necesitaba pero con mis actitudes solo le daba la razón a mi madre y él se dejaba calentar la cabeza por ella.
Nos abrazamos, lloramos y quedamos en intentarlo por las niñas.
Nos acostamos y tuvimos sexo, nos besamos y nos entregamos uno al otro plenamente, pero muy dentro de mí sentía que lo nuestro se iba a pique. Las cosas mejoraron entre nosotros un tiempo. Tuve dos encuentros más con Alfonso y uno ocasional con Felipe.
Espero comentarios si es que quieren que se los cuente al igual que mis relaciones con mi marido.