Recuerdos de mi segundo matrimonio 7
Regreso a casa de mi madre y mi primer trabajo en forma
Recuerdos de mi segundo matrimonio 7
Los chismes seguían a todo lo que daban que si Vicky tenía que ver con Alberto, que yo era una calientabraguetas, etc etc.
Le dije a mi esposo que debíamos cambiarnos ya que era difícil seguir ahí ya todo el ambiente estaba contaminado de chismes y por el bienestar de las niñas sería mejor irnos, el me comentaba que adonde encontraríamos una mensualidad tan baja le mencioné que estaba buscando trabajo y así podríamos solventar mejor los gastos, no le agradaba mucho la idea pero sabía que era una solución.
A la semana me comentó que había hablado con su papá y que nos daban hospedaje en lo que encontrábamos algo adecuado y que si los dos íbamos a trabajar que mejor que las niñas estuvieran al cuidado de sus abuelos, nos pareció buena idea y nos mudamos a casa de mi madre avisándole a mi tío para que anunciara el departamento.
Ya instalados en casa de mi madre Angélica (mi hija adoptada por mi madre) dormía con mis hijas, al principio se llevaban muy bien pero como todo pequeño había rencilla, lo malo es que mi madre siempre daba la razón a Angelica, eso me molestaba pues ellas pensaban que su abuela no las quería.
En otra habitación mi madre y Don Luis y en la tercera Juan y yo, estábamos a gusto con el cambio y por lo mismo la tensión anterior disminuyo y volvíamos a ser la pareja de antes, pero nuestras relaciones en intimidad seguían siendo esporádicas por tanta gente en casa.
Yo conseguí un trabajo en un despacho de contadores y abogados como secretaria, tenía bastante trabajo ya que tenia que ver los escritos de los dos abogados y pasar a máquina los estados financieros del contador, estaba muy a gusto en mi trabajo, hasta uno de los abogados empezó a cortejarme de una manera muy delicada al principio pero como yo le rechazaba sus avances fueron más directos cada vez.
Un día llegue a casa muy desilusionada, porque me dio a entender que si no cedía a sus pretensiones me olvidara de seguir en el despacho, necesitábamos el dinero pero no iba a ser de esa manera se lo comenté a mi madre y su respuesta me dejó helada, que en todos lados era igual y si quería conservar mi trabajo o en cualquier otro tenia que evaluarlo o regresar a como estaba antes, sin dinero y con mayores problemas.
Me saco de onda esa respuesta, pero no sabía qué hacer, mi esposo empezó otra vez a llegar tarde, según él por motivos de trabajo pero yo sabía que no era eso ya que cuando llegaba tarde o definitivamente no llegaba olía a perfume y alcohol.
Casi no me buscaba y eso a mí me ponía de mal humor, total que un día me invitó nuevamente a comer el abogado que se llamaba José Luis y acepté, igual podía persuadirlo si se quería propasar, me dije”
Fuimos a comer a un restaurant del centro y mi sorpresa fue que se porto muy caballeroso, y su plática era muy amena estuve muy a gusto, después me llevó a mi casa y nunca trató de sobrepasarse, si me decía piropos y que yo le gustaba mucho, que como no me conoció antes etc, cosas similares, Me dijo que solo quería ser mi amigo que sus atenciones eran sinceras, todos mis temores se disiparon por el momento.
La vida seguía igual, con la situación entre mi esposo y yo cada día mas tirante, incluso si le reclamaba su falta de atención hacia mi, me hacia escenas de celos que porque llegaba tarde (7 8 de la noche) cuando el hasta faltaba a casa en fin, y porque a veces me traían en auto en auto. Una vez cuando me dejaron en la avenida pues yo vivía en un andador sin acceso vehicular, él salía de la panadería y me vio al llegar.
Mi convivencia con José Luis se fue intensificando, me confiaba muchas cosas de su vida, que estuvo a punto de casarse pero le engañaban y solo querían bienestar económico tanto su novia como su suegra y que por eso rara vez se relacionaba en pareja tenía mucho tiempo sin novia, llegó un momento que nuestra mutua confianza era tal que le platicaba mis problemas con Juan.
El trataba de consolarme y decirme que pasaría esa racha de mi esposo y que pronto reconocería a la mujer que tenía a su lado, me sentía muy a gusto con él.
Un saliendo del trabajo como a las siete, me dijo si tenía que llegar a mi casa le dije que se le ofrecía pensando en algún pendiente de la oficina y me dijo que si lo acompañaba al cine que tenía muchas ganas de ver una película, como era viernes y sabia que Juan tardaría en llegar o tal vez ni llegaría acepte.
Compro unos refrescos y palomitas, estaba lleno el cine y nos tuvimos que sentar en la última fila, era una película muy romántica y con mucho drama, en cierto momento me cogió de la mano y saco su pañuelo para secarme las lagrimas por la escena tan conmovedora que veíamos, se lo agradecí, le regresé su pañuelo él lo beso y lo puso en su saco.
Volvió a cogerme de la mano y la deposito junto a la suya en mi regazo y con la otra rodeo mis hombros y acariciaba mi hombro, yo me sentí reconfortada y me recargue levemente en el, al poco rato sentí que su mano acariciaba mi rodilla e intentaba tocar la parte interna de mi muslo, yo llevaba una falda corta que al sentarme me cubría arriba de medio muslo, instintivamente cerré mis piernas y retiré su mano, él ladeó mi cara y e dio un beso en los labios, quise separarme pero me abrazo y siguió besándome, no se que me sucedió en ese momento pero sentí tan rico y dulce su beso que le correspondí, aflojé ligeramente mis piernas y el aprovechó para seguir su camino en ascenso por mis piernas, su aroma me estaba trastornando olía tan bien tan rico y varonil, es una de mis debilidades si un hombre huele exquisito me sube un cosquilleo por mi columna hasta mi nuca y me empiezo a humedecer.
Y para i desgracia sus caricias no ayudaban a que me calmara sino por el contrario sus avances estaban rompiendo todas mis posibles barreras ya tenía sus dedos explorando mi intimidad y me besaba el cuello, otro de mis puntos débiles, yo solo tenía mi mano en su pecho y la otra estaba aprisionada por su abrazo entre su muslo y pelvis, como la tela de su traje era muy ligera, sentí que algo topaba con mi mano, era su pene que pulsaba por liberarse de su encierro, era tal su excitación que humedeció la tela de su pantalón y por ende el dorso de mi mano.
Como besaba este hombre hacia que con el puro roce de sus labios se me erizaran mis cabellos, ya no vimos la película, parecíamos adolescentes metiéndonos mano y como estábamos hasta atrás de la sala y en un rincón salvo las dos o tres personas más cercanas se daban cuenta de nuestro actuar, se levantó y me tomo de la mano y me dijo vámonos de aquí, yo me quede en shock y lo seguí sin pensar estaba a punto de tener un orgasmo con sus caricias y me dejo excitada.
Salimos del cine nos subimos a su auto me volvió a besar y acariciar mis senos, yo quería que continuara, pero puso el auto en marcha yo no sabía a dónde íbamos no quería ir a un hotel nunca había estado en uno de paso y me daba cosa.
Durante el trayecto el seguía acariciando de excitación mis piernas de arriba abajo y poniendo sus dedos en mi vulva, yo estaba a mil, en cada semáforo me besaba sin dar tregua a sus caricias, parecía pulpo jeje.
Llegamos a un edificio en condominio por la condesa, nos metimos directamente al estacionamiento y desde ahí tomamos el elevador directamente a su departamento todo el trayecto nos estuvimos besando el me subió la falda y acariciaba mis nalgas sobre mis pantys yo lo abrazaba y pegaba a mi sentía su pene duro y potente punteando mi pelvis mis pantaletas ya estaban super mojadas como me excito este hombre estaba fuera de mi quería ser penetrada ahí mismo, paró el ,elevador y descendimos casi tropezando pues seguíamos besándonos y acariciando, creo que era el pent-house estaba en el último piso muy amplio y delicadamente decorado sin perder tiempo nos fuimos desnudando uno al otro, cuando llegamos a la habitación el solo traia sus calcetines puestos y yo mis pantimedias y pantaleta todo lo demás se quedó en el camino a la recamara, sato Dios que bien s veía lo que sobresalía de entre sus piernas era un pene fuerte venoso con cierta curvatura hacia arriba, circuncidado y con un pubis lleno de vello rizado que terminaba en un hilillo de vellos que continuaba hacia su pecho, delgado sin ser flaco y con una piernas y glúteos musculosos.
Se quito los calcetines y se me quedo mirando observando plácidamente mi semi desnudez, se acercó a mí y me empezó a besar los senos mientras me quitaba las pantimedias le ayudaba moviendo cadenciosamente mis caderas, el se agachó para sacármelas completamente y regreso por el mismo camino a lo largo de mis piernas besándolas y mordiéndolas ligeramente, hasta llegar a mi entrepierna haciendo a un lado mi pantaleta introdujo su lengua en mi sexo como si me estuvieran fornicando con ella, bajo mi pantaleta acariciando la raja de mi culo y la parte trasera de mis piernas para luego acostarme boca arriba y besar mi clítoris repetidas veces agarrándolo con su lengua que ponía en forma de taquito cubriendo mi erecto clítoris, yo me retorcía pues era eminente que tuviera mi orgasmo en ese momento, lo tome de la cabeza y lo atraje mas hacia mi vagina en el momento en que terminé copiosamente, mi agitación era tal que no paraba de gemir y le decía pro favor dámelo ya jalándolo hacia arriba, él sonreía triunfante levantó una de mis piernas en su hombro y pasando el pene varias veces por mi vagina para humedecer su glande lo metió de un solo empujón constante hasta que sentí sus testículos en mis nalgas, ahhh que ricura que manera de penetrarme sin detenerse hasta sentir como topaba en mi cuello uterino.
Comenzó un cadencioso mete y saca como si quisiera perpetuar el momento, yo sentía toda su virilidad entrar y salir de mi vagina y como se movían mis senos al ritmo que marcaba su copula, sin dejar salir su miembro de mi me cargo en vilo para ponerme en medio de la cama y poniendo mis dos piernas en sus hombros metía y sacaba su pene con movimientos que me hacían tener un orgasmo tras otro, ese sonido de mis fluidos al compas de nuestros movimientos hacia que me excitara mas, y cómo aguantaba llevábamos no sse cuantos minutos asi y el seguía serruchándome sin parar, sus movimientos fueron aumentando de velocidad ya solo sacaba la mitad de su miembro para volverlo a introducir completamente a una velocidad que hacía a mis senos rebotar de arriba abajo tardaría como 10 minutos mas a ese ritmo y emitiendo un sonido gutural alojo todo su pene dentro de mi vagina y quedándose quieto empezó a expulsar su esperma en mi fueron fácil como cinco trallazos fuertes y otros más pequeños mientras sentía a su pene brincar dentro de mi, que delicioso coito máxime con la abstinencia que tenia últimamente me supo a gloria, no paraba de besarle toda la cara, apretarlo de sus nalgas hacia mi no quería que lo sacara quería tenerlo ahí hasta que perdiera su dureza completamente y saliera lentamente de mi vagina que sensación tan especial cuando sientes que disminuye en grosor y tamaño y se retira lenta y sigilosamente, dejando una estela blanca que recorre desde la vagina hasta la cama.
Permanecimos un buen rato abrazados y pegados como lapas ninguno de los dos quería terminar con ese momento.
Nos metimos a bañar y mientras enjabonaba mi espalda me empinó y me volvió a penetrar hasta que termino sobre mis nalgas.
Nos vestimos y me llevó a mi casa, entre sin hacer ruido, al llegar a mi habitación estaba vacía Juan no había llegado todavía afortunadamente, me cambie y me dormí plácidamente, hasta que sentí acostarse a Juan a mi lado dándome la espalda. Eran las 5 de la mañana.