Recuerdos de mi segundo matrimonio 5
Festejando el aniversario del consejo condominial
Recuerdos de mi segundo matrimonio 5
Al despertarme en la mañana, no escucho ruido en la casa y Juan no está a mi lado, creo que no llegó a dormir, por una parte me siento triste y por otra lo agradezco ya que siento mi ropa interior humedecida por el semen que aún salía de mi vagina.
Me levanté a bañar y poner mi baby doll y pantaleta hasta debajo de la ropa sucia; cambié las sábanas me vestí y arreglé como de costumbre, estaba haciendo el café cuando llegó Juan con las niñas, diciendo que se levantó temprano y no quiso despertarme y fue por ellas solo.
Con su comentario quedó zanjada la situación. Sin reclamos por ninguna de las partes.
Desayunamos y llevamos a mis hijas al parque, pasamos el día en familia tomando helado y jugando con las niñas.
Mi madre empezó a frecuentarnos más, al principio nos emocionó pero al paso del tiempo sólo agravó nuestra situación.
Juan seguía comportándose igual, llegaba tarde, jugaba con las niñas si las veía despiertas pero a mí me esquivaba sobretodo si yo lo buscaba para hacer el amor, seguramente seguía acostándose con Araceli.
En la semana me encontré a Alberto en la tienda, nos saludamos como siempre y antes que yo tocara el tema de la otra noche el me dijo que por su parte haría como si no pasó nada y lo guardaría como un precioso recuerdo, por respeto a mi condición de mujeres casada; eso fue un gran alivio para mi y se lo agradecí infinitamente.
Empezó a ajustarme el gasto Juan, eso me inquietaba porque me remontaba a mi pasado con Manuel, pero afortunadamente cumplía con las necesidades de las niñas.
Pasaron los meses y para conmemorar el aniversario del consejo de vecinos se organizó una fiesta en el deportivo, era verano así que podía hacerse al aire libre con una parrillada y demás.
Todos cooperamos con algún guisado y un postre, se alquilaron mesas, en fin todo lo necesario para el evento.
Llegamos al deportivo como a las diez de la mañana para que las niñas aprovecharán el día jugando y nadando, las niñas iban con short y playera, Juan llevaba unas bermudas, camisa tenis y traje de baño puesto al igual que las niñas; yo me puse un conjunto de brasier de media copa y pantaleta queme cubría la mitad de mis nalgas de encaje blanco, una blusa azul celeste calada y un pantalón de media campana ajustado a la cadera que me quedaba como pintado mi cabello suelto en capas adornado por un prendedor de florecillas blancas y rosas y zapatillas de medio tacón; empezaron a llegar todos los demás éramos unas 15 parejas más los niños de todos seríamos fácilmente 70 personas.
Las mujeres empezamos acomodar las cosas en las mesas pusimos adornos florales y unos platones con fruta y botanas y los hombres a servir los refrescos para los niños y las primeras bebidas.
Todos los niños andaban por doquier jugando y corriendo otros nadando junto con sus papás, así pasó el día muy agradable, aunque a mí a cada rato me insistían que me cambiara y me metiera a nadar y yo les decía que no me gustaba y además no había traído traje de baño, como a las siete de la noche la mayoría de los niños ya estaban cansados o aburridos así que los empezamos a abrigar y en mi caso las llevó Juan a la casa y los adultos seguíamos conviviendo, pusimos música y las parejas empezaron a bailar, yo me quedé sentada disfrutando del clima estaba muy agradable sin aire ni frio, me descalcé y caminaba por el césped, cuando se acerca a mí Luz para decirme que Juan platicaba y reía mucho con Araceli, ya era un secreto a voces así que le dije que se llevaban bien como todos nosotros para restarle importancia a su comentario.
Efectivamente pasaba Juan mucho tiempo con ella, al parecer a su esposo no le afectaba pues estaba plácidamente conversando con Ricardo y Arnulfo, sin prestar atención a lo que hacía su mujer quien ya un poco bebida se acercaba cada vez más a Juan al platicar.
En cierto momento veo que cuchichea Ricardo con su mujer y ésta habla al oído con Luz y al poco rato me veo rodeada por todos ellos, y se empiezan a acercar Caro y Luz, al igual que Arnulfo Ricardo y Alberto, sólo Claudio se quedó un poco más atrás, yo les pregunté qué pasaba de que se trataba tanto misterio.
Y me agarran de los brazo Caro y Luz por un lado Y Arnulfo por el otro y me empiezan a llevar hacia la alberca, yo les digo que van hacer, y me contesta Caro y Alberto necesitas un buen baño, trato de zafarme pero entonces Alberto y Ricardo me cogen de las piernas y me llevan entre todos en vilo.
Yo les digo que no lo hagan que no sé nadar etc todos los ardides y disculpas para que no me arrojen al agua, que no llevaba ropa, volteaba buscando a Juan pero él no aparecía, gritaba chillaba pero fue inútil, me balancearon y tiraron al agua sin ninguna consideración.
Les dije de todo que como se habían pasado, que ahora cómo salía, riendo me decían “nadando” jaja Luz me dijo no te preocupes yo traje unos pants te la presto y se fue hacia los vestidores, nade hasta las escalerillas y me salí de la alberca, en eso veo a los tres hombres con unos ojos de plato, me veo y todo se me transparentaba, se notaba mi pubis depilado que en esa época no se usaba mucho, se les veía la lascivia y deseo en su mirada, no sabía cómo taparme siempre quedaba algo a su vista, en eso se acerca Claudio con una frazada y me tapa diciéndome ven te acompaño al vestidor para que te cambies.
La entrada a los vestidores es la misma sólo los divide un muro, me deja en la entrada y le grita a Luz “ahí va Rocío” y me meto al vestidor, Luz me dice dame tu ropa para que se seque rápido voy por una planchita para que sea más rápido y salió corriendo.
Empecé a quitarme la ropa completamente y a tratar de secarme con la frazada, friccionando mi cuerpo para quitarme el frio, en eso siento una presencia me giro sin ningún cuidado pensando que era Caro y cuál es mi sorpresa al ver a Claudio observándome descaradamente recargado en un locker.
Le dije que haces ahí, sal por favor, estaba muy molesta Juan no aparecía, prefirió estar con Araceli que conmigo si hubiera estado presente no se habrían atrevido a arrojarme al agua, él cínicamente se sonrió y me dice realmente tienes un cuerpo muy bonito y excitante, tal como te imaginaba, estaba tan molesta con mi marido que mi proceder fue más sensitivo que pensante, puse mis brazos en jarras y le espeté, Esto es lo que querías verme desnuda, pues ya lo lograste ahora déjame en paz y me di la vuelta para tomar el la sudadera y ponérmela, al inclinarme Claudio se me acerca y me abraza cogiendo con ambas manos mis senos y pegando su paquete en mis nalgas, quise moverme pero no podía me estorbaba la banca quise hacerme de lado pero me tenia bien sujetada y con su pene bien erecto en medio de mis glúteos, se sentía bastante duro, el no dejaba de sobar mis senos y besarme el cuello sentía su respiración en mi nuca y al hablarme el vaho, de su aliento me daba en mi oído y empujando su pene restregándolo en todo mi culo, no traía ropa interior, lo sentía plenamente, bajo una de sus manos a mi pubis y empezó a acariciar mi clítoris, con tanto toqueteo ya me estaba humedeciendo y él no daba tregua en sus arrimones y caricias, se saca el pene de su pantalón y lo mete en medio de mis piernas, era un pene bastante grueso y duro mucho mas lago que el de mi marido pues sobresalía su glande por debajo de mi vagina, daba de lado a lado de mis piernas lo movía como si me estuviera cogiendo, a cada movimiento su cabecita se asomaba y rozaba mi clítoris excitándome cada vez más, ya fuera de mí le dije apúrate antes que regrese tu mujer.
Eso lo enardeció de tal manera que me recostó sobre la banca puso mis piernas en sus hombros sentándose en la banca y así me empezó a penetrar, sentí como los pliegues de mi vagina se distendían al máximo, dejando entrar ese duro y potente trozo de carne que poco a poco iba ganando terreno hasta topar con mi cérvix, yo me tocaba mis senos y el al sentir que estaba todo dentro de mi empezó a chupar mis pezones y mover su cadera atrás y adelante suavemente, yo quería que terminara por si alguien entraba y a la vez quería que durara una eternidad sentía llena mi vagina y abierta como nunca pues su pene era bastante grueso.
Movía mis caderas en circulo y cuando él se retiraba yo iba a su encuentro así estuvimos como 15 minutos, hasta que sus arremetidas fueron mas fuertes y rápidas, llevándome al éxtasis, tuve un orgasmo muy placentero hasta grite diciéndole sigue asi que rico, él continuo unos minutos más a ese ritmo hasta que exploto dentro de mi aventando tres fuertes chorros directamente en mi útero, gracias que me estaba cuidando si no este hombre me embaraza, todavía sentí otros leves espasmos de su pene dentro de mi hasta que lo fue retirando lentamente, yo cerré mis piernas y tuve un pequeño orgasmo mas, sintiendo como resbalaba su esperma hacia mis glúteos.
Lo veo de pie sonriente y con el pene todavía en posición de guerra no había bajado ni un ápice su erección, me da la mano para incorporarme me voltea y me inclina para volverlo introducir en mi vagina desde atrás, acariciando con ambas manos mis nalgas y cogiéndome de las caderas empezó un mete y saca delicioso sentía como entraba todo golpeando sus testículos mi vulva para sacarlo casi en su totalidad, en eso estábamos cuando oímos voces muy cerca eran Caro y Luz que me traían mi ropa.
El se zafó inmediatamente haciendo un sonido como de descorche de botella que en otro momento me hubiera causado risa y se fue hacia las regaderas y cogí el pants y me lo puse rápidamente sentándome en la banca, sobre la frazada, entró Luz primero dándome mi ropa y diciéndome que se había dejado mi ropa interior que ahorita me la daba al llegar, me puse de espaldas a ellas y me cambie el pants por mis pantalones y puse la frazada alrededor de mi cintura ya que se transparentaba mucho mi pantalón y nos salimos las tres comentando ellas entre risas el suceso y dándome disculpas por ello.
Llegamos a su departamento recogí mis prendas y me fui diciéndole que luego le pasaba la frazada.