Recuerdos de mi segundo matrimonio 13
Despidiéndonos de Puebla
RECUERDOS DE MI SEGUNDO MATRIMONIO 13
Me desperté en la mañana, y vi a Felipe a mi lado, le cogí el pene semi erecto, se lo movi diciendo buenos días, hummm no ha despertado! Y me levanté al baño, él se me quedo mirando con una sonrisa mandándome un beso.
Regresé del sanitario justo en el momento que sonaba el teléfono, era de recepción tenía una llamada, me senté en la cama, era mi marido preguntándome como estaba y a qué hora regresábamos, le comenté que había sido una negociación difícil, pero que hoy a las diez firmábamos que me alcanzó de milagro y llegaríamos como a las siete, porque quería conocer un poco Puebla y llevarle unos dulces regionales a las niñas. Me comentó que estaba en su trabajo y que me esperaba con ansias, le envié un beso y colgamos.
Felipe, me abrazo por la cintura y me preguntó que dice Juan? Que como nos había ido y que a qué hora llegaríamos, le dije que como a las siete.
Bien me dijo con una sonrisa y señalando hacia su cuerpo me dijo podrás atenderlo? Le dije claro que sí y se lo tome con mi mano, le di un beso en la punta y con mi lengua recorrí todo el tronco hasta su escroto besando sus testículos, y sus muslos era maravilloso un pene circuncidado con un glande amoratado y un tronco grueso que a la luz del día se veía en todo su esplendor, él acariciaba mi espalda y sobaba mis nalgas y separándolas junto con mis piernas me acarició el clítoris un buen rato.
Cuando me sentí húmeda, me puse encima de él y cogiendo con mi mano su erecto pene y me lo pasé a lo largo de mi vagina varias veces hasta poner su glande en mi entrada y lentamente fui descendiendo paulatinamente metiéndome su miembro ahhh que ricura, lo sentía duro y vigoroso abriéndose paso en mi canal vaginal, distendiéndolo al máximo, era delicioso sentirme llena y cómo se ajustaba mi vagina al grosor de su pene, me lo introduje completamente hasta quedar sentada en sus piernas sintiendo sus testículos pegados a mis nalgas, y empecé a subir y bajar por toda la extensión de su viril miembro, bajaba y giraba mis caderas en circulo y volvía a subir aumentando levemente le velocidad, después me recargue en su pecho y moviendo mi cadera en círculos y vaivén, sentía el roce de su vello púbico en mi erecto clítoris, dándome ligeros toquecitos, hasta que convulsionando y apretando mis nalgas y piernas termine en un orgasmo riquísimo que hasta la boca me secó, quedándome encima de él, quien seguía moviendo su cadera introduciendo y sacando levemente su pene, le dije espera un segundo, se quedó quieto besándome la frente, y cuando le sonreí, me rodo a la orilla de la cama y sujetándome se paró sin sacármelo, y recostándome en la orilla levantó mis piernas sobre sus hombros y empezó a bombear a un ritmo constante que hizo tuviera otro orgasmo moviendo mi cadera al encuentro de su pubis.
Me volteó quedando mis senos sobre la cama, y mis piernas apoyadas en el piso, e hincándose en la alfombra metió de dos estocadas todo su miembro en mi vagina, sentía como a cada embestida se bamboleaban sus testículos chocando rítmica y eróticamente contra mis piernas que mantenía semi cerradas para sentir con mayor intensidad como entraba y salía su poderoso pene en mi vagina, yo no dejaba de gemir y suspirar moviendo mi cabeza a cada lado haciéndome hacia atrás cuando el retiraba su miembro que copula tan rica y estupenda estaba recibiendo, aminoró sus embestidas y chupando su dedo medio lo introdujo en mi ano, en el momento justo que llegaba a otro orgasmo, metía y sacaba su dedo de mi ano y lo giraba en mi interior dilatándolo, cuando sintió que ya estaba acostumbrada a su masaje, metió su pene en mi orificio anal poco a poco hasta la empuñadura, me hizo ver las estrellas, que forma de coger de éste hombre y que aguante, me tenia extasiada, ni con Alfonso había tardado tanto, ya sentía mi cosita rosada, pero muy satisfecha, estuvo metiendo y sacando su pene de mis dos orificios, intercalando dos o tres embestidas en cada uno y cambiaba de lugar, hasta que me preguntó que donde quería que terminara y le dije que en mi vagina quería sentir sus chorros de semen golpear en el fondo de mi matriz.
Me dio dos arremetidas mas en mi ano y penetrando mi vagina me dio con fuerza otras cuatro o cinco embestidas y cogiéndome de las caderas lo introdujo hasta adentro haciendo que levantara la cabeza de la penetración tan profunda, sintiendo como se inflaba su pene y descargaba un torrente de esperma directamente a mi útero, fueron como seis potentes disparos y otros dos mas leves pero igual de ricos ya que su pene brincaba deliciosamente dentro de mi en cada eyaculación, estiré mis brazos sobre la cama y apretando mis piernas aprisione su pene para tenerlo en mi hasta que fue perdiendo consistencia y flácido se salió de mi haciendo un leve sonido y resbalando por mis piernas parte del semen que depositó en mi vagina.
Se recargó en mi espalda y besándome en la nuca me dijo gracias eres divina!!!
Volteé y lo bese en l boca cogiendo su mano para pegarlo más a mi poniendo su mano entrelazada a la mía sobre mi seno.
Nos bañamos juntos, él se motivo y quería hacérmelo ahí, pero le dije que después porque quería conocer Cholula e ir por los dulces que le mencioné a Juan para las niñas.
Nos vestimos informal con un pantalón de mezclilla una playera de manga corta y unos tenis y salimos rumbo a cholula, visitamos su catedral una bella construcción edificada en lo alto de una montaña, paseamos por el pueblo, compramos unas botellas de sidra y regresamos a Puebla pasamos al centro por los dulces y fuimos al hotel por nuestras cosas y regresamos a México.
Llegamos a mi casa, a las seis de la tarde y me llevó hasta la puerta, Juan ya estaba en la casa y le invitó a pasar, serví café y se pusieron a platicar de cómo nos había ido y de temas diversos entre ellos, yo es acompañaba, sentada junto a mi esposo.
Se despidió Felipe dándome la mano y Juan le dio un abrazo agradeciéndole que me llevara a casa.
Esa noche Juan me buscó e hicimos el amor, fue un encuentro sin mucha pasión tradicional, lo que me extrañó fue que terminara tan pronto. Pero por un lado lo agradecí pues venia cansada y realmente satisfecha!!!
En la mañana del sábado, nos despertamos tarde, mi madre salió con las niñas y don Luis se fue a ver a su hermana, estábamos solos en casa, se me acercó posando su pene semi erecto en medio de mis nalgas y acariciando mi abdomen, me pidió disculpas por haber terminado tan pronto, yo le contesté que no se preocupara que había más días,
Bajó su mano hacia mi vulva y con sus dedos abrió mis labios vaginales acariciando mi clítoris que al sentirlos empezó a crecer, él restregaba su pene en mis nalgas el cual también iba ganando dureza y tamaño, me volteé y lo bese abrazándolo, puso su pene entre mis piernas y rozaba delicadamente mi vagina que empezó a humedecerse, salía liquido pre seminal de su glande mojando mis labios vaginales y entonces comenzó a penetrarme, estuvimos en esa posición un buen rato hasta que tuve mi primer orgasmo, me giro sin sacármelo y se puso encima de mi, lo rodeé con mis piernas en su cintura y acompasando mis movimientos a los suyos disfrutaba de su profunda penetración aunque por la posición no llegaba tan profundo como Felipe.
Besaba y chupaba mis pezones como si la vida le fuera en ello, afianzando mis nalgas me daba duro con una pasión enorme yo me sentía muy bien quería recibir su semen en mi matriz y elevando mis piernas, para que la penetración fuera mas profunda le dije Juan embarázame por favor quiero tener otro hijo contigo, eso le motivo y acelero sus arremetidas al grado que en pocos minutos sentí como inundaba mi útero con su esperma le abrace fuertemente, empujando mis caderas a su encuentro y terminando junto a él en un ruidoso orgasmo, seguí moviendo mis caderas hasta que sentí que ya no podía exprimirle más y sosteniéndolo por sus nalgas para que no saliera ni una gota de su semen de mi vagina; nos besamos apasionadamente hasta quedar relajados y normalizándose nuestras respiraciones.
Cuando salió de mi cerré mis piernas sintiendo la humedad en mi vulva y un rico cosquilleo en mi entrepierna
Pasamos el resto del dia jugando con las niñas, que golosamente disfrutaban los dulces que les había traido..