Recuerdos de mi segundo matrimonio 11
Gracias por sus comentarios seguimos relatando las experiencias de vida
RECUERDOS DE MI SEGUNDO MATRIMONIO 11
Gracias por sus comentarios seguimos relatando las experiencias de vida.
Esa noche nos entregamos plenamente, mi marido empezó a desnudarme, prenda por prenda, me quito la blusa y besando mi cuello termino en mis senos los cuales beso completamente y tomando mi pezón con sus dientes jugaba con su lengua en él, ocasionándome ligeros estremecimientos y empecé a jadear, me quito la falda y mi ropa interior, me recostó en l cama y besando desde mis senos, pasando por mi vientre hasta mi vagina donde se entretuvo pesando mis labios vaginales e introduciendo su lengua en mi vagina, la metía y sacaba, besaba mi clítoris, lo succionaba con sus labios cerrados alrededor de mi clítoris, mientras me agarraba de las nalgas y ponía su dedo medio en la entrada de mi ano, acariciándolo con movimientos circulares, ya no resistí mas y termine en su boca fue un orgasmo grandioso emanaba mis fluidos interminablemente, creo que toda la tensión guardada se liberó en ese estupendo orgasmo, el no dejaba de lamer mi clítoris hasta que le dije ya no mas, por favor ya….. dámelo…..
No supe cuando se quitó su ropa y al incorporarse solo tenía la camisa que apresuradamente se la quito, situándose en medio de mis piernas y pasando su glande a lo largo de mi vagina me penetro, centímetro a centímetro hasta que sentí su escroto golpear mis nalgas, se quedo quieto un rato besándome en la boca y acariciando mi seno derecho y lentamente empezó a meter y sacar rítmicamente su pene, no llevaba ni 5 minutos penetrándome y yo ya había tenido tres orgasmos mas, me sentía en la gloria lo abrazaba y besaba, diciéndole que ya terminara que me inundara con su esperma.
Acelero sus movimiento, cogiéndome de las nalgas hasta que termino dentro de mi sentí sus disparos fuertes y en buena cantidad, en eso introdujo su dedo medio en mi ano dándome un placer extraordinario que hizo me volviera a correr abrazándolo fuertemente y gritando de placer entre gemidos y jadeos.
Fue delicioso, lo dejo dentro de mi vagina, y nos quedamos acostados de lado sintiendo como poco a poco perdía su dureza y se salía de mi, sentí un gran vacío y como se deslizaban sus espermas hacia mis piernas.
Nos quedamos dormidos, así abrazados; en la madrugada estaba de espaldas a él y sentí sus caricias en mi seno izquierdo, lo amasaba ponía entre sus dedos mi pezón, bajando su mano por mi vientre posándose en mi monte de Venus y acariciando mi pierna desde mi nalga hasta la rodilla.
Sentía su excitación golpear levemente en medio de mis nalgas, tenía su miembro totalmente erecto y lo restregaba en medio de mis nalgas como si estuviera copulando, era riquísimo sentir su pene friccionar el centro de mis glúteos y sus testículos pegarse a la base de los mismos abría mis nalgas para sentirlo más cerca de mi ano, nuestras respiraciones empezaron a acelerarse y yo guiaba su mano hacia mi vagina para que acariciara mi clítoris, el ponía toda la palma de su mano cubriendo mi vulva completamente y abriendo mis labios vaginales con dos de sus dedos que inmediatamente los introducía en mi vagina.
Sentí como su glande se posaba en la entrada de mi ano y empujando continuamente, mientras yo abría mis nalgas para facilitarle el acceso, fui sintiendo como entraba su pene duro en mi estrecho agujerito que era cubierto completamente centímetro a centímetro hasta que lo introdujo en su totalidad, yo solo me encorvaba al sentir tanto placer, poniendo mi mano en sus nalgas tratando que se quedara pegado a mí.
Se quedo un rato así acariciando mi seno y empezó un mete saca delicioso, lo sentía duro y caliente como recorría mis intestinos y mi esfínter estrechaba tan poderoso mástil que después de unos 15 minutos copulando analmente sentí humedecer copiosamente mi vagina estaba teniendo un orgasmo, cogí su mano y la besaba y mordía mitigando mis gemidos, el continuó dándome duro unos minutos mas y al inflamarse su pene para una eminente eyaculación lo retiro de mi ano y lo introdujo en mi vagina hasta el fondo que me hizo respingar, sintiendo sus potentes chorros de semen estrellándose en mi útero, fueron varios disparos espesos y abundantes, yo echaba mis nalgas hacia atrás y el empujaba hacia adelante hasta sentir sus bolas pegadas a mi pierna y vulva, que delicioso coito, estábamos exhaustos pero con una sonrisa satisfactoria, y mordiendo mi lóbulo me dijo: tengamos un bebé mi amor.
Hacíamos el amor tres o cuatro veces a la semana regresábamos del trabajo atendíamos a las niñas y nos íbamos a la recamara, siempre me decía que ya no me cuidara que quería tener otro bebé, pues nos hacía falta un niño, yo le decía que si me gustaría pero que primero reafirmáramos nuestra relación, pero al final me dejé convencer y deje de cuidarme.
En el trabajo todo iba mejorando teníamos más clientes y todo iba viento en popa, empezamos a promocionarnos en los estados aledaños, Puebla, Querétaro, Hidalgo, Edomex, etc. Cierta ocasión me encontraba en el almacén revisando los extintores, cuando siento que alguien se me pega por detrás, era Alfonso, le dije niño estate en paz, él me decía no puedo hace tanto que no te tengo, me haces falta yo le decía que no podíamos seguir con esto, porque era una mujer casada y lo que había sucedido fue una calentura y no debíamos repetirlo.
Sabia como excitarme dejaba su miembro pegado a mis nalgas totalmente erecto y me hablaba cerca de mi oído que me hacia poner chinita, lo retiraba y volvía a las mismas y me besaba el cuello, yo me retiraba y salía del almacén.
Estuvo detrás mío todo el día y a la menor oportunidad me tocaba o acariciaba, me ponía muy excitada y el sentir su pene cerca me violentaba, la verdad me gustaba mucho su pene tan largo y duro, pero me resistía.
Nos fuimos a comer los tres juntos como hacíamos la mayoría de las veces, estábamos comiendo y Alfonso aprovechaba cualquier oportunidad para acariciar mi espalda o por debajo de la mesa tocar mis piernas, la verdad me estaba excitando en demasía.
A Felipe le llamaron al restaurante, fue a contestar momento que aprovechó Alfonso para seguir acariciándome y tratando de seducirme para que estuviera con él, yo le decía que se estuviera quieto, pero insistía tanto y sus caricias mas el vinito de la comida estaban surtiendo su efecto.
Regreso Felipe y nos dijo que tenía que ir a ver un cliente muy importante que podía contactarlo con alguien en Puebla, dejo lo de la cuenta y se fue.
Terminamos de comer y nos fuimos a la oficina Alfonso y yo, estábamos cerca y todo el trayecto fue abrazado a mi cintura, yo estaba confundida por un lado no quería volver a serle infiel a mi marido pero por otro lado Alfonso despertaba siempre una fuerte pasión en mi.
Llegamos a la y nos pusimos a acomodar los extintores que había que entregar al otro día, el espacio de maniobra era un tanto reducido lo que hacía que con frecuencia rozáramos nuestros cuerpos, hasta que al colocar un extintor y darme la vuelta, me abrazo y empezó a besarme, yo puse mis manos en su pecho para tratar de alejarlo pero me tenia bien agarrada de la cintura y e pego a él, sentía su pene totalmente erecto punteando mi vulva, besaba mi lóbulo derecho y bajaba hacia mi cuello, conocía perfectamente mis puntos débiles mi resistencia fue menguando, y sus caricias aumentando ya me había subido la falda y acariciaba mis senos, ahora sentía más su erección y comenzaba a humedecerme.
Le dije que podía regresar Felipe y él me contestó que no regresaría porque ese cliente era muy importante y de seguro lo invitaría a cenar para conseguir el nuevo contrato.
Me cargo en vilo agarrándome de las nalgas, yo me abrace a su cuello para no caer y rodeé su cintura con mis piernas, uuffff quedó su pene exactamente en la entrada de mi vagina si no estuviéramos vestidos, lo tendría dentro de mí, lo sentía pulsante en medio de mis labios vaginales levemente protegidos por mi pantaleta, ése día no llevaba pantimedias porque era verano y hacia demasiado calor.
Me colocó sobre la mesa de trabajo y sin dejar de besarme sacó su pene y haciendo a un lado mi pantaleta, me penetro, metió de un empujón mas de la mitad de su miembro que sólo emití un leve gemido acompañado de un suspiro ahhh, que rico se sentía ser penetrada por ese duro pene tan largo que llenaba completamente mi conducto vaginal, y lo extrañaba y así se lo hice saber, el sonrió y empezó a meterlo y sacarlo continuamente yo salía a su encuentro en cada embestida hasta que termine en un sonoro orgasmo que no pude acallar.
El continuaba dándome duro, hasta que sentí que se inflama su pene y le dije “ no termines dentro que no me estoy cuidando” retíralo por favoooor.
Me dio dos estocadas mas y salió de mi para vaciar sus gordos testículos en un recipiente que estaba ahí.
Fácilmente llenó como dos centímetros del recipiente y le dije estabas cargadito nene y nos reímos los dos, me fui al baño para asearme y tratar de secar mis pantaletas.
Cuando regresé a mi escritorio, Alfonso se acerco y dándome un beso me dijo: gracias ya te necesitaba, yo le sonreí y le dije: también te extrañaba.