Recuerdos de mi primera vez

Estábamos celebrando el quinto aniversario de haber salido de la preparatoria.

Estábamos celebrando el quinto aniversario de haber salido de la preparatoria.

No habían llegado todos, era temprano todavía, me senté junto dos compañeras que, si bien nunca habíamos sido amigas, nos conocíamos mutuamente. Salude y les pregunte si podía sentarme con ellas. Eran realmente cordiales, así que al poco rato ya estábamos riendo. Siguió llegando la gente entre besos, abrazos y risas fuimos haciendo cada vez más barullo, llegaron las botellas de vino y de un brindis en otro se me empezó a subir el alcohol. En un momento que leía un mensaje en el celular de mi novio, llego por detrás mío y me susurro al oído.

-hola encanto!

Sentí su aliento en mi cuello, me recorrió un escalofrío por la espalda, mi mente, viajó rápidamente al último año de preparatoria, específicamente a la primera noche que nos habíamos juntado a estudiar para el primer examen de cálculo, éramos varios amigos qué siempre estábamos juntos, eran cinco hombres y yo la única mujer. Así había sido siempre, ellos tenían novias y salían con otras chicas, pero yo era su amiga. Esa noche se fueron yendo y me quede porque no podía entender todo el proceso para hacer una integral. El me seguía explicando con mucha calma y seguía todas sus indicaciones, estaba la noche cálida y teníamos abierta la ventana soplaba un ligero viento, que refrescaba su habitación. Yo no me había percatada que estábamos solos, más tarde supe que su familia había salido de fin de semana.

De pronto sin yo notarlo se puso detrás de mí y se acercó por mi oreja derecha y aspiro mi perfume. Yo me quedé quieta sin saber que hacer, él se enderezó y me empezó a masajear los hombros y el cuello. Realmente se sentía bien, me relaje y él siguió unos minutos más, bajo sus manos hasta mis pechos por encima de mi camiseta, me gustaban sus manos cortas y gruesas, me beso el cuello, me inclinó hacia atrás para recargarme en su pelvis y sentí su erección. Se Movía rítmicamente pegado a mi sin dejar de manosearme, metió las manos en la camiseta y me bajo al mismo tiempo está y el sujetador, se dio la vuelta y se agacho para darme un beso, me pare y nos besamos yo con los senos al aire, me empujo a la cama y estando encima de mi empezó a subirme la faldita de mezclilla abrió su pantalón mientras me daba la mejor de las mamadas y saco su verga, me hizo un lado la tanga y puso el glande en mi entrada, le pedí que parara. Desconcertado se detuvo.

Respiré hondo y le dije

-nunca lo he hecho.

-Él sonrió, con morbo.

-Relájate, te va a gustar,

Retiro el pene y siguió besándome, me termino de desnudar y paro para quitarse el pantalón, cuando volvió sobre mi yo le quite la camisa, seguimos besándonos y metió la mano en mis labios vaginales, busco mi clítoris y lo froto, me a ferre a su espalda y tuve mi primer orgasmo

-Estas empapada que rico!

Se acomodo de nuevo en mi abertura y fue metiendo cada vez un poco su verga, en un empujón yo creí que me partía y él se detuvo cuando sintió que yo lo detenía.

Un poco más cariño, un poco más me resoplaba en el oído y yo sentía que la quería toda dentro de mí, respire y deje de detenerlo, volvió a moverse ahora un poco en círculos y yo solté toda la tensión. Metió un poco más y más sentí un desgarro y gemí. El paro.

Ya está, dejemos que pace el dolor. Me bajo el dolor y el muy despacio empezó a moverse, metía y sacaba la verga, a veces toda, a veces poco yo estaba realmente caliente, subió el ritmo y le pedí más fuerza,

  • ¿Te gusta?

-Si

-Que quieres

-Mas fuerte

  • ¿Así?

-Si

  • ¿Qué más?

-Dámela toda

Y él la metía con más fuerza

Ya estaba gimiendo como loca y el también tuve otro orgasmo

-¡Que rica estas, que rico aprietas!

Me tomo de las nalgas y me cargo me puso en el escritorio y me siguió cogiendo,

Me vine de nuevo y se salió de mí

Me dijo ven, ahora quiero que tú te la metas

Se tiro en la cama y me puse encima fui bajando hasta ver donde entraba, una vez ahí fui bajándome empalada por esa verga gorga y larga, la metí hasta dentro y gemí de placer, él estaba realmente complacido me subía y baja y el me apretaba los senos era una locura. Por fin me dijo vamos cariño por lo último, me pare se puso detrás de mi abrí las piernas y entro de un solo golpe me encantó y le pedí más, al parecer eso lo puso más caliente porque ya no paro hasta que sentí algo muy caliente y como se retorcía, volví a llegar casi al mismo tiempo que él.

Nos quedamos así por un buen rato. Hasta que se salió. Estaba yo mojada entre su semen y mis fluidos. Me tenía abrazada por la espalda y su mano estaba en mi pubis. Y empezó a mover su mano para buscar mi clítoris, metió el dedo y yo reaccioné al instante, sentí como me mojaba de nuevo y los pezones se me endurecieron, llegué al clímax de tal forma que él me tuvo que abrazar para contenerme. Pasamos unas dos horas descansando abrazados.

Quédate, podremos estar dos días más juntos. Me pare y fui al teléfono

-Ma necesito quedarme no entiendo y necesito que me ayuden a entenderlo.

  • ¿Están los padres Fernando?

-Sí ma, toda la familia

-Muy bien te veo mañana

-Espero que acabemos mañana sino te aviso

María no quedes dar tanta lata

-Ma ya vemos sí?

Mientras yo hablaba con mi mamá él se puso de tras de mi me abrió las piernas y me inclino hacia adelante y me toco el culo, yo respingué, pero tenía que guardar la compostura, mi mamá noto algo y me dijo

  • ¿Qué ocurre María?

-Son los chicos que están discutiendo por un resultado, me voy dije y puse la bocina y colgué la llamada.

Me tenía doblada sobre el mueble del teléfono y me acariciaba con un dedo.

-No, por ahí no

-Solo inténtalo si no te gusta lo dejamos

Me beso la espalda y yo deje que siguiera, metió un poco él dedo, no estaba cómoda

-Por lo menos vamos a la cama, dije

El me soltó y me jalo me abrazo por atrás y fuimos caminando pegados, creo que no quería que yo me separara para no dar oportunidad a que me volteara o eso me pareció a mi

Llegamos a la cama y no sabía cómo acostarme con él a mi espalda. Me quede parada, aprovecho mi duda, para volverme a hacer que me agachara y me tuve que poner en cuatro para no caer

Eso es cariño, y me toco los labios vaginales, me tocaba el clítoris, me metía un dedo, lo sacaba, me ponía la verga en la entrada se agachaba para tomarme las tetas y no paraba. Yo estaba ya muy excitada, metió la verga y entonces volvió al culo se dedicó a aflojar el esfínter y la verdad es que me daba mucho placer, metió un dedo, dos, tres y yo ya había tenido de nuevo un orgasmo. Saco la verga y la puso en la entrada de esfínter.

Empujo el glande dentro y yo grite, pero él lo dejo adentro, paso el dolor y siguió metiendo poco a poco

-Veras que te gusta igual o más que hace rato, solo relájate

Recordé un segundo como después de la primera vez que entro me había gustado y eso hizo que dejara de apretar las nalgas,

-Muy bien hermosa, así y metió otro poco, no sé cuánto faltaba, pero empecé a sentir el ano más dilatado y un calor que me subía, él lo noto.

  • ¡Te gusta!, que rico tienes el culo, voy a darte mucho placer solo deja que entre toda

Volví a relajar y la metió más,

-Ahora sí, está dentro toda,

Y gimió tan fuerte que creí que se había venido, pero no fue así. Me sujeto más fuerte de las caderas y empezó a sacar y a meter, la verdad es que yo estaba gozando como loca, paso su mano al frente y metió la mano en mi pubis busco el clítoris y tuve tal orgasmo que casi me desmayo. Termino conmigo, quedamos tirados en la cama. Poco después nos metimos a las sabanas y nos dormimos exhaustos. Por la mañana desperté sintiendo cómo metía la verga en mi coño, me excité de inmediato, lo tenía pegado a mi espalda, sentía su respiración agitada. Cuando me moví para darle acceso.

-Buenos días cariño me dijo en la nuca. Volvimos a tener varios orgasmos. Por fin se vino.

Nos metimos a la ducha, pero no dejábamos de tocarnos.

Desayunamos y volvimos al estudio por varias horas, yo segua caliente.

Sonó el teléfono y él se paró a contestar.

-Si papa se quedaron los muchachos estamos estudiando.

-Mañana por la tarde? Si dejamos todo limpio.

Llegan mañana por la tarde y sonrío.

Él no era alto, pero tenía cuerpo de atleta sin serlo. Tenía el cabello rizado y aunque no era guapo, era muy atractivo. Lo que más me gustaba es que tenía mucho vello.

Entro a su habitación, se acercó para ver como había resuelto las operaciones que estábamos haciendo, así yo sentada y el parado me quedo su estómago a la altura de la cara, le besé el vientre y me puse de frente a él. Le tome las nalgas y se las acaricié, empezaba a responder la erección y abrí el pantalón le baje con todo y el bóxer y fui bajando mis labios, tome la verga que empezó a crecer en mis manos y la lamí, nunca lo había hecho. Se dio cuenta de mi inexperiencia.

-Mete la punta a la boca, chúpala como paleta y yo seguí las instrucciones, vela metiendo cada vez más, eso… si así vuelve a chuparla, acaricia los huevos, eso es lame el tronco, si por todos lados, que bien. Si eso como si fuera lo más delicioso que has comido, si así cariño, deje de hacerlo, me pare y lo bese enseguida me metió la lengua en la boca, lo hice para a tras indicándole que íbamos a la cama. Quedo boca arriba y yo volví a mi faena, seguí lamiendo y chupando.

Mete en tu boca los huevos y dale con la lengua, toma la verga con las manos eso no pares y seguí por un buen rato. De pronto se puso más rígida y me dijo sácala que me vengo. Yo no la saque, había oído decir que eso les gustaba, así que no la saque y se vino en mi boca, no me la pude pasar toda, me entro mucha. No es que me haya encantado, pero a él sí. Me pare a limpiarme. Sali del baño y el seguía tirado en la cama.

-Serás una gran mamadora cariño.

-Tengo buen maestro

Me tire junto a él. Por la noche anterior sabía que tenía buena recuperación, hoy sé que no todos la tienen y que él es especialmente activo.

Comimos y seguimos estudiando.

Esa noche volví a llamar a mi madre. No estaba contenta con que no llegara, pero ya no peleo.

Nos acostamos y no paso mucho tiempo en que nos empezáramos a besar, a mí me dolía todavía el culo.

  • ¿Qué quieres que hagamos?

  • ¿Qué quieres tú? Yo quiero volver a mertela en el culo, me mojé de inmediato, pero temí el dolor.

-Es que todavía me duele.

-Si lo usamos más pronto te dejara de doler, Fer no sé.

-Bien hare algo y si es de tu agrado me dejas metertela ¿va?

Y bajo directamente hasta mi entrepierna, las abrió y empezó a lamer, chupar, me hacía con los dedos en todas partes mordisqueando mi clítoris, metió la lengua, yo me removía y gemía de tal forma que por un momento pensé que vendrían los vecinos a ver qué pasaba, metió los dedos y les daba vueltas mientras me mordisqueaba, revente, subió hasta mi boca y me beso, era delicioso mi sabor en su boca.

  • ¿Qué tal? Conteste volteándome y entregándole el culo. No me quedo de otra, metió los dedos me puso a cuatro de nuevo y me hizo arquearme, metió la verga un buen rato en la vagina y mientras siguió aflojando el ano.

  • ¿Ya estas lista?

-Si

Puso el glande en mi ano y empezó a entrar, no sé si dolió menos que la primera vez, lo que si se es más rápido empecé a desear que la metiera toda, ya entraba y salía como un caballo desbocado, cuando me jalo para que me enderezará me abraso metió la mano y me fricciono el clítoris, vamos que ya voy a soltarla, me apretaba los senos con la otra mano, y se vino con una serie de espasmos y gemidos que hicieron que yo me viniera con él.

Me volvió a poner en cuatro y siguió entrando y saliendo

-Gózala un poco más.

Estábamos empapado en sudor, su eyaculación y la mía.

Nos quedamos acostados por largo rato

-Me encantas, siempre pensé que ya habías tenido relaciones

  • ¿Por?

-Porque siempre has sido como más abierta que las demás

Subí los ojos en una expresión de no manches

Regrese al presente

Cuando volví a escuchar su voz

  • ¡Hola encanto! Me gire con una gran sonrisa

  • ¡Hola Fer!

Esa sonrisa suya siempre me gusto.

Nos abrazamos sentí su pelvis junto a la mía, me separé sin dejarnos de abrazar y me dijo al oído me encanta haber sido el primero.

Llegaron los demás chicos de la pandilla y solo nos miramos a los ojos un momento, sin que se percataran de nada.

Yo estaba empapada.