Recuerdos (01: Con mi primo y mi prima)

Primer relato de la serie que quiero escribir de mis experiencias. El verano de los 18 años aprendiendo cosas nuevas

Me llamo Amanda, tengo 33 años. Soy rubia, mido 1,70 y tengo un cuerpo, por lo que dicen, digno de deseo. Mis curvas son sensuales y mi pecho es durito a la par que grande y hace las delicias tanto de hombres como de mujeres. Me gusta ir vestida sensualmente y siempre que puedo enseño mis piernas con minifalda, para algo se preocupa una de ir al gimnasio ¿no? Estoy casada con Luis, de 44 años, el me permite vivir bien sin trabajar mucho y tenemos una relación muy liberal pero todo esto ya os lo iré contando poco a poco.

Hasta ahora he escrito algún que otro relato en esta web. He decidido escribir una serie de relatos con todas las experiencias sexuales que recuerdo haber tenido. Espero que sean de vuestro agrado y habrá un poco de todo y para todos los gustos.

Mi primera relación sexual fue a los 18 años. En verano siempre iba con mis padres a una casa que tenemos en Mallorca, junto a mis tíos por parte de madre y por parte de padre, mis primos y primas. Es una casa grande, al lado de una cala, con una finca muy grande. Dentro de los primos coincidimos en edad Laura, Fernando y yo, con lo cual normalmente pasábamos los veranos juntos los tres. Casi siempre era un verano divertido por que deseábamos volver a ver a los primos. Todos los años Laura, Fernando y yo nos cogíamos una tienda de campaña para dormir juntos en el pinar de la finca 3 ó 4 días, a nuestros padres les encantaba la idea de que acampáramos en la finca por que sabían que a las comidas y cenas volvíamos a la casa grande con ellos y así les dejábamos un buen rato tranquilos.

Este año, como tantos otros, preparamos la tienda de campaña y nos fuimos al bosque. Cada uno llevaba una mochila con ropa, agua y saco. Mientras caminábamos hacia al bosque íbamos hablando. Fernando se había vuelto un poco tímido ese año y casi no hablaba, sin embargo, Laura y yo no parábamos de charlar y recuerdo nuestra conversación sobre sujetadores ya que a las dos nos había crecido el pecho. Fernando nos miraba de reojo las tetas cuando hablábamos de esto y nosotras disimulábamos como si no nos diéramos cuenta. Antes de que anocheciera montamos la tienda y volvimos a la casa para cenar con nuestros padres. A la vuelta con linternas volvíamos hacia la tienda y se levantó un poco de aire, nosotras dos nos acercamos a Fernando y le dimos la mano para que nos guiara y nos quitara un poco el miedo, eso le hizo crecerse un poco y estar más tranquilo con nosotras. Esa noche nos metimos a la tienda y cerramos y se creó la primera situación incómoda; había que cambiarse y estábamos los tres juntos en plena pubertad. A la que menos le influía esta situación era a Laura que sin ningún problema se quitó la camiseta y el top dejando sus nuevos pechos fuera, yo los miré fijamente, al igual que Fernando y dije: -Ala Laura te han crecido un poco más que a mí. Y Laura rió. Yo hice igual me quité la camiseta y el sujetador para ponerme el pijama y antes de ponérmelo le dije: -Ves, creo que son un poquito más pequeña que las tuyas. Y Laura me contestó: Sí, solo un poquito prima, pero tus pezones son mas grandes que los míos. Fernando estaba en medio de las dos medio disimulando pero mirando con cara de deseo. Laura y yo nos pusimos el pijama y Fernando se dio la vuelta para que no viéramos que estaba empalmado, creo yo que era por eso. Nos tumbamos los 3 en la tienda y mientras charlábamos un poco de lo que haríamos al día siguiente nos fuimos durmiendo. Esa noche recuerdo muy bien como Fernando, que dormía en medio de las dos, dejaba acercar su mano sutilmente durante la noche a mi culo y lo acariciaba disimulando. A mí me ponía a mil pero también disimulaba y estoy convencida que a Laura le hacía lo mismo.

Al día siguiente fuimos a desayunar a la casa y después de estar un rato con nuestros padres y tíos nos fuimos los tres a la playa. Como a eso de las 12 Fernando nos dijo que se iba un rato a la tienda para leer por que hacía mucho sol en la playa. Laura y yo nos quedamos un rato más bañándonos. Cuando salimos a secarnos y nos tumbamos Laura me dijo: -Amanda, anoche Fernando me acariciaba el culo.

Yo sonreí y le dije:-¿Sí?, a mi también, pero era muy suave.

Laura dijo: -Sí a mi también. E imitó lo que le hacía Fernando. -Me acercó la mano así y la dejaba caer sobre mi muslo.

En ese momento que Laura me acariciaba me volvió a entrar el mismo calor que por la noche.

Yo le contesté también imitando el gesto que el me hacia:-Pues a mi llegó a poner la mano entera así, sobre mi nalga.

En en ese momento mis pezones se pusieron duros y Laura se dio cuenta. Sonrió y dijo: uy debes estar cogiendo frío prima ¿porque no vamos a la tienda a cambiarnos?

Nos pusimos en camino, riéndonos y hablando de Fernando, diciendo que estaba salido y en cierta forma reconociendo que ambas deseábamos tener experiencias sexuales y que no nos importaría que fuera con el.

Cuando nos acercamos a la tienda Laura me dijo: -Espera, vamos a ir en silencio y a darle un susto al primo.

Nos acercamos sigilosomante, aunque alguna risita se escapaba, la cremallera de la tienda estaba cerrada, nos agachamos sin hacer ruido para abrirla de golpe, y gritamos: ¡UH!

En ese momento nos quedamos los tres parados en seco. Fernando estaba con una revista porno masturbándose con la polla fuera y se quedó blanco, tan solo dijo: -Joe ¿porque no avisáis antes de entrar? Y se tapó con el saco.

Las dos nos metimos en la tienda y nos quedamos mirando tanto al saco que escondía la polla como a la revista porno.

Laura dijo: -Guau primo, a ti también te ha crecido la polla ¿de dónde has sacado la revista porno?

Fernando contestó: -Me las da un amigo y me traigo un para las vacaciones.

Yo contesté: -¿Nos dejas ver un poco la revista?

Dijo que claro que adelante. Allí estábamos Laura y yo mirando la revista porno, con nuestro coñito en plena adolescencia, ardiendo, y nuestras tetas a punto de estallar de deseo y nuestro primo con su polla empalmada debajo del saco.

En la página que estaba había una polla que solo tenía metida la puntita del capullo en una mujer impresionante. Laura dijo a Fernando: -¿Tu polla también es así de grande?. Y Fernando con cara de circunstancia miró la foto y dijo: -Mas o menos pero no la tengo tan gorda.

Pasé dos o tres páginas de la revista y aparecieron dos chicas en bikini, como nosotras, bajándole el bañador a un chico. La siguiente imagen era una chica comiendole la polla al chico y dejándose comer el coñito por la otra chica. Miré a Laura y dije: -¿Has visto esto?

Laura movió la cabeza diciendo sí y sin decir nada se quitó el bikini y me dijo: -Amanda quítatelo tu también. Así lo hice casi al instante. Laura agachó la cabeza hacia Fernando, quitó el saco y toca suavemente la polla de arriba a abajo hasta acercar su boca y empezar a lamerla suavemente. Le dijo a Fernando: Primo, no te importa que pruebe esto ¿verdad? Y el lanzó un suspiro de placer. Empezó poco a poco a meterse la polla en la boca y cada vez la chupaba mas. Dejó su culito en pompa hacia mí, se lo acaricié y vi que le gustaba, acerqué mi mano a su coñito y lo tenía tan humedo como yo así que le metí el dedito suavemente. Laura también empezaba a gemir con la polla en la boca, me tumbe bajo su coñito y empecé a lamerlo suavemente mientras mi dedito se movía y al chupar con más ganas veía que ella hacía lo mismo con Fernando. Entonces Fernando cogió la revista y dijo:-Mirad estas fotos. Eran las dos chicas haciendo un 69 y el chico le metía la polla a una por el coñito en una foto y en la otra foto se la metía a la otra chica.

Sin decirnos nada Laura se tumbó boca arriba y yo puse mi carita en su coñito y yo boca abajo dejé mi coñito en su cara. Yo a ella ya se lo comía sin ningún miedo y con mucho deseo y Laura poco a poco empezó a hacer lo mismo, empezó a lamerme suave hasta que le cogió el gusto y sin miedo jugabamos la una a la otra con nuestra lengua en el clítoris de la otra. Fernando se quedó mirando un rato y luego cogiéndome por las caderas fue acercando su polla a mi coñito y a la lengua de Laura que me lo estaba comiendo, era genial notar la lengua de Laura y el capullo de Fernando de mi coñito, empezó a meterla suave hasta llegar poco a poco al fondo y yo lancé un gemido grande, entonces Fernando la movió rápido unas 4 o 5 veces solo y la sacó, giré mi cara y le dije: -Primo quiero mas de eso. Pero Fernando dijo ahora le toca Laura. Cambiamos de posición, yo me tumbé boca arriba y Laura sobre mi haciendo el 69, según se tumbó empecé a devorarle el coñito como una loca ya que estaba super excitada, ella también lo estaba. Cuando Fernando acercó su polla al coñito de Laura primero la bajé a mi boca y le dí un par de lamidas ante las que Fernando suspiró. Luego hizo lo mismo que conmigo, la fue metiendo poco a poco hasta que al entrar entera Laura gimió incluso más que yo, le meneo fuerte la polla en su coñito otras 4 ó 5 veces y la sacó fuera. En ese momento yo le cogí la polla y me llevé a la boca sin piedad y comencé a succionar. Fernando dijo: -Amanda para de hacer eso que me voy a correr. Laura se incorporó a tumbarse con la cara a mi altura para acercar también su cara a la polla de Fernando. Estábamos las dos como poseidas, teníamos la polla de Fernando chupándola las dos y el solo gemía, no eramos conscientes ni de lo que iba a ocurrir. Entonces Fernando empezó a suspirar y decir; -Primas que me corro. Y yo noté de golpe un chorro caliente en mis labios y que salpicaba mis mejillas, me eché instintivamente para atrás y el resto del semen paró en las tetas de Laura. Al verme con semen en la boca Laura se tiró hacia mí y empezó a besarme, yo me dejé llevar y manoseé el semen que tenía sobre sus tetas.

Nos quedamos allí tumbados los 3 medio abrazados dentro de la tienda. Seguro que los tres pensando que ese verano íbamos a aprender muchas cosas.