Recordando viejos tiempos

Una llamada propicia el reencuentro de 2 amigos, y ...

Hola Galilea, Que tal?

Bien, ya sabes la rutina de todos los días, llevar al autobús para ir al instituto, hacer la comida, estudiar en la universidad...

¿Otra vez en la universidad?, y ahora...

Pues sí, ahora haciendo un curso de crecimiento personal.

Sabes tengo ganas de verte, y recordar viejos tiempos, tendremos que cuadrar agendas que estás muy ocupada, jajaja.

Pues mira, que te parece la semana que viene, si voy a verte toda la semana y nos ponemos al día?, tengo unos días sin clase en la universidad, mi marido trabaja, y se vá toda la semana, puedo dejar a mi hijo con su abuela, no creo que pase nada aunque ya sabes, tiene TDAH, pero también esta muy acostumbrado a estar con su abuela, no será problema y así pasa unos días con ella que hace días que no la vé.

Perfecto!

El lunes siguiente llego a la estación de Barcelona - Sants donde me esperas, en tu silla de ruedas eléctrica. Miro y no te encuentro, hasta que al final, allí hay una persona que entiendo que eres tú, no veo mas sillas de ruedas, aunque hay una marabunta de gente.

¿Galilea?, si, soy yo...como podemos nos damos un fuerte abrazo, esto de ir en silla de ruedas los 2 no es fácil.

De repente, cosa que pensaba que por la edad ya no podrías por tu parálisis cerebral, te pones de pie y vienes hacia mí, te abres de piernas para dejar las mías entre las tuyas para podernos dar un mejor abrazo, y beso, beso húmedo, con lengua que nos hace recordar tiempos pasados. Acaricio tu cuerpo, sobre la blusa que llevas, la cual deja ver bastante tus generosos pechos, marcando pezones como si fueran clavos ardiendo. Mis manos van a tu culo, buscando la orilla inferior de tu falda, acariciando tus muslos tersos por el ejercicio. De repente te separas de mí, mirándome a los ojos con cara de querer apuñalarme, y me dices...tranquilo semental, tenemos toda la semana!

Salimos de la estación, en busca de taxi, tras largos 10 minutos encontramos 1 en el que podemos subir las 2 sillas. Le das tu dirección al taxista, y allí nos lleva. La pena es que tenemos que ir uno detrás del otro y no podemos mas que mirarnos por el espejo.

Llegamos a tu edificio, el taxista nos ayuda a sacar mi maleta, y nos la mete hasta dentro del ascensor, donde de nuevo comienzan las hostilidades, por llamarlo de alguna manera. Te vuelves a poner de pie, te sientas encima de mis piernas y comenzamos a besarnos. Mis manos vuelven a acariciar tus muslos, subiendo por ellos en busca de tus bragas, te acaricio el coño por encima de la tela de las mismas, mientras nuestros besos se intensifican, hasta que por desgracia llegamos a tu piso, te colocas en la silla lo mas rápido posible para que no lo solicite nadie y nos tengamos que hacer un tour turístico por el edificio, teniendo que conocer a todos tus vecinos.

Abres la puerta de tu casa, y pones la silla a cargar, además por tu casa te mueves en un andador. Aprovecho el tenerte de espaldas para de un tirón meter tus bragas entre tus nalgas, y darte dos buenas cachetadas, que sin querer casi te hacen caer. Me vuelves a mirar con esa cara de quererme asesinar, hasta que te empiezas a reír a carcajada, dándote cuenta que me acojonaste. De repente cosa que no esperas, hago descender tus bragas hasta el suelo, aprovechando que tienes las piernas abiertas para una mejor estabilidad. Viendo que agacharte para subirlas es peor, levantas tus pies para con una leve patada sacarlas y apartarlas. La falda sigue el mismo camino, para acto seguido introducirte 2 dedos en tu vagina chorreante como las Cataratas del Niagara. Con la otra mano te desabrocho sin mucho tacto ni paciencia la blusa, para en breve hacerla desaparecer, mientras juego con tus pechos, amasándolos y tirando de tus  pezones, me gusta provocarte dolor para sensibilizarlos. Saco mis dedos de tu coño, suelto tu pecho, y te das la vuelta, nos volvemos a besar, con tal ímpetu que en un roce de nuestros dientes nos hacemos un pequeño corte en el labio, lo cual nos hace besarnos mas y mas fuerte, para cortar la mini hemorragia. Mientras nos besamos te subes en mis piernas, con mucho cuidado te pones de pie sobre mí para que pueda alcanzar tu coño húmedo mientras juegas con mi cabello. De repente anuncias tu primera corrida con espasmos en tu zona pélvica, mi boca recoge tus chorros calientes sin derramar una sola gota. Flexionas las rodillas y me pides que te lleve a la cama. Estando ya desnuda, te arrodillas en la cama y me ayudas a quitar la camisa, me ayudas a tumbar en la cama, me quitas los zapatos, calcetines, el pantalon, y el pañal. Descubres que tengo la polla tiesa, mirando al cielo como si de un obelisco se tratara. Metes el glande en tu boca, y empiezas a darle lamidas, de arriba abajo y en círculo, cuando de repente te metes toda la polla en la boca hasta casi darte arcadas, empiezas a lamerla entera, para dejarla bien mojada, y preparada, cada vez la chupas con mas ganas, hasta tal punto que me duelen los testículos de la erección. Chupas mis testículos, los metes en la boca como si fuera una gran bola de helado que hay que comer, y con prisa, antes de que se deshaga, antes de que me corra, te sientas a horcajadas sobre mi miembro y lo metes del tirón en tu coño, empiezas un sube y baja que va aumentando mas de velocidad, cada vez, como si no hubiera un mañana. Cada vez tu coño se aprieta mas en mi polla, ya que crece con tus movimientos, tu coño parece un charco, a juzgar por los sonidos que se oyen de chapoteo, en tus subidas y bajadas. Te anuncio que te voy a dar mi primera corrida en ese coño tan dulce, o mas bien salado que tienes. No haces ni caso y me corro dentro de tí como si estuviera poseído, parece que no voy a acabar nunca, de repente estiras una mano a la mesilla de noche y agarras un pequeño bote de esos para muestras de orina, te lo pasas por el coño y me dices al oído, ...quería tener una muestra de tu primera corrida con esta PUTA, pero tranquilo, no será la última, tenemos toda la semana, si tu quieres. Me dices que sí que quieres pero, que me estoy olvidando de algo. Te miro con cara de no saber que me quieres decir, y me enseñas un bote de vaselina, y me dices, ¿y mi culito?, te das la vuelta sobre ti misma, y me pones el culito en la cara, ...ya sé que tengo que hacer, y tras darte un par de cachetadas en cada nalga, paso mi lengua entre tus dos agujeritos, para arrastrar parte de tu corrida a tu culito, para preparalo, acto seguido introduzco 2 dedos en tu boca, y de ahí a tu coño, para acto seguido meterlos en tu culito, que sin saberlo era virgen, das un grito ensordecedor, quejándote de lo que te ha dolido, motivo por el cual le dedico 10 minutos a dilatarlo, a base de besos, circulos con mis dedos, y de ahí introduzco mi glande en él como si estuviera metiéndote un martillo percutor, hasta que te la meto entera, momento el cual aprovecho para darte un mete saca, muy suave, que vá incrementando, por momentos, dándote el mayor deléite posible, hasta que eres tú la la que te mueves, para que te la meta mas adentro, tan adentro que creo que tu culito puede tragarse mis testículos, aprovechándo la ocasión para correrme en tu ano, sin previo aviso, ...de repente me das las gracias, salgo de tu culito y nos damos una larga y dulce ducha, enjabonándonos mutuamente. Salimos de la ducha, nos vamos a la cama y nos dormimos, hasta la mañana siguiente.