Recordando mi amor primero
Yo diecisiete, tu 16: anaranjeaba de hojas los senderos ¿Recuerdas? Bajo el cielo de octubre nos amamos. Tú eras tierno, sufrido y hermoso, tu pelo Resplandecía de rojo y tu piel blanca, pecosa Invitaba al placer prohibido en forma deseosa
Recordando mi amor primero
Yo diecisiete, tu 16: anaranjeaba de hojas los senderos
¿Recuerdas? Bajo el cielo de octubre nos amamos.
Tú eras tierno, sufrido y hermoso, tu pelo
Resplandecía de rojo y tu piel blanca, pecosa
Invitaba al placer prohibido en forma deseosa
Sonrisas mutuas nos acercaron, nuestros pechos
Palpitaban de deseos puros y amores secretos;
A ti te atraían los de tu propio sexo, me lo dijiste apenado,
A mi las mujeres me ponían excitado y chachondo.
Sin testigos, mutuamente nos desnudamos;
Otoño deshojaba los árboles ligeros;
Nos tentó el pecado, te acercaste, pecamos...
Ah! tu primer sonrisa, tus abrazos primeros!
Con tus labios vírgenes, apasionadamente
Tomaste mi dardo, lo apretaste y succionaste
Tan apasionadamente que finalice lanzándote
El licor viviente en tu boca como bisoños amantes.
Sobrevino la calma: saltaste a mis rodillas;
Besé por largo tiempo tu boca y tus mejillas;
Apasionado, me hiciste muchas caricias,
Ardieron con viva llama tus núbiles ancas.
Pediste ser penetrado y te pusiste de modo,
Yo ya estaba dispuesto, ¡oh juventud divina¡
Empece a preparar el soberbio hoyo deseado
Repentinamente, descubiertos, todo termina
Alejados de nuestras vidas, por más
De treinta años no nos comunicamos,
De pronto me viste, nos vimos,
Los gratos recuerdos brotaron de más.
Pediste, imploraste mi carnalidad activamente
Juraste ser mi único y verdadero amante
Los prejuicios sociales me hicieron rechazarte
Y tu decepcionado, la existencia terminaste
¡Oh carne! qué ambicionas? Corazón, ¿qué más quieres?
Pido perdón y mi culpa expiar es lo que más deseo
Huyen mis recuerdos y pasan los hombres,
Y yo que he amado a tantas mujeres, desconozco el amor.
El amor de un hombre, como mi pelirrojo añorado.
José
Verano del 2004