Recordando

Una fantasía que jamás pensé que si hiciese realidad. Totalmente verídico

RECORDANDO

No escribo esto para dar morbo a nadie, ni tampoco trato de fantasear, esto es un hecho real que me sucedió y por azares de la vida, en este momento estaba recordándolo y me dio por escribirlo.

Mi madre tiene una hermanastra de madre, que yo evidentemente conozco desde que nací, para mí siempre fue mi tía….y lo sigue siendo, y ella es el centro de mi narración; El caso es que cuando empecé en la época de la pubertad en la que las hormonas se nos disparan, empecé a mirar a mi tía Reme que así se llamaba, digamos….a hurtadillas, es decir, nunca pensé en ella lascivamente, pero por aquel entonces no se veían en la playa a las mujeres en top-less, y una revista pornográfica no era muy habitual que cayera en tus manos, del cine ya ni hablamos, con lo que ver el generosísimo escote de mi tía Reme, e incluso la parte lateral de sus enormes senos en verano cuando llevaba esos vestidos sin mangas, era tremendamente excitante para mí; Es cierto que cuando iba a su casa, por cualquier causa, ya que vivía cerca de casa de mis padres, y tenía la suerte de ver parte de sus senos, o ya incluso me conformaba con el enorme canalillo que asomaba de sus siempre generosos escotes, en cuanto llegaba a casa me masturbaba; En mi cabeza no me veía haciendo el amor con ella, eso era algo….”repugnante”....entre una tía y su sobrino??...en fin, no cabía eso en mi cabeza, me limitaba a visualizar e imaginar (porque nunca los había visto al descubierto) con los ojos cerrados sus tremendos senos hasta que mis orgasmos me dejaban la mano pegajosa y la sonrisa en la cara. En esos momentos debía tener entre 10 y 15 años, esto sucedió unas cuantas veces, en una ocasión le vi parte de una areola de su pezón, y era acorde con sus senos, grande y oscura, pero nunca pasó de ahí, ya que repito, para mí no era “limpio” fantasear con hacer el amor con mi tía Reme.

Quiero hacer constar que por aquel entonces, mi tía Reme tendría unos 40 o 42 años, era gorda, muy gorda, pero no estas gordas que son como sacos de grasa, mi tía tenía, como diría….., curvas, pero eso sí, sus 130 kilos no los podía ocultar, pero sus enormes senos le daban forma a su gordura, aunque ya digo que en aquel tiempo yo no imaginaba sexo con ella.

Teniendo ella unos 50 años, hacía unos años que no la veía, un día llamaron a mi puerta, al abrir me sorprendió verla, la cara muy triste y una maleta tipo troley en la mano, me sorprendió que supiese mi domicilio porque hacía unos años me había comprado un piso y vivía solo, la hice pasar, le di dos besos y un tremendo abrazo que me hizo recordar el tamaño de sus tetazas. Cuando pasó al salón, me dijo que a través de mi hermana supo de mí, y me contó su historia, que resumiré aquí para no hacerlo largo, ella había tenido una discusión con su marido, mi tío, una de sus frecuentes disputas, según me dijo, y el día anterior ya no pudo más y después de que mi tío le diese una par de bofetadas, decidió salir de su casa para no volver; En ese momento se echó a llorar, le pedí que se tranquilizase y le hice una tila, continuó, más tranquila relatándome hechos similares durante esos últimos años, y termino diciéndome que la noche anterior después de la bronca se fue a un hotel, por no molestar a nadie, pero ella, hacía mucho que no trabajaba y con su edad era difícil que encontrase algo, en ese momento se echó a llorar de nuevo, no sabía qué hacer, y me pregunto si la dejaría estar unos día hasta pensar cómo solucionar el problema, por supuesto le dije que no debía pasar apuro, que yo vivía solo, y habiendo dos dormitorios, podía hacer uso de mi casa el tiempo que lo creyese necesario.

Ella nuevamente se echó a llorar, le di un abracete y la animé, la acompañe al dormitorio principal, y llevándole la maleta le dije que se acomodase, yo empecé a sacar algunas cosillas para irme al dormitorio pequeño, en el cual tenía un pequeño mueble cama, un poco pequeño para mi tamaño y algo incómodo, pero después de ver el disgusto que ella llevaba, y sobre todo debido a su peso no me pareció correcto acomodarla en la habitación pequeña; Ella protesto, me dijo que no era justo y que se iría al dormitorio pequeño, que bastante hacía ya alojándola, me negué de nuevo alegando el mejor argumento….su peso, ella sonrió y me dio la razón, me dijo que seguía muy gorda.

Así quedó la cosa, en ningún momento, me dio morbo la situación, realmente yo había tenido alguna novieta, con cuerpos esculturales, con lo que las formas de mi tía Reme, en ese momento, no era algo que me llamase la atención; Y fueron pasando los días, ella se acomodó, se la veía apurada, avergonzada, se notaba que no se había colocado de gorrona en mi casa, se ocupaba de la casa cuando me iba al trabajo, y cada día tenía la comida echa al mediodía y por la noche no me dejaba hacer la cena ni limpiar, no se cansaba de repetirme que era justo que si ella estaba en casa y no aportaba dinero, y yo trabajaba, ella se encargaba de las tareas.

Una noche después de cenar, ella me dijo: - voy a darme una ducha, que me duele la cabeza y me voy a acostar, si no te importa. Yo le dije que no, le di las buenas noches como siempre, con un beso en la mejilla y me puse a ver la tele; Al oír la ducha, fue la primera vez en los días que estaba la tía Reme en mi casa, que me dio por pensar, igual que de niño, en cómo serían sus senos, si estarían mustios, caídos, en esos días sinceramente, ni lo pensé, ni me pasó por la cabeza, pero en esos momentos pensé que volumen si seguían teniendo, pensando en sus pechos empecé a excitarme, empezó a entrarme el morbo, pero al mismo tiempo me cortaba, algo en mi interior impedía que fantasease con algo más que no fuera la imagen de sus pechos desnudos.

Al salir de la ducha entró en el salón a preguntarme si tenía analgésicos, cuando se los di, observe disimuladamente el tamaño de sus pechos, seguían enormes, ella llevaba puesto una especie de camisón de dormir, pero al no ser transparente, no pude más que imaginarme sus tetazas, al fin se acostó. Al rato me fui yo también a la cama, me había excitado bastante, y quería tocarme; Me acosté, y con la luz apagada, empecé a fantasear como hacía de niño, con el tamaño tan rotundo de sus tetas, y no me costó apenas nada llegar al orgasmo, me encantó, hacía tiempo que no tenía un orgasmo tan intenso, incluso apreté mucho los labios al correrme, para que no me oyera mi tía gemir, y me quedé dormido.

Un par de noches después, estando en mi cama leyendo un rato antes de dormir, entró en la habitación mi tía, se sentó en el borde de la cama y me pregunto si me gustaba leer, para iniciar una conversación, ella siguió diciéndome, que esa tarde mientras yo trabajaba, se había tumbado para hacer una siesta en mi pequeño catre, le resulto muy incómodo y no pudo ni siquiera dormir y me pregunto, que, qué tal dormía yo ahí, sinceramente le hubiese dicho que muy mal, pero me supo mal porque sé que a ella le molestaría, le dije que muy cómodo no estaba, pero no me importaba, que lo importante es que ella estuviese bien y se recuperase del disgusto, aproveche para preguntarle por mi tío, si sabía algo de él, me contestó que no, y ni le importaba, que en cuanto pudiese pagar a un  abogado se divorciaba. En ese momento me dijo, que había entrado para hablar conmigo sobre la posibilidad de que yo fuese a dormir a la cama matrimonial y ella se vendría a la pequeña, que le sabía mal, le dije que ella donde yo estaba no dormiría, y me contesto: - la cama matrimonial es muy grande y si no te importa, cabemos los dos de sobra y allí descansarías mejor. En ese momento (y juro que jamás se me había pasado por la cabeza), sentí un hormigueo dentro….”dormir al lado de ella”…..le conteste que no me importaba si a ella le parecía bien, y me sinceré diciéndole que se lo agradecía ya que apenas descansaba en ese camastro.

Me levante de la cama, y me fui al dormitorio con ella, nos metimos en la cama, charlamos un rato y al final le di las buenas noches con un beso en la mejilla y apagamos la luz…..ni dormir pude en toda la noche, pensando, pensando…..estaba al lado mío, tan cerca, cada vez me daba menos aprensión imaginar…simplemente que la besaba en los labios, pero no me atrevía, ella realmente ni por sus palabras ni por su tono de voz, me insinuaba nada, además…que carajo, tenía 50 años al menos y estaba muy gorda, seguramente ni tan siquiera le apetecía el sexo, mucho menos con un sobrino, y con todos estos calentamientos de cabeza, sonó el despertador y me fui a trabajar, ella me preguntó si se levantaba a prepararme el desayuno, le dije que siguiera durmiendo; Pasé a la ducha, necesitaba despejarme, pero al meterme en la ducha, seguía pensando lo mismo, no se me iba de la cabeza, me excite de tal manera que tuve que masturbarme allí mismo, y fue increíblemente placentero, me costó sujetar la boca para no gemir.

Durante el trabajo no cesaba de pensar, increíblemente no me encontraba cansado, a pesar de no haber dormido, pero mis pensamientos, ya habían variado, ahora tenía claro que me encantaría hacer el amor con mi tía Reme, pero no encontraba la forma de poder, no se….insinuar algo, o entrar directamente al tema….besarla de sopetón…se me ocurrían mil y una ideas para poner en práctica, y en mi imaginación, en cada una de ellas, mi tía me respondía positivamente, es decir, no me rechazaba, con lo que estuve todo el día con una tremenda excitación e imaginándome con mi tía haciendo el amor, ella encima de mi cabalgándome, o yo detrás….en fin excitándome cada vez más, pero de camino a casa, cuando más animado estaba, empecé a pensar en que en cada una de las ideas que para entrarle a mi tía había tenido, ella se echaba las manos a la cabeza, o me llamaba insensato, o si estaba loco, que éramos tía y sobrino…en fin, me vine abajo y todo el ánimo que tenía para conseguir hacer el amor con la tía Reme, desapareció.

Cuando llegue a casa ese día, ella me notó tristón, y me preguntó que me pasaba, le dije que no se preocupase, había tenido un mal día en el trabajo.

Cuando terminamos de cenar estuvimos un rato de cháchara comentando esto y lo otro, como yo estaba cansado, ya que no había dormido la noche anterior (cosa que ella desconocía), le dije que me iba a acostar, ella me dijo, aseo la cocina, me doy una ducha y también me acuesto.

Me quedé dormido enseguida, me despertó el ruido de la ducha, y casi en sueños, empecé a imaginarla desnuda en la ducha, se me pasó el sueño de golpe y note que me excitaba, mientras ella se duchaba, de golpe, no sé cómo ni porqué, me decidí, me dije, esta noche le insinúo algo, no sé de qué manera, pero de hoy no pasa, no puedo más, y a lo sumo, si se escandaliza, lo más que puede pasar, es que se vaya, o que me pare los pies, yo por mi parte puedo alegar que me dejé llevar por la situación y el momento y que no pensé lo que hacía.

Ella entro en el dormitorio a oscuras, y se metió en la cama tratando de no hacer mucho ruido, imaginaba que me había dormido, y cuando se puso de lado dándome la espalda, sin pensar en más le dije: - tía, no te he dado las buenas noches.

Ella, tumbada de espaldas a mí, giro la cabeza y junto los labios para que nos diéramos el besito en la mejilla de siempre, yo, acariciando su mejilla, le di un tierno beso en los labios, un piquito como se suele decir, pero lo alargue para que no se creyera que en la oscuridad de la noche me había equivocado y en vez de la mejilla se lo diera en los labios….ella se quedó quieta, muda,…..le di otro muy suave, muy tierno…..pero no abría los labios…seguí besándola de esa forma tan dulce sin dejar de acariciar su mejilla….ella seguía muda, pero, no me apartaba, ni se apartaba ella, es cierto que no abría la boca, y era más bien yo el que la besaba, en ese momento en un susurro le pregunté si le había molestado, ella me dijo que no, que le había gustado, pero que no debíamos pasar de ahí, se me desmontaba mi sueño…..le conteste: - tía, no quiero que te sientas mal, estoy muy a gusto contigo y te juro que te deseo….

Ella se quedó un momento callada, y me dijo  -como me puedes desear si casi te doblo la edad y somos familia?

La volví a besar tiernamente acariciándole la mejilla, el pelo, le dije que me gustaba mucho estar con ella, su compañía, que me hacía sentir muy bien, y que…. -me encantaría poder hacerte el amor, pero quiero que te sientas bien, cómoda, no pienses, que o como somos, déjate llevar, disfruta el momento, siéntete feliz que lo has pasado mal, y a mí me encantaría poder hacerte feliz.

Se quedó mirándome, apenas veía su cara con la luz de la noche que entraba por la ventana, volví a besarla, despacito, muy, muy tierno y dulce, ella entreabrió los labios un poco, no quise llenar su boca con mi lengua aunque lo deseaba con toda el alma, solo acaricie por dentro sus labios y el inicio de su lengua, ese beso ya fue mucho más largo y ardiente, a pesar de su dulzura y ternura….seguimos así, besándonos sin hablar, un buen rato, ella cada vez poco a poco abría más la boca y yo entraba más en ella acariciando su lengua de la misma manera que su mejilla y su pelo, no quería de momento acariciar otras partes de su cuerpo ya que la notaba un poquito tensa, en un momento dado ella me dijo en un susurro, que no debíamos seguir, que no estaba bien lo que hacíamos, sin dejar de mirarla, hice una pausa prolongada, como no sabiendo que decir más para convencerla, le dije, tía… si quieres lo dejamos, si te vas a sentir mal, lo dejamos, yo no quiero que te sientas mal, al revés quiero hacerte feliz, acariciarte, besarte, abrazarte todo lo que no has tenido en mucho tiempo.

Ella me contesto…estoy mayor, estoy muy gorda, como es posible que te atraiga así??

Y le dije, tía, lo único que te puedo decir es que esto no es un calentón de una noche, cuando era adolescente ya te deseaba, me he masturbado muchas veces cuando volvía de tu casa, espero que no te moleste el oír esto, me da mucha vergüenza reconocerlo, pero es la prueba de que confío en ti y que te deseo realmente.

Dicho esto, se quedó mirándome, sin hablar, me cogió una mejilla y me besó muy dulcemente…..nos dejamos llevar por fin, pero muy lentamente, estuvimos besándonos mucho, pero mucho rato, no eran besos sexuales, eran muy tiernos , muy cariñosos, estaba muy excitado, estábamos muy excitados, empecé a bajar la mano buscando sus pechos, instantáneamente pensé…voy a tocarlos, voy a besarlos…me moría de ganas pero quise ser muy tierno y lo hice con mucho amor, acariciando su cara, su cuello, bajando lentamente hacia el canal de mis sueños, ella no dejaba de besarme, toque por encima de su camisón, uno de sus pechos, lo acaricie con dulzura, pero note que el pezón se ponía erecto, ……eran enormes!!!....no podía creerlo, y estaba allí amasándolos, acariciándolos y sin dejar de besarnos, cuando ella notó que quería bajar mi cabeza para besar sus pechos, me dijo….espera….se incorporó un poco la espalda, y se quitó el camisón por la cabeza, había poca luz, apenas podía ver el color de su areola, pero si pude observar al trasluz de la ventana, el tamaño gigantesco de sus pechos, que me tenían loco;  Se recostó de nuevo y por fin pude besar esas tetazas, cogía una con mis dos manos, jugueteaba con el pezón, notaba que ella gemía despacito, casi imperceptiblemente, quise bajar más para seguir besando donde mi lengua se moría por acariciar, pero ella me freno, me cogió de las mejillas y me subió hacia su cara, y me dijo susurrando, eso no, por favor, me da vergüenza, además estoy muy excitada, y diciendo esto, al tiempo que abría del todo sus piernas, me acomodo encima de ella y me dijo al oído….entra en mí, que te deseo.

Sin dejar de mirarla, apenas empuje levemente, y la penetré notando que estaba muy muy excitada, ella gimió levemente al notarme dentro, y yo empecé a entrar y salir de su interior sin parar de besarla como al principio, muy dulce y tiernamente, las embestidas eran suaves, casi lentas, cuando parábamos de besarnos nos mirábamos y ella sonreía, pero apenas muy poco, estaba apurada, me dijo después que le costó mucho desinhibirse, que pensó mucho en lo que hacíamos y en algún momento quiso pararlo, pero me dijo que la trate muy dulcemente y eso la ayudo.

El ritmo se fue haciendo cada vez más intenso, no dejábamos de besarnos, nuestras lenguas ya luchaban por entrar en la boca del otro, ella empezó a gemir rítmicamente, en un momento se separaron nuestras bocas, sin dejar parar el ímpetu de nuestras caderas, nos quedamos mirándonos, con los ojos muy abiertos y me dijo temblándole la voz….Por favor, no te pares…no te pares ahora…en ese momento me beso metiéndome la lengua hasta la garganta, me beso muy impetuosamente y dejó de besar para decirme…..me corro, ……… me corro……se abrazó fuerte a mí y tuvo un gran orgasmo, yo no deje de embestir…me cogió las mejillas y me besaba de una a la otra, teniendo el orgasmo, gimiendo…..ella me siguió el ritmo de la cadera porque notó que estaba a punto de correrme y me dijo susurrando, vacíate en mí que ya no hay peligro.

Eso hizo que tuviese uno de los orgasmos más intensos de mi vida, y después estuvimos así, sin movernos, un rato, yo dentro de ella, sintiéndola, y ella sintiéndome a mi…le di un dulcísimo beso cuando salí de su interior, nos abrazamos muy muy pegados y no quedamos dormidos sin hablar.