Recordando el sexo con Alex

Volteo mi silla, abrió mis piernas con las suyas y me besó con mucha pasión, yo estaba totalmente mojada. Me levantó y empezó a tocarme la vulva sobre el pantalón, me tomó del brazo y me aventó al sillón, apagó la luz y dejó que iluminará solo la luz de la calle a través de la pared de cristal.

Hola, éste es mi primer relato, espero sus críticas y comentarios.

Para empezar, quiero describirme un poco; me llamo Karla, tengo 25 años, mido 1.65 mts. mi cabello es ondulado, largo y castaño oscuro. Mis ojos son color marrón claro, tez apiñonada, tetas 36 D y algo nalgoncita. No soy extraordinaria, pero me encanta ser muy sensual y sexy a la hora de tener sexo.

Cuando tenía 17 años ya había tenido novios y todo muy bien; sin embargo, una tarde en el chat me llegó una solicitud de una chica lesbiana que anteriormente había estado en mi preparatoria, pero un par de meses atrás se había salido. Ella era de otra carrera, pero teníamos amigos en común. yo nunca le había hablado pero un amigo me había comentado antes que ella me mandaba saludos. Me desconcertaba bastante, pero a la vez me causaba intriga hablar con ella.

Vamos a llamarla Alex, ella era de esas chicas que se les conoce como tomboy. Siempre vestía como un chico y por eso me causaba más curiosidad conocerla, al igual que yo tenía 17 años, delgada, con una cara muy linda y unos labias antojables, corte de cabello como un chico, parecía un chico guapo.

Acepté la solicitud de amistad, empezamos a conversar trivialidades para romper el hielo. Conversamos por días, era muy divertida y nos llevábamos de lo mejor, confesó que yo le gustaba y que quería salir para vernos en persona, yo accedí. Acudí bastante nerviosa, platicamos y todo fue de maravilla. Los siguientes días continuaron las salidas hasta que ella se atrevió a besarme y yo correspondí. Me pidió ser su novia; dicha relación duró casi un año. Llena de cariño, experiencias sexuales nuevas para mí, mismas que compartíamos cada momento que se podía. Pero mi mamá se dio cuenta y me obligó a que todo terminara, pero siendo realistas yo ya estaba en un punto donde ya no me veía a futuro en esa relación.

Yo entre a la universidad, nos alejamos totalmente y a los dos años después cuando ya tenía 19 me hice novia de un chico muy guapo con el que actualmente vivo, pero Alex reapareció entrando a la universidad en la que yo estaba, aunque estaba en otra carrera era constante verla, así que seguimos en contacto hasta la actualidad, ya habíamos superado lo nuestro. Ella tiene pareja y también vive con ella en la actualidad, sólo que se fue a vivir a otro Estado como a 4 horas de distancia.

Superamos lo nuestro y somos buenas amigas, hablamos por whatsapp constantemente, pero un día las conversaciones se salieron de tono, recordando nuestras experiencias sexuales juntan y lo mucho que disfrutábamos en nuestra adolescencia. Ella confesó que en realidad tenía bastantes ganas de compartir una noche de sexo duro, de darme una buena mamada y penetrarme toda, y que aún le excitaba más la idea de hacerlo en mi oficina de trabajo. La idea me puso muy caliente y termine en un orgasmo super rico.

A los días Alex me comentó que vendría a mi ciudad a visitar a sus padres y que le gustaría verme aun sea para tomar un café, yo accedí totalmente. Se llegó el día y no tuve que ponerle pretextos a mi novio porque él trabajaba y saldría bastante tarde. Aunque tenía dudas, me poseía más el deseo de estar nuevamente con una mujer. Le dije que nos veríamos en un café próximo a mi oficina de trabajo. Saliendo del trabajo me fui a casa y me bañé con bastante tiempo de sobra, me depilé totalmente. Me vestí con una pantiblusa, de esas que parecen traje de baño, que por atrás quedaba como tanga por lo que no tuve que usar ropa interior en la parte inferior y encima un pantalón muy apretado que resaltaba muy bien mis nalgas, acompañado de un ligero escote que hacían verme y sentirme muy sexy.

Eran las 6 de la tarde y ya había anochecido, llegué yo primero y cuando la vi llevar unos minutos más tarde, woow parecía más hombre, había ganado unos kilos de peso, tatuajes en los brazos y vestida de hombre como siempre. Parecía que el tema sexual nos había dado vergüenza abordarlo así que nos divertimos en una buena charla. después de dos horas le dije que nos retiráramos porque tenía que pasar por la laptop a mi oficina (lo cual era una rotunda mentira) que la necesitaba y estábamos a dos cuadras.

Caminamos platicando y riéndonos, al llegar el edificio estaba totalmente sólo, la invité a pasar a mi oficina y le dije que no la encontraba y me temía que mi secretará se la hubiera llevado. Alex se levantó a ver el paisaje por el balcón y de regreso se acercó a ver que hacía mientras yo estaba sentada frente a la computadora. Volteo mi silla, abrió mis piernas con las suyas y me besó con mucha pasión, yo estaba totalmente mojada. Me levantó y empezó a tocarme la vulva sobre el pantalón, me tomó del brazo y me aventó al sillón, apagó la luz y dejó que iluminará solo la luz de la calle a través de la pared de cristal.

Se sentó y me puso sobre ella, automáticamente yo me movía mis caderas sobre Lore, mientras me tocaba el culo y las tetas, estaba más que excitada. Me levanto y me desabrocho el pantalón, me lo quitó de un tirón y me dio una nalgada, al verme así en pantiblusa, y me dijo al oído

  • mmm que puta rica que sigues, me muero por lamerte toda.

mmm yo solo podía gemir, me desnudo totalmente, ella se sentó en el sillón me hizo inclinarme y me empezó a lamer de lo más rico.

  • así Alex mmm

  • te gusta así?

  • si ahhh más no te detengas

me levanté y me puso en el sillón, se puso sobre mí y me empezó a penetrar con dos dedos, mientras mamaba mis tenas, yo gemía como loca, se escuchaba por toda la oficina.

Fue bajando, hasta meter su lengua en mi vulva, me lamia tan rico desde el culito hasta el clítoris, yo la tomaba del cabello y la hundía más.

  • mmmm así, que rico ahhh no pares, dame más

me mordía un poco la entre pierna y me hundía sus dedos cada vez más rápido, me hacía mojarme muchísimo.

Me levante y baje su pantalón, metí mi mano y estaba más mojada que yo, corrían todos sus jugos deliciosos, la hice que chupara mis dedos y se los introduje, solo gemía mucho y muy fuerte. Me puse sobre ella y nos masturbábamos mutuamente, le di una pequeña mordida en la oreja y le dije en forma de suplica

  • cógeme muy duro

y se éxito más que me penetraba tan fuerte que me temblaban las piernas. Paró y me dijo

  • Quiero lamerte

  • No te detengas, cómeme toda

Puse mis piernas sobre el respaldo del sillón sosteniéndome de la pared, quedando sentada sobre su cara. Me lamia toda y me penetraba con una mano y la otra se masturbaba, yo movía mis caderas sobre su cara.

-Así ahh así, no pares

  • mmmmm me voy a venir

me movía frotaba más sobre su cara, su lengua hanta el fondo de mi vagina penetrándome, y después en mi culito mientras me lo habría más con una buena dedeada hasta lo más profundo.

me empezaron a temblar las piernas sobre su cara y me corrí ahí en su cara, inundando su boca de mis fluidos.

Baje y estaba penetrándose y frotando su clítoris, quite su mano y le hice una mamada mientras le metía tres dedos, sacaba y metía muy rápido que no tardó en llegar a un jugoso y largo orgasmo.

Nos quedamos tiradas, en lo que nos recuperábamos de uno de los orgasmos más ricos de mi vida.

Salimos del edificio y me llevo a mi casa porque estaba a punto de llegar mi novio.

Seguimos hablando y estamos planeando que es hora de que visite su ciudad un par de días, pero ya les contaré.