Recordando de nuevo

Experiencia en local liberal

VERSIÓN DE NURIA

Aquella noche sabía que íbamos a tener una experiencia diferente. Pero lo que no sabía era lo que me esperaba. Mi marido me llevó a un local liberal. Llevaba puesto un vestido muy ajustado con un tanguita que se ajustaba a mis nalgas. Para Rafa estaba espectacular pero no tenía suficiente con que lo pensara él solamente. Cuando entré allí me sentí fuera de lugar. Era un sitio oscuro, como un pub, con diversas parejas tomando una copa, tanto solitarios como parejas. Dejé mi abrigo, dejando a la vista mi vestido que captó de inmediato las miradas de los hombres que allí había. A mi marido le encantaba lucirme como su posesión pero que nadie me tocara. Entrados en ambiente decidimos posicionarnos en un rincón privado a tomar algo. Al cabo de un rato una pareja se colocó junto a nosotros. Nosotros comenzamos a besarnos apasionadamente. Rafa poco a poco fue pasando su mano por mis rodillas hasta llegar a mi entrepierna y yo bajo sus caricias notaba como me humedecía. Sabía que nos miraban y eso me ponía a cien. Después comenzó a tocarme las tetas y mis pezones se pusieron erectos a su tacto. Esa sensación de estar con mi marido mientras nos miraban me excitaba cada vez más. Rafa comenzó a explorar mi entrepierna hasta que por fin llegó hasta mi coñito húmedo. Mientras jadeaba de gusto noté que otra mano se posaba en mi pierna. Había puesto muy cachondo al hombre que había a mi lado y se acercó a nosotros. Una mirada a mi marido bastó para dar su consentimiento sobre acercarse a nosotros. Después esa mano fue subiendo cada vez más. Yo estaba super cachonda y jadeaba cada vez más. De repente noté como la mano de mi marido se quitaba y otras manos sustituían el movimiento rotativo en mi clítoris que me hacían gozar tanto. UUUfff! Qué placer sentí en ese momento, noté que mis piernas se abrían cada vez más,¡quería más ¡ ¡sí! Me abría tanto que dejé caer al suelo todos mis jugos de placer, Estaba muy cachonda. Comenzó metiendo un dedo en mi coñito húmedo. ¡Me estaba follando con él ¡ después lo hizo con dos , tres hasta tener sus cuatro grandes dedos follándome como loco, los metía y los sacaban como si fuera su enorme polla la que me estuviera follando. Lo sentía igual que si fuera una polla. OOOh! Uf! Qué placer ser follada así! Cuando ya estaba abierta del todo y me tocaban las tetas noté otra mano, las de la mujer que iban directamente a mi coñito que estaba tan encendido que mi vulva triplicó su tamaño y estaba rojo de placer. Sus dedos tocaron mi clítoris que estaba que echaba chispas y comenzó a masajearlo de manera que no tardé en estallar de placer ¡Menuda corrida! Me chorreaba la pierna y me temblaba a la vez. Quedé exhausta. Mi marido había disfrutado casi tanto como yo pero lo tenía tan cachondo que cuando llegamos al hotel me folló salvajemente. Una experiencia realmente excitante ¿no?.

VERSIÓN DE RAFA

Después de cenar fuimos a un local liberal existente en Benalmádena, habíamos hablado de ello, y a los dos nos excitaba la idea, supongo que era por el deseo a lo desconocido.

Una vez en el lugar, la encargada, muy amablemente nos enseñó las instalaciones. Seguidamente fuimos a la barra a tomar una copa, y observé como mi chica rápidamente captó la atención de varios chicos que había en el lugar.

Mi mujer estaba espectacular, llevaba un vestido corto y ajustado, y unas tanguitas que se le marcaban en el vestido. Al llegar la noté algo frío, pero al poco tiempo de llegar, y debido al ambiente tan excitante e íntimo del lugar fue entrando en calor y sintiéndose más cómoda.

A continuación pasamos a una sala con mesas y sillones donde se podía ver una peli porno en pantallas de televisión. Estuvimos un rato solos, los dos jugando el uno con el otro, acariciándonos y besándonos.

En ese momento necesité ir al servicio, momento que ella debió aprovechar para quitarse el tanga, ya que al volver y seguir acariciándola observé que no lo llevaba puesto, eso fue un signo claro de que me deseaba y quería que fuera una noche excitante. Entonces otra pareja se sentó junto a nosotros, y empezaron a mirarnos, a la vez que la chica de la otra pareja comenzaba a masturbarse mientras lo hacía.

Noté como mi mujer ante la presencia de ellos comenzó a excitarse mucho más, se excitaba con la idea de estar tocándonos en presencia de unos extraños. Comencé a levantar su corto vestidito y ella se hacía la dura, pero tras volver a elevárselo ella se dejó hacer, empecé a notar como comenzaba a temblar de excitación.

Al momento, me dijo, "Rafa me están tocando", contestándole yo que se dejara llevar, mientras observaba como las manos del otro chico se habían posado en sus rodillas y comenzaba a subir por sus muslos desnudos. A cada paso, la piel de mi mujer se iba erizando, y cuando esa mano alcanzó su sexo, se mordió los labios. Como acto de consentimiento, retiré mi mano, y la del desconocido se adueñó del clítoris de mi mujer, iniciando un rápido movimiento de rotación que hizo que mi mujer se estirara totalmente en prueba de placer.

Entonces él comenzó a penetrarla con sus dedos, nunca había visto a mi mujer tan abierta. Estaba sentada al borde de un sofá, y la rodilla de cada pierna tocaba dicho sofá de lo abierta que estaba. Los dedos de él entraban y salían con gran velocidad, observando como cada vez, esos dedos desconocidos salían más mojados por el flujo de mi mujer. En un momento dado, él me miró a los ojos y se llevó los dedos a los labios, chupándolos con avidez.

Me pidió permiso para practicarle sexo oral a mi mujer, pero esta me había dicho que no quería que le hicieran sexo oral ni la penetraran la primera vez, por lo que le dije que no. Él se sintió fastidiado, pero lo aceptó con respeto y educación.

Seguidamente él dejó el sexo de mi mujer para comenzar a jugar con sus pechos.

Tras un rato así, la mano de la chica se adueño del clítoris de mi mujer, la cual con habilidad y gran rapidez hizo que se corriera rápidamente. Nunca había visto a mi mujer gozara de esa manera.

La noche no terminó ahí, ya que después tuvimos sexo salvaje en el hotel.

Quiero agradecer a esa pareja que nos hizo disfrutar tanto esa noche. Espero que la próxima vez, mi mujer sea más lanzada y tomé un papel mucho más activo en la situación. Estuvo genial.

Podéis contactar con nosotros.