Recordando 3

Se consolidaba....algo....el qué?....por cuanto tiempo?....

RECORDANDO 3

Seguíamos juntos….eso era lo importante, ninguno sabíamos hasta cuando, habíamos pactado no hablar de ello de momento, al menos no sin que hubiese un motivo muy serio; Hacíamos vida de pareja, íbamos al cine, de cena, a pasear a la luz de la luna….nunca nos cogimos de las manos o de la cintura fuera de casa, y nunca hablábamos de amor, de sentimiento, pero creo que aunque ambos lo dábamos por sentado, como que nos daba apuro tocar ese tema, simplemente nos limitábamos a disfrutar el momento, durase lo que durase e, insisto que nunca hablábamos de ello,… excepto al final.

Para mi llegó a ser increíble, no consigo saber a ciencia cierta el motivo, la razón, cualquiera pensaría que estaba cebado con sus magníficos pechos, realmente me traían loco, pero esto, si así hubiese sido, cuando hubiéramos hecho el amor una docena de veces, no se….pienso que cualquiera se hubiese dado por satisfecho, y hubiese finiquitado de algún modo la relación, no olvidemos que mi tía tenía ya más de 50 años y pesaba alrededor de 130 kilos, aunque durante el tiempo que estuvimos juntos llego a perder algunos(…ella quería mejorar su aspecto para mi), aunque siempre le dije, viendo su esfuerzo por mejorar, que a mí me gustaba como era;  En varias ocasiones he escrito sobre el increíble tamaño de sus pechos, de sus kilos, de su gordura, no era alta tampoco, pero hay algo que no he dicho, y es que es muy, muy cariñosa, muy dulce, cuando me acariciaba y me besaba me trasmitía mucha ternura, con el tiempo me dijo que se había sentido muy joven de nuevo gracias a mi….pero no quiero hablar de eso.

Hacíamos el amor cada día, era muy raro no hacerlo, repito que aunque yo lo había hecho con algunas chicas de mi edad, de buen tipo, con pechos turgentes, unos mayores, otros como limoncitos, nunca valoré a una mujer por su cuerpo, sino por cómo me trataba dentro y fuera de la cama.

Una noche, empecé a tontear con ella en la cama, intentando excitarla, y le pregunté,…- como es que con tu edad siempre estas dispuesta?...esto es raro en una mujer…ella me contesto, que le encantaba como le hacía el amor, sabía cómo tratarla, y que no le costaba mucho excitarse, aunque es cierto que regularmente sufría de jaquecas o migrañas y en esas condiciones la verdad es que no te apetece nada de nada, solo por lo agradecida que estaba y lo cariñoso que era, hacía un esfuerzo para satisfacerme….me incorporé levemente enfadado y le dije que nunca más, que si no le apetecía, solo tenía que decirlo, y no pasaba nada, ella también ruborizada y con la voz bajita me confeso que le daba miedo que si se negaba, acabase cansándome de su compañía….encendí la luz, le dije que aquello me ofendía,… - yo no soy tu amo y señor, tú decides cuando quieres sexo y cuando no y eso no va a cambiar nada entre nosotros. Me contesto con fingida cara ofendida que la decisión de hacerlo no era suya sino de los dos, y que si un día a ella no le apetecía o estaba cansada, no le costaba mucho satisfacerme, porque seguramente si un día ella tenía muchas ganas y yo no, seguro que la dejaba satisfecha también, y riéndome le contesté, cuando tu tengas muchas ganas, seguro que me las contagias.

Me abrazó fuerte y me dio un beso tan dulce que jamás lo olvidaré…..me recostó de espaldas en la cama, me sujetó con sus manos las muñecas a la almohada y empezó a besarme dulce,….lento,….como saboreándome, sorbía despacito mis labios uno por uno y jugueteaba su lengua con ellos, después con mi lengua hacía lo mismo, mis manos no podían moverse, me soltó las manos y me ordenó…- no te muevas!....y empezó a besarme y a darme chupones en el cuello, había aprendido que chuparme el cuello de esa manera me sacaba de mis casillas, todo esto fue lento, casi torturador, necesitaba acariciarla, tocarla, intenté hacerlo, pero ella no me dejaba, …- si no te estas quieto, te ato las manos a la cabecera de la cama.

Yo estaba muy excitado, empezó a bajar del cuello hacía mi pecho, jugando con mi pezones, pero muy suavecito, al tiempo que sus manos apenas rozaban mi torso por la zona de las costillas, eran caricias muy sutiles, apenas las notaba, pero eran eléctricas, siguió con mi pecho, besándolo en toda su extensión, y sus manos bajaban, lentamente, rozaban mi excitación, el glande estaba totalmente descubierto, y rezumaba sexo, estuvo un rato acariciándolo sin cogerlo con las manos…solo pasaba sus dedos levemente, yo notaba que mi piel no le ofrecía resistencia, estaba muy lubricado, y ella seguía rozándolo muy lentamente; No paraba de decirle que porqué me torturaba así, pero muy, muy excitado, ella empezó a bajar hacia mi ombligo, sin entretenerse ya más de la cuenta, dado mi estado de excitación, y cuando su cara llego a mi pene empezó a lamerlo, solo lamerlo, como hacen los perros, lamidas lentas, de abajo a arriba, yo no podía más, y empecé a acariciarle el pelo, las sienes, las mejillas…ella me miro, desde allá abajo, me sonrió porque le puse cara de estar sufriendo un martirio chino, y acto seguido mi glande descubrió su boca……..me lo habían hecho alguna vez, pero generalmente la que lo hacía, lo hacía mal, o me hacía daño, o incluso ponían cara de asco……esto con mi tía Reme fue………..fue dulce, increíblemente dulce, ….con que dulzura y delicadeza subía y bajaba su cabeza con mi glande en su boca, yo ya no aguantaba, intentaba que mi cabeza se fuese a mil kilómetros de allí, no sabía qué hacer para retener tanto placer, no quería terminar aquello, jamás me habían hecho nada parecido…aquello era sexo del bueno, pero con grandísimas dosis de ternura, cariño y complicidad….recuerdo que me hubiese gustado muchísimo terminar en su boca, pero, necesitaba decirle lo que estaba sintiendo solo con mis besos…..

La llamé con un susurro, le dije,…. le apremié que no siguiese, ella a la primera no hizo caso, pero vio tal apremio en mí que subió de las profundidades para recibir toda mi ternura al tiempo que abriéndola con mis manos y sin hablar la acomodé sobre mí, y sin más la penetré lentamente…mientras competíamos a ver quién rezumaba más cariño y ternura con nuestros besos….

Como estaba al límite de mi resistencia y apenas con unos cuantos movimientos de ella me hubiese corrido, la frene con mis manos en sus nalgas, acompasándola a llevar un movimiento de atrás a adelante, lento, muy lento, quería percibir su interior, notaba cada centímetro de su interior con mis lentas embestidas que así me ayudaban a alargar mí ya cercano orgasmo mientras nuestras bocas incansables no dejaban hueco sin recorrer….cuando mi orgasmo se acercaba ya casi sin poderlo frenar más, solté su boca y le susurré… -dame tus pechos…amor. Ella se incorporó lo justo para que estuviesen a la altura de mi boca, solté los cachetes de su culo y agarre sus tremendos pechos juntos, los dos…era imposible, no podía sujetarlos, entre el tamaño de estos y el movimiento de cadera de mi tía, solo acerté a ponerme uno de ellos en la boca al tiempo que sufría una contorsión espasmódica que me hizo soltarlo de mi boca para exhalar un orgasmo increíble….sobre todo me encantaba la tranquilidad de tener un sinfín de orgasmos con mi tía sin tener que interrumpirlos para evitar males mayores, era una delicia notar como la inundaba por dentro, y con el último gemido, la abrace muy fuerte, ella debido a su peso se fue dejando caer para estar a mi lado pero muy despacio e intentando que no me saliese de su interior, yo me di cuenta y me gire hacia ella al mismo tiempo, y conseguimos permanecer unidos hasta que mi flacidez hizo que saliese de mi refugio favorito….no quiero relatar, para no caer en la reiteración, la colección de caricias, besos y miradas que nos prodigábamos cada vez que teníamos sexo, pero esa vez fue espectacular, daba la impresión que íbamos a pasar la noche entera mirándonos y acariciándonos sin hablar ni una sola palabra, pero mucho rato después de haber hecho el amor le pregunté porque no tuvo ella también un orgasmo…ella me dijo, avergonzada que la felación la asqueaba porque mi tío la obligaba en su matrimonio, pero que quiso satisfacerme y probar a ver si le sucedía lo mismo; conmigo fue diferente, me dijo, no era una felación, era una forma más de demostrarme lo feliz que se sentía….aunque en el fondo la idea de estar pecando no le abandonaba del todo, era lógico y más siendo de una generación más recatada para lo sexual.

Me sentí muy lleno de ella, me sentí muy feliz, y maldecía la circunstancia de que fuéramos familia, pensando en esto, mi corazón quería gritarle…. Te amo!! , pero mi cabeza me hacía apretar fuerte los labios….ella me miró muy fijo y tuve un palpito….nos estábamos diciendo te amo con la mirada.