Recién Casados (2: La Deliciosa Luna de Miel)
El Profesor de Preparatoria pasa un fin de semana increíble con su nueva perra.
Parte 2
Recién Casados (La Deliciosa Luna de Miel)
Esto es sólo una simple fantasía, nada de lo que esta escrito aquí es verdad, espero que les guste.
Montiel se comunicó aquella tarde con mis papás para pedirles que dejara que lo acompañara a su casa todo el fin de semana para "terminar el proyecto" para entregarlo durante la semana, por supuesto ellos nunca sospecharon de un abogado penal exitoso casado, por supuesto no sabían con quién estaba casado. Nadie en la escuela supo nada, y acabando las clases el viernes él ya me esperaba saliendo de la escuela.
Me subí a su coche y manejó hasta su casa, cuando llegó metió el coche al garaje y abrió la puerta de su camioneta, me cargó como si fuera su esposa y me fue a aventar a su cama mientras él se iba a cambiar al baño. Sobre la cama había una tanga roja de encaje, unas medias rojo oscuro, un vestido de novia, y unos zapatos blancos de tacón. Me desnudé por completo y me puse la tanga, que me apretaba muchísimo, las medias, el vestido y los zapatos. Cuando terminé Montiel salió del baño totalmente desnudo y lo único que cubría su cuerpo era una bata azul que se ajustaba perfectamente a su hermoso cuerpo.
Me vio y excitado dejó caer la bata al piso y vi de nuevo ese hermoso cuerpo, con sus hermosas bolas peludas, su mástil aún no erecto, y su pecho musculoso. "Arrodíllate puta y besa los pies de tu amo." Me dijo muy enojado y yo sumisamente obedecí, mientras el sonreía complacido. Me tomó del pelo y me levantó, mientras me quitaba el vestido de novia. "Pero miren a la perra, sólo quiere que se la cogan.
Pues bien querida esposa, tengamos nuestra luna de miel" Me besó mientras yo me acababa de desnudar y quedamos los dos frente a frente, desnudos recién casados. Me arrodillé y me metí su pene a mi boca y poco a poco empezó a erectarse hasta casi ahogarme, Montiel tomó mi pelo y empujó mi cara hacia su cuerpo mientras gritaba: "Eso perra, chupa, bien que te gusta chuparmela, porque soy tu esposo", luego se corrió en mi boca por primera vez y yo tragué toda su deliciosa leche.
De nuevo, me levantó y me cargó, yo lo besé y le dije tiernamente: "Alláname la morada". Me llevó a la cama donde me acomodó de manera que yo quedaba boca arriba pero como mis piernas estaban totalmente abiertas mi culo quedaba descubierto hacia él.
Pude ver como se chupaba los dedos y me metía uno por uno en el culo, luego me metió su pene que empezaba a revivir. Empezó con un movimiento metisaca que hizo que su pene se volviera a erectarse al máximo.
Mi excitación también estaba al máximo y empecé a masturbarme, y casi inmediatamente mi leche saltó sobre mi pecho, Montiel se excitó con esto y sacó su pene de mi culo. "Mastúrbame, perra que sólo sirve para dar placer", lo masturbé lo más rápido que pude y su leche se embarró en mi pecho y se empezó a mezclar con la mía.
Montiel se fue y regresó con una cadena para perro y unas esposas, esposó mis manos y mis pies y con la cadena que puso alrededor de mi cuello y la amarró a un poste de la cama. Quedé ahí todo el fin de semana y sólo me liberaba un par de veces al día para ir al baño. No tuve más alimento que la leche, la orina y el sudor mi esposo. El domingo me regresó a mi casa y ahí examiné el anillo por dentro decía: "Montiel es el amo de esta perra."